Es el mercado, amigo


Me permito titular esta entrada con la frase desafiante de Rodrigo Rato, cuando en la Comisión de Investigación del Congreso a la pregunta de si la quiebra de Bankia había sido un saqueo respondió desafiante «Es el mercado, amigo». Una frase convertida en meme.

Quiero reflexionar sobre la crisis inflacionaria, colocándola en el contexto del mercado. Conste que no soy especialista en economía y que toda mi formación se reduce al estudio (hace medio siglo) del manual de Paul Samuelson.

El mercado perfecto

En el mercado se casan oferta y demanda. Si la demanda es mayor que la oferta, los precios suben. Es lo que viene ocurriendo con las materias primas y, sobre todo, petróleo y gas, cuando después de la pandemia, las economías se despiertan y crece exponencialmente la demanda. Ahora el aumento de precio viene más por la vía de la redución de la oferta como consecuencia de la guerra de Ucrania.

Si la demanda es rígida, como ocurre en alimentación y combustibles, las empresa pueden trasladar el alza de precios a los consumidores.

Para que no se distorsionen los precios no puede haber agentes dominantes. Hay muchos mercados, como los de la energía o las telecomunicaciones que tienden hacia el monopolio,por eso tienen que ser regulados para que los operadores más fuertes no abusen de su posición de dominio. En la alimentación, las grades superficies imponen precios y condiciones a una miriada de productores. La Ley 8/2020, de la Cadena Alimentaria prohibe la venta a pérdidas. En el transporte, las agencias de logística, integradas en la patronal con la que ha negociado el Gobierno, imponen condiciones y precios a los trasportistas autónomos, que han paralizado el país.

Eliminar o reducir los impuestos a los combustibles o subvenciones no es la solución

En los combustibles, con una demanda rígida, la redución de impuestos pasaría al bolsillo de petroleras y gasolineras. Algún centimo bajaría el litro, posiblemente para seguir enseguida su camino ascendente.

En cuanto a los 20 céntimos/l para los transportistas, es muy posible que las agencias de logística reduzcan en la misma cantidad sus ofertas.

La solución es intervenir el sacrosanto mercado, como ha hecho la Ley de la Cadena Alimentaria.

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Un mes histórico


Edificio en llamas en Jarkóv. (Oleksandr Lapshyn/Reuters)

Desde el 24 de febrero, se desarrolla una terrible guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. No me atrevo a decir que el plan ruso ha fracasado, pero desde luego Putin no ha resuelto la situación a su favor en pocos días, como muchos pensaban, de modo que ahora nos encontramos en plena guerra de atricción, con asedio y destrucción de ciudades por los bombardeos, dejando que luego mercenarios liquiden las bolsas de resistencia. Es la táctica empleada en Chechenia y Siria, en este caso, usando además el arsenal más moderno como los misiles hipersónicos.

Más allá de la propia guerra, en este mes se han registrado unos cuantos cambios históricos.

El peligro de la guerra nuclear

Desde la crisis de los misiles de 1962, el mundo nunca ha estado tan cerca del enfrentamiento nuclear. Putin ha amenazado con su uso, si Rusia hacía frente a una amenaza existencial y ha sugerido que las sanciones lo son. Ha lucido sus misiles hipersónicos indetectables, por el momento con carga convencional. Un fiasco total en Ucrania aumenta el riesgo del uso de, al menos armas nucleares tácticas sobre el terreno.

La globalización, herida

Las sanciones económicas y financieras se llevan por delante buena parte de los presupuestos de la globalización: libre movimiento de mercancias, capitales y servicios.

Éxodo de refugiados

El mayor en Europa desde la II Guerra Mundial. Con nuestro eurocentrismo olvidamos que en Colombia hubo durante mucho años 6 millones de desplazados internos.

Reforzamiento de la OTAN

Del «encefalograma plano (Macron dixit) a tener cola de candidatos, incluidas Suecia y Finlandia y el reforzamiento de los presupuestos militares de los socios. En este sentido Putin tiene ahora efrente una OTAN más fuerte.

Cohesión de la UE

A diferencia del tradicional método comunitario, lento y lleno de salvedades, en esta ocasión todos los miembros ha reaccionado a una con inusitada unidad y celeridad para sancionar a Rusia y enviar armas a Ucrania, no tanto para afrontar las consecuencias económicas de la guerra. La Unión parece decididida -ya veremos lo que dura- en convertirse en un actor geoestratégico.

Alemania, potencia militar

Alemania refuerza su presupuesto militar con 100.000 m. de euros

Stanflaction

Los cuellos de botella de exceso de demanda después de la pademia ya habían disparado la inflación. Ahora la incertidumbre sobre los suministros energéticos y el corte de exportaciones como la de los cereales, con los bacos centrales adoptando ya políticas restrictivas pueden abocarnos a una situación de stanflactio (estancamiento+inflación) y descontento en la calle.

El futuro de la revolución verde

Pese a que se ha demostrado que es imprescindible una autonomía energética basada en las renovables, el problema es saber de donde saldrá los recursos para compensar a los perdedores de la transición verde.

Algunas lecturas para entender la guerra de Ucrania


Las siguientes obras no tratan de la guerra, ni siquiera de Ucrania, pero pueden ayudar a entender el contexto histórico.

HOMO SOVIETICUS. La premio Nobel bielorrusa, Svetlana Alesiévich, usa su particula técnica de hilar relatos orales para realizar un retrato de los hombres y mujeres soviéticos y de la propia URSS,con sus luces y sus sombras, donde la individualidad y la vida humana no valían nada, pero se fomentaba la excelencia y la vida era triste, poco libre, pero segura y todos tenían lo mínimo necesario.

Me impactó, el relato de un excombatiente de la guerra contra Finlandia. Los dos ejércitos llegan a un acuerdo de alto el fuego e intercambio de prisioneros. Cuando los finlandeses llegan a sus líneas, son acogidos cálidamente por sus compañeros, mientras que los prisioneros sovieticos, sospechosos de traición, por el solo hecho de haber estado en contacto con otro ejército, son directamente embarcados en trenes a los campos del Gulag

Otro episodio emotivo y significativo es el relato de una funcionaria de base, convencida de haber trabajado honestamente por su país, que después de la disolución de la URSS es increpada en su trabajo como si fuera una ladrona, cuando eran los altos funcionarios de Partido los que se estaban repartiendo la riqueza colectiva.

Este libro explica la orfandad que tantos ruso sienten, y que está siendo manipulada por Putin.

PÁGINA DE LA EDITORIAL (con extractos y reseñas).

CALLE ESTE-OESTE. De Lviv (en ucraniano, algunos españolizan el topónimo como Leópolis) ya he hablado en otra entrada. En la actual capital de la Ucrania occidental y de la antigua Galitza comienza Calle Este-Oeste. Philippe Sands, uno de los grandes abogados de derechos humanos va a dar una conferencia a la Universidad de Lviv y allí se encuentra con los fantasmas de su familia, exterminada por los nazis. Comienza una indagación sobre su familia y sobre los dos académicos que lograron incorporar al Derecho Internacional lo crímenes de lesa humanidad, ambos nacidos en Lviv. Hersch Lauterpacht ideó el concepto crímenes contra la humanidad, como crímenes de guerra sistemáticos contra la población civil, para defender los derechos de las personas frente a la barbarie de los estados. Rafael Lemkin acuñó el concepto de genocidio, para los casos en que esos crímenes pretenden exterminar a un grupo y destruir su identidad. A Lauterpach el concepto de genocidio le parecía peligroso:

“Potencia el sentimiento de solidaridad entre los miembros del grupo de víctimas, reforzando a la vez los sentimientos negativos hacia el grupo de los verdugos (…) Ser etiquetado como víctima de genocidio se convierte en un componente esencial de la identidad nacional sin contribuir a la resolución histórica de las disputas ni hacer que los asesinatos masivos sean menos frecuentes”.

También estudió en la universidad de Lviv Hanks Frank, el abogado predilecto de Hitler y cruel mandatario del Gobierno General de Polonia. Juzgado en Núrembeg. en la obra se reconstruye el juicio y los sentimientos del hijo de Frank.

El profesor Sands propone la creación de un tribunal para juzgar a Putin, por el crimen de agresión y lo justifica en los precedentes de Núremberg.

PÁGINA DE LA EDITORIAL

De VIDA Y DESTINO se ha dicho, con justicia, que es la GUERRA Y PAZ del siglo XX. Vasilii Grossman, periodista judio, acompaña al ejército rojo, desde Stalingrado hasta Berlín y construye un fresco emocionante de lo que los rusos llaman la Gran Guerra Patria con todos sus heroismos y creldades. En paralelo se narra el exterminio nazi y la represión estalinista.

Recuerdo el episodio en que uno de los personajes, un físico nuclear, recibe una llamada telefónica inesperada. El que está al otro lado del teléfono no se identifica, per queda claro que es Stalin. Al físico no le queda claro si la llamada es un felicitación o una advertencia de que está en el ojo de la NKVD.

Leyendo esta novela río, entenderemos un poco mejor los grades dilemas ético con, que en momentos críticos, se enfrentan los seres humanos . Y por qué los rusos se consideran los verdaderos vencedores de Hitler y Putin justifica su guerra como una operación anti-nazi.

PÁGINA DE LA EDITORIAL

Pasillos humanitarios y crímenes de guerra en Ucrania



Escombros en el hospital de Mariupol bombardeado por Rusia.EVGENIY MALOLETKAAP

Derecho humanitario

En el siglo XX se desarrollaron guerras crueles, pero la humanidad intentó poner normas a los conflictos para paliar las peores violaciones a los derechos humsnos cometidas durante los conflictos. Prrimero las Convenciones de Ginebra y sus protocolos adicionales y luego el Estatuto del Tribunal Penal Internacional pretenden evitar y perseguir esa violaciones.

Crímenes de guerra

La población civil, como viene ocurriendo en todos la conflictos desde desde la guerra de España, es víctima directa de la guerra de Ucrania. El ataque deliberado contra civiles es un crimen de guerra, según el IV Convenio de Ginebra (1949) y sus protocolos adicionales de 1977. Fue el ejército de EEUU el que acuñó el término de daños colaterales para referirse a bajas civiles accidentales en operaciones militares, en muchas ocasiones investigaciones posteriores (o las revelaciones de Wikileads, por las que Assange va a ser extraditado y juzgado en EEUU) demostraron que los militares actuaron sin precaución, buscando su propia proteción, sin importar que ello fuera a ocasionar bajas civiles.

Ahora, Rusia, emplea argumentos más bastos, como que el hospital materno infantil de Mariupol era el acuertelamiento de batallón azov, la milicia neonazi, integrada en el ejército ucraniano. Los infomes y la imágenes de los reporteros internacionales no muestan más que la ruinas del hospital. Los ataques del ejército ucraniano también causan bajas civiles en el Donbás, pero allí parece que no hay periodistas internacionales.O a los medios internacionales no les interesa o no serían bien recibidos sin un toma de posición clara a favor de los separatistas.

Genocidio

Genocidio es un conjunto de acciones deliberadas y planificadas para exterminar a un grupo por razón de raza, lengua, nacionalidad, religión, o ideas. A diferencia de los crímenes de guerra. que pueden probarse individualmente, el genocidio es extremadamente difícil de probar. Una bomba contra un hospital necesariamente es un crimen de guerra y puede ser un indicio de genocidio, pero por si mismo no puede calificarse como tal.

Corredores humanitarios

Como está ocurriendo en Ucrania, la población civil puede verse atrapada en medio de los combates. El Derecho Internacional establece un principio general de ayuda humanitaria:

  • El Artículo 70.1 del Protocolo I Adicional a los Convenios de Ginebra de 1977 establece “socorrer con carácter humanitario e imparcial” a la población civil de cualquier territorio bajo el control de una parte en el conflicto. Además, se añade que dicho socorro “no se considerará como una injerencia en el conflicto armado ni como acto inamistoso” y prioriza la salvaguarda de niños, mujeres embarajadas y madres lactantes.
  • Por medio del artículo 23 de la Cuarta Convención de Ginebra, en 1949, las partes beligerantes permitirán “el libre paso de todos los envíos de material médico y hospitalario (…) destinados únicamente a a la población civil”. A su vez, se permite el envío de “productos alimenticios esenciales, ropa” y algunos destinados para niños y mujeres embarazadas. Las partes involucradas en la guerra tienen que cerciorarse que estos envíos no puedan ser desviados de su destino, que la seguridad de la población sea efectiva y que ninguna de estas partes se sirva de esta acción para obtener una ventaja militar.

Estos corrredores tienen que ser acordado por las partes, salvo que sean ordenado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Lo que en Ucrania negocian ucranianos y rusos son altos el fuego, que permitan también huir a la población civil, algo que estratégicamente interesa a Rusia para, como hizo en Siria, lanzar ataques desvastadores contra las ciudades, después de la salida de los civiles. Así lo está haciendo en Jarkov y Mariúpol, pero no en Kiev. Quizá quiera cerrar una tenaza sobre la capital y llevar a un Zelenski en las últimas a una mesa de negoción en la que conseguir sus objetivos: reconocimiento de la anexión de Crimea, independencia de las república prorrusas del Donbás, neutralidad obligada para lo que quede de Ucrania, al oeste del Dnieper, reconocimientode los derechos lingúíticos de los rusófonos,

La fotografía de guerra nació en la guerra de Crimea


El valle de la sombra de la muerte, de Roger Fenton, 1855

(Esta entrada es un pequeño homenaje a fotógrafos y reporteros gráficos, que se juegan la vida para hacernos llegarlas imágenes del dolor de los otros)

Estamos saturados de imágenes de la guerra de Ucrania. Muchas son producidas por los propios ucranianos y difundidas por las redes sociales, pero la más poderosas son de origen profesional. La fotografía de conflictos nació en la guerra de Crimea (1853-1856).

EL Imperio Otomano se tambaleaba y Rusia, con la justificación de proteger a los cristianos ortodoxos, se expandía por el vacío dejado por los turcos. Las potencias occidentales no podían consentirlo. Cuando Moscú ocupa los principados de Danubio, Francia, Gran Bretaña y Piamonte se alían con el sultán y montan una expedición para conquistar Crimea. Los aliados sufren enfermedades y reveses militares y la guerra se hace impopular en Europa. El corresponsal de The Times William Howard Rusell lo cuenta, sin educorar la realidad, de modo que la guerra se hace todavía más impopular en Londres. Entonces el Príncipe Alberto encarga a su amigo Roger Fenton que vaya a fotografiar la guerra. Le pone como condición no mostrar soldados británicos muertos.

Fenton es el primer reportero «empotrado», esto es, encuadrado en una unidad militar, que facilita y condiciona su trabajo.

Se dedica, sobre todo, a fotografiar posando a los militares en sus actividades cotidianas. Fotografiar combates era imposible, con tiempos de exposición de varios minutos. Pero produce la imagen icónica, que abre esta entrada. En la batalla de Balaclava se produce el desastre de la carga de la Brigada Ligera. Teneyson cantó el hecho en un famoso poema. La carnicería fue tal, que el lugar comezó a llamarse «El Valle de la Sombra de la Muerte». La imagen de Fenton muestra los restos de los proyectiles de la artillería rusa, que masacraron a los británicos. No hay un solo muerto, pero el fantasma de la muerte aletea en medio de la desolación.

Mis amigos y antiguos compañeros de TVE, en el frente. Felidades y gracias por vuestro trabajo.

Armas para la guerra


Uno de los dos aviones del Ejército del Aire con el primer envío directo de armamento por parte de España a Ucrania despega este viernes de la base aérea de Los Llanos (Albacete).Manu (EFE)

La Carta de Naciones Unidas renoce a un país agredido el derecho a una autodefensa proporcionada, hasta que el Consejo de Seguridad pueda detener la agresión. Una guerra de agresión es un crimen contra la paz. La asistencia al agredido es, pues, legítima, sin por ello dejar de explorar soluciones diplomáticas.

Lo cierto es que EEUU ha armado en los últimos años a Ucrania con armamento ofensivo, por valor de 2.500 millones de dólares, armas que Kiev utilizó para reconquistar parte del Donbás, justficación para Rusia de su ataque.

En la situación actual armar a Ucrania es legítimo y lo están haciendo muchos estados europeos, que entienden que es el momento de parar a Putin. Además, la UE ha puesto a disposición de sus socios un fondo de 450 millones de euros para financiar las armas con destino a Ucrania. Es un paso de enorme importancia, que covierte a la UE en una potencia geoestratégica. Poca importancia tiene enviarlas directamente o a través de la UE porque en definitiva se va a utilizar esa financiación y los menismos de coordinación europeos.

Conviene volver la vista a la Historia. En España durante la Guerra Civil, desde los primeros días Franco tuvo el armamento alemá e italiano más moderno. Mientras, Francia y el Reino Unido montaron el Comité de No Intervención, que, con la esperanza de no extender la guerra y no incendiar Europa negó al legítimo gobierno repúblicano las armas que necesitaba para defenderse.

Los ucranianos primero


Una familia en la frontera polaco-ucraniana en Medyka, sureste de Polonia, huye de la invasión rusa a su país. | EFE

Eso les decían a los estudiantes africanos y asiáticos que querín subir a un tren o un autobús para huir de Ucrania. Por cierto, que por este episodio hemos sabido que en el país había hasta 15.000 estudiantes extranjeros, lo que revela universidades de calidad y de precio asequible, herencia de la URSS y un sistema flexible de visados.

Esa discriminación va aplicarla también la UE, que activa su Directiva de acogida temporal, mientras cierra la puerta a los que huyen de otros conflictos, iguales o peores, y los confina en cárceles a cielo abierto, como Lesbos. Muchos ucranianos serán acogidos por parientes y amigos. El corrimiento de las fronteras separaró a las familias, pero muchas mantuvieron sus lazos. Además, tres millones de ucranianos emigraron a Europa en la última década,

Hay refugiados de primera (blancos, europeos, rubios, cristianos, «de los nuestros») y de segunda (negros o marrones, no cristianos, no europeos «los otros»). Que conste que me parece muy bien que se activen todas las ayudas para los ucranianos, pero me indigna que se trate como animales a los no europeos. Ayer mismo, hemos visto como la policía apaleaba a un subsahariano que caía de la valla de Melilla con los brazos en alto. España tiene pendientes de resover más de 50.000 solicitudes de asilo. No se pueden poner por encima los expedientes de los ucranianos y olvidarse de los que llevan esperando muchos meses y hasta años.

El corrimiento de las fronteras europeas y la Guerra de Ucrania


Fuente: Historia de Mundo Contemporáneo

Estos días oímos en las noticias hablar de la ciudad de Leopolis, e incluso he oído que está a un centenar de kilómetros de Lviv… Leopolis, Lemberg, Lvov, Lwów… son la misma ciudad. Entre 1914 y 1945 cambió de nombre y soberanía, nada menos que 8 veces.

Ucrania (su etimología eslava lo indica) es tierra de frontera entre grandes imperios: ruso, alemán, austrohúngaro.

Con cada conflicto, las fronteras cambiaron, pero el mayor cambio se podujo al final de la II Guerra Mundial. Stalin impuso un corrimiento de las fronteras de Centro Europa hacia el este. Alemania tuvo que renunciar a la Prusia Oriental y a Silesia en favor de Polonia, fijándose la frontera en la línea de los ríos Oder-Neisse y a cambio Polonia cedió territorio del este a la URSS, fijádose la frontera en la línea Curzon.

Los nuevos territorios ganado por la URSS se integraron los del norte en Ltuania y Bielorrusia; los del sur en Ucrania. Bien entendido que, aunque la Constitución de la URSS reconocía el derecho de autodeterminación de las repúblicas (lo que con el tiempo daría lugar a la disolución de la entidad soviética), a efectos políticos carecían de cualquier autonomía. El caso es que en Ucrania se integró Galitza, una región con una historia de pertenencia Polonia y Austria-Hungría, gran población judía y rito católico-ortodoxo (uniata), más agrícola que industrial.

Al este se encuentra la Novorrosia (la Nueva Rusia) el espacio que los zares conquistaron al Janato de Crimea en 1774, un región de lengua predominante rusa e industrial, rito ortodoxo (de obediencia al Patriarca de Moscú) donde se encuentra la cuenca de Donbás, una zona de minas de carbón, lo que propició la instalación de industria siderúrgica.

Con la independencia de Ucrania, el oeste que mira hacia la UE va ganando peso y lo pierden los territorios del este. Cuando la revolución del Maidán, de 2014, se resuelve con la caída del prorruso Yanukovich. Putin no solo invade Crimea, sin que Kiev puede reaccionar, sino que alienta la secesión de las llamadas repúblicas populares de Luganks y Donekts , en el Donbás. Estalla un guerra localizada en esa región, que hasta ahora ha dejado 14.000 muertos y que ha desembocado en la invasión de Ucrania.

FUENTE: Rafael Poch «Reventando el polvorín ucraniano» CTX, 2-02-22.

LECTURA RECOMENDADA: «Calle Oeste-Este» (Anagrama) de Philippe Sands, uno de los grandes abogados de derechos humanos, una indagación sobre el Holocausto y la incorporación al Derecho Internacional de los delitos de genocidio y crímenes contra la humanidad. Su marco geográfico es Galitza

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