TVE, entre el futuro y la nostalgia


Carlos Franganillo presenta y dirige la serie documental de TVE 10.000 DÍAS

Esta semana TVE ha emitido en horario de máxima audiencia (lo que siempre es una apuesta arriesgada) una serie documental sobre los grandes cambios que tendremos que afrontar en los próximo años y décadas. 10.000 DÍAS es un producto excepcional por su contenido y factura. Producido íntegramente por los Servicios Informativos en 4K es un ejemplo de lo que debe ser el servicio público y de lo que es capaz de hacer TVE con sus profesionales y los medios con que todavía cuenta. Es, además un producto multimedia, que se puede disfrutar como podcast. Lástima que TVE haya dejado de producir el clásico del gran reportaje internacional En Portada.

Si esto se puede hacer en el terreno de la información ¿por qué no en en el del entretenimiento y la ficción?. Ciertamente, TVE ya no es la gran fábrica de programas que fue, pero bastaría con optimizar los reducidos medios e ilusionar a los profesionales para superar la «televisión nostalgia» que domina la programación de La Uno.

Hay una «televisión nostalgia» honesta, basada en el archivo y de producción propia (Cachitos, Viaje al Centro de la Tele) y otra injustificable (Días de Tele) que parece querer dar marcha atrás al reloj, plantear polémicas que hoy no tienen ningún sentido o comparaciones que no vienen a cuento y que sospecho no tiene otra justificación que dar oportunidades de negocio a su productora y tertulianos.

VIDEO DEL CAPÍTULO NUEVAS INTELIGENCIAS

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#nosvanadarperobien: encuadra que algo queda


Seguramente todo está dicho, pero me atrevo a añadir algunas matizaciones respecto a la importancia del encuadre, las redes sociales y el valor de Periscope para el periodismo.

El montaje de Antena 3

La información apesta. Lo que se presenta como una exclusiva se basa en la filtración de unas imágenes de un viaje público. ¿Quién captó esas imágenes? ¿La policía? ¿El CNI? La información no menciona ninguna fuente.

Se trata de un viaje a un encuentro público en el que participaron centenares de personas de todo el mundo y del que, incluso, Anna Gabriel hizo en su momento la crónica. Por tanto, nada de exclusiva.

Todos conocemos las conexiones en su origen entre Podemos y el régimen bolivariano, pero la información intenta establecer una conexión entre Venezuela-CUP-ETA. Por parte de Podemos asiste alguien que en aquel momento ni siquiera formaba parte de sus órganos de dirección. Que el padre y suegro de etarras participe en un mismo acto se presenta como un indicio de la conexión de los movimientos políticos anticapitalistas con el terrorismo. Me atrevería a decir que esta información forma parte de una campaña lanzada en la que están implicadas ciertas instancias policiales para hacer imposible un pacto entre PSOE y Podemos.

#nosvanadarperobien

Por eso el comentario (y el gesto) de Sandra Golpe no me parece falta de profesionalidad, sino la reacción que cualquier periodista hubiera tenido ante tal montaje. Demuestra que por mucho que se esté al servicio de una política editorial no se pierde conciencia de los desafueros cometidos.

Encuadra que algo queda

La reacción en las redes sociales es muy vistosa, pero no pasa de los fuegos artificiales. Se indignan los que ya están indignados. Se desacredita para una parte de la población el periodismo, al que tanto consideran la voz de su amo.

Lo cierto es que todos los medios se hacen eco de la información y que al día siguiente todos los políticos tienen que pronunciarse sobre la conexión régimen bolivariano-CUP-Podemos-ETA. Objetivo cumplido. Todos hablamos de lo que ellos quieren y colocamos a Podemos (y por extensión a cualquier acuerdo del PSOE con Podemos) en el marco del terrorismo. Os recomiendo la lectura de este libro de George Lakoff, uno de los teóricos de la teoría del framing, «No pienses en un elefante» (no son más que 100 páginas, se lee en muy poco).

Periscope y el telediario en directo

Periscope es una herramienta estupenda para retransmitir en directo cualquier acontecimiento. Además, su potencia reside en su vinculación a twitter. Os recomiendo su uso siempre que participéis en un evento que pueda tener interés para vuestra comunidad en Twitter.

El peligro es convertir cada segundo de nuestra vida (y la de los demás) en un flujo continuo de vídeo. Todos convertidos en el Gran Hermano colectivo.

Para los medios puede tener muchas utilidades. Anticipar una transmisión en directo y hacer más transparente nuestro trabajo (véase https://twitter.com/BBCOS). Por ahí parece que quería ir Antena 3, pero en lugar de usar Periscope para, por ejemplo, mostrar una reunión de redacción, se ha utilizado para dar la visión interna del estudio durante la emisión del informativo. En principio no está mal, pero el problema es que los presentadores necesitan mostrarse como son, relajarse, atusarse o chillar al realizador entre presentación y presentación. La emisión de un telediario conlleva mucha tensión que se concentra en los presentadores. Los presentadores tienen derecho a dejar de representar mientras corre un vídeo, sin que un ojo subrepticio les espíe.

Stalin, Sadam, Gadafi, Chávez, Maduro

Todos promovieron y pagaron encuentros internacionales a los que asistieron reputados intelectuales, defensores de justas causas mundiales que no supieron o no quisieron ver la verdadera naturaleza de los regímenes que les acogían.

No quiero decir que ponga a los dirigentes venezolanos al mismo nivel que a Stalin, Gadafi o Sadam. Chávez puso fin a un sistema político corrupto e injusto y convirtió en sujeto político a los desheredados, pero creó un sistema clientelar, polarizó y destruyó la sociedad civil e incurrió en graves violaciones de los derechos humanos y basó el desarrollo exclusivamente en un petróleo en precios estratosféricos. Y Maduro, con su mediocridad, heredó un sistema insostenible. Y lo peor es que la mayor parte de la oposición que ahora domina el legislativo lo que quiere es una revancha.

No puedo desarrollar aquí ahora con más detalle el análisis del régimen bolivariano. Lo que está claro es que las conexiones en sus orígenes del núcleo dirigente de Podemos con Venezuela e Irán (un país que merece juicios muy matizados, pero que desde luego no es un modelo de derechos humanos) no favorece al actual Podemos. Y sus enemigos van airear estas conexiones, las van a magnificar y van a intentar que se conviertan en el centro del debate político.

El periodismo en la tienda de Google


Big Tent, la gran tienda de Google, el foro de debate que la tecnológica mueve por el globo para analizar el impacto de Internet, ha dedicado su tercera edición en Madrid al periodismo. La estrella era el gurú del periodismo social Jeff Jarvis. Dos mesas redondas han debatido, además, modelo de negocio y nuevos modos de contar historias. El debate, con asistentes «innovadores» más que periodistas de base, ha estado dominado por el optimismo tecnológico y deja muchas preguntas y algunas respuestas.

El periodismo social de Jeff Jarvis

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Jarvis en Big Tent (Madrid, 29 octubre de 2014)

Jarvis (de negro riguroso, dominio absoluto de la escena, demasiado viejo para predecir el futuro -dice- con herramientas tan nuevas) ha expuesto sus conocidas ideas sobre el nuevo periodismo:

– El periodista, los periodistas, los nuevos medios ya no se dirigen a la masa (la masa no existe) sino a los individuos, a cada uno de nosotros, para ofrecernos un servicio personalizable. El contenido (los periodistas antiguos hablamos de información) no es más que un instrumento para dar servicio. Hay que cambiar las métricas, el éxito está en el servicio; lo que cuenta es la atención, no el click.

Dar servicio es escuchar y dar soluciones. Medios y periodistas tienen que escuchar al público (perdón, al cliente). Ellos saben lo que quieren.

Los periodistas no son tanto contadores de historias, como curadores (filtradores, agregadores) de contenidos sociales. Su misión sigue siendo dar sentido a una masa ingente de información y datos. El reporterismo clásico debe dejar paso a un trabajo de comprobación y verificación de la información creada por grupos e individuos, una tarea que es más necesaria que nunca. El periodista tiene que concentrarse en lo esencial, debe investigar, pero no perder el tiempo reempaquetando la información en historias (piezas informativas). La exclusiva ya no dura más que tres segundos.

– Los medios deben especializarse y crear valor. «Haz lo que mejor sepas, en lo demás enlaza a otras fuentes».

– Como los medios, los periodistas deben especializarse, buscar su nicho y crear su marca personal, que a la larga puede ser más importante que la del medio.

Innova, si no lo haces tú lo hará alguien más joven que tú en un garaje. (¿Tienen  que o pueden todos los periodistas convertirse en empresarios?)

¿Cómo no estar de acuerdo con muchas de estas ideas? Insisto a mis alumnos de Periodismo Multimedia que con sus proyectos deber crear información original, ofrecer un servicio de utilidad y crear y gestionar comunidad. Pero en lo que no estoy de acuerdo es que la información (el contenido) no sea más que una herramienta, un soporte para el servicio. ¿Quién creará una información de calidad profesional, que no sea una información de parte, como lo es necesariamente la creada por los ciudadanos, si los periodistas no limitamos a dar sentido a la información creada por otros. Los agregadores están muy bien, pero ¿quién crea la información? El unico que recordó algo tan evidente fue el periodista Agustín Llanes.

Escuchando a Jarvis me ha venido a la cabeza aquello de Thatcher de «¿qué es eso de la sociedad?, la sociedad no existe, lo único que existe es el individuo». No, creo que la sociedad sigue existiendo y el papel de los medios (nuevos o viejos) es delimitar el espacio público; quizá ahora reconstruir ese espacio público que se fragmenta uniendo y enlazando los nichos de información. Personalmente, quiero que se me ofrezca información acorde con mis necesidades y mis gustos, pero también necesito repasar los titulares deportivos (ni me interesa ni mi gusta el deporte) porque si no sabré en que mundo vivo. Periodismo cívico mejor que periodismo ciudadano.

El Evangelio de Jarvis: las tecnológicas nos liberan, los estados nos esclavizan

Jarvis es uno de esos liberales norteamericanos que lindan con el libertarismo. Así que se ha aplicado a criticar el ansia reguladora europea («no, no existe el derecho al olvido, lo que existe es el derecho a saber») y de modo especial el canon AEDE: «España será el primer país que mate el enlace con ese gravamen y eso tendrá consecuencias fatales para los medios» (aplausos). Google es una empresa abierta y, como el resto de las tecnológicas, si entrega nuestros datos a un estado es porque las leyes locales le obligan; si guarda nuestro datos es para darnos mejor servicio. Hay una obsesión con la intimidad, si compartimos nuestra vida en las redes sociales no podemos invocar luego la intimidad. El tecnopánico ciega el futuro.

Es difícil tomar partido en la lucha entre editores y Google, ambos grandes depredadores y a su vez cada uno con su parte de razón. Creo que los ingresos originados por los contenidos agregados en Google News merecen su remuneración (no sólo para los editores, como éstos pretenden, también para los periodistas), pero el camino no es imponer una tasa, sino negociar. Seguramente si hubiera expuesto estas ideas, el auditorio me habría abucheado. Por lo demás, como en el chiste del ateo, si uno no cree en la fe verdadera, en la utopía auténtica ¿cómo creer en este sucedáneo tecnológico?.

El modelo de negocio

Después de Jarvis una mesa redonda estaba dedicada al modelo de negocio y otra a los nuevos modos de contar historias, pero ésta atendió más al modelo de negocio que a las nuevas narrativas.

Los nuevos medios siguen teniendo como primera fuente de financiación la publicidad, pero la publicidad virtual (personalizada) no puede generar el volumen de ingresos de la publicidad analógica (masiva). Confiar sólo en la publicidad puede suponer unos ingresos insuficientes que lleven al medio a un círculo vicioso de recortes. He aquí algunas alternativas presentadas en la jornada.

Periodismo de pago para la información exclusiva. Robert Shrimsley ha expuesto el conocido modelo del Financial Times: crear información exclusiva, con valor añadido para comunidades que pueden pagarla; servir desarrollos informativos, desarrollar conferencias y vincular a los suscriptores.

– Todos los participantes han estado de acuerdo en que el futuro reside en el análisis de las audiencias a partir de los datos que los usuarios entregan. Frédéric Filloux, de Les Echos, habla de una aplicación capaz de trazar un perfil de cada cliente a partir de esos datos para ofrecer una información exclusiva por la que esté dispuesto a pagar o por lo menos a pasar más tiempo en la aplicación o en la web del medio.

– El móvil tiende a convertirse en la principal fuente de tráfico… y el móvil no se lleva bien con la publicidad ¿Cómo monetizar ese tráfico? ¿Crear formas específicas de publicidad? Rob Wijnberg (director y fundador de De Correspondent) ha recordado que lo primero es crear comunidad, vinculación y luego ya se verá como se monetiza.

Ignacio Escolar ha expuesto el modelo de eldiario.es. Una base de socios (a razón de 60 € al año, por cierto la misma cantidad en De Correspondent, sin publicidad en el caso del diario holandés) que garantizan la independencia del medio. Escolar puede poner a toda su redacción a investigar porque confía la cobertura de la actualidad a los teletipos (y porque existen los medios más generalistas que crean información propia sobre la actualidad).

– Y Montserrat Domínguez ha resumido el modelo del Huffington Post (España) con estas cifras que lo dicen todo: 12 redactores, 10 colaboradores, + 500 blogueros (modelo depredador del periodismo profesional).

Nuevos modos de contar historias

Como digo, la mesa correspondiente derivó más hacia el modelo de negocio, pero se pueden espigar algunas reflexiones interesantes.

– Jarvis, en su cuestionamiento de la pieza informativa, manifestó como en Internet hay espacio para el titular de la noticia de alcance y, cada día más, para la información en profundidad, pero no para la pieza del periódico (de 500 a 100 palabras) que sólo se ojea.

– Todos han estado de acuerdo que la homepage está moribunda. Hoy la información, las exclusivas, están en las redes sociales.

La información divertida, cachonda -dice Dominguez- de los «contenidos cotidianos» del Huffigton no son periodismo, pero crean implicación y lealtad de la audiencia.

– Todos han apostado por el vídeo como medio de expresión del futuro, pero nadie ha aportado una experiencia interesante que supere el formato de la pieza de televisión, el cutre vídeo de YouTube o la entrevista en el set del periódico.

Resumen del acto en el blog de Google

Vídeos

Jarvis critica el proteccionismo europeo

Modelo de negocio

Nuevas narrativas

BBC World’s Newsroom: la mayor redacción audiovisual del mundo


El espectáculo empieza el lunes.  A las 12 de Londres (las 12 GMT) el canal informativo mundial de la BBC, World News, comenzará a emitir desde la nueva Broadcasting House, en el centro de Londres. Los espectadores encontrarán nuevos programas y presentaciones visuales más espectaculares, gracias a los nuevos estudios de realidad virtual y emisión en alta definición (véase el vídeo incrustado al final de esta entrada).

El cambio va más allá de una presentación más espectacular. Pivota en un nuevo edificio revolucionario, adosado al viejo Broadcasting House donde nació la BBC, junto a Oxford Circus, que con su nueva plaza y su Media Cafe, donde pueden encontrarse el público y los profesionales, con vistas a la redacción,  promete en convertirse en uno de los puntos calientes de Londres.

El edificio, que ahorrará dinero según los directivos, al poder cerrar y vender el Television Centre del oeste de Londres, forma parte de la operación de dar más visibilidad a la Corporación y acercarla a la audiencia, justo ahora que su imagen se ha visto sacudida por una cadena de escándalos.

La mayor redacción audiovisual del mundo

Como tantas veces ocurre, el cambio de espacio es ocasión para grandes cambios organizativos. Por primera vez, la BBC reune a todos los periodistas de sus distintas canales informativos, nacionales e internacionales, de radio, televisión e interactivos en una única redacción integrada en un enorme espacio diáfano al que se desciende por escaleras helicoidales, con los estudios anejos y con el resto de los servicios audiovisuales (grafismo, postproducción) en las plantas superiores.

En total trabajarán en este edificio 6000 profesionales, más de la cuarta parte del personal de la BBC. El acomodo se está haciendo desde septiembre y está previsto que termine en marzo.

Recomiendo este vídeo (que no puedo incrustar, pero que es mucho más interesante que el vídeo clip promocional incrustado) en el que el propio Peter Horroks, director de Global News, explica la dinámica de la redacción integrada.

En realidad, la redacción integrada ya estaba en funcionamiento desde 2008 en el Television Centre, pero a una menor escala.

Desde entonces la integración es editorial. Cada canal, cada plataforma mantiene su independencia, con sus propios equipos editoriales, pero todos los periodistas se integran en grupos de trabajo o áreas temáticas comunes, donde comparten saberes y fuentes. Por supuesto, todos tienen que tener capacidades multimedia, pero no producen piezas informativas sucesivas  de una misma noticia en distintos formatos y lenguajes.

En la nueva redacción:

– Se refuerza la coordinación con una mesa de news gathering y un mesa de directos.

– Toda la recolección de información, profesional y no profesional, se centraliza.

– Se pretende cambiar de la mentalidad de canales y plataoformas a la de un flujo único de información servido de la manera en que cada momento resulte más apropiado para la audiencia.

– Se insiste en la orientación hacia la audiencia.

– Los presentadores de radio o televisión que sigan en directo un acontecimiento harán a continuación una información interactiva.

El mejor contenido que he encontrado sobre la organización de la nueva redacción es esta presentación de Simon Ward.

Periodismo abierto: de la historia de los tres cerditos a la historia de Kony 2012


Arranco esta entrada con un vídeo y la terminaré con otro. De entrada, la historia de los tres cerditos, reinterpretada por The Guardian. De salida, el vídeo Kony 2012, de la organización Invisible Children. Dos vídeos que demuestran el enorme poder de esta forma de expresión, para persuadir, pero también para interpelar. Y en medio una reflexión sobre eso que se ha dado en llamar periodismo abierto.

La historia de los tres cerditos: la verdad no es lo que parece

 Dos minutos de vídeo para contar el viejo cuento de los tres cerditos… desde distintos puntos de vista. El punto de vista sensacionalista. El punto de vista del poderoso lobo. El punto de vista de los bancos. El punto de vista de los desahuciados. El punto de vista de los gabinetes de comunicación. El punto de vista de los indignados.

 El vídeo (impactante como corresponde a una campaña publicitaria) plantea las más viejas cuestiones del periodismo ¿cómo buscar la verdad en medio de versiones interesadas? ¿cómo dar voz al que no la tiene? ¿cómo superar tópicos?. En definitiva, retorcer el cuello al cisne hasta que aparezca el vulgar pato. Antes el periodista se movía por esta jungla como un explorador en solitario; hoy tiene que transitar en permanente colaboración con su comunidad (¿audiencia? ¿lectores? ¿usuarios? ¿oyentes? ¿clientes?). Esta es una de las notas de eso que se empieza a llamar periodismo abierto.

Con  este vídeo The Guardian se nos vende como abanderado del open journalism, del periodismo abierto. Alan Rusbridger desvela el concepto detrás de la campaña publicitaria: reunir y confrontar todas las voces, investigar, escuchar, colaborar con las comunidades; todo ello en una plataforma interactiva que es más que un periódico. Ciertamente, The Guardian es entre los medios tradicionales el que más ha avanzado por este camino, pero, no lo olvidemos, estamos ante una campaña publicitaria.

Open journalism, periodismo abierto, periodismo transparente

Dicen que la nuestra es la época de la transparencia y la colaboración -materia para la discusión otro día en otra entrada. El caso es que a semejanza del movimiento open-source software ya desde 1999 se habla de open-source journalism para indicar aquellos casos en que un periodista pide la colaboración de la audiencia para perfeccionar y corregir una información y, de manera más amplia, para obtener la colaboración de la audiencia, convertida en una multitud de fuentes que interactuan con el reportero.

Melanie Sills ha desarrollado recientemente el concepto y ha lanzado una plataforma de discusión (Annenberg Innovation Lab), que parte de este documento (pdf). Sills resume en estos principios su idea de periodismo abierto en los principios de transparencia, responsabilidad y compromiso, partipación, colaboración y trabajo en red.

Es el principio de transparencia del que más manifestaciones encontramos. Transparencia editorial (que en algunos países la ley exige). Transparencia de las fuentes, enlazando a fuentes, datos y documentos (Explore Source de ProPublica). Transparencia de la redacción, mediante blogs (los blogs de los editores), discutiendo la agenda informativa (20Minutos y su pizarra, The Guardian y su News List).

Este concepto enlaza con mi idea de periodismo cívico: un periodismo de servicio que enlaza espacios públicos, interactua y colabora con los ciudadanos y ayuda a dar sentido a un mundo fragmentado.

Kony 2012 y el periodismo abierto

Los pasados días el vídeo con el que cierro esta entrada se convirtió en un ciberacontecimiento. Un acontecimiento explosivo en el ciberespacio que salta al espacio mediático: casi 40 millones de reproducciones en YouTube, de las que 27 millones corresponden a dispositivos móviles -el móvil se reafirma como la plataforma de los vídeos virales.

Pronto blogueros y periodistas criticaron y contextualizaron el vídeo y la campaña. No voy a repetir los errores del vídeo, ni las críticas a su estilo emocionalmente manipulador o Invisible Children. Me quedo con el trabajo de Ethan Zuckerman, contextualizando y haciendo un análisis de framing. Y con esta información de The Guardian, un diálogo abierto con múltiples fuentes, que me parece un magnífico ejemplo de ese periodismo abierto que quiere desarrollar el diario británico. Y otro ejemplo de análisis desde un blog, «Así te ha manipulado el vídeo de Kony 2012», de Trending Topics.

EFE-RTVE ¿tiene sentido una fusión?


La unión de EFE y RTVE en un único organismo sería una buena base para un nuevo servicio público multimedia, pero EFE correría el riesgo de perder su liderazgo su identidad como agencia internacional.

¿ Fusión o absorción?

En la entrada dedicada a analizar las propuestas del PP para la radiotelevisión pública, que juzgo un programa de ataque en toda regla al servicio público, no comenté la posible fusión entre EFE y RTVE. En sus declaraciones González Pons no avanzó más el sentido de esta medida, pero está claro que estaría en la línea de ahorrar por la vía de supuestas sinergias.

De entrada, me parece una barbaridad. No existe ninguna gran agencia internacional que sea parte de un organismo o empresa de radiotelevisión. Todas las grandes agencias y señaladamente los gigantes Reuters y AP tienen potentes divisiones de televisión, dedicadas a la captación  de imágenes y sonidos en todo el mundo, pero no son televisiones ni forman parte de una corporación cuya objetivo sea la emisión de programas.

A lo largo de su historia, EFE y RTVE han explorado sus posibilidades de colaboración. La mayoría de las veces estas aproximaciones han quedado en nada. EFE ha visto más a RTVE como una especie de mirlo blanco del que obtener recursos, que como un verdadero socio informativo. En este momento existe un acuerdo para compartir edificios, que ha supuesto que EFE se traslade en Barcelona a la sede de RNE en la calle Boronat. También se ha hecho algún intento reciente de aprovechar la red de corresponsales de EFE con algunas conexiones bastante cutres por videoconferencia.

Más allá de la capacidad de sus directivos para lograr acuerdos mutuamente beneficiosos, la realidad es que la colaboración no es fácil porque las misiones de ambos organismos son distintas y la lógica informativa de su trabajo también.

Visto desde el punto de vista de su peso y recursos, más que de fusión tendríamos que hablar de absorción de EFE por RTVE. Los trabajadores de la agencia temen que ese proceso terminara por significar la pérdida de identidad como agencia y sin mencionar a la posible absorción han lanzado un manifiesto en el que el Comité de Empresa y el Consejo de Redacción de EFE piden independencia y dotación suficiente para cumplir con su misión de servicio público (que por cierto, incluye una hoja de firmas que no sé a donde habría que enviar).

Medios Públicos de España

Pese a todas estas objeciones una fusión podría tener sentido si se trata de crear un servicio público multimedia, y no simplemente recortar presupuestos.

En toda Europa se intenta construir los Public System Media que sustituyan a los tradicionales Public System Broadcasting, esto es, pasar de canales de radio y televisión para audiencias masivas a producir información audiovisual fiable y de calidad, accesible gratuitamente para todos los públicos mediante los canales tradicionales y las nuevas plataformas de publicación interactiva. Lo que cuenta, por tanto, no es lograr el liderazgo de la audiencia en el prime time sino servir una información socialmente relevante al mayor número de ciudadanos, conforme sus deseos y necesidades, en el momento, en el formato y en la plataforma que elijan.

EFE, especializada en la captación de información, RTVE, dedicada al tratamiento, empaquetamiento y difusión, podrían ser una magnífica base para un hipotético organismo denominado Medios Públicos de España.

El problema es que ya no tendría mucho sentido que la agencia centrara su actividad en vender información a sus suscriptores, como hacen todas las agencias.  EFE -creo que equivocadamente- se ha alineado con aquellas agencias (AP, AFP) que han querido erigir un muro de pago en torno a su información, frente aquellas como Reuters o Europa Press que han abierto su información multimedia y compiten abiertamente con los cibermedios. (Véase mi trabajo sobre agencias abiertas y cerrada en el libro Desarrollos del periodismo en internet, editorial Comunicación Social). En esa fusión, difícilmente EFE seguiría siendo la cuarta agencia mundial porque estaría orientada a servir las necesidades de información de los ciudadanos, no a competir por investigar y conseguir información.

Sinergias de una fusión fría

Cabría una fusión fría, en la que bajo el paraguas de un mismo organismo se mantuviera la independencia de de RTVE y EFE. Desde la cúspide política de esta organización se impondrían colaboraciones y sinergias, imposibles por el acuerdo voluntario entre dos organismos independientes.

La sinergia más importante sería compartir la red de corresponsalías. Se pueden compartir oficinas allí donde ambas redes coincidan, pero no puede pensarse que en los grandes centros informativos (y los son todas las capitales donde hay corresponsalía de TVE, salvo Lisboa y Rabat) un mismo corresponsal puede trabajar para la agencia, la radio, la televisión, la página web… Se trataría, por el contrario, de crear redacciones potentes con periodistas dedicados a cada medio, pero que se apoyaran mutuamente, compartieran recursos e incluso pudieran sustituirse unos a otros. En el resto, los corresponsales de EFE serían reporteros multimedia, capaces de producir para la agencia, la radio, la televisión y la web. Evidentemente en los centros importantes de segundo nivel un solo periodista no podría abordar solo esta sobrecarga de trabajo. Como siempre, sin las cosas se hacen bien, se gana en eficacia, pero no necesariamente se gasta menos.

La otra gran sinergia sería una redacción central integrada, que procesaría toda la información y la vehicularía en las distintas plataformas. EFE se encuentra en proceso de crear una redacción multimedia. TVE no se ha planteado la integración de las redacciones de RNE y TVE. La integración de redacciones pasaría por un nuevo edificio común -ambas empresas se plantearon nuevas sedes al calor de la especulación inmobiliaria, proyectos abandonados después del pinchazo de la burbuja. Definir nuevas tareas y perfiles, reordenar horarios para un ciclo de 24 horas, coordinar la producción y la difusión es una tarea ingente. Desde luego no podría desarrollarse en unos meses ni basarse en ahorros tangibles en el siguiente ejercicio presupuestario.

Quizá todo no pase de una simple ocurrencia de campaña electoral. Pero si el proyecto va adelante no sólo tendrá que buscar solución para todos estos problemas, sino, ante todo, deberá preservar la independencia editorial y profesional de este nuevo servicio público, evitando cualquier vinculación gubernamental.

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