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«No a la guerra «era el grito que resonaba en nuestras calles, cuando el trío de las Azores decidió invadir Irak en una guerra estúpida, alegando unas inexistentes armas de destrucción masiva.
Al margen que el rechazo a la guerra deba de ser una actitud firme en cualquier persona de bien, ahora la situación es distinta y no distante (Calvo Sotelo, para no mojarse en el apoyo a ninguno de los dos contendientes en la Guerra de las Malvinas, dijo que era un conflicto distinto y distante).
Distinto. La crisis de Ucrania no es un conflicto elegido, como lo fue Irak. Al menos, no lo ha sido en esta última fase, por mucho que para llegar a este punto hayamos pasado por muchos errores estratégicos y actitudes ofensivas de EE.UU y la OTAN.
Y no distante. El conflicto está en el corazón de Europa. La relación de España, también es distinta, pues pertenecemos a la OTAN después de muchas vicisitudes (el engañoso lema socialista «OTAN, de entrada no», referendum afirmativo ganado por Felipe González). El caso es que pertenecemos a una alianza militar en el centro del conflicto y no podemos mirar para otro lado. Este es un conflicto europeo y aquel nos parecía muy lejano, aunque terminara salpicándonos con bajas militares y atentados en las grandes ciudades europeas.
El error de base ha sido pensar que autodisuelta la URSS, Rusia había dejado de ser una gran potencia, que iba a plegarse a los designios de Estados Unidos.
Ciertamente ningún tratado vinculante prohibía la expansión de la OTAN, pero era de sentido común que una gran potencia sin fronteras naturales, sin más defensas que su profundidad estratégica, iba aceptar que una alianza militar se asentara en sus fronteras. Por no hablar de los lazos históricos (veáse el texto de Orlando Figes).
Lo que sí es vinculante es el Memorandum de Budapest de 1994. Ucrania se sumó al Tratado de No Proliferación Nuclear y entregaba sus armas nucleares a Rusia. A cambio, las potencias nucleares (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China) garantizaban su independencia e integridad. Acuerdo violado por Rusia cuando, aprovechando el caos de la revolución del Maidán ocupó con fuerzas no identificadas Crimea y luego orquestó un referendum de adhesión y alentó el separatismo de los territorio rusoparlantes del Donbass, con la consecuencia de una guerra que ha dejado desde 2014 miles de muertos.
¿Dónde estamos?
- Rusia ha realizado un enorme despligue militar en la frontera de Ucrania y en Bielorrusia. Tiene tropas suficientes para llegar a Kiev, aunque estratégicamente podría tener más sentido establecer un corredor que uniera los territorios separatistas del Donbass con Crimea.
- Ucrania se está rearmando. Parece difícil que pudiera resistir una ofensiva en regla, pero las guerras se sabe como empiezan, pero no como acaban.
En esencia, lo que Rusia exige es que la OTAN no admita a Ucrania ni a ningún otro país ex soviético. Volver a la división del mundo de Postdam. Estados Unidos y la OTAN ya han rechazado esta exigencia. Hay mucha hipocresia y propaganda por ambas partes. La OTAN hasta aquí, no ha tenido una intención genuina de incluir a Ucrania. Una solución podría ser un estatus de neutralidad, como los de Finlandia o Suecia.
¿Qué pretende Putin? Esa es la gran pregunta. Seguramente juega de farol, por el momento los medios rusos no han preparado a la población para la guerra (The Economist), aunque la propaganda contra Ucrania y Occidente es constante. Como dijo el Inspector de la Marina Alemana, quiere ganar respeto para si y para Rusia. No puede permitirse que regresen a casa los cadáveres de los reclutas ni tampoco soportar las consecuencias de unas sanciones radicales, ni dejar de percibir los ingresos si cierra el grifo del gas a los europeos.
Aparentemente China apoya a Rusia, pero una guerra deterioraría sus intereses en Europa (José María Lasalle), por no hablar de la rivalidad histórica de las dos grandes potencias (Paco Audije)
¿Cómo se puede parar el conflicto?
- Desescalando. Por parte de la OTAN deteniendo las movilizaciones. Por parte de Rusia siendo transparente en sus movilizaciones.
- Reactivando la diplomacia, en concreto el Cuarteto de Normandía para detener la guerra en el Donbass.
- A medio plazo, reeditando un foro de seguridad europeo, como fue la Conferencia de Helsinki de 1975.
- Reactivando las negociaciones de desarme. Ahí el problema es que EE.UU exige que China se someta a las mismas limitaciones.
Crucemos los dedos para que la irresponsabilidad de unos y otros no nos conduzca a la catástrofe. Un consejo. Pongamos en solfa cualquier información en teoría proveniente de los servicios secretos de ambos bandos, así como la propaganda de la rusa RT.
Fuentes
Crisis de Ucrania: ¿hacia el enfriamiento?
Cómo la guerra con Georgia marcó el regreso de una Rusia más agresiva a nivel mundial hace 10 años
El conflicto OTAN/Rusia: una perspectiva europea
El hijo de Biden, director en la mayor empresa privada de gas de Ucrania
Documentos propuestos por Rusia
En el conflicto con Ucrania, Moscú se aferra a las coartadas del pasado
Rusia busca la gradeza de la Unión Soviética.
Ucrania y la trampa de Tucídides
Rusia-China: oscilaciones asimétricas, intereses y viejos rencores
lunes, 07 Feb 22 a las 9:32 pm
La revolución del Maidán fue inducida, como los cambios de régimen de la ‘primavera árabe’ en Túnez, Egipto y Libia, por EEUU y sus aliados, la OTAN incluida. Putin se cobró Crimea a cambio del derribo del régimen prorruso de Ucrania en 2014, para él una traición de EEUU a los acuerdos de 1989, tras la caída del muro de Berlín, de no ampliar la OTAN a los países ex soviéticos de Europa del Este. Y antes, en 2011, EEUU ya había intentado liquidar el régimen de El Assad en Siria, también amigo de Rusia y enemigo de Israel, provocando una guerra de ocho años que ha sido una verdadera catástrofe humanitaria.
Ahora, que EEUU se acaba de retirar de Afganistán, de repente alerta a la comunidad internacional de una supuesta amenza de Rusia a Ucrania cuando en su zona este, el Donbass, llevan ocho años de guerra civil. Suena a que quieren reemplazar el negocio armamentista finiquitado en Afganistán con Europa del Este, donde están vendiendo, junto al Reino Unido y otros países europeos entre los que no me extrañaría que estuviese España, todo tipo de armas, municiones y equipamiento militar vía préstamos y ayudas que terminaremos pagando todos. Además, la tensión geopolítica ha reavivado los mercados energéticos y los especuladores financieros están haciendo millones en un día comprando y vendiendo barcos de GNL, acciones de fabricantes de aviones y drones, y demás mercancías susceptibles de especular con ellas. El circo militar terminará para la primavera y nos habrán subido varios puntos la inflación. Pero peor estarán los pobres estados del este de Europa, que se habrán endeudado todavía más para pagar un armamento que solo servirá para que EEUU y los demás vendedores hagan caja.
España está entre los diez mayores vendedores de armamento mundiales, el negocio no está distante. Ésa es la principal razón del clima de alarmismo que los medios han creado en España sobre la crisis ucraniana, porque no hay ningún tratado que obligue a España a defender a Ucrania de una hipotética agresión rusa, ya que Ucrania no es miembro de la OTAN.
Creo que la sangre no correrá por el campo de Ucrania porque ni Ucrania ni la Unión Europea van a permitir que Rusia y EEUU jueguen a la guerra en su propia casa. Lo que EEUU busca con este paripé, en mi opinión, es hacernos gastar un montón de miles de millones de euros en armamento a los europeos y así levantar la maltrecha economía militar norteamericana tras los fracasos en Siria y Afganistán.
Pero podría estar equivocado…
martes, 08 Feb 22 a las 11:00 am
Anselmo, gracias por tu atinado comentario.Comparto en gran parte tus reflexiones, pero no que las revolucions de colores o la primavera árabe sea una conspiración norteamericana para expulsar a Moscú de sus áreas de influencia. Esos estallidos son espontáneos, fruto del hartazgo de las poblaciones. A partir de ahí, todos manipulam para sacar el mayor rédito económico y estratégico.
martes, 08 Feb 22 a las 1:32 am
Gracias Rafa por iluminarnos un poco ¡Qué lio!!
El 07/02/2022 a las 18:47, Periodismo Global: la otra mirada escribió:
> WordPress.com
> rafaeldiazarias posted: » Rusia ha desplazado tropas aBielorrusia para
> realizar mniobras muy cerca de la frontera con Ucrania «No a la guerra
> «era el grito que resonaba en nuestras calles, cuando el trío de las
> Azores decidió invadir Irak en una guerra estúpida, alegando unas »
>
viernes, 25 Feb 22 a las 6:23 pm
[…] Putin tiene razones, pero no tiene razón. Hitler también tenía razones (la humillación a Alemania en Versalles, pero no tenía razón (no había ningún genocidio contra los alemanes que vivían fuera de las fronteras del Reich, como no lo hay contra lo rusófilos del Donbás). La OTAN incurrió en una provocación gratuita, invitando a sumarse a Ucrania y Georgia, cuando no tenía la menor intención de hacer efectiva esa invitación. Si el ingreso se hubiera producido, hoy estaríamos en la III Guerra Mundial. Previamente, en Georgia, Putin ya le tomó medidas a la OTAN y pudo constatar que Occidente no entararía en guerra por estas repúblicas exsoviéticas. […]