Casi cada día, elpresidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, comparece en rueda de prensa para ir presentando a su equipo. La transión en Estados Unidos, ese período que transcurre entre la elección y la toma de posesión, es una de las cuestiones clásicas de estudio de la ciencia política en ese país. La transición tiene procedimientos bien establecidos y normalmente se hace con discrección, sin excesiva presencia pública del presidente electo. En esta estraordinaria transición, en medio de la crisis, la constitución del equipo de gobierno está teniendo gran visibilidad, en un intento de crear confianza y mostrar que a partir del 20 de enero arrancará el cambio prometido… aunque sea con personajes que, no por competentes, difícilmente pueden simbolizar el cambio dadas sus largas carreras y compromisos con el establecimiento. A ello, Obama responde «El cambio soy yo». Ya veremos…
Esta transición está teniendo su presencia en el ciberespacio en el sitio http://change.gov/, en continuidad con la propia campaña.
Internet ha sido la columan vertebral de la campaña de Obama y ha sido clave para su victoria, hasta el punto de que puede decirse que ha cambiado el modo de hacer política: captación de voluntarios a través de las redes sociales sin afiliación con la campaña, recogida de fondos de pequeñas donaciones no sometidas a limitaciones conforme a las técnicas del marketing viral, utilización de los recursos gratuitos del ciberespacio como You.Tube y una interacción continua con sus partidarios.
Esa interacción es la que parece ofrecer esa página del cambio de gobierno. Se invita a presentar ideas ante cada uno de los grandes temas de la agenda presidencial y a entrar en debate con figuras tan destacadas como el próximo Secretario de Sanidad, Tom Daschle. Tampoco falta el story telling, con la invitación a contar las historias del cambio. Con todo ello, el equipo del nuevo presidente puede recibir un feedback en una escala hasta ahora inimaginable. Eso sí, Obama se lleva de su campaña los datos de los que le apoyaron quizá con la simple compra de una camiseta, previo permiso de los interesados que habrán recibido el correspondiente mensaje. A cambio, libera de copyright el sitio de la transición y coloca todos sus materiales bajo licencia Creative Commons 3.0.
Veremos si este estilo internet 3.0 se traslada al sitio de la Casa Blanca, una página perfectamente institucional, propio de internet 1.0.
La tecnología ofrece un vehículo de interacción, pero la política supera la tecnología. Se trata de escuchar las demandas profundas de los ciudadanos y hacerlas posibles. Veremos a partir del 20 de enero si el cambio no es más que un pragmatismo postmoderno.
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