Frágil acuerdo en Le Monde


El viernes 25 los accionistas internos y externos del Grupo Le Monde votaron por unanimidad a Eric Fottorino como director general del Grupo. ¿Pone fin este acuerdo a la crisis a la que ya me he referido en Periodismo Global?.

Recordemos que el Grupo Le Monde se encontraba descabezado en medio de un conflicto por la ampliación de capital que enfrentaba a los accionistas internos y externos. En medio de luchas intestinas la cuestión clave era si la Sociedad de Redactores y el resto de las sociedades de empleados iban a permitir una ampliación de capital por parte de Lagardére, Prisa y la Stampa, que lograrían, de este modo, el control accionarial.

Si nos atenemos al acuerdo por unanimidad sobre el nuevo director general parecería que la crisis ha sido superada. A esta conclusión llegaremos si leemos la propia versión de Le Monde. Pero a esa unanimidad se llegó en medio de un verdadero psicodrama y con un conjunto de condiciones puestas por unos y otros que indican que la tensión continuará durante los próximos meses.

En primer lugar, los accionistas externos exigieron la cabeza del presidente de la Sociedad de Redactores, Jean-Michel Dumay, el principal enemigo de una ampliación de capital que dé a Lagardére-Prisa el control del Grupo. Así Dumay, en medio de fuertes presiones, se comprometió a marcharse el 31 de marzo, coincidiendo con la salida del consejo de supervisión de Alain Minc, el ideólogo de la adaptación de Le Monde a los vientos neoliberales. La Sociedad de Redactores (que previamente había dado su apoyo a Fottorino, al igual que el resto de las sociedades de empleados) y sobre todo su presidente sacrificado se dicen hoy traicionados.

Hay más condiciones. Que Fottorino tome como adjunto a un gestor. Y que una comisión estudie la ampliación de capital. Fottorino, por su parte, anuncia un plan de relanzamiento, como prometió a los empleados.

Los partidarios de la ampliación se han apuntado la baza de eliminar a Dumay. Fottorino hace equilibrios entre el relanzamiento y la amplicación de capital. En estas condiciones la paz interna parece lejana. Las espadas sigue en alto.

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Las trampas de la supresión de la publicidad en la televisión francesa


Como era de esperar, el globo sonda lanzado por Sarkozy ha tenido consecuencias y reacciones. Mi amigo Paco Audije, francófono y ex corresponsal en París, me pone en alerta.

Consecuencias, la subida de las acciones de las dos grandes beneficiadas, TF1 y M6, revalorizadas, la primera (propiedad de Martin Bouygues, uno de los grandes amigos del presidente) casi un 10%, y la segunda más del 4%.

Reacciones de sorpresa de la propia ministra de Cultura y Comunicación, Christine Albanel, y de la dirección de France Télevisions, que pide precisiones. Da la impresión de que, una vez más, es una decisión tomada por Sarkozy sin contar con su gabinete.

Y reacciones de movilización del personal de las televisiones francesas que temen que no se trate más de que de una maniobra para privatizar, o al menos jibarizar, la televisión pública. Los sindicatos desconfian que la anunciada nueva tasa pueda cubrir los 800 millones de euros anuales de ingresos publicitarios. Por de pronto, irían al paro los 300 gestores publicitarios. La ministra dice que está fuera de cuestion la privatización, pero hay que revisar los «cahier de charges» (lo que en España será el contrato programa): «más cultura, más creación más deporte… popular y de calidad sin hacer Arte; pero, atención, aún sin publicidad no se pueden perder de vista los objetivos de audiencia».

Para colmo de contradicciones, mientras se anuncia la desaparición de la publicidad de las pantallas públicas, la ministra y la dirección de Radio France intentan introducir los anuncios de marca en la radio pública, para paliar la reducción de los ingresos provenientes de la publicidad institucional. Los sindicatos ya han lanzado una iniciativa en contra.

Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero creo que vale la pena seguir pensando en fuentes de financiación alternativas que permitieran liberar a las televisiones públicas de la publicidad.

(Por cierto que revisando Libération encuentro que Prisa y Lagardére quieren ampliar su participación accionarial en Le Monde, en plena crisis. La noticia ya fue publicada ayer 9 por El País, pero no se mencionaba que fuera una acción concertada con Lagardére, el gran grupo industrial con intereses en los medios, el sector aeronaútico y el armamento. Habrá que estar atentos a la reacción de la Sociedad de Redactores de Le Monde)

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