Destrucción Mutua Asegurada


Alcance misiles rusos, Fuente The Economist

MAD, loco en inglés, es también el acrónimo de «Mutual Assured Destruction», Destrucción Mutua Asegurada, el principio tácito que rigió la Guerra Fría y que evitó que se convirtiera en caliente. Ninguna potencia nuclear podía iniciar un ataque atómico, porque sería respondido y las potencias se destruirían.

Como la guerra directa entre la URSS y EEUU era imposible, las dos potencias libraron una serie de guerras indirectas a través de aliados y países o movimientos afines (por ejemplo, Vietnam, Angola) devastadoras para los pueblos implicados.

Se intentó por ambas partes romper el equilibrio del terror. Reagan lanzó su idea de guerra de las Galaxias, teóricamente un programa para neutralizar los misiles rusos desde el espacio, para lo que no existía en aquel momento la capacidad tecnológica y que fue sobre todo una campaña de propaganda. Más dañino fue para la URSS la instalación de misiles de crucero de alcance medio en los países europeos, de modo que el tiempo de respuesta soviético se reducía drásticamente.

Con la disolución de la URSS se construye un sistema de seguridad con control y limitación de todas las armas atómicas. Mientras Putin renovaba sus arsenales- asegura que tiene misiles hipersónicos indetectables- su amigo Trump dejó caducar estos acuerdos.

El 24 de febrero, el día que empezó la guerra, Putin advirtió que cualquiera que se opusiera se enfrentaría a graves consecuencias, lo que se interpretó como la amenaza de usar armas nucleares. El 27, después de la adopción de duras saciones, dijo que su país estaba en peligro y ordenó a los máximos responsables militares, poner sus fuerzas de disuasión en alerta. Ignoro que significado práctico tiene eso en las fuerzas nucleares rusas, pero no parece lógico que si está dispuesto a usar armas nucleares lo anuncie con antelación, ¿una bravata hacia fuera y propagada hacia dentro?

Todo es LOCO. ¿Necesitamos otra vez acogernos a la doctrina MAD? Os dejo el vídeo del trailer de ¿Teléfono Rojo? Volando hacia Moscú, del genial Kubrick.

FUENTE. THE ECONOMIST Vladimir Putin’s nuclear threat shows how much is going wrong for him in Ukraine.

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¿Hasta dónde llegará Putin?


¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el antiguo espía, eldefensor de la religión, la Santa Rusia, la familia y los valores tradicionales, el financiador de las ultraderechas europeas en su proceso de reconstruir el imperio de los zares?

Ucrania parece haber sido una presa fácil. No creo que las tropas rusas se queden mucho. Instalarán un gobierno títere en Kiev y se retirarán. Es más barato y más seguro.

Putin tiene razones, pero no tiene razón. Hitler también tenía razones (la humillación a Alemania en Versalles, pero no tenía razón (no había ningún genocidio contra los alemanes que vivían fuera de las fronteras del Reich, como no lo hay contra lo rusófilos del Donbás). La OTAN incurrió en una provocación gratuita, invitando a sumarse a Ucrania y Georgia, cuando no tenía la menor intención de hacer efectiva esa invitación. Si el ingreso se hubiera producido, hoy estaríamos en la III Guerra Mundial. Previamente, en Georgia, Putin ya le tomó medidas a la OTAN y pudo constatar que Occidente no entararía en guerra por estas repúblicas exsoviéticas.

Veremos a ver cómo funcionan las sanciones, que no tuvieron ningún efecto cuando la anexión de Ucrania. Me parece un signo de debilidad que no se haya excluido a Rusia del sistema SWIFT de intercambio de información bancaria.

Con los argumentos que ha manejado Putin podría justificar la invasión de las repúblicas bálticas, que no tratan especialmente bien a lo rusos y formaron parte de URSS o a Finlandia, que formó parte del Imperio ruso.

Los responsables europeos y norteamericanos insisten en que esta guerra no le saldrá gratis a Putin. Me gustaría verle en en en el banquillo del Tribunal Penal Internacional, como Miloseviv lo estuvo en el Tribunal de Crímenes de la antigua Yugoslavia. Para eso la situación económica tendría que deteriorarse mucho en Rusia, de modo que se produjera un levantamiento popular. Hoy algo altamente improbable.

Conflicto de Ucrania: la visión tranquilizadora de Javier Solana


Solana en el coloqio

Europa En Suma mantuvo el lunes vía zoom un interesante coloquio con Javier Solana. El ex secretario general de la OTAN ve la sitación como un conflicto con múltiples capas, de las que las económicas no son las menos importantes, un conflicto que solo se puede deasarmar con una diplomacia paciente, como se desarma una bomba de relojería. No se puede resolver con una única acción ni diplomática ni militar de ninguna de las partes. Ucrania lleva años en la mesa diplomática y puede seguir siendo un punto de fricción con Rusia durante años.

Pantalla de zoom de los participntes en el coloquio

Solana insistió en los costes militares y económicos que para Rusia supondría la ocupación de Ucrania. Reconoció que no sabemos si ha habido algún acuerdo entre Putin y Xi, del tipo «mientras tú enredas a EE.UU en Ucrania, yo ocupo Taiwan», lo que parece improbable -es mi opinión- por sus consecuencias desestabilizadoras y por la importancia que para China tiene la economía europea.

Lo cierto es que esa invasión, que según los servicio secretos estadounidenses iba a tener lugar el día 16 de febrero no se ha producido y aunque «los tanques rusos no teman al barro», a la terrible raspútitsa, que puede dominar las estepas, en cuanto la primavera venza al invierno la estepa será intransitable, así que para Putin la ventana ideal para la invasión se está estrechando,

Solana reconoció que el principio soberano de que en un estado puede integrarse en la alianza que quiera está limitado por los legítimos interese de sus vecinos. Dio a entender que Ucrania o Georgia no entrarán nunca en la OTAN.

Solana descartó paralelismos con la crisis de los misiles. En mi opinión, puede terminar como aquella, con concesiones casi secretas por ambas partes. Rusia retiró los misiles de Cuba («Nikita, mariquita, lo que se da no se quita», cantaban los cubanos por las calles de La Habana). Y casi de tapadillo Washington retiró sus misiles de Turquía.

Ahora Putin parece comenzar una desescalada con la retirada de algunas tropas. Son retiradas tácticas, la entrega de algunos peones para consolidar posiciones esenciales , en primer lugar Crimea y en segundo lugar el Donbass. Ahora con todos los ojos puestos en el conflicto, Kiev no puede plantearse reconquistas militares y tendrá que terminar por reconocer una amplia autonomía para los territorio rusófilos del Donbass.

Rusia puede conseguir concesiones norteamericanas en materia de desarme.

No a la guerra


Rusia ha desplazado tropas aBielorrusia para realizar mniobras muy cerca de la frontera con Ucrania

«No a la guerra «era el grito que resonaba en nuestras calles, cuando el trío de las Azores decidió invadir Irak en una guerra estúpida, alegando unas inexistentes armas de destrucción masiva.

Al margen que el rechazo a la guerra deba de ser una actitud firme en cualquier persona de bien, ahora la situación es distinta y no distante (Calvo Sotelo, para no mojarse en el apoyo a ninguno de los dos contendientes en la Guerra de las Malvinas, dijo que era un conflicto distinto y distante).

Distinto. La crisis de Ucrania no es un conflicto elegido, como lo fue Irak. Al menos, no lo ha sido en esta última fase, por mucho que para llegar a este punto hayamos pasado por muchos errores estratégicos y actitudes ofensivas de EE.UU y la OTAN.

Y no distante. El conflicto está en el corazón de Europa. La relación de España, también es distinta, pues pertenecemos a la OTAN después de muchas vicisitudes (el engañoso lema socialista «OTAN, de entrada no», referendum afirmativo ganado por Felipe González). El caso es que pertenecemos a una alianza militar en el centro del conflicto y no podemos mirar para otro lado. Este es un conflicto europeo y aquel nos parecía muy lejano, aunque terminara salpicándonos con bajas militares y atentados en las grandes ciudades europeas.

El error de base ha sido pensar que autodisuelta la URSS, Rusia había dejado de ser una gran potencia, que iba a plegarse a los designios de Estados Unidos.

Ciertamente ningún tratado vinculante prohibía la expansión de la OTAN, pero era de sentido común que una gran potencia sin fronteras naturales, sin más defensas que su profundidad estratégica, iba aceptar que una alianza militar se asentara en sus fronteras. Por no hablar de los lazos históricos (veáse el texto de Orlando Figes).

Lo que sí es vinculante es el Memorandum de Budapest de 1994. Ucrania se sumó al Tratado de No Proliferación Nuclear y entregaba sus armas nucleares a Rusia. A cambio, las potencias nucleares (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China) garantizaban su independencia e integridad. Acuerdo violado por Rusia cuando, aprovechando el caos de la revolución del Maidán ocupó con fuerzas no identificadas Crimea y luego orquestó un referendum de adhesión y alentó el separatismo de los territorio rusoparlantes del Donbass, con la consecuencia de una guerra que ha dejado desde 2014 miles de muertos.

¿Dónde estamos?

  • Rusia ha realizado un enorme despligue militar en la frontera de Ucrania y en Bielorrusia. Tiene tropas suficientes para llegar a Kiev, aunque estratégicamente podría tener más sentido establecer un corredor que uniera los territorios separatistas del Donbass con Crimea.
  • Ucrania se está rearmando. Parece difícil que pudiera resistir una ofensiva en regla, pero las guerras se sabe como empiezan, pero no como acaban.

En esencia, lo que Rusia exige es que la OTAN no admita a Ucrania ni a ningún otro país ex soviético. Volver a la división del mundo de Postdam. Estados Unidos y la OTAN ya han rechazado esta exigencia. Hay mucha hipocresia y propaganda por ambas partes. La OTAN hasta aquí, no ha tenido una intención genuina de incluir a Ucrania. Una solución podría ser un estatus de neutralidad, como los de Finlandia o Suecia.

¿Qué pretende Putin? Esa es la gran pregunta. Seguramente juega de farol, por el momento los medios rusos no han preparado a la población para la guerra (The Economist), aunque la propaganda contra Ucrania y Occidente es constante. Como dijo el Inspector de la Marina Alemana, quiere ganar respeto para si y para Rusia. No puede permitirse que regresen a casa los cadáveres de los reclutas ni tampoco soportar las consecuencias de unas sanciones radicales, ni dejar de percibir los ingresos si cierra el grifo del gas a los europeos.

Aparentemente China apoya a Rusia, pero una guerra deterioraría sus intereses en Europa (José María Lasalle), por no hablar de la rivalidad histórica de las dos grandes potencias (Paco Audije)

¿Cómo se puede parar el conflicto?

  • Desescalando. Por parte de la OTAN deteniendo las movilizaciones. Por parte de Rusia siendo transparente en sus movilizaciones.
  • Reactivando la diplomacia, en concreto el Cuarteto de Normandía para detener la guerra en el Donbass.
  • A medio plazo, reeditando un foro de seguridad europeo, como fue la Conferencia de Helsinki de 1975.
  • Reactivando las negociaciones de desarme. Ahí el problema es que EE.UU exige que China se someta a las mismas limitaciones.

Crucemos los dedos para que la irresponsabilidad de unos y otros no nos conduzca a la catástrofe. Un consejo. Pongamos en solfa cualquier información en teoría proveniente de los servicios secretos de ambos bandos, así como la propaganda de la rusa RT.

Fuentes

Crisis de Ucrania: ¿hacia el enfriamiento?

Cómo la guerra con Georgia marcó el regreso de una Rusia más agresiva a nivel mundial hace 10 años

El conflicto OTAN/Rusia: una perspectiva europea

El hijo de Biden, director en la mayor empresa privada de gas de Ucrania

Cómo empiezan las guerras

La invasión de Ucrania

Documentos propuestos por Rusia

En el conflicto con Ucrania, Moscú se aferra a las coartadas del pasado

Rusia busca la gradeza de la Unión Soviética.

Ucrania y la trampa de Tucídides

Rusia-China: oscilaciones asimétricas, intereses y viejos rencores

Documentos de respuesta a Rusia de la OTAN y EE.UU

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