Mariano Cebrián, in memoriam


El pasado 18 de agosto falleció Mariano Cebrián Herreros, catedrático de Información Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid y maestro para todos los estudiosos de la comunicación audiovisual. Con el retraso forzado por las vacaciones fuera de España, valga esta semblanza como homenaje al estudioso, pero también al amigo.

Cebrián formó parte del equipo de Victoriano Fernández-Asís en la Escuela Oficial de Radiotelevisión e imagino que allí comprendió que la radio y la televisión conformaban un nuevo lenguaje. Así lo aprendíamos los alumnos de aquella escuela, íntimamente ligada a RTVE, de la mano de profesionales como Alberto González Vergel o Bernardo Ballester.

El mérito de Mariano Cebrián ha sido, a lo largo de una trayectoria de 40 años, fundamentar teóricamente esas intuiciones profesionales. Por su formación como licenciado en Filosofía y doctor en Filología Hispánica estaba bien preparado para desarrollar estudios de semiología, pero supo integrar la semiología con otras disciplinas, en búsqueda de lo esencial de lenguaje audiovisual y ampliando el campo de estudio a los servicios generados por los medios audiovisuales. En la última década aplicó este mismo método al lenguaje multimedia, buscando siempre la naturaleza de esta nueva forma de expresión, sus funcionalidades y su mejor uso al servicio de la comunicación en general y del periodismo en particular.

Mariano Cebrián era mi maestro. No fui alumno suyo, ni siquiera fue mi director de tesis (un trabajo jurídico dirigido por mi otro maestro, José María Desantes) pero su consideración global del lenguaje audiovisual ha sido para mi, como para tantos otros, punto de partida y fundamento de mis estudios. Le conocí a principios de los 80, cuando él producía informes sobre los sistemas de radiotelevisión para el centro de documentación de RTVE y yo intentaba poner en marcha un servicio de documentación periodística. En todos estos años siempre fue generoso con sus consejos doctrinales y sus apoyos académicos, como lo fue para todos sus alumnos. Un magisterio que se proyectó también a América, sobre todo a México.

Desde un punto de vista docente, su aportación fue la integración de la información audiovisual en el ámbito del periodismo. No le fue fácil, porque en los primeros años de la vida de la Facultad de Ciencias de la Información para muchos el periodismo seguía confinado en los periódicos, olvidando a los medios audiovisuales. Luchó por unas prácticas audiovisuales dignas para los alumnos de periodismo con regular fortuna.

Libró con convicción estas batallas académicas hasta que la enfermedad le apartó un poco de la primera línea, pero aún así siguió dirigiendo con toda la energía que le quedaba los proyectos de investigación sobre innovación multimedia y aplicaciones periodísticas en las redes sociales. Le movía, por un lado, el deseo de conocer, de iluminar nueva realidades; por otro, el apoyo a las carreras académicas de los que participábamos en esos equipos, no la suya propia, a él le sobraban los sexenios.

Ni las diferencias doctrinales ni las tristes guerras académicas dejaban en él un poso de rencor. Mariano era, en el sentido machadiano de la palabra, un hombre bueno.

Para mediados de septiembre nos había emplazado para cerrar otro libro sobre la dimensión periodística de las redes sociales. Ya no estará con nosotros. Nos toca ahora, a los que con él hemos trabajado con él, completar su obra.

 

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Los relatos de la guerra de Libia


¿Intervención humanitaria? ¿Guerra legal y limitada? ¿Guerra imperialista? Distintos relatos compiten para explicarnos lo que está ocurriendo en Libia. Todos tienen una parte de verdad, todos tienen puntos débiles y fuertes. Ninguno debe ser asumido acríticamente.

Encuadre y relato

Si no le interesan los fundamentos de las batallas propagandistas, puede leer más adelante los relatos que manejamos para explicar los acontecimientos de Libia, pero conviene entender sus mecanismos generales.

No es lo mismo escribir en el titulo de esta entrada «guerra» o «intervención humanitaria». Usando una u otra expresión, estoy haciendo ya un primer encuadre de la información, una interpretación de los hechos calificándolos con unas u otras palabras, que nunca son neutras.

El encuadre, el enfoque, es una forma de construir la realidad. La noción de framing es una de las corrientes dominantes en las ciencias sociales. En el terreno de la comunicación, los estudiosos se esfuerzan por desentrañar que enfoques se han utilizado para convertir un acontecimiento en noticia. Hay que decir que los periodistas necesitan de estos enfoques para explicarse y explicar el mundo (véanse algunos casos de framing analizados en este blog). Sin categorías previas, ni entendemos ni podemos vehicular un mensaje comprensible. Etiquetar, tematizar… son algunas de las técnicas aplicadas cada día en el trabajo informativo. Manipulación es forzar una determinada interpretación. Pero aunque se sea honesto en ese ejercicio de enfocar los acontecimientos, se corre el riesgo de aplicar estereotipos de forma rutinaria y acrítica. Ya se sabe,  «no dejes que la realidad te arruine un buen titular.»

Cuando estamos ante un proceso informativo de gran magnitud, los encuadres y enfoque se engarzan en un relato más amplio. «Innumerable son los relatos del mundo…» -constataba Barthes (1981) en un famoso artículo que se considera como el origen de la narratología. Para Barthes, el relato es una de las grandes categoría de conocimiento que usamos para comprender y ordenar el mundo. Todos participamos de grandes relatos antropológicos que nos enraízan en nuestra realidad. Pero el relato también se construye por el marketing comercial y político para manipular las conductas de consumidores y ciudadanos. Christian Salmon ha estudiado la actual industria del storytelling (Península, 2007).

Se trata de que el sujeto se sienta parte de una historia, con un papel en un relato que interpreta la realidad y que, por tanto, puede determinar su conducta. Los gabinetes de comunicación e imagen, los spin doctors, construyen esta narrativa controlando la relevancia informativa de los hechos, subrayando unos aspectos sobre otros, buscando conectar con los intereses, anhelos y miedos de las audiencias. No es, por supuesto, un ejercicio determinista. El ciudadano consciente y crítico puede desmontar estos relatos simplemente buscando sus incoherencias. Pero no siempre es tarea fácil, porque los relatos construidos se basan en hechos, en verdades, si bien que parciales.

Hechos y propaganda

Los relatos más burdos que piden adhesión ciega son propaganda. Decir, como Gadafi, que los que están en su contra sus jóvenes drogados por Al Qaeda no es más que propaganda delirante, que dudo que tenga la más mínima credibilidad en la propia Libia.

Nunca conocemos (o no de modo inmediato,  a pesar de WiliLeaks) todos los hechos; nunca lo que ocurre es unívoco; menos aún es posible establecer las motivaciones últimas de los que intervienen en el proceso. Por eso al final se seleccionan y organizan los hechos para crear relatos desde la perspectiva de cada cual.

No sería fácil ponernos de acuerdo en los hechos contrastados. Intentaré ser los más aséptico posible.

Protestas contra Gadafi estallan en las principales libias. El régimen las reprime, pero se ve desbordado en las ciudades del este, donde pronto pierde el control y las calles son tomadas por ciudadanos armados, sin una aparente organización. Es imposible establecer el número de víctimas de la represión como tal, pero no puede ser muy elevado. No se confirman informaciones de que Gadafi bombardeara barrios insurrectos. El mayor número de víctimas se producen durante los primeros días en los combates para tomar los reductos en los que resisten los gadafistas en Bengasi y otras ciudades. A partir de ahí, comienzan los primeros combates de una guerra civil: de un lado unidades de élite y mercenarios; de otro, civiles desorganizados, algunos policías, militares. Gadafi somete a cerco a ciudades como Misrata, donde han podido morir muchos civiles. Después de algunos reveses, Gadafi reconquista territorio. Cuando se encuentra a las puertas de Bengasi, la resolución 1973 autoriza una acción militar para proteger a los civiles, con dos elementos sustanciales, exclusión aérea y embargo de armas. Ataques de Francia, Estados Unidos y Reino Unido destruyen las defensa antiáerea y atacan artillería y blindados gubernamentales. Gadafi se retira de Bengasi y el contrataque de los rebeldes los lleva hasta Sirte, cuna de Gadafi, pero son incapaces de aprovechar la ventaja de la supremacía aérea.

La intervención humanitaria

El relato. Las protestas en Libia forman parte de la «revolución árabe». Gadafi las ha reprimido cometiendo crímenes contra la humanidad. Gadafi ataca a la población civil y puede cometer un genocidio. La intervención es legal y legítima. Es una intervención humanitaria, no una guerra porque no se pretende derrocar a Gadafi, sino proteger a los civiles y abrir pasillos humantarios.

Los autores del relato. Medios gubernamentales occidentales antes de los ataques. Algunas ongs. Activistas libios y árabes.

Puntos débiles. Imposible constatación de los crímenes de Gadafi. Las protestas no enfrentaron a las masas con fuerzas represivas, como en Egipto o Túnez, sino que de las protestas pacíficas se pasó casi de inmediato a los combates. ¿Por qué esa intervención selectiva? ¿Por qué en Libia y no en Baréin, Yemen o Siria? ¿Por qué no en Costa de Marfil, el lugar donde más peligro hay de que se desate una carnicería? No es una intervención quirúrgica, sino el desarrollo de operaciones a gran escala.

La guerra legal, legítima y limitada

Hoy es el relato dominante, pero sus autores ya empiezan a corregirlo para pasar a una más amplia implicación.

El relato. La exclusión aérea, el bloqueo naval y el ataque a la artillería y blindados de Gadafi son acciones de guerra. Pero esta guerra no es la guerra de Irak. Es una guerra limitada ylegal (resolución 1973), legítima (pretende proteger a los civiles), limitada y oporturna (porque ha evitado que la toma de Bengasi desencadenara la venganza sanguinaria de Gadafi). No se pretende derrocar a Gadafi. Los libios tienen que decidir libremente su futuro y esta guerra limitada es la mejor ayuda. Además de la legalidad de la ONU, la intervención reúne un amplio consenso internacional, con la presencia de países árabes en la coalición.

Puntos débiles. Los mismos de la intervención humanitaria. Se recuerda por sus críticos que los mismos que anatematizan hoy a Gadafi ayer le abrazaron y le vendieron las armas que usa contra su pueblos. La objección más importante es que las operaciones ya rebasan los límites de la resolución de la ONU. No se ataca sólo a concentraciones que disparan contra ciudades, sino que la aviación de la coalición se ha convertido en la punta de lanza de los rebeldes, con  el empleo por parte de Estados Unidos de sus bombarderos más potentes. Como ni siquiera así los rebeldes son capaces de darle la vuelta a la guerra, la coalición habla ya abiertamente de armar a los insurgentes. La presencia de países árabes en la coalición  se limita a Catar y a Emiratos Árabes Unidos, dos países que mediante el Consejo de Cooperación del Golfo han intervenido en Baréin para reprimir las protestas. Por su parte, los «realistas» advierten que la falta de unos objetivos claros en cualquier intervención militar lleva al fracaso.

Los autores del relato. L0s estados mayores mediáticos de los países intervinientes y los medios dominantes. En los países europeos los medios han asumido sin demasiadas críticas la posición de sus gobiernos. En Estados Unidos, se percibe que sus intereses estratégicos no están en juego y los medios más conservadores aprovechan para poner en cuestión la nueva doctrina multilateralista de Obama (Estados Unidos no puede ser el policía del mundo, pero tiene que movilizar al mayor número posible de países para ejercer la «responsabilidad de proteger» allí donde sea factible).

Puntos débiles. La intervención se ha realizado conforme a intereses electoralistas, especialmente de Sarkozy. Los rebeldes también han podido cometer crímenes de guerra y pueden abrir la puerta a Al Qaeda. Se están sobrepasando los límites de la resolución 1973 con ataques indiscriminados contra las fuerza de Gadafi. La operación camina a un apoyo a los rebeldes con armas y asistencia, que violaría la resolución. La coalición parece dispuesta a seguir adelante sin una nueva resolución, haciendo una interpretación abusiva de la 1973. La guerra puede convertirse en un nuevo Irak o Afganistán, desestabilizando todo el Sahel.

No existe la guerra justa

El relato. Ninguna guerra puede imponer los derechos humanos y la democracia. La guerra no trae sino más males. En los bombardeos pueden estar muriendo más civiles. Además, las bombas y misiles llevan uranio empobrecido que causará cáncer y enfermedades entre los libios. Hay que hablar y negociar para lograr un acuerdo que salvaguarde los derechos de todos.

Los autores. Aunque hay una corriente profunda pacifista en opiniones públicas como la española, sólo algunos intelectuales han defendido esta postura, como Federico Mayor Zaragoza.

Puntos débiles. Es imposible dialogar con Gadafi. La inacción sólo conduce al genocidio, como en Sarajevo, Srebrenica o Ruanda.

La guerra imperialista

El relato. Esta es una guerra más por el petróleo. No ha existido una revuelta popular por la democracia, como en Túnez o Egipto, sino una pelea por los beneficios del petróleo. Gadafi planeaba nacionalizar el petróleo y repartir sus beneficios entre todos los libios, a lo que se opuso la Asamblea Popular y ha llevado a un intento de golpe fallido por parte de una burocracia privilegiada opuesta a este reparto igualitario. Los gobiernos occidentales han lanzado la guerra para que sus compañías se apropien del petróleo y lo presentan como una acción humanitaria. Las televisiones nos lavan el cerebro (Julia Anguita). Gadafi no era sino un pelele de los intereses occidentales, que ahora prescinden de él. Gadafi era el carcelero de los africanos que intentaban entrar en la Unión Europea.

Los autores. Izquierda Unida y los movimientos alternativos. Es dominante en estos ámbitos. Chávez y Daniel Ortega («los enemigos de mis enemigos son mis amigos», «cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon  las tuyas a remojar»)

Puntos débiles. Nueva versión de la teoría conspirativa. Parece ignorar que las compañías petrolíferas ya hacían magníficos negocios en Libia. Ignora la necesidad de proteger a los civiles. Cierran los ojos al baño de sangre que podría llevar a cabo Gadafi (sintomático su comparación con Franco y la entrada «liberadora» en Madrid). Subestima a los anhelos de dignidad que expresa la revuelta. Supone rechazar todo el desarrollo reciente del derecho humanitario.

((A los que habéis llegado hasta el final de este larga entrada, demasiado extensa, gracias. Me gustaría retomar los comentarios sobre «metaperiodismo», pero no puedo sustraerme a comentar estos cambios históricos.))

Adiós a Vidal Beneyto


Ahora que ha muerto después de una larga enfermedad se multiplicarán las semblanzas y elogios a Vidal Beneyto. Pero lo cierto es que en sus últimos años se convirtió en un incordio para esa burguesía ilustrada de la que había salido. Como «cosas de Pepín»se descalificaba su defensa  del movimiento altermundista y la crítica radical del capitalismo. No es que el sociólogo se hubiera radicalizado, es que su entorno había girada hace muchos años a la derecha.

No le conocí personalmente, pero era uno de nuestros invitados frecuentes en El Mundo en 24 Horas de TVE. Paco Audije, entonces corresponsal en París, le pedía una entrevista ya sobre la política francesa, ya sobre la globalización, ya sobre medios de comunicación y el siempre respondía encantado. Y he de decir que en las entrevistas era más claro y didáctico que en sus tribunas y artículos de opinión, sobrecargados de aparato crítico casi si como de artículos académicos se trataran.

Vidal Beneyto fue uno de los grandes teóricos de la escuela de la «construcción de la realidad por los medios». Más de uno de sus artículos de opinión he recomendado a mis alumnos.

En nuestra tertulia de Los Descartes pensamos en invitarle, pero su enfermedad le tenía apartado de Madrid. También sé que Carmen Rivas también hubiera querido entrevistarle para su Observatorio de Medios de  Comunicación y Sociedad. No ha podido ser.

Valga esta entrada como agradecimiento a su generosidad.

La imagen del mundo: análisis interactivo de contenido


¿Qué tipo de noticias cubren las distintas fuentes? ¿Dónde se originan las noticias? ¿Cómo fluyen las noticias entre el universo mediático y el ciberespacio? Son cuestiones básicas del periodismo que pueden responderse desde la reflexión profesional o a través de arduas investigaciones. Ahora, el Berkman Center for Internet & Society (Universidad de Harvard) nos presenta una sencilla herramienta interactiva, Media Cloud para intentar aproximarnos a esas respuestas fundamentales.

A estas alturas, comunicólogos e informadores estamos de acuerdo en que los medios no son un espejo que refleja una imagen neutra de la realidad. Los medios representan la realidad y construyen una imagen del mundo, estableciendo una agenda de la actualidad, enmarcando y enfocando esa realidad desde distintas perspectivas e imponiendo un determinado relato que nos dice quiénes somos y que pintamos en este mundo.

Los investigadores han desarrollado desde hace siete décadas un conjunto de herramientas para desentrañar como se construye esa imagen. Una es la del análisis de contenido, esto el análisis del discursos como tal, desde un punto de vista semántico. Se trata de una técnica cuantitativa, que debe ser precedida o completada por otras técnicas de análisis cualitativo. La introducción de la informática facilitó mucho esa tarea, pero el proceso ha seguido siendo muy laborioso y los resultados a menudo muy cuestionables, pues se basaban en la frecuencia de presencia de determinados términos. Las herramientas de la web semántica permiten dar sentido a esas frecuencias y hacer interactivo ese análisis.

Media Cloud se inserta en esta tendencia. Está en pruebas, pero ya nos permite lanzar tres tipos de búsquedas comparativas entre tres medios:

– Los 10 términos más mencionados en tres medios escogidos

– Los 10 términos más mencionados en tres medios para un término especificado.

– Visualizar el mapa de cobertura por países de tres medios.

Os invito a realizar estas búsquedas y sacar vuestras conclusiones. A mi  me ha interesado sobre todo la cobertura internacional, la imagen del mundo (ver mi investigación sobre estos temas) de BBC, CNN y New York Times, que os incluyo:

New York Times

CNN

BBC

Un simple vistazo a los mapas nos muestra una cobertura muy selectiva de CNN, centrada en Estados Unidos, Oriente Próximo, China y Australia. En cambio, New York Times y BBC hacen una cobertura más global, pero resulta llamativa la poca atención a América Latina (Brasil es la relativa excepción), la desatención a África y la clamorosa ausencia de la República Democrática del Congo.

¿Cómo funciona Media Cloud? Capturando mediante RSS los textos de las informaciones de miles de medios en inglés y analizándolos con la herramienta semántica Calais, desarrollada por Reuters-Thomson. Calais realiza un análisis semántico, etiquetando personas, entidades, países, acciones, citas y otros elementos semánticos. Se puede utilizar su visor interactivo o Gnosis o plugin para los navegadores. Sólo funciona en inglés y francés. Y no analiza audios o vídeos, sólo textos.

Son todavía herramientas bastante toscas, pero que ya son una importante ayuda para hacer más transparente la imagen del mundo.

El elefante (de derechas) de los impuestos


Los últimos días, la campaña electoral está dominada por la propuesta del PSOE de devolver 400 € a todos los contribuyentes. El PP la considera puro oportunismo. IU y los sindicatos denuncian que la rebaja beneficia a los que más tienen y que estas devoluciones detraerán financiación a unos servicios públicos y sociales muy débiles.

Desde el punto de vista de la comunicación política parece que el PSOE ha decidido jugar en el campo del adversario. Mano dura en seguridad ciudadana o rebajas fiscales son temas típicos de la agenda de la derecha. El lingüista Georges Lakoff ha estudiado como, en Estados Unidos, la derecha republicana domina el debate político al acuñar términos como «alivio fiscal». Lakoff recientemente presentó en Madrid su libro No pienses en un elefante. Su tesis es que, aceptando este lenguaje, los demócratas juegan siempre en desventaja frente a los republicanos. Cuando realizan cualquier propuesta que utiliza estos términos, el votante no puede por menos de pensar que ese es un «tema repúblicano». Que los demóctas copian a los republicanos. Y piensan en el elefante (el elefante el el símbolo del Partido Republicano), por mucho que se les diga «no pienses en el elefante». O, en otros términos, «no pienses en la derecha, nosotros también podemos bajar los impuestos». Pero el ciudadano no puede por menos que pensar en la derecha, en el PP.

Georges Lakoff es uno de esos cerebros que Zapatero ha fichado para que colaboren en la eleboración del programa electoral ¿De verdad está Lakoff asesorando al PSOE?

Navidad y comunicación


Imagen del blog Navidad Digital

En estos días vale la pena repasar el monográfico del Portal de la Comunicación sobre Navidad y consumo. Otro planteamiento, más en línea antropológica, el artículo de de Manuel Delgado en El País.

¡ Feliz Navidad y fuerzas para el 2008!

Mirando detrás del marco (Cuidado con el elefante)


El miércoles 28 de noviembre se registró en Madrid uno de esos raros acontecimientos culturales que se convierten en acontecimientos mediáticos. El Foro Complutense presentó el último libro editado No pienses en un elefante: lenguaje y debate político con una conferencia de su autor, George Lakoff. La sala se quedó pequeña y los rezagados captamos como pudimos las palabras del autor desde el hall buscando desesperadamente un punto de cobertura del sistema inalámbrico de traducción. Era divertido ver a una docena de personas moviendo arriba y abajo el aparatito para captar unas ondas caprichosas -¡Ay! la tecnología…

 Portada libro

El libro de Lakoff, un experto en lingüistica cognoscitva, es un best seller en Estados Unidos y su autor es muy popular. Entre nosotros era un desconcocido fuera de los ámbitos académicos hasta hace unos días. La razón de la popularidad de Lakoff en Estados Unidos reside en haber diseccionado el dominio del lenguaje político por parte de los republicanos en las tres últimas décadas. Han sido ellos los que han establecido el marco lingüístico que permite presentar sus propuestas como favorables a la luz de la psicología de los norteamericanos. El autor denuncia ese hecho en este libro divulgativo. Y entre nosotros su popularidad reciente viene dada por haber sido seleccionado por el PSOE junto con otros expertos internacionales como asesores del programa electoral (Por cierto, ¿qué fue de las recomendaciones de los sabios sobre los medios públicos).

Lakoff es uno de los padres de la teoría del encuadre o framing. «Los marcos son estructuras mentales que conforman nuestros modos de ver el mundo… Los marcos de referencia no pueden verse ni oírse. Forman parte de lo que los científicos  cognitivos llaman el ‘inconsciente cognitivo’ -estructuras de nuestro cerebro a las que no podemos acceder conscientemente, pero que conocemos por sus consecuencias: nuestro modo de razonar y lo que se entiende por sentido común». En el libro, Lakoff explica como los think tank vinculados al Partido Republicano han secuestrado el debate político imponiendo su marco de referencia mediante el uso del lenguaje.  Esos expertos dicen al público «no pienses en un elefante» (el elefante, no hay que recordarlo, es el icono del Partido Republicano),  pero basta mencionar la imagen para que el debate se desarrolle en un marco favorable.

La conferencia partió  de algunas afirmaciones científicas (nuestro mensaje es metafórico) para trasladarse enseguida a las generalizaciones y a la crítica (a veces bastante divertida) de George (Lakoff) a George W. (Bush). Hay dos imágenes de familia: la del padre autoritario que da seguridad por la imposición y otra que da seguridad mediante la ayuda y cooperación de sus miembros. Los republicanos son imagen de la primera; los demócratas de la segunda. Lo importante es fijar el terreno de juego y acuñar términos favorables a nuestra visión. No es un ejemplo del autor, pero es claro que no es lo mismo decir «reformas sociales» que «recorte del estado del bienestar»…

Creo que los periodistas necesitamos del marco para dar sentido a nuestra información. Sin enfoque, sin punto de vista las palabras sólo reflejan una realidad presuntamente objetiva. Es nuestro punto de vista el que desentraña su sentido último. Hay marcos generales, marcos culturales que, necesariamente, delimitan nuestro enfoque. Pero lo que no podemos aceptar son los marcos prefabricados, el terreno de juego creado por los jefes de comunicación o los gabinetes de imagen. Por eso hay que dar media vuelta y mirar detrás del marco, no sea que esconda un elefante.

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