Obama y el perro guardián


El comienzo de la presidencia de Obama puede verse ensombrecido por el escándalo del gobernador de Illinois. Rod Blagojevich ha intentado vender el escaño del Senado que deja libre Barack Obama. Aunque resulte sorprente, la vacante en Illinois no se cubre por una nueva elección, sino por designación del gobernador del Estado. Y Blagojevich había puesto a subasta el cargo, según la acusación del fiscal Patrick Fitgerald. El gobernador es un demócrata con el que el presidente electo han mantenido una importante colaboración política. El estado de Illinois, desde el Chicago de los gansters, tiene una larga tradición de corrupción política y, por ejemplo, el anterior gobernador republicano también fue acusado de corrupción.

Obama ya ha pedido públicamente la dimisión del gobernador, pero la cuestión que se está planteando es en que medida los asesores del entorno de Obama conocían o participaban en estos enjuages. Los republicanos se han lanzado sobre la presa y la blogesfera conservadora bulle. Muchos piensan que el escándalo no tocará a Obama. Mi impresión es que Obama sigue en estado de gracia, pero el caso no hace sino demostrar que es humano, político, y como tal muy humano y vulnerable.

Lo que me interesa de este asunto es la conducta de los medios de comunicación. Como muestra, incluyo este vídeo obtenido de la BBC, en el que, al final de una rueda de prensa sobre las ayudas a la industria automovilista, la primera pregunta es sobre la conexiones de su personal con el gobernador.

Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.

Los medios, los periódicos sobre todo, se han puesto en marcha. El Chicago Tribune, en plena bancarrota de su empresa editora, empieza a tirar del hilo con una exclusiva de las conexiones de Rahm Emanuel, el futuro jefe de gabinete de la Casa Blanca, con el gobernador corrupto. Cuando los beneficios se hunden y todas dan por muerta a la prensa, es hora de sacar pecho y recuperar el papel de «perro guardián» de los abusos del poder. Veremos si es solo perro ladrador y no mordedor.

Anuncio publicitario

La ira griega


No encontraba estos días un rato para escribir algo sobre lo que está ocurriendo en Grecia. No soy ningún experto, pero le tengo cariño y respeto al país, más áspero de lo que muchos piensan desde una visión idílica de lo mediterráneo.

Visité como turista por primera vez Grecia -toda la Grecia peninsular y unas cuantas islas- en 1976. El país acababa de salir de la dictadura de los coroneles y había pasado a la tutela democrática-autoritaria de Karamanlis. En plena transición española, muchas veían en esa democracia autoritaria helena un modelo para España. Hasta una revista de humor llegó a acuñar el mote de Fragamanlis para la eterna esperanza blanca de la derecha, Manuel Fraga Iribarne. Aquella Grecia era mucho más rural y pobre que nuestra España, que ya es decir. Era un país auténtico, poco maleado por el turismo (salvo en Atenas y en alguna isla). Llegué, como tantos, con el arquetipo de la Grecia clásica y me encontré un país, mediterráneo sí, pero oriental también, «turco», y que me perdonen los griegos.

Volví como periodista en 2004 para dar la visión social y política de los Juegos Olímpicos. El país había cambiado y Atenas se había convertido, al menos en su centro, en una capital más, con sus franquicias y cadenas de moda. Los Juegos se vivían con orgullo -el orgullo de los que se consideraban padres de las olimpiadas y la democracia- pero sin excesivo entusiasmo y con un punto de resignación. Francesç Sorli fue meficaz guía y el facilitador de las entrevistas. Después he regresado de nuevo como turista.

De los análisis de estos días me quedo con el de Luis Prados en El País. Posiblemente esa explosión de ira sea un síntoma de un nihilismo de jóvenes que se sienten excluidos del bienestar que conquistaron sus padres, un mal de muchas sociedades europeas y no una enfermedad propiamente griega. Pero para poner el fenómeno en su contexto enumeraré algunas peculiaridades griegas.

El despilfarro de la ventaja europea. Grecia es el único miembro veterano de la Unión Europea que no ha mejorado  con respecto a los socios más ricos o, que por decirlo de otra manera, se ha empobrecido relativamente. Cuando ingresó estaba más cerca de la media de la renta europea que antes de la incorporación de los países del este. Quizá la palabra no sea despilfarro: no ha sido tanto un problema de corrupción (más importante en Italia) como de capacidad de gestión, burocracia y potencialidades del país.

Una burocracia asfixiante y prepotente. En ningún país europeo he encontrado tantas cortapisas para el trabajo informativo como en Grecia. Todos los griegos se quejan de la burocracia, pero la mayoría la respetan y les parece un mal imprescindible.

Clientelismo y política endogámica. La burocracia es muchas veces el brazo ejecutor del clientelismo y el caciquismo, presente no sólo en el campo, sino también en las ciudades. Las grandes familias han dominado la política en la monaquía y en la república. El primer ministro es sobrino del viejo Karamanlis. La ministra de exteriores, Dora Bakoyani, ex alcadesa de Atenas, viuda de un político asesinado por un grupúsculo terrorista, es hija de Misotakis, primer ministro conservador en la década de los 90. Y qué decir de la saga Papandreu, con dos caudillos y un tercer vástago con poco carisma (Por cierto, Evangelos Venizelos, uno de los pesos pesados del PASOK, no es descendiente del gran Elefterios Venizelos, uno de los padres de la Grecia moderna, como estos días se ha dicho).

La mala digestión de los juegos. Como pasó en España, a la fiesta olímpica siguió la recesión, no tan acusada como en España, porque aunque se afrontaron infraestructuras imprescindibles (por ejemplo, el puente Río-Antirio que une el Peloponeso con el resto de la península helénica) el esfuerzo inversor no fue tan alto como en España.

Una sociedad familiar. Como en España, Italia o Portugal, la familia sigue siendo la espina dorsal de Grecia. Sólo así puede explicarse que los niveles de paro juvenil no bajen de más del 20%.

La fractura política. La durísima guerra civil (de la que fuera de Grecia poco se sabe) y la dictadura dejaron heridas hoy cerradas, pero también fracturas políticas derecha-izquierda tan profundas o más que las españolas. La izquierda (el Partido Comunista y la coalición Sinaspimos) suman más de un 15%. La izquierda tiene una gran capacidad de movilizar a unas bases enérgicas, pero, desde luego no violentas. El Partido Comunista no aceptó nunca el eurocomunismo. Si vale la anécdota, cuando al final de una entrevista y  ya fuera de cámara, le pregunté a un miembro de la ejecutivo por el número de sus afiliados me respondió que esa era una cuestión secreta. En Grecia han pervivido grupúsculos terroristas cuya objetivo preferente han sido ciudadanos o intereses norteamericanos. Además, las revueltas estudiantiles han sido una constante.

La hipertrofia de Atenas. Muchos turistas se quejan de una Atenas que les parece destartalada. Aparte de las impresionantes ruinas clásicas y el centro oficial, falsamente neoclásico, Atenas es una ciudad de aluvión, casi improvisada para dar acogida en los 20 y los 30 a los refugiados huidos de Anatolia y en los 50 y 60 a los inmigrantes del campo. No puede decirse que sea una ciudad amable para sus propios habitantes, aunque las obras de los Juegos suavizaron algunos de los perfiles urbanos más duros. Pero lo más importante es que demográficamente, Atenas, con más de 3 millones, supone entre un 25 y 30% de la población total de Grecia, una situación que no se da en ningún otro país europeo. En los últimos 10 años han llegado inmigrantes de Oriente Medio y, sobre todo, albaneses. Es sabido que griegos y albaneses se desprecian mutuamente, así que no han sido pocos los problemas (menores) de convivencia.

Grecia puede ser como los limones, un poco ácida, pero al final refrescante. Los disturbios pueden quedar en nada o propiciar la caída del agotado gobierno Karamanlis. Pero los problemas no se resuelven con un simple cambio de gobierno.

Actualización interactiva y fiabilidad


El blog de los editores de BBC.News es una fuente impagable para aprender sobre periodismo interactivo. No es infrecuente encontrar rectificaciones y disculpas. Hace unos días Steve Hermann daba explicaciones sobre el uso de Twitter como fuente en los atentados de Bombay. Explicaba este editor como abrieron una página de continuas actualizaciones de fuentes diversas: agencias, enviados especiales, mensajes recibidos, blogs, colecciones de fotos en Flicker y «tweeds» de Tweeter. Algunos de estos «tweeds» aseguraban que el gobierno indio se disponía a censurar Tweeter, lo que resultó falso y sin fundamento.

El hecho ha levantado bastante polémica, que el propio blog del editor recoge. De entre todas las opiniones me quedó con la de Tom Sutcliffe en The Independent:

«Mientras un periodista tiene razonablemente un poderoso incentivo para no difundir información dudosa o engañosa, porque podría tener para él un coste profesional, un usuario de Tweeter no está obligado por ningún deber más allá de su propia impresión y estado de mente. Pasará un rumor como si fuera un hecho y no habrá manera de distinguirlo»

Si se examina esa página de actualización se ve que es una herramienta eficaz y diabólica como un potro desbocado. Las entradas no son automáticas e indiscriminadas, sino filtradas editorialmente; pero las posibilidades de verificar esas fuentes son nulas. Cualquiera que haya vivido un acontecimiento como ese sabe que genera un flujo informativo enloquecedor y eso sólo considerando las fuentes profesionales habituales. Supongo que en las fuentes no profesionales se seguirá el criterio, básicamente, de su verosimilitud y coherencia con las fuentes profesionales.

Se ha celebrado la cobertura informativa de los atentados de Bombay como un nuevo triunfo del periodismo ciudadano. Ya me referí con ocasión del terremoto de China a Tweeter como fuente interactiva. No cabe duda que en situaciones de emergencia es una fuente que puede llegar a ser muy valiosa. Puesto que su verificación resulta imposible, páginas como las de la BBC debieran de advertir genéricamente de las limitaciones y condicionamientos de ésta y otras fuentes interactivas como los blogs. Una cosa es recoger una variedad de fuentes y otra dar por los buenos los hechos que relatan. Con estas actualizaciones interactivas se gana en rapidez y variedad, pero se pierde fiabilidad.

Convención poco transparente sobre el derecho de acceso


El Consejo de Ministros del Consejo de Europa ha adoptado el 27 de noviembre la Convención para el acceso a los documentos públicos (documento en francés e inglés). Me llegan ahora las críticas de las organizaciones que a nivel europeo luchan por este derecho: art. 19 y Access Info. En esencia, se quejan de poca transparencia en su aprobación por el Consejo de Ministros, que habría ignorado las críticas de la Asamblea Parlamentaria sobre el borrador de la Convención. Y denuncian que el texto no ponga límite a las reservas que puedan hacer los estados. Su conclusión es que el texto propone unas garantías a este derecho más débiles que las establecidas ya en muchas legislaciones europeas.

El Consejo de Europa es la única institución que reune a todos los países europeos. Entre sus funciones está la de promover tratados que logren la homogeneidad democrática de Europa. No es una institución de integración, sino intergubernamental y la Asamblea Parlamentaria carece de cualquier competencia legislativa. La Convención (un tratado internacional) aprobada por el Consejo de Ministros se propone a la adopción y ratificación de los estados miembros. Los que la adopten y ratifiquen tendrá que modificar su legislación para cumplir sus provisiones generales.

En una lectura rápida, parece que la mayor debilidad del texto reside en una definición muy restrictiva de las autoridades administrativas a las que se pueden reclamar información. Así, el poder judicial y los tribunales sólo podrán ser requeridos en cuanto que órganos administrativos. Si los estados miembros piensan ampliar estas obligaciones lo harán constar al adoptar la Convención. Son también muy amplias las excepciones al derecho, que van más allá de las habituales seguridad pública y derechos a la intimidad. Y no exige, en fin, un órgano superior ante el que se puedan recurrir las negativas de acceso a una información concreta.

La Convención le vendrá de perlas al gobierno español como modelo de regulación de un derecho que ha prometido incorporar a nuestro derecho en esta legislatura.

(Sobre los obstáculos de este derecho en España ver mi anterior entrada)

Colombia: la eterna guerra sucia


Los medios españoles han recogido desde hace más de un mes las denuncias que llegan de Colombia del último de los horrores de la guerra sucia, eso que con un eufemismo se llama allá «falsos positivos». Como se sabe, se trata de los crímenes cometidos por el ejército y fuerzas de seguridad contra ciudadanos pobres e indefensos, secuestrados y asesinados lejos de sus pueblos para hacerlos pasar por guerrilleros y así obtener las recompensas establecidas en el marco de la política de seguridad democrática (otro eufemismo) de Uribe. Los hechos son de tal gravedad y tan notorios que el gobierno no ha tenido más remedio que destituir a 13 militares y el comandante del ejército, general Montoya, ha tenido que dimitir.

En estas informaciones (valga por todas el informe bastante completo de Winston Manrique Sabogal en El País) se recoge siempre la postura oficial, que no es otra que la de atribuir los crímenes a errores y abusos en la aplicación de una política correcta, que ha colocado a Uribe en las más alta apreciación de todos los gobernantes de América Latina. Vamos, que el problema es de algunas «manzanas podridas»…

Estos crímenes son posibles porque la impunidad es la regla en Colombia, porque todos los presidentes se han plegado, si no alentado, las violaciones de los derechos humanos por los militares. Como en Abu Grhaib, los que abusaron lo hicieron porque el contexto general les invitaba a ello y justificaba sus acciones. El problema no es que un sargento asesine a un pobre parado para obtener un permiso, el problema es que la lógica del sistema le dice que es válido todo lo que aterrorice aún más al débil y al indefeso.

Quiero hacerme eco de esas voces colombianas acalladas por los grandes medios. En el último Madrid Sindical (CC.OO) (p.9) encuentro una entrevista con la senadora colombiana Gloria Inés Ramírez, que denuncia un plan de aniquilamiento del movimiento opositor y la persistencia de los paramitares, bajo las etiquetas de Águilas Negras o grupos emergentes. La senadora del Polo Democrático recuerda como Uribe se montó en la ola de la guerra contra el terror de Bush. «Cuando el gobierno habla del terrorismo -dice- pretende desconocer las causas del conflicto», que no serían otras que la exclusión económica, política y social de la gran mayoría. Acusa a Europa de legitimar la política de Uribe y al gobierno de Zapatero de haber perdido su actitud crítica. Para la senadora Ramírez Obama despierta esperanzas, porque ha dicho que pondrá en el centro de su política los derechos humanos.

En materia de derechos humanos, Obama habrá de pasar dos test inmediatos: el cierre de Guantánamo y la no ratificación del Tratado de Libre Comercio con Colombia, en tanto no haya cambios en el respeto de los derechos humanos.

Encuestas y algunos cambios en Periodismo Global


Por aquello del primer aniversario he introducido algunos cambios en este blog.

– He reordenado las columnas laterales

– He incorporado a las fuentes de información internacional algunas fuentes periodísticas. Lo siento, casi todo está en inglés.

– Y vamos a probar una nueva herramienta. En la columna de la derecha econtraréis una encuesta. En este primer caso es casi un juego ¿qué es lo primero que debiera de hacer Obama? Estará abierta hasta el 20 de enero. Más adelante iré incluyendo otras más relacionadas con el periodismo.

Publicado en General. Etiquetas: , . Leave a Comment »

El gobierno virtual de Obama


Casi cada día, elpresidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, comparece en rueda de prensa para ir presentando a su equipo. La transión en Estados Unidos, ese período que transcurre entre la elección y la toma de posesión, es una de las cuestiones clásicas de estudio de la ciencia política en ese país. La transición tiene procedimientos bien establecidos y normalmente se hace con discrección, sin excesiva presencia pública del presidente electo. En esta estraordinaria transición, en medio de la crisis, la constitución del equipo de gobierno está teniendo gran visibilidad, en un intento de crear confianza y mostrar que a partir del 20 de enero arrancará el cambio prometido… aunque sea con personajes que, no por competentes, difícilmente pueden simbolizar el cambio dadas sus largas carreras y compromisos con el establecimiento. A ello, Obama responde «El cambio soy yo». Ya veremos…

Esta transición está teniendo su presencia en el ciberespacio en el sitio http://change.gov/, en continuidad con la propia campaña.

Internet ha sido la columan vertebral de la campaña de Obama y ha sido clave para su victoria, hasta el punto de que puede decirse que ha cambiado el modo de hacer política: captación de voluntarios a través de las redes sociales sin afiliación con la campaña, recogida de fondos de pequeñas donaciones no sometidas a limitaciones conforme a las técnicas del marketing viral, utilización de los recursos gratuitos del ciberespacio como You.Tube y una interacción continua con sus partidarios.

Esa interacción es la que parece ofrecer esa página del cambio de gobierno. Se invita a presentar ideas ante cada uno de los grandes temas de la agenda presidencial y a entrar en debate con figuras tan destacadas como el próximo Secretario de Sanidad, Tom Daschle. Tampoco falta el story telling, con la invitación a contar las historias del cambio. Con todo ello, el equipo del nuevo presidente puede recibir un feedback en una escala hasta ahora inimaginable. Eso sí, Obama se lleva de su campaña los datos de los que le apoyaron quizá con la simple compra de una camiseta, previo permiso de los interesados que habrán recibido el correspondiente mensaje. A cambio, libera de copyright el sitio de la transición y coloca todos sus materiales bajo licencia Creative Commons 3.0.

Veremos si este estilo internet 3.0 se traslada al sitio de la Casa Blanca, una página perfectamente institucional, propio de internet 1.0.

La tecnología ofrece un vehículo de interacción, pero la política supera la tecnología. Se trata de escuchar las demandas profundas de los ciudadanos y hacerlas posibles. Veremos a partir del 20 de enero si el cambio no es más que un pragmatismo postmoderno.

CNN quiere competir con las agencias


CNN se dispone a lanzar un servicio de noticias de textos dirigido a periódicos y sitios web con  el propósito explícito de competir con las agencias y, especialmente, con el gigante AP, según el New York Times.

CNN asegura que tiene 3000 periodistas desplegados por el mundo y, que por tanto, tiene recursos para competir con las grandes organizaciones dedicadas a la captación y elaboración de información. Desde el punto de vista de CNN se trata de una manifestación más de la convergencia: editar y distribuir sus contenidos por cualquier plataforma. Para periódicos y páginas web, el servicio puede ser una alternativa barata a las agencias en tiempos de crisis. Para la agencias, el movimiento significa en palabras de Tom Curley, presidente ejecutivo de AP, que «un cliente se convierte en competidor». CNN distribuiría últimas noticias (breaking news), cometarios de sus periodistas y vídeos. Para la cobertura local de Estados Unidos, CNN piensa contratar periodistas multimedia, con una cámara y un simple portátil. Un ejemplo de lo que puede ser el servicio puede encontrarse en The CNN Wire.

Las agencias son desde hace 150 años los grandes productores de información. Pocas empresas informativas pueden competir a nivel internacional o nacional con ellas en la captación de información «en bruto». Las agencias pueden verse sólo retadas por CNN o BBC. Pero además de distribuir su información a abonados ahora pueden convertirse también en difusores directos hacia el público. Para ello tienen que convertirse en portales de información, como ha hecho Reuters, pero no otras grandes como EFE o AFP. Estoy trabajando sobre este tema y mi impresión es que las agencias que no tienen sus propios portales, esto es, que no compiten directamente con los medios de difusión, pierden una excelente oportunidad para ampliar su negocio e influencia.

A %d blogueros les gusta esto: