Todo cambió la noche del 15 de abril. Por primera vez en el Reino Unido tres candidatos a primer ministro debatían antes las cámaras de televisión. Lo que podría haber sido un duelo a dos, entre el premier laborista Brown, gastado pero resistente, y el conservador Cameron, adalid de la postmodernidad, se convirtió en una competición abierta a tres, en la que el triunfador fue el liberal demócrata Clegg, más libre, con menos ataduras con el pasado, relativamente «menos sistema» que sus contrincantes.
¿Por qué estos debates pueden cambiar el sistema político del Reino Unido?
Los debates, sean cuales sean sus vencedores, no darán una victoria directa a ninguno de los partidos y menos a los liberal-demócratas, enfrentados a dos máquinas políticas con tanto arraigo y apoyo como conservadores y laboristas. Lo importante es que han cambiado todo el sistema mediático y esto puede tener consecuencias decisivas sobre el sistema político.
Durante medio siglo había sido imposible mantener un debate electoral en la televisión británica. Las estrictas normas de neutralidad baja las que operan todas las televisiones, el miedo a caer en un espectáculo a la americana y la misma naturaleza de su sistema político, asentado en un inamovible bipartidismo, habían hecho imposible esta forma de comunicación política. Fueron necesarios meses de negociaciones para llegar a al programa de televisión más regulado del mundo: nada menos que 76 normas pautan cada detalle de estos encuentros. Su celebración ya ha sido histórica.
La brillantez de Clegg, la consistencia y novedad de sus propuestas y algunos trucos audiovisuales, como mirar a la cámara en lugar de al público, dieron la victoria al candidato liberal, como atestiguan sondeos y comentaristas. Será difícil que vuelva a ganar en los dos debates que faltan, el segundo esta noche sobre política exterior, y que Brown intentará llevar al terreno de la economía.
Lo decisivo es que Clegg y los liberales demócratas han superado el umbral de percepción mediática. Así lo demuestra el análisis de contenido realizado por Media Tenor (pdf). Según su autor, Roland Schatz, los liberales demócratas habían recibido en los meses anteriores un tratamiento positivo de los medios, pero no lograban la necesaria visibilidad. Antes de los debates, la campaña electoral era representada como una carrera entre dos partidos, conservadores y laboristas, que monopolizaban el 90% de las informaciones, con sólo el 4% dedicadas a los liberales demócratas. Ahora Clegg se coloca al mismo nivel que Cameron y por encima de Brown. El cambio ha sido radical como muestra este cuadro de las declaraciones de los tres líderes.
La visibilidad de los liberales y de su líder puede ir más allá de esta campaña electoral. Sea cual sea el vencedor, Clegg puede ser el árbitro como apoyo a un gobierno minoritario. Está por ver que pueda sacar adelante reformas políticas como las del sistema electoral, que tanto le perjudica. Lo que está claro es que será uno de los protagonistas mediáticos en los próximos meses.
¿Subsistirá el bipartidismo? Seguramente, pero la política y, desde luego, la información política, serán cada vez más cosa de tres.
jueves, 29 Abr 10 a las 10:49 am
[…] Por supuesto que desde hacer muchas décadas la televisión es, como en todas partes, también en el Reino Unido, un factor decisivo para construir la imagen de los líderes, establecer la agenda e influir en las actitudes de los votantes. La novedad de esta campaña reside en los tres debates electorales, cuyo efecto más destacado ha sido hacer visible al candidato liberal demócrata, Nick Clegg. […]
miércoles, 11 Mar 15 a las 12:07 pm
[…] Unido. Hasta las pasadas elecciones generales no existía debates en las televisiones británicas. En 2010 se desarrollaron dos debates a tres (Brown, Cameron y Clegg) que fueron decisivos para los b…. Ahora, hay dos nuevos contendientes nacionales (el euroescéptico UKIP y el Partido Verde) además […]