La Navidad del genocidio


Nacimiento en la iglesia evangélica luterana de Navidad en Belén, Cisjordania. Las figuras se colocan sobre escombros para recordar la destrucción de Gaza y el exterminio de la población. Foto: JAIME VILLANUEVA

Ya está aquí la Navidad. Cada vez con más luces, que se encienden más pronto, para favorecer el consumo y el turismo. La competencia de identidades pueblerinas en la altura de los árboles (artificiales). Las películas familiares, cada vez más estúpidas. Las comidas y cenas de empresa, cada vez más cargantes y caras. Ya solo nos falta el sonsonete de la Lotería.

El ruido navideño puede llevarnos a olvidar que ante nuestros ojos se desarrolla un genocidio (al margen de que en proceso penal internacional resultara difícil probar la voluntad explícita de exterminar a todo un grupo humano). Por eso en esta Navidad, que si algo significa, más allá de la fiesta del consumo, debiera de ser un tiempo de paz, alcemos nuestra voz por los medios que estén a nuestro alcance para exigir un alto el fuego definitivo, la liberación de los rehenes israelíes y la detención del exterminio del pueblo palestino.

Los cristianos palestinos, perseguidos por la intolerancia judía y musulmana hasta el punto de ser una comunidad residual, también alzan la voz contra el exterminio de sus hermanos, con esta versión de un VILLACINCO CLÁSICO (que recomiendo reproducir).

De entre todas las INICIATIVAS QUE PIDEN EL ALTO EL FUEGO RECOJO AQUÍ LA DE INTERMON OXFAM.

Os dejó como regalo navideño esta parte del Mesías, en el que se recoge el salmo bíblico («Porque un niño nos ha nacido») en el que identifica al Niño Recién Nacido como «Príncipe de la Paz«.

No hay que compartir la creencia religiosa para estar de acuerdo con que el nacimiento de cualquier niño es signo de esperanza, pero en los que estas semanas han nacido en Gaza lo han hecho en circunstancias tan terribles, que posiblemente han sido fuente de más dolor para sus familias…. ¡Ojala que cuando crezcan puedan romper el círculo vicioso del odio y la violencia!

Os deseo a todos que aprovechéis la ocasión («La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va y nosotros nos iremos para no volver más») para disfrutar con vuestros seres queridos.

FELIZ NAVIDAD Y MEJOR 2024 .

Ahí os dejo la música inmortal de Handel.

«Porque un niño nos ha nacido»

Israel no tiene un derecho de autodefensa


Cuerpos recuperados en el hospital Al Shifa, enterrados en una fosa común más al sur, en Khan Younis, este 22 de noviembre. MOHAMMED DAHMAN / AP

Todo el mundo parte de reconocer a Israel el derecho de autodefensa ante el cruel ataque terrorista de Hamas, aunque a continuación se solicite que la respuesta respete el derecho humanitario.

Ese derecho de autodefensa está consagrado en la Carta de la ONU (art . 51) como la respuesta legítima contra el ataque armado de otro Estado y que tendrá vigencia hasta que el Consejo de Seguridad adopte las medidas necesarias para detener la agresión.

Israel no ha sufrido el ataque de otro estado, sino un ataque terrorista, al que responde con acciones bélicas de grandes dimensiones contra una población de un territorio ocupado, a la que, de acuerdo con la Convención de Ginebra está obligado a proteger.

Israel conquistó Gaza a Egipto en la Guerra de los Seis Días y desde 1967 es la potencia ocupante, sin perjuicio de que en 2006 retirara sus tropas y colonos, pero manteniendo el control sobre el territorio y, por tanto, es responsable de la protección de la población.

Contra el terrorismo no se lucha bombardeando población civil. El Estado español no bombardeó San Sebastián, Errenteria o Mondragón para acabar con ETA, ni el Reino Unido los barrios republicanos de Derry o Falls Roads (Belfast), aunque ambos estados incurrieron en distintas práctica de guerra sucia, que enconaron más los conflictos.

A los criminales y crueles atentados de Al Qaeda, EEUU respondió con sus invasiones a Afganistán e Irak y la llamada War on Terror en la que se vulneraron sistemáticamente los derechos humanos (Guantánamo, Abu Grhaib), Todo ello trajo la emergencia del Estado Islámico. Barbarie genera barbarie. Los jóvenes terroristas que atacaron Israel el 7 de octubre habrán, sin duda, víctimas de varias operaciones militares isrelíes contra la Franja desarrolladas a sangre y fuego en los último 20 años.

Indigna que el gobierno israelí considere que cuando un mandatario extranjero (Pedro Sánchez) declara que la matanza indiscriminada de civiles es inaceptable, está apoyando al terrorismo.

No podemos decir que no sabíamos


UNICEF/UNI448902/Mohammad Ajjour
Amal, de 7 años, contempla su vecindario después de que las casas vecinas fueran arrasadas

Cuando las tropas aliadas liberaban los campos de exterminio instalados en el territorio alemán, obligaban a los vecinos de las poblaciones cercanas a visitar las instalaciones e incluso, a veces, a enterrar las masas de cadáveres apiladas.

Durante mucho tiempo, toda una generación de alemanes negó que conocieran la máquina genocida puesta en marcha por los nazis, que exterminó a 6 millones de judíos y centenares de miles de gitanos, discapacitados y opositores políticos. Era imposible que una operación que suponía el desplazamiento de millones de personas fuera ignorada, pero al menos aquellos alemanes podían alegar que no sabían porque era una operación que no se desarrollaba en público.

Nosotros no podemos decir que no sabíamos. El genocidio de Gaza se desarrolla ante nuestros ojos. Presenciamos hipnotizados ante las pantallas las atrocidades contra el pueblo palestino. Pese a que soy consciente de la dificultad de probar la intencionalidad de exterminar a un grupo humano (que es la esencia del delito de genocidio) creo que en este caso se dan una serie de elementos (crímenes contra la humanidad y declaraciones ) que avalan lo que para el historiador judío Raz Segal es un genocidio de manual:

  • Bombardeos indiscriminados sobre zonas densamente pobladas, con la excusa de que existen objetivos militares, con más de10.000 muertos civiles. un 4.000 niños y 25.000 heridos, la mayoría con quemaduras (a 6 de noviembre, 30 días después de que empezaran los bombardeos israelíes sobre Gaza).
  • El corte de los suministros (agua. alimentos, electricidad, medicamentos).
  • El ataque a hospitales y ambulancias.
  • Desplazamientos forzosos: un millón de gazatíes se han trasladado al sur de la Gaza, siguiendo las órdenes israelíes. lo que no ha evitado que sigan siendo bombardeados.
  • El ataque contra periodistas y el corte de las comunicaciones.
  • El recrudecimiento de los ataques de los colonos contra palestinos en Cisjordania.
  • Por último, y no menos importante, las declaraciones de responsables que deshumanizan a los palestinos (Vale la pena ver los 6 minutos del vídeo-que incluyo al final de esta entrada- en el que el periodista israelí Gideon Levy explica como durante 80 años el Estado de Israel ha encerrado a los palestinos en un apartheid físico y mental).
  • No se deben comparar estos hechos con el genocidio nazi y el Holocausto, un hecho histórico único, en el que se pretendió por primera vez exterminar de forma industrial a los pueblos judío y gitano (léase a Guillermo Altares «Que dejen en paz el Holocausto»), pero salvando todas las distancias, lo que pasa en Gaza es como si el Gueto de Varsovia hubiera sido bombardeado diariamente por aviones Stukas, una de las armas más avanzadas del momento.

Todo parece indicar que Israel pretende establecer una ocupación militar en el norte y desplazar a la población al sur y si puede expulsarla al Sinaí egipcio o a otros países. La solución de dos estados es inviable con 600.000 colonos en Cisjordania. El objetivo último de todas estas operaciones, repuesta a los crímenes execrables de Hamás es la definitiva constitución del Gran Israel, un estado judío desde el Jordán hasta en Mediterráneo, la tierra prometida entregada por Yahvé a su pueblo elegido.

Por muchas barrera que Israel erija, salvo que extermine a todos los palestinos, tarde o temprano habrá otro estallido de violencia. Hamás, además de una organización terrorista, es un movimiento social y religioso, que provee servicios y controla la administración de la Franja. Desmontar Hamás y depurar a todos los que han tenido relación con el movimiento puede ser tan peligroso como fue el desmantelamiento del partido-movimiento Baas en Irak, que trajo el surgimiento de Al Qaeda y el Estado Islámico. Los jóvenes terroristas que atacaron Israel eran niños o adolescentes en las anteriores ataques israelíes, el último en 2014.

¿Por qué no se puede hacer nada para parar el genocidio?

En estos días, todas las personas de buena voluntad se hacen esta pregunta. Según la conciencia y la disponibilidad de cada uno se puede firmar protestas, manifiestos, asistir a concentraciones… pero con muy poca capacidad de presionar.

Estados Unidos apoya cerradamente y arma a Israel. Como ya indiqué en otra entrada anterior, hay dos lobbies poderosísimos. Las judíos liberales, que en gran parte controlan la intelligetsia de las relaciones internacionales. El otro es la extrema derecha religiosa que ve en Israel la nueva Jerusalén, imprescindible para sus esperanzas mesiánicas. Además, Israel ha sido el gendarme norteamericano y no se puede dejar de apoyar a un aliado esencial para la supremacía estadounidense.

Como miembro permanente del Consejo de Seguridad, Washington ha vetado cualquier resolución pidiendo un alto el fuego y ha entorpecido el papel diplomático de la ONU. No admite más que pausas humanitarias puntuales, en la línea de Netayahu.

En Europa, sigue pesando la culpa del Holocausto, sobre todo en Alemania. En Francia, la comunidad judía es muy importante y ha sufrido en los últimos años reiterados ataques, de modo que decenas de miles de judío franceses han emigrado a Israel. En toda Europa cualquiera que critique al gobierno israelí o defienda los derechos palestinos es tachado de antisemita (este fue uno de los motivos de la caída del líder laborista Jeremy Corbyn).

El apoyo acrítico de la presidenta de la Comisión a Israel ha puesto en evidencia a la UE, por mucho que el responsable de la política exterior haya insistido, una y otra vez que la respuesta israelí debe respetar el derecho humanitario. Aunque la UE impusiera a Israel sanciones como lo ha hecho con Rusia serían muy poco eficaces, porque la dependencia europea del estado sionista es mínima, aunque podría causarle daños económicos poco relevantes. Sólo EEUU tiene la influencia para detener la matanza y no parece dispuesto a hacerlo, más allá de algunos alivios cosméticos.

En comparación con la agresión rusa a Ucrania está claro el doble rasero. Difícilmente, la UE podrá involucrarse en el futuro como mediador y estratega de la paz en la región.

El periodista judío, Gideon Levy, explica como durante 80 años el Estado de Israel haa tenido como política central la deshumanización y destrucción del pueblo palestino. Son 6 minutos imprescindibles.

Al borde del abismo


Una excavadora limpia escombros mientras la gente busca supervivientes y los cuerpos de las víctimas después de un bombardeo israelí, en Jan Yunis, en el sur de Gaza, el 25 de octubre. Mahmud Hams

Después de los execrables crímenes cometidos por Hamas, asistimos en directo a la perpetración de un crimen de lesa humanidad en Gaza. El castigo colectivo y la matanza de palestinos parece no tener límites. Pero más allá de este crimen, la guerra crea una situación de alto riesgo para la paz mundial.

No sabemos cuando se producirá la entrada de tropas israelíes en Gaza. No sabemos cómo se desarrollará la operación. pero parece claro que lo que pretende el gobierno israelí es convertir a la Franja en un tumba colectiva y un territorio donde la vida sea imposible.

Algunos responsables han adelantado que Gaza tendrá que ser más pequeña, de ahí la orden de evacuar el norte. Los 700.000 palestinos que han obedecido las órdenes y se han desplazado al sur, no por eso se han encontrado más protegidos y han sufrido bombardeos, como el de ayer 25 de octubre en Jan Yunis.

Parece también que Israel pretende que una fuerza multinacional árabe garantice, una vez exterminado Hamas, que Israel no volverá ase atacado. Incluso que la Autoridad Nacional Palestina volviera a asumir la administración del territorio.

Después de los miles de muertos, ningún poder árabe o palestino querrá involucrarse en la neutralización de la Franja. Mantener la ocupación o intentar la colonización de Gaza ya fue intentado por los israelíes, que tuvieron que retirarse porque era un cáncer terriblemente costoso.

Hago un repaso a los agentes geopolíticos de la región y los riesgos de que el conflicto se extienda.

Estados Unidos

Sería el único país que podría contener a Israel. Pero la alianza sagrada que mantienen lo hace muy difícil. En EEUU opera un grupo de presión judío liberal muy potente. Además la derecha fundamentalista cristiana está convencida de que Israel es la encarnación de sus ideas mesiánicas. De otro lado, Israel ha sido durante décadas el gendarme norteamericano en la región para controlar a los regímenes nacionalistas árabes.

El gobierno Biden no tiene ninguna intención de implicarse en una conflicto armado en Oriente Próximo con la guerra de Ucrania empantanada y cuando su foco está en la rivalidad con China.

Ha desplazado dos grupos aeronavales a la zona para dar cobertura a sus tropas en la región (Irak, norte de Siria) de un eventual ataque de Irán, y ha pedido a Netayahu que su ejército no entre en Gaza hasta que ese despliegue se haya completado.

Sería un enorme error de Biden lanzar un ataque o una operación de desestabilización contra el régimen de los ayatolás.

Irán

Es el gran actor geopolítico de la región: por su demografía (112 millones), sus fuerzas armadas y sus milicias delegadas en otros países, su producción de crudo… su posible posesión de armas atómicas. La ruptura del acuerdo nuclear por parte de Trump dejó sin supervisión a su industria nuclear. Puede que ahora tenga una alta capacidad de refino de uranio, pero es improbable que cuente con bombas nucleares y menos todavía con vectores para su lanzamiento.

Irán puede proyectar su poder con las milicias chiíes, la más importante Hezbolá en el sur del Líbano que se encuentra en una fase de guerra de baja intensidad con Israel. Pero también cuenta con las milicias hutties en Yemen, que según Estados Unidos, disparó tres misiles en dirección a Israel que fueron interceptados sobre el Mar Rojo por un destructor estadounidense.

Tiene también Irán la capacidad de desestabilizar a Arabia y los países del Golfo (especialmente Bahrein) movilizando a las minorías chiíes en países de mayoría suní.

Israel

Además de tener el ejército más poderoso de la región, todos los expertos están de acuerdo en que cuenta con armas nucleares, aunque nunca lo haya reconocido explícitamente.

Israel ya no tiene estados enemigos, salvo Irán. Con Jordania y Egipto hizo la paz; Siria, su gran enemigo, hoy ya no cuenta, autodestruida en su propia guerra. Así que el uso de la bomba atómica solo podría ser contra Gaza, algo imposible porque todo el pequeño país sufriría las consecuencias de la contaminación nuclear.

Con el ataque de Hamás y la ulterior venganza israelí se hace imposible la firma de la paz con Arabia Saudí, que estaba a punto.

Rusia

Con la guerra de Siria, Putin recuperó la influencia que la URSS tenía tradicionalmente en la región.

Sin la intervención rusa e iraní, Bashir el Assad no podría haber ganado la guerra.

A unos centenares al norte de Gaza, en la costa siria, se encuentra el puerto de Tartus, la mayor base aeronaval rusa en el Mediterráneo.

Putin puede estar interesado en extender el conflicto en Oriente Próximo, lo que debilitaría a la alianza que sostiene a Ucrania.

UE

La Unión Europea ha sido incapaz siquiera de pedir una tregua y la mayor parte de sus miembros han cerrado filas acríticamente con Israel.

Tradicionalmente, la UE ha pagado proyectos de cooperación con muy escasa influencia sobre la situación. Por ejemplo, después de los acuerdos de Oslo, España financió y construyó el aeropuerto de Gaza, que poco después fue bombardeado por Israel.

Cuanto más dure la venganza israelí en Gaza, más posibilidades hay de atentados terroristas,en Europa, con amplias comunidades musulmanas y judías.

Hay que parar la carnicería en Gaza, en primer lugar por humanidad, pero también porque en esta situación el error de cualquier actor puede extender la conflagración.

Crímenes en Ucrania y Palestina


La aviación israelí bombardea la ciudad de Gaza, uno de los territorios con mayor densidad de población del mundo, donde prácticamente es imposible diferenciar objetivos civiles y militares.

El David palestino (en este caso, los papeles se trastocan) ha herido en la frente al Goliat israelí no con una piedra, sino con una oleada de ataques por sorpresa contra militares y población civil, de enorme crueldad y características terroristas. Pero el Goliat israelí, lejos de quedar herido de muerte tiene capacidad, como Sansón, de sacudir con sus bombardeos las columnas del templo de Gaza, que amenaza con convertirse en un el cementerio de miles de civiles palestinos.

¡Qué difícil es enjuiciar la barbarie humana, cuando todo se ve con ojos sectarios! Por muchos que hayan sido los crímenes de Israel no está justificada la acción de Hamás contra los civiles, como los crimines de Estados Unidos, desde Hiroshima y Nagasaki a Chile no justifican los atentados del 11-S.

Sin pretender ser equidistante y poniendo por delante que las acciones de Hamas son gravísimas violaciones de los derechos humanos, que no merecen sino la más rotunda condena, como estos días he leído reiteradamente que hay una vara de medir distinta con los conflictos de Ucrania y Palestina, voy a intentar comparar los crímenes que ambos contextos se producen a la luz del derecho internacional humanitario.

El derecho internacional humanitario está codificado en los Convenios de Ginebra, que intentan proteger a los contendientes que ya no pueden combatir (heridos, prisioneros) y a la población civil, tanto e los conflictos internacionales, como en los internos.

Los crímenes contra el derecho humanitario son crímenes de guerra (por ejemplo, maltratar a los prisioneros). Un nivel mayor de gravedad son los crímenes de lesa humanidad: «cometidos como parte de un ataque general o sistemático contra civiles en tiempo de paz o de guerra, que incluyen tortura, desaparición forzada, homicidio, esclavización, deportación y actos de violencia sexual y de género, incluida la violación».

El genocidio es el exterminio sistemático de un grupo humano por razón de etnia, religión, política o nacionalidad.

La jurisdicción competente para juzgar todos estos delitos es el Tribunal Penal Internacional, con sede en La Haya, y creado por el Estatuto de Roma de 1998. Para que su jurisdicción sea efectiva tiene que ser previamente aceptada por los Estados, Ni Rusia, ni Estados Unidos, ni Israel son parte del tratado. Ucrania tiene una oficina de cooperación desde 2003 y Palestina no es un Estado (lo cual no quiere decir que los grupos irregulares no puedan ser juzgados, como ha ocurrido en el caso de varios países africanos.

El crimen original y punto de partida de los conflictos

El caso de Ucrania es más claro. El punto de partida está en el delito de agresión (tipificado en el Estatuto de Roma del TPI) con la anexión por parte de Rusia de Crimea y parte del Donbás en 2014, culminada con la invasión total de 2022. Esta agresión está justificada por Rusia en una supuesta amenaza de la OTAN, pero en realidad lo que intenta es mantener un área de influencia rusa en el mundo post soviético.

Más complejo es el caso del conflicto entre Israel y Palestina. Israel nace en 1948 de una decisión de la Asamblea General de la ONU, apoyada por cuatro de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE,UU, URSS, Reino Unido y Francia). Se trata como un asunto de descolonización, sin consultar ni tener en cuenta a la población palestina.

Los estados árabes vecinos lanzan un guerra contra el naciente estado (guerra de independencia para los israelíes), contienda en el que el ejército israelí se impone y -como han demostrado los propios historiadores israelíes- lleva a cabo acciones de limpieza étnica. Un millón de palestinos fueron expulsados o huyeron de sus hogares y se convirtieron en refugiados. El 80% de la población de Gaza son refugiados o descendientes de refugiados del 48. Para los palestinos es la Catástrofe, la Nakba

En la guerra de los Seis Días Israel conquistó a Egipto Gaza. a Jordania, Cisjordania y Jerusalén este y a Siria los Altos del Golán. Empieza la ocupación de los territorios donde reside la mayor parte de la población palestina y sobre estos territorios van asentando cada vez más población judía , en un agresivo proceso de colonización. prohibido por las leyes internacionales.

Israel nunca ha reconocido derechos a la población de los territorios ocupados y a las respuestas palestinas (la lucha guerrillera, la intifada de las piedras, los atentados suicidas, la intifada de los cuchillos) Israel ha reaccionado con enorme fuerza punitiva.

Los acuerdos de Oslo y la creación de Autoridad Autónoma Palestina tenían el horizonte de establecer dos estados en 1999. Pero la colonización israelí y medidas de seguridad, como el muro que divide Cisjordania lo hacen inviable. En el caso de Gaza, Israel considera que la ocupación es demasiado onerosa y evacua a sus tropas en 2006, desmontando previamente las colonias ilegalmente establecidos en el territorio. La Franja de 50 x 11 kms., donde viven 2 millones de palestinos, queda aislada del resto del mundo y se convierte desde 2007, después de que en 2006 ganara las elecciones el movimiento islamista Hamás y expulsara a los laicos de Fatah. en la mayor cárcel a cielo abierto del mundo (rodeada de una valla en teoría inexpugnable y solo con dos pasos de comunicación con Israel y uno con Egipto, que se abren con cuentagotas).

Resumiendo, el crimen original israelí reside en una ocupación y colonización que viola las resoluciones de la ONU, el derecho internacional y los derechos básicos de un pueblo sometido a todo tipo de crueldades y humillaciones, con desprecio absoluto de la condición de los civiles (Teresa Aranguren resume aquí esta historia). Piénsese que si un joven palestino comete un atentado, su casa (donde suelen convivir familias extensas) es inmediatamente demolida por el ejército israelí. Todo eso va amasando un explosivo sentimiento de odio, al que el islamismo da forma y justificación.

Crimines de lesa humanidad

El ataque sistemático a la población civil y a sus infraestructuras puede calificarse como crimen de lesa humanidad.

Rusia bombardea sistemáticamente las infraestructuras y las ciudades ucranianas, ocasionando un importante número de víctimas civiles. Pero en Ucrania, la población puede desplazarse. En Gaza, el territorio con más densidad de población del mundo no hay a donde huir. Los pasos a Israel y a Egipto están cerrados y la única protección la ofrece la bandera de la ONU en hospitales y escuelas. Como en anteriores campañas, los testimonios muestran que Israel no está respetando estos «santuarios».

No solo los bombardeos. Israel ha cortado los suministros de agua, electricidad y alimentos. El ministro de Defensa ha dicho que es la manera de tratar con «animales humanos». Por el momento, no parece que Israel esté dispuesto a aceptar corredores humanitarios y ha ordenado una imposible evacuación del norte de la Franja, mientras siguen los bombardeos, utilizando incluso bombas incendiarias de fósforo.

Crimines de guerra

El asesinato , encarcelamiento y tortura de civiles se encuadra entre los crimines de guerra.

En Ucrania, quedó bien acreditada que en la matanza de Bucha, el ejército ruso cometió crimines de guerra.

Hamas con su ataque a civiles (en el festival musical y en el ataque a kibutzs) con asesinatos y toma de rehenes civiles ha cometido crimines de guerra.

Durante todo 2023 el ejército israelí ha cometido crimines de guerra contra la población civil en sus incursiones en Cisjordania y protegiendo los desmanes de los colonos.

Genocidio

El crimen de genocidio puede englobar crimines de guerra, de lesa humanidad y otros, pero lo distintivo es la finalidad de exterminar a un grupo humano por razones de etnia, religión, nacionalidad o políticas. Por eso es tan difícil de probar porque habría que demostrar la intencionalidad de las autoridades que dan las órdenes persecutorias.

En el caso de Ucrania, el TPI ha encausado a Putin y una funcionaria rusa por el traslado forzoso de niños ucranianos a Rusia y su rusificación. Para el Consejo de Europa, esto presenta indicios de genocidio.

En el caso de Israel, un indicio de genocidio reside en las declaraciones de su ministro de Defensa, en las que al tiempo que anuncia el corte de los suministros básicos a la Franja, califica a los miembros de Hamás de «animales humanos» ¿cómo distinguir entre militantes y civiles ante esa amenaza de exterminio generalizado?

El hecho fundacional del estado de Israel es el genocidio nazi contra el pueblo judío, elevado a categoría religiosa como Soah, o sacrificio.

En las declaraciones de los responsables políticos y militares israelíes parecen resonar las palabras de venganza del profeta Amós (9:1-10):

«Después de eso vi a Dios. Estaba de pie, junto al altar, y me dijo: «Golpea la parte alta de las columnas del templo, para que el templo se derrumbe y caiga sobre la gente. ¡Nadie escapará con vida! Pero si alguno logra escapar, morirá en el campo de batalla»

La hibris de Putin y de la sociedad israelí

Siendo tan distintas ambas situaciones tanto en la guerra de Ucrania, como en el conflicto palestino, la hibris, la soberbia que ciega a los poderosos se encuentra en su origen.

Putin se creyó su propia propaganda. Pensó que con su indudable superioridad militar conquistaría Kiev en una semana y los ucranianos se reintegrarían felices en la «madre Rusia» y el resto del mundo asentiría dócilmente ante su poder nuclear. No contó con la resistencia ucraniana, ni con la unidad de la OTAN y la UE.

En Israel, hace mucho que se renunció a transitar por cualquier vía de negociación de paz. Se vivía en una falsa burbuja de seguridad, asumiendo que se podía mantener a los palestinos en un apartheid criminal, sin derechos, ni tierra, ni esperanza, pagando de tarde en tarde el precio de un atentado suicida aislado.

El periodista Gideon Levy lo explica en este artículo de denuncia en Haaretz:

«Dispararemos a inocentes, les arrancaremos los ojos y les destrozaremos la cara, los expulsaremos, expropiaremos, robaremos, los secuestraremos de sus camas, los someteremos a limpieza étnica y, por supuesto, continuaremos con el increíble asedio a Gaza. Y supondremos que todo seguirá como si nada».

Para terminar dejo este documental «The Gatekeepers» (subtitulado en español) con antiguos jefes de los servicios secretos, interior y exterior, en el que advierten que no puede haber seguridad mientras no haya una solución al conflicto, que no puede haber paz solo por la imposición de la fuerza frente al otro.

Vergüenza en Gaza


Es como si un cruel Moloch exigiera periódicamente sacrificios humanos. Nuevamente, por tercera vez en seis años, Gaza se ve sometida a un castigo colectivo en el que la población civil es masacrada.

En esta ocasión, el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes es invocado por el gobierno Netanyahu, pero el motivo estratégico es romper el recién recuperado gobierno de unidad nacional palestina y, más repugnante, que cada una de las fuerzas que componen el gobierno israelí puedan presentarse a las elecciones como los más duros y faltos de compasión con los palestinos.

Por el lado de los distintos grupos armados palestinos ser responde con unos cohetes cada vez más potentes y sofisticados, pero que por el momento nada pueden contra el escudo defensivo israelí. Cohetes usados a un lado y otro con fines propagandistas y que no hacen sino empeorar la suerte de la población civil de la Franja.

Los castigos colectivos a poblaciones civiles son crímenes de guerra, pero políticos y militares israelíes los perpetran con total impunidad, con la seguridad de que nadie los llevará ante un tribunal nacional o internacional (nosotros ya hemos hecho nuestra parte desmontando la ley de Justicia Universal). Ahora la población se refugia en una escuela bajo protección de la ONU. La Historia nos dice que los israelíes no respetan la bandera azul de la organización mundial.

No es Palestina el único lugar del mundo donde se comenten hoy crímenes de guerra o genocidios, desde Siria a Sudán del Sur pasando por la República Centroafricana, pero en este caso parece que bastaría una llamada de la Casa Blanca para que las operaciones militares se detuvieran. Sí, ya sé que Israel se ha permitido desobedecer muchas veces los deseos de Washington y hasta hacer burla y escarnio de ellos. Existe la convicción de que los intereses estratégicos de Israel y Estados Unidos están inextricablemente unidos y que nadie en Estados Unidos puede ganar unas elecciones si, simplemente, critica al gobierno israelí. No es ahora el interés de Washington abrir un nuevo frente en Oriente Próximo y sería el momente de que un presidente norteamericano pusiera firme a su aliado. No parece que Obama esté dispuesto a hacerlo.

Mientras tanto no podemos más que sentir una vergüenza impotente.

 

The New York Times, vehículo de la propaganda israelí


La misión investigadora del Consejo de Derechos Humanos de  la ONU públicó el día 15 su informe sobre Gaza. Su conclusión es que el Ejército de Israel cometió crímenes de guerra durante la Operación Plomo Fundido, con un empleo desproporcionado de la fuerza y aplicando un castigo colectivo a la población civil. También los grupos palestinos cometieron crímenes de guerra disparando sus cohetes artesanales contra la población civil israelí.

El informe no proviene de ninguna organización militante contra Israel, ni siquiera de un movimiento pacifista, sino de una comisión enviada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONUU, el organismo de Naciones Unidas remodelado en 2006 para vigilar el respeto de los derechos fundamentales. La comisión investigadora recomienda que si en el plazo de seis meses el gobierno israelí y la autoridad palestina no investigan de forma independiente los hechos, el Consejo de Seguridad traslade el caso al fiscal del Tribunal Penal Internacional. Sin duda, llegados a ese punto Estados Unidos vetaría en el Consejo de Seguridad tal envío. La comisión ha estado presidida por Richard Godstone, un sudafricano de origen judío, ex fiscal jefe de los tribunales de crimenes de guerra de Bosnia y Ruanda. Israel no colaboró con la comisión a la que acusaba de parcialidad.

Es cierto, por tanto, que el informe acusa a ambas partes de crímenes de guerra, pero dedica más atención a los crímenes israelíes por su gravedad. The New York Times. el mismo día 15 difunde en su página web una información que titula «Una encuesta sobre Gaza encuentra crímenes por ambas partes». El titular es cierto, pero no refleja bien el sentido del informe. No obstante, el contenido de la información es completo y equilibrado. Sin embargo, en la primera página de su edición en papel del día 16 el titular ya es «Israel rechaza investigar Gaza». La información se basa en los desmentidos y reacciones contrarias israelíes, recoge más brevemente la reacción de Hamas, pero no desarrolla el contenido del informe y no menciona las denuncias concretas del informe.

De manera que el lector de esa primera página llegará a la conclusión de que, una vez más, Israel ha sido condenado por los actores de una conspiración internacional. Si el lector pasa a las páginas de opinión encontrará un artículo del propio Goldstone en el que más que explicar sus conclusiones, defiende la necesidad de mecanismos de justicia internacional, en los que se enmarcaría la investigación. «Hacer justicia en este caso -dice- es esencial, porque ningún estado o grupo armado pueden estar por encima de la ley».

Traigo el caso aquí como un ejemplo en el que si atendemos a todo el contenido difundido encontramos un cierto equilibrio, pero si quedamos sólo con la primera página, el escaparate y la valoración esencial de un periódico, el resultado será que The New York Times oculta detrás de la intoxicación israelí los hechos constatados por una comisión independiente de uno de los máximos órganos de Naciones Unidas.

Crímenes de guerra en Gaza


Tres semanas ya de carnicería en Gaza. Del millar de víctimas mortales palestinas, más de 300 son niños y un centenar mujeres. Y pese a todo, Israel sigue insistiendo en que lo que ocurre es que los civiles son tomados como escudos humanos por Hamas. Bien, si eso fuera así Israel se lo demostraría al mundo con una tregua unilateral de 48 horas y abriendo todos los pasos fronterizos para que los palestinos pudieran huir de sus supuestos captores. Si no pudieran hacerlo es porque alguien los retenía…

Gaza es uno de los territorios más superpoblados del mundo. Cualquier bombardeo tiene el riesgo de producir víctimas civiles -lo que los militares llaman daños colaterales (otro eufemismo, que sirve a un determinado enfoque, como la etiqueta de escudos humanos). Pero no, no se producen sólo esos mal llamados daños colaterales. Lo que está ocurriendo es un deliberado ataque contra los civiles, y eso, de acuerdo con el Protocolo Adicional de la Convención de Ginebra, son actos que debe calificarse como crímenes de guerra. Baste citar los bombardeos de las sedes de organizaciones humanitarias. Y mientras se quemaban los víveres, Ban Ki-Moon lucía su cortés sonrisa en Israel. Tampoco sirve de mucho dar al Ejército de Israel las coordenadas del edificio donde tienen su sede la mayor parte de los medios, bombardeado ayer, lo que ha suscitado la indignación de los periodistas extranjeros acreditados en Israel.

Recojo aquí el tratamiento hecho de este tema por Newsnight, el programa diario de información en profundidad de la BBC. Dos largas piezas presentan los hechos y las opiniones de los especialistas. Son Gaza: the case of war crimes y Gaza war crimes: the debate (no incrusto los vídeos porque no consigo desactivar el molesto autoplay). Me gustaría presentar fuentes de esta calidad en español, pero lamentablemente todas nuestras televisiones están a años luz.

Lo que se suscita en ese primer vídeo es la posibilidad de que estos crímenes se planteen ante los tribunales de los países que tienen reconocidad la jurisdicción universal para estos crímenes, como España, Bélgica o Reino Unido. ¿Se atreverá alguien a plantear el caso ante la Audiencia Nacional? O ¿eso de la jurisdicción universal sólo se aplica a los crímenes cometidos en África o América Latina? Por el momento, una asociación de Melilla anuncia una querella.

Israel sigue con su propaganda, que vehícula incluso a través de cauces oficiales españoles. Así, los periodistas que acompañaron a Moratinos en su gira por Oriente Próximo recibieron a través de la Dirección de Comunicación Exterior la documentación propagandística de Israel. Sus argumentos: no hay desproporción cuando la muerte de civiles no puede evitarse para lograr objetivos militares.

Ante el bloqueo informativo, Al Jazeera ha tomado una decisión sin precedentes. Ha abierto un repositorio de vídeos rodados en Gaza, que pueden ser utilizados bajo licencia Creative Commons 3.0. Esto supone poder descargar vídeos en alta banda, esto es en calidad profesional, y utilizarlos para producir nuevas informaciones con la sola condición de citar la fuente.

De estos vídeos escojo el que más directamente tiene que ver con esta entrada, la utilización de fósforo blanco, admitada en el campo de batalla, pero no en zonas habitadas por civiles.

Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.

De Gaza nos llega el grito desesperado en RNE de la española María Velasco, su denuncia del fósforo blanco y de la desidia de los servicios consulares españoles (Lo siento, WordPress no me deja incrustar el audio).

Se anuncia para mañana sábado 17 de enero una tregua. Ya queda menos para la toma de posesión de Obama. Será una tregua en falso, pero, al menos, servirá de alivio a las víctimas.

Para terminar, los enlaces a las campañas on line para para parar la matanza de Amnistía Internacional y de Avaaz, para aquellos que quieran sumarse.

URGENTE: Apoyo a los periodistas en Gaza


Aunque no suelo recoger declaraciones, creo que en este caso merece la pena.

La Federación Internacional de Periodista ha emitido el siguiente comunicado:

Gaza. Apoyar urgentemente a los periodistas inmersos en el conflicto:

Protesta dirigida a las Naciones Unidas,

Unirse al Comité de Defensa de los Periodistas de Gaza. Petición de ayuda humanitaria.

Llamamiento a todas las organizaciones afiliadas a  la FIP

Estimados colegas:

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) está profundamente preocupada por la seguridad de los periodistas palestinos, y otros colegas presentes en la franja de Gaza, por los numerosos ataques de que son objeto por parte de Israel que los convierte a ellos mismos, tanto como a sus medios, instalaciones y equipo material, en una diana. Hasta la fecha, cinco periodistas han muerto como resultado directo de los ataques israelíes. Equipos y sedes de los medios han sido convertidos en objetivo y destruidos.

Para responder a las necesidades del Sindicato de Periodistas Palestinos y de todos nuestros colegas en todo el territorio de Palestina, la FIP cree que deberíamos impulsar una acción concertada contra los intentos de intimidar a los medios presentes en Gaza, mientras Israel continúa prohibiendo la entrada de periodistas extranjeros en la zona. Dicha situación viola los derechos de los periodistas que tratan de cubrir el conflicto y pone en peligro a todos los que trabajan en aquel territorio palestino.

La FIP está muy preocupada por la seguridad de los periodistas, ya que puede su situación puede empeorar en Gaza, si no hay una voz unificada y coordinada que denuncie las violaciones de los derechos de los periodistas en la franja y que movilice a la opinión pública mundial para que haya un cambio sobre el terreno.

Pueden encontrar aquí el documento adjunto, con el llamamiento de la FIP al Secretario General de las Naciones Unidas, para que investigue e impulse las acciones necesarias sobre la crisis de los medios y la identificación de los periodistas como objetivo israelí. Pedimos a todos los afiliados de la FIP que envíen una carta en su propio nombre y en esos términos a Ban-Ki Moon.

Además, la FIP propone crear un grupo de apoyo en defensa de los periodistas de Gaza – Gaza Journalists’ Defence Committee – que promueva nuevos actos de solidaridad, que incluyan el envío de ayuda humanitaria para nuestros colegas sobre el terreno y que demande una investigación por todas las violaciones de la ley humanitaria internacional, especialmente el derecho a la protección de los periodistas, según fue adoptado en la Resolución 1738 del Consejo de Seguridad de fecha 23 de diciembre de 2006.

La FIP está enviando con urgencia material a los colegas de Gaza para incrementar su seguridad. Las donaciones al Fondo de Seguridad pueden contribuir a una mayor ayuda humanitaria a las víctimas de la violencia. Si lo desean, pueden hacerlo en la siguiente dirección.

Gaza Journalists Defence,

IFJ Safety Fund

(a/c BE64 2100 7857 0052, Swift Code: GEBARBEBB, Fortis Bank, Rond Point Schuman 10, 1040 Bruselas, Bélgica)

La FIP llama a todos sus afiliados para que se unan a ese comité y apoyen su requerimiento a las organizaciones regionales e internacionales para que actúen de inmediato y detengan los ataques contra los medios en Gaza.

Firmado:

Jim Boumelha, President

Aidan White, General Secretary


Guerra de propaganda en Gaza


La primera víctima de una guerra es la verdad. Hoy la propaganda bélica no trata tanto de mentir u ocultar unos hechos como de construir un relato favorable. En esta construcción de relatos los israelíes son grandes maestros.

Hoy la prensa española se ocupa (por ejemplo, Rosa Jiménez Cano en El País) de la guerra de propaganda que se desarrolla en las redes sociales y, de modo muy especial en YouTube. Las primeras informaciones las podemos encontrar en Vnet (3 de enero) y en The Independent (2 de enero), esta última información prácticamente traducida en Periodistas en Español por Marta Molina.

En esencia, aparecen las siguientes novedades:

Por primera vez un ejército abre un canal en YouTube y usa directamente las redes sociales. Todos los ejércitos tienen su cuerpo doctrinal sobre propaganda, pero el israelí ha sido siempre uno de los más activos e innovadores en esta materia. A ello ayuda la presencia de civiles movilizados en sus filas. Sus portavoces, a menudo mujeres atractivas, no tienen el clásico envaramiento militar. Esos civiles convertidos en militares, muchos de ellos muy jóvenes,  se mueven como el pez en el agua en los mismos recursos interactivos que usan en su vida social y profesional.

La guerra de la propaganda se desarrolla en la blogesfera. El conflicto palestino no es una guerra entre dos países ni siquiera entre dos comunidades. Es una guerra civil global, que enfrenta dos concepciones religiosas fundamentalistas, dos nacionalismos radicales, al fundamentalismo con el laicismo, a la izquierda con la derecha, a los pacifistas con los belicistas… Judíos y palestinos (pero sobre todo árabes y musulmanes) son comunidades globales. No es extraño que su enfrentamiento se traslade a la blogesfera. Estas comunidades, además, vigilan la información que se difunde a través de la red y de los medios tradicionales -doy fe de innumerables llamadas a TVE de judios argentinos.

La fascinación por la imágenes violentas. El yihadismo lleva más de una década (desde la guerra de Argelia de mediados de los 90) enalteciendo y legitimando su ejercicio de la violencia mediante la difusión de sus imágenes, primero a través de cintas y DVDs, luego con vídeos colgados en internet. Esta iconografía se carga de simbología religiosa (por ejemplo, con recitaciones del Corán o cantos religiosos). Los israelíes explotan en YouTube la simbología de la efectividad tecnológica, los vídeos de bombardeos, con una estética de vídeo juego, que se popularizaron a partir de la primera guerra del Golfo. Estoy seguro que muchas de las visitas en YouTube a estas imágenes de hazañas bélicas no lo son de convencidos sionistas sino de adolescentes en busca de emociones fuertes e imágenes impactantes. En esta iconografía la guerra se virtualiza y se convierte en espectáculo.

Cuando los medios vuelven la mirada hacia el ciberespacio se les olvida denunciar un hecho básico: Israel impide la entrada de periodistas a Gaza. Con estos se consigue un doble objetivo: no pueden dar testimonio directo de lo que ocurre en la franjay se concentran en la frontera, donde caen los erráticos cohetes de Hamas. Así, vemos baterías de posiciones de directo con decenas de periodistas internacionales diciendo «aquí, a mis espaldas acaba de caer un cohete… la población del sur de Israel está atemorizada…» En definitiva se construye un relato en el que los verdugos son las víctimas -en realidad unos y otros son verdugos y víctimas.

Para saber la verdad, hay que recurrir al testimonio de los cooperantes que resisten en Gaza. No es extraño que Israel facilitara la evacuación de 400 extranjeros, para evitar, así, testigos incómodos. Los medios están recurriendo a ellos y los españoles a la comunidad de los hispano-palestinos, muchos de ellos médicos, que sufren doblemente, como palestinos, médicos y como laicos (la mayoría) que soportan el gobierno de Hamas.

Termino dejando el enlace al movimiento Free Gaza, promotor del barco de socorro que la marina israelí ha impedido llegar, y donde se pueden encontrar relatos diarios de lo que ocurre en el territorio martirizado. Y añado la protesta de la Federación Internacional de Periodista por el bloqueo informativo de Gaza.

Completo esta entrada el 7 de enero con el análisis de Fair sobre el tratamiento de los medios norteamericanos, donde casi universalmente se considera que Israel se defiende de la ruptura de la tregua por Hamas, ignorando que el tiempo de la tregua terminó, que Hamas la hizo cumplir, que Israel también realizó ataques durante la tregua y que, sobre todo, Israel mantuvo el bloqueo de la Franja.