La trampa se cierra. A la hora de escribir esta entrada (11 de la noche de Madrid), los diputados discuten en la Asamblea Francesa la ley del Audiovisual propuesta por Sarkozy. Hacía mucho tiempo que no había en el parlamento francés un debate tan agrio. La oposición discute artículo por artículo y la ley no podrá entrar en vigor a primeros de año, porque los presupuestos generales tienen prioridad. De modo que el gobierno ha decidido aprobar por decreto la medida central de la ley, la supresión casi total de la publicidad en la televisión pública a partir de las 20 horas del 5 de enero.
No faltan voces dentro de la mayoría que consideran esta ley el mayor error de Sarkozy. ¿Cuál son los problemas para que una ley que termina con la odiosa publicidad suscite tales reacciones? Dos esenciales: que es una ley a la medida de la televisión privada (la ley de la TF1. se dice) y que a partir de ahora el presidente de la televisión pública volverá a ser nombrado por el presidente de la República. Se ironiza: es la resurrección de la ORTF.
Las novedades más importantes de la ley son:
– Empresa única: las cinco cadenas públicas se unifican en una sola empresa, France Télévisions.
– Nombramiento de su máximo responsable por el presidente de la República.
– Supresión de la publicidad: a partir del 5 de enero desaparecerá entre las 20 y las 6 horas en France 2, pero se mantendrá en France 2; a partir del apagón digital en el 2011 se prohibe totalmente; la empresa podrá hacer publicidad en su sus servicios interactivos.
–Tasas suplementarias: para enjugar la supresión de la publicidad, se aprueban dos nuevos recargos, entre un 1,5% y un 3% sobre los ingresos publicitarios de las televisiones privadas y un 0’9% sobre la cifra de negocio de los operadores de internet; el canon, la «redevance» se fija en 116 millones de € para 2009 y se actualizará conforme la inflación.
– Más publicidad en las privadas: la ley permite un segundo corte publicitario en un tramo de 30 minutos en los programas de ficción y eleva el límite por hora de 6 a 9 minutos (En España 12 minutos).
– La misión de servicio público se define por el gobierno, mediante el instrumento de los «cahiers de charges» aprobados por decreto.
Un análisis muy crítico puede vers en el blog de Le Monde Diplomatique (Information 2.0), en su entrada «Un project de lois inspiré par TF1». Sin duda, la cadena privada será la gran beneficiaria. Según Goldman Sachs, un 35% de la publicidad que sale de las públicas irá a las privadas y TF1 se llevará el 70%, 185 millones € al año.
La financiación que recibirá la televisión pública será 450 m. €, cuando se estiman sus necesidades en 850 millones. La consecuencia será una reducción de personal.
La televisión pública puede caer en la tentación de no luchar por la audiencia. En ese caso será irrelevante. Pero también puede aprovechar la oportunidad para hacer una programación equilibrada, con entretenimiento de calidad. Lo que parece claro es que su dependencia del poder será total.
lunes, 22 Dic 08 a las 9:13 pm
¿Y tú que has trabajado para RTVE, crees que sería factible y en su caso viable?
martes, 23 Dic 08 a las 9:49 am
Es todo un reto concebir una programación sin publicidad. La publicidad forma parte de nuestras vidas y los más jóvenes no conciben la comunicación sin ella. Lo más positivo sería liberarse de los resultados concretos de la audiencia minuto a minuto. Pero la televisión pública no puede dejar de luchar por la audiencia, eso sí, sin importar si hoy se ha sido líder. Lo importante es mantener una audiencia media que no se hunda, que permanezca próxima a la de las privadas.
Un efecto positivo sería poder desarrollar la programación, sobre todo la ficción, sin pausas. Esto puede ser una ventaja comparativa, aunque en otros espacios de entretenimiento las pausas (autopromociones, por ejemplo) serían obligadas para dar un respiro al espectador.
Lo primero que se podría hacer es limpiar la programación de cualquier vestigio de telebasura y dejar el famoseo reducido a algún programa con mire al fenómeno con humor distanciado. Reforzar los informativos, lberados del infoentretenimiento y el periodismo de declaraciones y fuentes. Producir más ficción y documentales propios. Programas de movilización con causas justas. Recuperar los concursos culturales. Y buscar fórmulas nuevas de convergencia con las nuevas plataformas, fomentando la participación de los espectadores.
lunes, 05 Ene 09 a las 7:32 pm
[…] de publicidad. La publicidad ha sido abolida en el prime time de la televisión pública francesa. Ya me ocupé de la evolución del proyecto de ley y su contenido y de sus trampas, las más evidentes entregar el negocio publicitario a TF1 y devolver la […]
miércoles, 15 Abr 09 a las 12:10 pm
[…] he referido aquí a este modelo (Las trampas, La utopía) y a la oposición que ha generado en Francia. Resumo […]