El cierre de CNN+, la limitación al pluralismo informativo y las privatizaciones que vienen


Prisa anunciaba el viernes 10 de diciembre el cierre de CNN+ el próximo 31 de diciembre. En los acuerdos de integración entre Prisa y Mediaset, que formalizaron la absorción por parte de Telecinco de Cuatro, Prisa transfería su licencia para operar en la TDT, pero se reservaba el derecho a alquilar uno de estos canales para mantener CNN+, posibilidad a la que ahora ha renunciado. Ganan las empresas y pierde la diversidad informativa.

La limitación al pluralismo, consecuencia de la política del gobierno Zapatero

Desparece con CNN+ uno de los dos canales de información permanente a los que los españoles pueden acceder gratuitamente. La eliminación de una voz siempre reduce el pluralismo, pero si repasamos el espectro informativo de la TDT, concluiremos que ahora el dominio de la derecha y la ultraderecha será todavía más apabullante. ¿Qué hará Mediaset con este canal? ¿Más Gran Hermano o Belén Esteban? Desde luego no un canal informativo especializado.

A esta situación se ha llegado por los intereses mercantiles de los grupos multimedia, de los cuales el gobierno Zapatero no ha sido más que un facilitador. Bajo pretexto de aumentar el pluralismo se ampliaron las licencias de la televisión analógica para dar satisfacción a los amiguetes y sin despeinarse se limitó después ese pluralismo con la justificación de garantizar la viabilidad empresarial.

Esa política se consagró finalmente en la Ley General General de la Comunicación Audiovisual (pdf). En su art. 22 considera los servicios audiovisuales como de interés general y no ya como un servicio público. El art. 36 permite la concentración, prácticamente con la única limitación de que el operador resultante de la absorción o la fusión no controle canales con más de un 27%, cifra mágica pensada para posibilitar operaciones como las de Telecinco-Cuatro o Antena 3-La Sexta (finalmente no concretada). Por su parte el art. 29 permite la trasmisión y arrendamiento de las licencias. Este es el cuadro normativo de esta limitación del pluralismo.

El repliegue informativo de Prisa

Una deuda de 5.000 millones de dólares, fruto de una expansión financiada mediante apalancamiento, puso a Prisa al borde del abismo. Su salvación ha venido de la venta de la televisión en abierto a Mediaset y de la inversión de 650 millones por parte del fondo Liberty.

Prisa se ha retirado de la televisión informativa en abierto y anuncia la preparación de un «canal con vocación global» en las plataformas de pago, que algunos ya adelantan que podría denominarse El País TV. Si es así, Prisa reafirmará su opción elitista, renunciando a modelar la opinión pública con el instrumento más poderoso, la televisión en abierto. Esa vocación global y su difusión en plataformas de pago parecen apuntar a un producto para las élites de los mercados latinoamericanos.

Los canales de 24 horas en el ecosistema informativo español

CNN nació en los 80 al calor de la explosión de los satélites, «para contar lo que está pasando, no lo que ha pasado». Millones de personas en todo el mundo se creyeron protagonistas de la historia cuando no eran más que espectadores pasivos de una retransmisión en directo, muchas veces escenificada. La otra gran baza de CNN era, cuando todavía no existía la Internet informativa, la actualización permanente de información a través de boletines periódicos.

Europa sintió que CNN le ganaba la batalla de la globalización y después de un parto de caballo parió un pequeño ratón, Euronews, una cadena informativa de muy limitados recursos, centrado en la actualización informativa vía la información de agencias (texto e imágenes).

En el verano de 1997 se monta apresuradamente el Canal 24 Horas de TVE conforme al pobre modelo de Euronews. Se trataba de dotar con un canal informativo a Vía Digital, en plena guerra con la plataforma de Prisa. Luego en 1999 llegará CNN+.

Canal 24 Horas y CNN+ han mantenido una vida casi clandestina en las plataformas de pago hasta su aparición en abierto en la TDT. Desde entonces no hicieron sino crecer. A día de hoy no tienen más que un poco más del 1% de la audiencia, con una ligera ventaja del canal de TVE sobre el de Prisa. Pero si su media de audiencia no llega a los 100.000 espectadores diarios, el número de personas que la ven el algún momento del día multiplica por 50 o 60 esa audiencia media. Unos 12 millones de espectadores ven en algún momento del día («hacen contacto») una de estas televisiones informativas. Aproximadamente, la mitad de la audiencia media (unos 24 millones diarios) de todos los informativos de las cadenas generalistas.

La conclusión es que, mientras que los españoles siguen informándose preferentemente por medios de los informativos de las seis cadenas generalistas, acuden en un número muy importante a las cadenas de 24 horas para ponerse al día.

Ambas cadenas han desarrollado en el último año una estrategia de programación para fidelizar a ese espectador esporádico que, en principio, sólo busca la última hora. La estructura de microespacios, boletines y programas provenientes de las cadenas matrices ha sido sustituida en la tarde y la noche por magazines informativos, centrados sobre todo en la opinión (entrevistas y tertulias).

Ahora el reto de ofrece un canal temático informativo queda sólo en manos de TVE. Mientras La Dos se desangra con una programación errática en manos de las productoras, el Canal 24 Horas puede consolidarse como la plataforma de la información de calidad.

La privatización que viene con el Partido Popular

Los pasados días el PP ha presentado en el Congreso dos proposiciones de ley. En una de ellas se pretende dar mano libre a las Comunidades Autónomas para privatizar los canales públicos de su competencia. No supone ninguna sorpresa, porque lo que era el deseo de dirigentes autonómicos como Esperanza Aguirre, es hace tiempo política pública del partido. Sin duda su concreción legislativa, tanto en esta legislatura, como en una de probable de gobierno del PP, daría lugar a una amplia polémica y posiblemente a la oposición de algunos gobiernos autonómicos.

Más subrepticia es la segunda proposición de ley,  que bajo el engañoso título de «impulsar la alta definición en el marco del servicio público de la televisión estatal» lo que oculta es la limitación de TVE a un solo múltiple, esto es a cuatro canales, de los cuales uno sería de alta definición, lo que seguramente supondría la desaparición de La Dos.

Mientras sus actuales gestores la matan poco a poco, el PP prepara el entierro de La Dos, aquella cadena que, en tiempos, se declaraba «para la inmensa minoría».


Cuatro + Telecinco/ Antena 3 + Sexta = > Pluralismo


En estos momentos, media tarde del viernes 23 de diciembre, se cierra la fusión entre las cadenas de televisión española Telecinco y Cuatro.

Según ABC, la nueva sociedad resultante estará participada en un 78% por Mediaset y en un 22% por Prisa, aunque su participación podría bajar en el futuro. La sociedad común operará, de momento, con sus dos cadenas, Telecinco y Cuatro. Prisa propondrá al director de Informativos de Cuatro durante el primer año, pero la decisión corresponde a Mediaset, que a partir del segundo año nombrará con completa libertad a los responsables editoriales de ambas cadenas.

Por su parte, la Sexta, esto es Contreras y Roure, negocian con Alejandro Echevarría y Paolo Vasile, la absorción por Antena 3.

Las fusiones han sido posibles merced al Decreto-Ley del pasado febrero que permitió a la concentración de los canales privados, siempre que no controlaran más de un 27% de la audiencia en el momento de la fusión (porcentaje superable posteriormente) y 8 canales digitales. Una norma a medida de los intereses de los poderosos e influyentes operadores privados de televisión, un regalo de un gobierno débil a los magnates de los medios.

Todos ellos harán magníficos negocios y, en concreto, Prisa, verá disminuida su deuda de 5000 millones de euros (un fardo que pesa sobre su independencia) en 500 millones que recibirá en metálico.

El año 2010 el ecosistema audiovisual cambia radicalmente. TVE sin publicidad, con una financiación incierta, recurrida por las telefónicas y revisada por Bruselas, líder de audiencia, perderá la primacía, dado que no puede competir en series, películas y deportes. Los informativos de las cadenas privadas, por mucho que mantengan marcas y logotipos, se dirigirán desde los  intereses políticos de Lara y Berlusconi.

¡Viva el pluralismo! ¡Viva el gobierno que promueve el pluralismo!

(Reacciones en Italia: Se consuma la venganza de Berlusconi)

¿Quién esta en peligro en Latinoamérica? ¿Los medios poderosos o los periodistas independientes?


El diario El País dedicó ayer una doble página, con  llamada en portada, al «cerco a la prensa en el eje bolivariano».

La información más extensa, La prensa estorba en el eje bolivariano, estaba firmada por Maite Rico y era un elenco de las denuncias de los medios privados contra las políticas informativas en Venezuela, Ecuador, Bolovia y Nicaragua. Insultos, descalificaciones, acoso, leyes restrictivas y cierre de medios configuran -según la información- la estrategia de los gobiernos bolivarianos para domesticar la prensa, que consideran un poder más de la oligarquía.

No me sorprendió ni el contenido ni el estilo. El País está inmerso en una batalla con estos gobiernos. Convendría que Prisa recordara en estas informaciones sus intereses económicos en América Latina. Una política que le lleva a considerar la posibilidad de reelección de Chavez como el fin de la democracia, y democrático que Uribe utiilice todo tipo de trucos legislativos para sacar adelante un referendum que le permitirá la reelección. Un nuevo episodio de esta guerra es el encontronazo con Oliver Stone a propósito de su documental sobre los proyectos bolivarianos.

No puedo analizar con detalle las distintas políticas y medidas tomadas por estos líderes. No cabe duda que el populismo casa mal con el escrutinio de unos medios independientes. Muchas de las declaraciones de estas autoridades son amenazantes y traslucen el intento de poner los medios a su servicio. Algunas medidas son claramente atentatorias contra el derecho a la libertad de expresión e información, como las introducidas en Venezuela aprovechando la nueva ley de educación, que vienen a criminalizar cualquier protesta. Pero tampoco puede olvidarse que muchos de estos medios se encuentran inmersos en una guerra sucia contra esos gobiernos, en la que se alienta al golpe de estado y hasta el magnicidio. Por otra parte, en el sector de la radio y la televisión la situación de muchas de estas empresas era muy precaria, con licencias caducadas o invasión de frecuencias y los gobiernos lo que han hecho ha sido poner fin a situaciones irregulares de emisoras críticas.

Más me sorprendió la crónica de Soledad Gallego Díaz desde Buenos Aires, El matrimonio presidencial argentino, porque esperaba más equilibrio. Puede, efectivamente, que las iniciativas legislativas del gobierno vayan dirigidas contra el grupo Clarín, pero las medidas anticoncentración que recoge la crónica son bastantes sensatas y homologables con las de muchos países europeos. Por ejemplo, que no se posea una emisora de tv. en abierto y otra por cable en la misma zona, o que no se controle más del 35% de la audiencia. La estrategia de favorecer tres actores en el sector de la comunicación -los medios privados, los medios sociales y los medios públicos- puede ser utópica, pero no puede ser descalificada sin más.

Maite Rico (con un acceso privilegiado a la información suministrada por los servicios de seguridad colombianos en el caso de los ordenadores de Raúl Reyes) sostiene que «en otros lugares, como México, Centroamérica, Brasil o Colombia, la violencia contra los periodistas está ligada sobre todo al crimen organizado o la corrupción». Cierto, pero muchos de esos grupos criminales no son más que terminales de un poder político. Recibo un boletín de la Federación de Periodistas de Colombia (FECOLPER) y sus denuncias y llamamientos de auxilio me emocionan. Copio algunas.

«El ex alcalde de Valledupar, departamento del Cesar, Elías Ochoa, dos escoltas y seguidores, se tomaron la sede de la emisora Maravilla Estéreo, reclamando el derecho a réplica, en la mañana de hoy.  Un día antes, en el municipio de Barrancabermeja, región del Magdalena Medio, el periodista Alberto Santacruz Centeno, recibió una llamada amenazante de un presunto comandante del grupo paramilitar, Águilas Negras.» (28-08-09)

«El alcalde de Curillo, Caquetá, Esneider Mayorga, fue capturado por su presunta participación en el asesinato del periodista y líder cívico, Hernando Salas Rojas, el pasado 1 de septiembre. Dos días atrás, en Maicao, Guajira, el equipo del programa Radial Cívico, comunitario y cultural, Maicao en Marcha que se emite en la emisora Olímpica Estéreo, fueron amenazados por dos hombres, plenamente identificados, que portaban armas. … Hernando Salas Rojas, trabajaba para un canal local de T.V, a la vez que participaba en un comité para la derogatoria del mandato del alcalde municipal. Salas también conducía un taxi de servicio intermunicipal, de su propiedad, para cumplir con sus obligaciones económicas, pues el oficio periodístico no le producía ingresos suficientes». (4-09-09)

Valgan estas dos muestras. En Colombia los periodistas son masacrados por las Águilas Negras, la nueva encarnación de los paramilitares que Uribe dice haber erradicado. Muchos de los que luchan por la libertad de expresión y dan por ella su vida puede que nunca hayan pasado por una escuela de periodismo, no tengan ningún carnet o se ganen la vida como taxistas, pero son periodistas y ellos sí que están en peligro.

El ex alcalde de Valledupar, departamento del Cesar, Elías Ochoa, dos escoltas y seguidores, se tomaron la sede de la emisora Maravilla Estéreo, reclamando el derecho a réplica, en la mañana de hoy.  Un día antes, en el municipio de Barrancabermeja, región del Magdalena Medio, el periodista Alberto Santacruz Centeno, recibió una llamada amenazante de un presunto comandante del grupo paramilitar, Águilas Negras.

La televisión que viene


Zapatero ayer anunció el próximo envío al Congreso de la tan dilatada Ley General Audiovisual. Y anticipó un elemento: una sustancial reducción de la publicidad en la televisión pública.

Como tantas veces, parece que se opta por el modelo francés: supresión de la publicidad en la televisión pública y a cambio, los realmente beneficiados, los operadores privados, son grabados con un nuevo impuesto o un recargo en alguno de los existentes, destinado a compensar la financiación perdida por TVE.

Me he referido aquí a este modelo (Las trampas, La utopía) y a la oposición que ha generado en Francia. Resumo argumentos:

– Bienvenida esa supresión, siempre que existan recursos suficientes para cumplir la misión de servicio público en las mismas o mejores condiciones.

– En época de recesión, es de temer una reducción de financiación, que redunde en jibarización de la televisión pública. Las privadas se verían doblemente beneficiadas: se quedarían con toda la tarta publicitaria y su competidor público se debilitaría.

– Los gestores, programadores y profesionales tienen el reto de diseñar una programación diversificada, de servicio a todos los sectores sociales, no sometida a la tiranía del «share», pero que no renuncie a audiencias masiva y al liderazgo social.

La otra pata de la estrategia gubernamental es favorece la concentración de los operadores privados. Para ello ha suavizado por Decreto-Ley las restricciones existentes. La Sexta es la novia que busca dote. Ofrece, a cambio, sus derechos deportivos. Para que estos sean más rentables el gobierno parece dispuesto a permitir la TDT de pago. En plena Semana Santa así lo anunció el Ministerio de Industria en una nota de prensa, que luego tuvo que retirar. Todo bastante descarado.

La TDT de pago ya fracasó una vez (Quiero Tv). ¿Funcionará ahora? Si la Sexta y Antena 3 se fusionan ¿apoyarán al gobierno?

Televisión: por el pluralismo a la concentración


Ya esta en el BOE el Decreto Ley que da vía libre a la concentración de la televisión privada. El gobierno Zapatero se descolgó el 23-F con un golpe audiovisual que permitirá una mayor concentración de las televisiones privadas y que limita el peso de las televisiones públicas en el espacio audiovisual. Y lo más divertido es que, con el fantasma de la crisis, la nueva regulación se vende como un avance en el pluralismo y la liberación.

La nueva regulación modifica la Ley de la Televisión Privada y permite las participaciones cruzadas de hasta el 5% entre las empresas operadoras de las televisiones privadas estatales, siempre que el operador resultante no controle más del 27% de la audiencia media de los 12 meses anteriores. Y se permite expresamente que ese control sobre la audiencia aumente después de la fusión. Otra de las limitaciones a la concentración es que ningún operador controle más de 2 multiplex, lo que, según la práctica actual, se traduce en 8 canales de TDT.

Además, ningún operador público podrá controlar más del 25% del espectro radioeléctrico y a nivel de comunidad autónoma el conjunto de los operadores públicos se ven constreñidos a un 50% del espectro radioléctrico.

El Decreto Ley también adopta una serie de medidas para facilitar la extensión de los canales de TDT a través de satélite.

Como Decreto-Ley constitucionalmente esta norma debiera de estar justificada por una urgente necesidad. Yo no se la veo por ninguna parte. Se trata, una vez más, de una regulación ad hoc para resolver los problemas de alguna cadena amiga. No voy a sumar porcentajes, pero da toda la impresión de que lo que se busca es constituir un operador privado poderoso. Inaceptable me parece encorsetar el desarrollo de los canales públicos en la TDT. Si de alguna manera se puede cumplir la misión de servicio público es a través de la diversificación y especialización de los contenidos, pero el gobierno prefiere que se clonen una y otra vez los canales privados.

Y todo en el nombre del pluralismo. En la ley de 2005 se aprovechó la regulación de la TDT para introducir dos nuevos canales analógicos en abierto y se nos dijo que era para favorecer el pluralismo. Ahora se limita a los canales públicos y se autoriza que menos propietarios controlen los canales privados también para aumentar el pluralismo.

¿En qué quedamos? ¿Es pluralismo mayor número de voces? ¿Es pluralismo las mismas voces controladas por menos propietarios? ¿Es pluralismo menor presencia de la televisión pública?

Los Estados Generales de la Prensa


Sarkozy ha puesto en marcha un proceso de reflexión sobre la migración de la prensa francesa de lo analógico a lo digital. Este otoño se va a desarrollar lo que gradilocuentemente se denomina ya Los Estados Generales de la Prensa. Le Monde da cuenta en su edición de hoy como se desarrollará el proceso, que tiene como punto de partida el Informe de Daniéle Giazzi (pdf en Le Point), encargado por el propio Sarkozy. Le Monde presenta todo este proceso como un proyecto de desrregulación de la prensa escrita francesa. Entre otras conclusiones, el Informe propone terminar con las normas anticoncentración que prohiben poseer un diario, una radio y una televisión de ámbito nacional, con el fin, dicen, de crear campeones nacionales que puedan competir con los grupos multimedia globales. Propone también la creación de un Observatorio del Pluralismo, dependiente de la Oficina del Primer Ministro, favorecer el mecenazgo en el sector e incluir los códigos deontológicos en los convenios colectivos de los periodistas.

Veremos en que termina todo, pero vistas las conexiones de Sarkozy con los grandes patrones de la prensa no se puede esperar nada bueno.

Dejo aquí también los enlaces a dos trabajos de Le Monde: «Suben los lectores y bajan las ventas» y una infografía sobre la circulación de la prensa escrita en el mundo (Diffusion quotidienne des journaux : une chute continue dans les pays riches)

Frágil acuerdo en Le Monde


El viernes 25 los accionistas internos y externos del Grupo Le Monde votaron por unanimidad a Eric Fottorino como director general del Grupo. ¿Pone fin este acuerdo a la crisis a la que ya me he referido en Periodismo Global?.

Recordemos que el Grupo Le Monde se encontraba descabezado en medio de un conflicto por la ampliación de capital que enfrentaba a los accionistas internos y externos. En medio de luchas intestinas la cuestión clave era si la Sociedad de Redactores y el resto de las sociedades de empleados iban a permitir una ampliación de capital por parte de Lagardére, Prisa y la Stampa, que lograrían, de este modo, el control accionarial.

Si nos atenemos al acuerdo por unanimidad sobre el nuevo director general parecería que la crisis ha sido superada. A esta conclusión llegaremos si leemos la propia versión de Le Monde. Pero a esa unanimidad se llegó en medio de un verdadero psicodrama y con un conjunto de condiciones puestas por unos y otros que indican que la tensión continuará durante los próximos meses.

En primer lugar, los accionistas externos exigieron la cabeza del presidente de la Sociedad de Redactores, Jean-Michel Dumay, el principal enemigo de una ampliación de capital que dé a Lagardére-Prisa el control del Grupo. Así Dumay, en medio de fuertes presiones, se comprometió a marcharse el 31 de marzo, coincidiendo con la salida del consejo de supervisión de Alain Minc, el ideólogo de la adaptación de Le Monde a los vientos neoliberales. La Sociedad de Redactores (que previamente había dado su apoyo a Fottorino, al igual que el resto de las sociedades de empleados) y sobre todo su presidente sacrificado se dicen hoy traicionados.

Hay más condiciones. Que Fottorino tome como adjunto a un gestor. Y que una comisión estudie la ampliación de capital. Fottorino, por su parte, anuncia un plan de relanzamiento, como prometió a los empleados.

Los partidarios de la ampliación se han apuntado la baza de eliminar a Dumay. Fottorino hace equilibrios entre el relanzamiento y la amplicación de capital. En estas condiciones la paz interna parece lejana. Las espadas sigue en alto.

La independencia de Le Monde


Le Monde se encuentra inmerso en una crisis en la que se juega su independencia; una crisis con dimensiones económicas, institucionales y económicas; una crisis con imnumerables cruces y entrecruces entre las política, las finanzas y el periodismo; una crisis que parece un culebrón, pero que puede resumirse en el enfrentamiento entre la Sociedad de Redactores y los accionistas externos del grupo y detrás más que se adivina la sombra del omnipresente Sarkozy.

El grupo Le Monde se encuentra descabezado al no aprobar su Consejo de Vigilancia el nombramiento de Eric Fottorino, hasta ahora director de la Redacción, como director general. Fottorino es el tercer miembro del trío que se hizo cargo del grupo después de la salida de Jean-Marie Colombani. En diciembre, los tres (Jeantet, Patino y Fottorino) tuvieron que dimitir bajo la presión de la Sociedad de Redactores, al pretender subir sus remuneraciones coincidiendo con el anuncio de pérdidas de 12 millones de euros en el último ejercicio -precedidas por otras aún mayores en los años anteriores. Fottorino recuperó su candidatura, ahora rechazada por el Consejo de Vigilancia merced a los votos de los accionista externo. El día 25 se hace efectiva la dimisión de los otros dos triunviros, de modo que el grupo tiene 10 días para encontrar una solución.

Los accionistas externos están aglutinados por Alain Minc, uno de esos enarcas que lo han sido todo en Francia. Minc, que, como presidente del Consejo de Vigilancia, ha sido el poder en la sombra durante la última década, sostiene que el grupo pasa por una crisis finaciera y ha acudido a dos de los accionistas externos, Arnaud Lagardère (17,27% de participación) y el grupo Prisa (15,01%) para que procedan a cubrir una ampliación de capital y convertirse, así, en accionistas de referencia en detrimento de la Sociedad de Redactores.

Quizá convenga hacer un poco de historia. En la hora de la Liberación, el gobierno De Gaulle se incautó de los periódicos que habían estado en manos de colaboracionistas. Uno de ellos era el prestigioso Le Temps, entregado al periodista Hubert Beuve-Méry, que crea una sociedad de responsabilidad limitada y construye una línea editorial síntesis de las tres grandes familias de la Resistencia: gaullistas-nacionalistas, democristianos, comunistas. El diario se convertirá con el advenimiento de la IV República en 1958 en la voz más crítica al general. Fuera de Francia, es la referencia para cualquier interesado en la política internacional y la diplomacia. Para la oposición interna a la dictadura franquista Le Monde era una ventana privilegiada hacia el exterior . En 1951 se crea una Sociedad de Redactores, como modo de garantizar la línea fundacional. En 1968, al rebufo de mayo, a la Sociedad de Redactores se suman otras dos más, de empleados y cuadros. Entre las tres controlan la casi absoluta mayoría del capital de la sociedad limitada. La Sociedad de Redactores se convierte en un modelo para las reivindicaciones de participación de los periodistas en la línea editorial de sus medios.

Pero los tiempos cambian, hay que abordar los cambios tecnológicos y la competencia de los medios audiovisuales, Le Monde se convierte en sociedad anónima y se abre al capital exterior. Desde entonces, este medio de referencia ha vivido en una continua pugna entres esos accionistas externos, pendientes de la rentabilidad y con sus propios intereses políticos, y la Sociedad de Redactores, defensora de la línea editorial, pero también marcada por luchas internas de poder. El gran arma de los redactores es su poder de veto sobre el nombramiento del director general, facultad que ejercieron el pasado mayo para no renovar en el cargo a Jean-Marie Colombani.

La mítica indpendencia de Le Monde ha sido cuestionada por obras como «La face cachée du Monde», de Péan y Cohen, quienes denunciaron que Minc, Colombani y su antecesor Plenel habían convertido el diario en un instrumento al servicio de los poderes dominantes de la política francesa.

Ahora el conflicto se polariza entre Minc y la sociedad de redactores, que intenta desde el pasado junio su cese al frente del Consejo de Vigilancia. Minc, asesor de Sarkozy, propone que Lagardére y Prisa (amboos grupos tienen un pacto accionarial) se conviertan en el accionista dominante. Arnaud Lagardére, propietario de Paris Match y patrón de un gran grupo industrial, es uno de los «hermanos» de Sarkozy y le ha mostrado su amor filial impidiendo que Paris Match publicara las historias de la primera espantada de Cecilia. Unas relaciones entre los medios y el presidente que llevan a analistas franceses a expresar temores sobre la libertad de prensa en Francia, como ha recogido la corresponsal de la BBC.

El aumento de ventas no ha detenido las pérdidas que se repiten año tras año. Mientras, la división de Le Monde en la red tiene beneficios y se ha convertido en una referencia de prestigio para los internautas. El diario ha hecho muchos cambios para conectar con los lectores, pero quizá se hora de abandonar ese carácter de diario vespertino (sale al mediodía con la fecha del día siguiente) que resulta un tanto anacrónico.

¿Saldrá reforzada la independencia de Le Monde de esta crisis?. Ya veremos.

Las trampas de la supresión de la publicidad en la televisión francesa


Como era de esperar, el globo sonda lanzado por Sarkozy ha tenido consecuencias y reacciones. Mi amigo Paco Audije, francófono y ex corresponsal en París, me pone en alerta.

Consecuencias, la subida de las acciones de las dos grandes beneficiadas, TF1 y M6, revalorizadas, la primera (propiedad de Martin Bouygues, uno de los grandes amigos del presidente) casi un 10%, y la segunda más del 4%.

Reacciones de sorpresa de la propia ministra de Cultura y Comunicación, Christine Albanel, y de la dirección de France Télevisions, que pide precisiones. Da la impresión de que, una vez más, es una decisión tomada por Sarkozy sin contar con su gabinete.

Y reacciones de movilización del personal de las televisiones francesas que temen que no se trate más de que de una maniobra para privatizar, o al menos jibarizar, la televisión pública. Los sindicatos desconfian que la anunciada nueva tasa pueda cubrir los 800 millones de euros anuales de ingresos publicitarios. Por de pronto, irían al paro los 300 gestores publicitarios. La ministra dice que está fuera de cuestion la privatización, pero hay que revisar los «cahier de charges» (lo que en España será el contrato programa): «más cultura, más creación más deporte… popular y de calidad sin hacer Arte; pero, atención, aún sin publicidad no se pueden perder de vista los objetivos de audiencia».

Para colmo de contradicciones, mientras se anuncia la desaparición de la publicidad de las pantallas públicas, la ministra y la dirección de Radio France intentan introducir los anuncios de marca en la radio pública, para paliar la reducción de los ingresos provenientes de la publicidad institucional. Los sindicatos ya han lanzado una iniciativa en contra.

Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero creo que vale la pena seguir pensando en fuentes de financiación alternativas que permitieran liberar a las televisiones públicas de la publicidad.

(Por cierto que revisando Libération encuentro que Prisa y Lagardére quieren ampliar su participación accionarial en Le Monde, en plena crisis. La noticia ya fue publicada ayer 9 por El País, pero no se mencionaba que fuera una acción concertada con Lagardére, el gran grupo industrial con intereses en los medios, el sector aeronaútico y el armamento. Habrá que estar atentos a la reacción de la Sociedad de Redactores de Le Monde)