EFE-RTVE ¿tiene sentido una fusión?


La unión de EFE y RTVE en un único organismo sería una buena base para un nuevo servicio público multimedia, pero EFE correría el riesgo de perder su liderazgo su identidad como agencia internacional.

¿ Fusión o absorción?

En la entrada dedicada a analizar las propuestas del PP para la radiotelevisión pública, que juzgo un programa de ataque en toda regla al servicio público, no comenté la posible fusión entre EFE y RTVE. En sus declaraciones González Pons no avanzó más el sentido de esta medida, pero está claro que estaría en la línea de ahorrar por la vía de supuestas sinergias.

De entrada, me parece una barbaridad. No existe ninguna gran agencia internacional que sea parte de un organismo o empresa de radiotelevisión. Todas las grandes agencias y señaladamente los gigantes Reuters y AP tienen potentes divisiones de televisión, dedicadas a la captación  de imágenes y sonidos en todo el mundo, pero no son televisiones ni forman parte de una corporación cuya objetivo sea la emisión de programas.

A lo largo de su historia, EFE y RTVE han explorado sus posibilidades de colaboración. La mayoría de las veces estas aproximaciones han quedado en nada. EFE ha visto más a RTVE como una especie de mirlo blanco del que obtener recursos, que como un verdadero socio informativo. En este momento existe un acuerdo para compartir edificios, que ha supuesto que EFE se traslade en Barcelona a la sede de RNE en la calle Boronat. También se ha hecho algún intento reciente de aprovechar la red de corresponsales de EFE con algunas conexiones bastante cutres por videoconferencia.

Más allá de la capacidad de sus directivos para lograr acuerdos mutuamente beneficiosos, la realidad es que la colaboración no es fácil porque las misiones de ambos organismos son distintas y la lógica informativa de su trabajo también.

Visto desde el punto de vista de su peso y recursos, más que de fusión tendríamos que hablar de absorción de EFE por RTVE. Los trabajadores de la agencia temen que ese proceso terminara por significar la pérdida de identidad como agencia y sin mencionar a la posible absorción han lanzado un manifiesto en el que el Comité de Empresa y el Consejo de Redacción de EFE piden independencia y dotación suficiente para cumplir con su misión de servicio público (que por cierto, incluye una hoja de firmas que no sé a donde habría que enviar).

Medios Públicos de España

Pese a todas estas objeciones una fusión podría tener sentido si se trata de crear un servicio público multimedia, y no simplemente recortar presupuestos.

En toda Europa se intenta construir los Public System Media que sustituyan a los tradicionales Public System Broadcasting, esto es, pasar de canales de radio y televisión para audiencias masivas a producir información audiovisual fiable y de calidad, accesible gratuitamente para todos los públicos mediante los canales tradicionales y las nuevas plataformas de publicación interactiva. Lo que cuenta, por tanto, no es lograr el liderazgo de la audiencia en el prime time sino servir una información socialmente relevante al mayor número de ciudadanos, conforme sus deseos y necesidades, en el momento, en el formato y en la plataforma que elijan.

EFE, especializada en la captación de información, RTVE, dedicada al tratamiento, empaquetamiento y difusión, podrían ser una magnífica base para un hipotético organismo denominado Medios Públicos de España.

El problema es que ya no tendría mucho sentido que la agencia centrara su actividad en vender información a sus suscriptores, como hacen todas las agencias.  EFE -creo que equivocadamente- se ha alineado con aquellas agencias (AP, AFP) que han querido erigir un muro de pago en torno a su información, frente aquellas como Reuters o Europa Press que han abierto su información multimedia y compiten abiertamente con los cibermedios. (Véase mi trabajo sobre agencias abiertas y cerrada en el libro Desarrollos del periodismo en internet, editorial Comunicación Social). En esa fusión, difícilmente EFE seguiría siendo la cuarta agencia mundial porque estaría orientada a servir las necesidades de información de los ciudadanos, no a competir por investigar y conseguir información.

Sinergias de una fusión fría

Cabría una fusión fría, en la que bajo el paraguas de un mismo organismo se mantuviera la independencia de de RTVE y EFE. Desde la cúspide política de esta organización se impondrían colaboraciones y sinergias, imposibles por el acuerdo voluntario entre dos organismos independientes.

La sinergia más importante sería compartir la red de corresponsalías. Se pueden compartir oficinas allí donde ambas redes coincidan, pero no puede pensarse que en los grandes centros informativos (y los son todas las capitales donde hay corresponsalía de TVE, salvo Lisboa y Rabat) un mismo corresponsal puede trabajar para la agencia, la radio, la televisión, la página web… Se trataría, por el contrario, de crear redacciones potentes con periodistas dedicados a cada medio, pero que se apoyaran mutuamente, compartieran recursos e incluso pudieran sustituirse unos a otros. En el resto, los corresponsales de EFE serían reporteros multimedia, capaces de producir para la agencia, la radio, la televisión y la web. Evidentemente en los centros importantes de segundo nivel un solo periodista no podría abordar solo esta sobrecarga de trabajo. Como siempre, sin las cosas se hacen bien, se gana en eficacia, pero no necesariamente se gasta menos.

La otra gran sinergia sería una redacción central integrada, que procesaría toda la información y la vehicularía en las distintas plataformas. EFE se encuentra en proceso de crear una redacción multimedia. TVE no se ha planteado la integración de las redacciones de RNE y TVE. La integración de redacciones pasaría por un nuevo edificio común -ambas empresas se plantearon nuevas sedes al calor de la especulación inmobiliaria, proyectos abandonados después del pinchazo de la burbuja. Definir nuevas tareas y perfiles, reordenar horarios para un ciclo de 24 horas, coordinar la producción y la difusión es una tarea ingente. Desde luego no podría desarrollarse en unos meses ni basarse en ahorros tangibles en el siguiente ejercicio presupuestario.

Quizá todo no pase de una simple ocurrencia de campaña electoral. Pero si el proyecto va adelante no sólo tendrá que buscar solución para todos estos problemas, sino, ante todo, deberá preservar la independencia editorial y profesional de este nuevo servicio público, evitando cualquier vinculación gubernamental.

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Sentencia a favor de la integración de las redacciones de EFE


En Infotendencias Ramón Salaverría informa de la reciente sentencia de un Juzgado de lo Social de Madrid que falla contra la representación de los trabajadores de EFE en el conflicto que mantienen sobre el proceso de integración de las redacciones en la agencia.

La demanda pretendía que se reconociera que la redacción escrita, la edición sonora y el montaje audiovisual de una información se realizara por distintos periodistas. La sentencia considera que la realización de tareas multimedia está  dentro de la definición del trabajo periodístico recogida por el convenio en los siguientes términos: “recoger, elaborar, editar, seleccionar y clasificar, bajo criterios periodísticos, información de todo tipo y en cualquier soporte que pueda ser comercializado por la Agencia EFE”. En  consecuencia, falla que la integración de redacciones y funciones está dentro de las competencias del poder de dirección del empresario y no viola el art. 39 del Estatuto de los Trabajadores.

En la sentencia se considera la plena digitalización de los medios como un proceso inexorable.

Es inexorable que los periodistas usen nuevas funciones, soportes y lenguajes para realizar su misión tradicional de investigar y difundir información relevante de interés público.  Estas nuevas funciones y lenguajes enriquecen profesionalmente y abren una interacción con el público que puede revitalizar la vida democrática.

Lo que no es inexorable es el modo de llevar a cabo ese proceso. La integración de las redacciones es una tendencia muy fuerte, pero incluso en algún caso se ha dado marcha atrás por no lograr los objetivos buscados. Aceptemos que la unificación de redacciones y el periodismo multimedia es una tendencia inexorable, pero eso no quiere decir que puedan alterarse las condiciones laborales de forma unilateral.

El éxito del proceso depende de un adecuado diseño y de una buena formación. Los representantes de los trabajadores, como hizo el sindicato británico NUJ, no deben oponerse de forma numantina, sino negociar esas nuevas condiciones de trabajo:

– Formación suficiente

– Clara delimitación de funciones, con preferencia de las funciones periodísticas sobre las puramente técnicas o rutinarias

– Revisión de procedimientos, especialmente en lo referente a seguridad y salud laboral

– Limitación de la carga de trabajo

– Normas que permitan la especialización, el periodismo de investigación y en profundidad

– Compensación económica por el esfuerzo de adaptación y la superior carga de trabajo

Negociar lealmente estos puntos y otros semejantes puede ser la clave del éxito de un proceso en que todos ganen, periodistas y empresas.

CNN quiere competir con las agencias


CNN se dispone a lanzar un servicio de noticias de textos dirigido a periódicos y sitios web con  el propósito explícito de competir con las agencias y, especialmente, con el gigante AP, según el New York Times.

CNN asegura que tiene 3000 periodistas desplegados por el mundo y, que por tanto, tiene recursos para competir con las grandes organizaciones dedicadas a la captación y elaboración de información. Desde el punto de vista de CNN se trata de una manifestación más de la convergencia: editar y distribuir sus contenidos por cualquier plataforma. Para periódicos y páginas web, el servicio puede ser una alternativa barata a las agencias en tiempos de crisis. Para la agencias, el movimiento significa en palabras de Tom Curley, presidente ejecutivo de AP, que «un cliente se convierte en competidor». CNN distribuiría últimas noticias (breaking news), cometarios de sus periodistas y vídeos. Para la cobertura local de Estados Unidos, CNN piensa contratar periodistas multimedia, con una cámara y un simple portátil. Un ejemplo de lo que puede ser el servicio puede encontrarse en The CNN Wire.

Las agencias son desde hace 150 años los grandes productores de información. Pocas empresas informativas pueden competir a nivel internacional o nacional con ellas en la captación de información «en bruto». Las agencias pueden verse sólo retadas por CNN o BBC. Pero además de distribuir su información a abonados ahora pueden convertirse también en difusores directos hacia el público. Para ello tienen que convertirse en portales de información, como ha hecho Reuters, pero no otras grandes como EFE o AFP. Estoy trabajando sobre este tema y mi impresión es que las agencias que no tienen sus propios portales, esto es, que no compiten directamente con los medios de difusión, pierden una excelente oportunidad para ampliar su negocio e influencia.

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