La prensa en caída libre


La recesión está golpeando a los medios en todo el mundo. Así lo reflejan las noticias diarias y así lo constatan los informes más recientes. Como ya es tradicional, con la primavera nos llega el State of the News Media elaborado por el Pew Research Center dentro del Project for Excellence in Journalism.

Este exhaustivo análisis de los medios informativos en Estados Unidos resume así la situación: la prensa aguanta el desafío de los medios interactivos y no pierde tantos lectores como se auguraba, gana credibilidad… pero pierde drásticamente ingresos, hasta el punto de que algunas fuentes económicas, como los anuncios por palabras están prácticamente desapareciendo. La tendencia se ha acentuado en 2008 y la recesión no hace más que agravar la situación, porque (aunque el informe no lo diga) la dependencia de la bolsa está significando la puntilla final para muchos grupos de periódicos.

Dos gráficos ilustran las diferencias entre audiencias e ingresos. La fuerte subida en audiencia de los medios interactivos no tiene correlato una subida proporcional de ingresos. En cambio, a una pequeña bajada de audiencia en periódicos y revistas corresponden fuertes bajadas de ingresos. Sólo la televisión por cable, con un salto de audiencia debido a las elecciones, es capaz de convertir las ganancias de espectadores en semejantes mejoras en los ingresos.

Audiencias 207-2008

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El informe refleja las tendencias en Estados Unidos, que no tienen porque ser universales, pero que indican cambios que afectan en todas partes. Puede verse el resumen, imprimirse o descargarse por capítulos (tiene más de 700 páginas) o explorar sus gráficos interactivos. Por ejemplo, como muestra, el gráfico de los formatos utilizados por las televisiones, donde se aprecia que, aunque el vídeo editado sigue siendo el formato más empleado, las entrevistas ocupan cada vez más espacio.

Hay capítulos que me han interesado especialmente, como el de las nuevas iniciativas, donde se destacan nuevas fórmulas interactivas, muchas de ellas desarrolladas por periodistas expulsados de los medios tradicionales. Por ejemplo, Global Post, para desarrollar el periodismo internacional, de la que ya me ocupé en este blog. O ProPublica,, una organización sin fin de lucro dedicada a desarrollar informaciones de servicio público con una «fuerza moral».

Por último, Lecciones de las Elecciones, de Tom Rosenstiel and Bill Kovach (los autores del famoso Elements of Journalism) cuyas conclusiones resumo a continuación:

– La prensa política es más pasiva, cada vez mero vehículo para las campañas de los partidos, cubiertas con un supuesto equilibrio. Cada vez hay menos información propia dedicada a investigar asuntos relativos a los candidatos o a sus programas (parece que los norteamericanos copian a los españoles).

– La cultura de la «cobertura del autobús», con periodistas asignados a las distintas caravana limita su independencia y los hace más vulnerables al control político (¡vaya! parece que hablan de España).

– La prensa política realiza un enfoque de «estrategia» o lucha por el poder, con abundantes encuestas que tratan de ocultar el sesgo cada vez mayor de cada uno de los medios.

– Los medios de información permanente, sobre todo la televisión por cable, han abdicado de hacer una información propia sustancial, y han centrado su cobertura en la opinión de analistas, jefes de comunicación, supuestos analistas, todos ellos completamente partidistas.

¡Qué envidia dan estas informes!

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Las ideas perdidas


FAIR es una modélica organización norteamericana, que desde 1986 mantiene un escrutinio para denunciar la parcialidad de los medios y defender la pluralidad de voces en el espacio público. Como es lógico, hace un seguimiento exhaustivo sobre la campaña electoral.

El último informe de FAIR analiza la cobertura de las primarias en los informativos nocturnos de las tres principales cadenas de televisión. Su conclusión es que se ha perdido la oportunidad para dejar aflorar ideas y cuestiones controvertidas, en una fase, que por ser muy abierta, debiera de ser propicia para presentar nuevos puntos de vista. A esta conclusión llega al encontrar como asunto informativo dominante las cuestiones de estrategia electoral y al constatar la escasa cobertura de los candidatos de más bajo perfil informativo.

El estudio realiza un análisis de contenido para determinar la presencia de 7 encuadres informativos: análisis de la estrategia de campaña, noticias, votaciones y ambiente de los votantes, interés humano y color local, temas, publicidad y biografías. El enfoque dominante es el de estrategia de campaña, que está presente en el 86% de las informaciones y que resulta dominante en el 65% de todas aquellas en las que aparece. En cambio, los temas, esto es, las cuestiones políticas y sociales a debate en la campaña, aparecen en un 41% de las informaciones, pero sólo son dominantes en un 5%. Por tanto, la pauta es mostrar las elecciones primarias como una carrera, una pugna entre estrategias. Ya me referí en otra entrada («La credibilidad de los medios norteamericanos, en picado») a las consecuencias de estos enfoques informativos. Los estudios (resumidos por la profesora Berganza) relacionan la pérdida de credibilidad de medios y políticos con un “enfoque estratégico” de la información política y electoral, en detrimento de un “enfoque temático”.

En cuanto a los candidatos, el más mencionado es Obama, Clinton y McCain. FAIR se queja de que algunos candidatos, que obtuvieron buenos resultados en los caucus de Iowa, como el republicano Paul Ron, fueron completamente ignorados por los medios.

Nuevamente, vemos como las campañas electorales se convierten en ocasiones perdidas para debatir las opciones sobre las que los electores tienen que pronunciarse.

Mirando detrás del marco (Cuidado con el elefante)


El miércoles 28 de noviembre se registró en Madrid uno de esos raros acontecimientos culturales que se convierten en acontecimientos mediáticos. El Foro Complutense presentó el último libro editado No pienses en un elefante: lenguaje y debate político con una conferencia de su autor, George Lakoff. La sala se quedó pequeña y los rezagados captamos como pudimos las palabras del autor desde el hall buscando desesperadamente un punto de cobertura del sistema inalámbrico de traducción. Era divertido ver a una docena de personas moviendo arriba y abajo el aparatito para captar unas ondas caprichosas -¡Ay! la tecnología…

 Portada libro

El libro de Lakoff, un experto en lingüistica cognoscitva, es un best seller en Estados Unidos y su autor es muy popular. Entre nosotros era un desconcocido fuera de los ámbitos académicos hasta hace unos días. La razón de la popularidad de Lakoff en Estados Unidos reside en haber diseccionado el dominio del lenguaje político por parte de los republicanos en las tres últimas décadas. Han sido ellos los que han establecido el marco lingüístico que permite presentar sus propuestas como favorables a la luz de la psicología de los norteamericanos. El autor denuncia ese hecho en este libro divulgativo. Y entre nosotros su popularidad reciente viene dada por haber sido seleccionado por el PSOE junto con otros expertos internacionales como asesores del programa electoral (Por cierto, ¿qué fue de las recomendaciones de los sabios sobre los medios públicos).

Lakoff es uno de los padres de la teoría del encuadre o framing. «Los marcos son estructuras mentales que conforman nuestros modos de ver el mundo… Los marcos de referencia no pueden verse ni oírse. Forman parte de lo que los científicos  cognitivos llaman el ‘inconsciente cognitivo’ -estructuras de nuestro cerebro a las que no podemos acceder conscientemente, pero que conocemos por sus consecuencias: nuestro modo de razonar y lo que se entiende por sentido común». En el libro, Lakoff explica como los think tank vinculados al Partido Republicano han secuestrado el debate político imponiendo su marco de referencia mediante el uso del lenguaje.  Esos expertos dicen al público «no pienses en un elefante» (el elefante, no hay que recordarlo, es el icono del Partido Republicano),  pero basta mencionar la imagen para que el debate se desarrolle en un marco favorable.

La conferencia partió  de algunas afirmaciones científicas (nuestro mensaje es metafórico) para trasladarse enseguida a las generalizaciones y a la crítica (a veces bastante divertida) de George (Lakoff) a George W. (Bush). Hay dos imágenes de familia: la del padre autoritario que da seguridad por la imposición y otra que da seguridad mediante la ayuda y cooperación de sus miembros. Los republicanos son imagen de la primera; los demócratas de la segunda. Lo importante es fijar el terreno de juego y acuñar términos favorables a nuestra visión. No es un ejemplo del autor, pero es claro que no es lo mismo decir «reformas sociales» que «recorte del estado del bienestar»…

Creo que los periodistas necesitamos del marco para dar sentido a nuestra información. Sin enfoque, sin punto de vista las palabras sólo reflejan una realidad presuntamente objetiva. Es nuestro punto de vista el que desentraña su sentido último. Hay marcos generales, marcos culturales que, necesariamente, delimitan nuestro enfoque. Pero lo que no podemos aceptar son los marcos prefabricados, el terreno de juego creado por los jefes de comunicación o los gabinetes de imagen. Por eso hay que dar media vuelta y mirar detrás del marco, no sea que esconda un elefante.

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