Genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad


Familias judías llevadas por los nazis a los campos de exterminio. Fuente Wikipedia

El genocidio nazi contra el pueblo judío – que este cargó de significado religioso al denominarlo Sohá o sacrificio y convirtió en justificación última para la constitución del Estado de Israel – en ese genocidio se encuentra, paradójicamente, el punto de arranque de un movimiento civilizatorio: perseguir penalmente crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio.

Estos día en España se desarrolla una estéril polémica ¿Son un genocidio las matanzas de Palestina en Gaza?

Parece como si calificar los hechos de genocidio fuera más grave que calificarlos de crímenes de lesa humanidad. Jurídicamente no lo son, pero sí ética y políticamente, como se justifica más adelante,

Los crímenes de guerra, no respetar las leyes de la guerra, por ejemplo el mal trato a los prisioneros, se desarrollan en el contexto de un conflicto bélico y tiene una regulación que viene del siglo XIX.

Después de la II Guerra Mundial, los juicios de Nüremberg y Tokio pusieron de manifiesto que los crímenes cometidos por la Alemania nazi y el Japón imperial sobrepasaban el concepto de crímenes de guerra. En su jurisprudencia aparece por primera vez el concepto de crímenes contra la humanidad, ataques sistemáticos contra la población civil como asesinatos, exterminio, torturas, deportación… La clave de este concepto es que, aunque estos ataques se produzcan contra un grupo concreto, afectan a toda la humanidad (lesa humanidad).El gran impulsor de este tipo penal fue el jurista judío Hersch Lauterpacht.

Los crímenes contra la humanidad se han tipificado internacionalmente en la Convención sobre su impreciptibilidad de 1968 y en la Carta de Roma de 1998 que creó el Tribunal Penal Internacional. También está tipificado en muchos derechos nacionales. En España, art. 607 bis.1 del Código Penal.

Simultáneamente se va asentando el concepto de genocidio propuesto por otro jurista judío, Raphael Lemkin. Los hechos pueden ser los mismos, pero la finalidad es exterminar a un grupo humano por razones raciales, políticas o religiosas. Lauterpacht era receloso de esta definición porque, aparte de la dificultad de prueba, pensaba que restaba importancia a los crímenes de lesa humanidad que van contra toda la humanidad (lesa) mientras que el genocidio solo afecta a un grupo. Así lo relata Phillips Sand en su excelente «Calle Este-Calle Oeste».

El genocidio se tipificó internacionalmente tempranamente en la Convención de 1948 y más recientemente en la Carta de Roma de 1998. El Tribunal Penal Internacional es el competente para juzgar este delito. En España está tipificado en el art. 607 del Código Penal.

España admitía la jurisdicción penal internacional en los casos de genocidio y crímenes de lesa humanidad -lo que permitió desarrollar una acción internacional y la detención de Pinochet en Londres-, pero el gobierno Rajoy la eliminó para no proceder contra dirigentes chinos; ahora la fiscalía ha puesto en marcha un procedimiento por haber en Gaza víctimas españolas.

Jurídicamente, los crímenes de genocidio y de lesa humanidad son igualmente graves. En el genocidio hace falta el plus de probar ante el Tribunal Penal Internacional el dolo específico de pretender exterminar a un grupo humano.

La Comisión de la ONU ha concluído que se dan en Gaza 4 de los 5 de los hechos necesarios para considerar que se está desarrollando un genocidio y no una campaña militar: “las autoridades israelíes y las fuerzas de seguridad israelíes cometieron cuatro de los cinco actos genocidas” matar, causar daños graves físicos o mentales, infligir deliberadamente condiciones para provocar la destrucción de los palestinos en su totalidad o en parte, e imponer medidas para impedir nacimientos.

Las declaraciones de la autoridades israelíes no dejan lugar a dudas: desde considerar a los gazatíes como animales. La despersonalización de las víctimas de la víctima es un indicio de genocidio (en Ruanda los hutus calificaban a los tutsís como cucarachas). También anuncian que Gaza arderá y que se repartirán las ruinas con EEU para crear un emporio turístico.

El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU, dedicado a dirimir conflictos entre Estados admitió la demanda de Sudáfrica a la que se han sumado otros estados, entre ellos España y ha ordenado como medida cautelar la suspensión de las operaciones en Gaza. Por su parte, el Tribunal Penal Internacional expelió el 20 de mayo de 224 una orden internacional de detención contra Netanyahu y su ministro de Defensa Yoav Galant. Pero la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional solo es efectiva en los países que hayan ratificado la Carta de Roma y no la han hecho ni EEUU, ni Rusia, ni China.

Política y éticamente los crímenes de genocidio y lesa humanidad no son igualmente graves. Éticamente el genocidio supone la maldad de que motor es el odio hacia el grupo que se pretende exterminar. La campaña israelí se presentó como un acto de legítima defensa, cuando a todas luces es un acto indiscriminado de venganza, sin importar la suerte de los rehenes ni de los civiles palestinos.

Políticamente, en el caso de los palestinos los crímenes de Gaza son el último acto de 80 años de exterminio dosificado, de persecución, de apropiación de tierras, a lo que los palestinos han respondido con un terrorismo odioso, que se ha vuelto contra ellos, un terrorismo desarrollado en los últimos tiempos por Hamas que llevó a cabo un desesperado y salvaje ataque contra Israel, sin medir o sin importarle el castigo que caería sobre Gaza.

La gente no se moviliza tanto a favor de la causa palestina, que durante muchos años ha tenido un tenue seguimiento en nuestro país. La gente se moviliza porque está viendo un genocidio, a pesar de que Israel no permite la entrada de la prensa internacional y haya asesinado a más de 200 informadores locales.

Un 82% de los españoles, según el CIS, condena el genocidio. Así que no es una nube de humo que haya montado Pedro Sánchez. En EEU el apoyo a los palestinos es de un 42%, según The Economist. En Alemania, aquello de que el apoyo a Israel es «razón de Estado» (Merkel) parece resquebrajarse poco a poco.

El boicot a Sudáfrica y la condena internacional fueron esenciales para terminar con el régimen del apartheid, un régimen de discriminación racial violento, pero no un genocidio; los negros eran necesarios como mano de obra barata.

Israel está perdiendo su importante «poder blando».

Del «Nunca más» de 1945,80años después de la II Guerra Mundial volvemos al «otra vez»


Niños en Gaza esperando llenar cacharros con alimentos. Israel ja impuesto un bloqueo a los suministros alimentarios y de agua, que recuerda a los cercos medievales. que está teniendo efectos letales. Foto tomada de la página de Naciones Unidas.

Después del horror de la Segunda Guerra Mundial -que para Anthony Beevor no ha terminado todavía– con 85 millones de muertos, más víctimas civiles que contendientes y el genocidio nazi contra los judíos, la Humanidad dijo «nunca más» y lo primero que hizo fue dotarse de un organismo internacional, las Naciones Unidas, para solventar los conflictos, que se pretendía más eficaz que la fallida Sociedad de Naciones del período de entreguerras.

Se puede hacer un balance negativo de la ONU como mecanismo efectivo para el mantenimiento de la paz; pero no hay que olvidar que esa protección de la paz se encomendó al Consejo de Seguridad, donde los vencedores de la II Guerra Mundial tienen derecho de veto y que durante toda la guerra fría manipularon según sus intereses. Lo más importante es la estructura de organismo internacionales (desde el Tribunal Internacional de Justicia hasta una multitud de organizaciones especializadas) para una gobernanza multilateral del mundo. Un principio esencial para defender la paz es el respeto de las fronteras internacionales.

En 1948, la Asamblea de la ONU encargó a un comisión la elaboración de una declaración universal de derechos humanos. En este proceso tuvieron gran protagonismo Eleanor Roosvelt, el jurista francés René Cassin y el filósofo chino Peng-chun Chang. La declaración fue aprobada por la Asamblea General el 8 de diciembre de 1948, desde entonces el día universal de los derechos humanos.

Se optó por un texto general, sobre todo declarativo de los derechos civiles y políticos de primera generación («derechos de») confiando su efectividad a la consecución de tratados y convenios vinculantes (por ejemplo, la Convención de Derechos Civiles y Políticos o el Convenio de los Derechos Sociales y Económicos). Una declaración genérica en la que se pudieran reconocer todas las culturas.

Además del avance en los derechos y en la gobernanza multilateral, la civilización avanzó el pasado siglo n procesos de integración, el más importante el que ha construido la UE. Se trata de, en lugar de guerrear, poner prosperidad en común. La UE se ha dotado de una Carta de derechos.

Antes y sin compromisos económicos, la mayor parte de los países europeos democráticos se unieron en el Consejo de Europa con su Convenio de derechos civiles y su tribunal, sito en Estrasburgo, que ha logrado una alineación de las legislaciones de los miembros con los derechos humanos.

Desde 1948 la humanidad ha avanzado en el desarrollo de los derechos humamos en medio de retrocesos. Ha habido procesos de descolonización criminales (India-Pakistán); guerras en las que se pisotearon los derechos humanos (Vietnam), genocidios desatados por intervenciones imperialistas y fanatismo ideológico (Camboya); negando la violación de los derechos haciendo desparecer a las víctimas (Cono Sur); limpiezas étnicas (Bosnia y genocidio de Ruanda). Como dice el tango Siglo XX cambalache….y asesino.

Durante toda la guerra fría pesaba sobre la humanidad la posibilidad del exterminio por la armas atómicas; su posesión estaba desde 1970 restringido por el Tratado de No Proliferación, pero en realidad la mayor garantía era el principio de destrucción mutua asegurada

Las gravísimas violaciones de los derechos humanos del Cono Sur, impulsó la declaración en muchos países la asunción del principio de jurisdicción universal. Así en España, se pudo poner en marcha el proceso contra Pinochet, que si no llegó a término demostró que los antiguos jefes de estado ya no eran inmunes por sus anteriores violaciones de los derechos humanos (recomiendo Calle 38 de Phillipe Sands). Lamentablemente España ha eliminado parcialmente este principio.

En medio de esta serie de horrores se produjeron avances sustanciales a partir de los noventa. El más importante la creación del Tribunal Penal Internacional, por la Carta de Roma de 2024 para perseguir los delitos de guerra, lesa humanidad y genocidio. La Carta de Roma y las decisiones del Tribunal solo vinculan a los estados parte del tratado, Estados Unidos, China Rusia e Israel no lo son.

Parece que el TPI es un organismo limitado pero detuvo y juzgó a uno de los carniceros de Bosnia, el general serbio Mladic; el inspirador de la limpieza étnica Milosevic se suicidó antes de ser juzgado; también fueron jugados varios dirigentes croatas que al volver a Croacia fueron recibidos como héroes; pero es cierto que la mayoría de los imputados son ex dirigentes africanos, por eso algunos acusan al TPI de tribunal colonialista.

Polémico ha sido también el principio de «responsabilidad de proteger». Ante la retransmisión en directo de los crímenes perpetrados en Ruanda, Bosnia o Kosovo muchos reclamaban una intervención internacional que pusiera fin a las masacres. Prácticamente la única vez que se ha aplicado ha sido para derrocar a Gadafi, desestructurando el estado libio, con graves consecuencias que soportan todavía los libios y sus vecinos del norte del Mediterráneo.

Otro logro fue el Tratado de Prohibición de minas antipersonales de 1997, cuyo punto más débil es que los mayores fabricantes no se adhirieron a él y por tanto no están vinculados.

Como se ve desde 1945 se ha avanzado con retrocesos, pero en general con avances en materia de derechos humanos y logros civilizatorios.

Por qué digo que en 2025 estamos otra vez en lo mismo:

  • Violaciones personales de los derechos más básicos, en nombre de la seguridad. Con el espectáculo diario de Trump ya no nos acordamos de Bush y su War on Terror; los vuelos de la CIA, los desaparecidos, las cárceles secretas, Guantánamo, Abu-Ghraib. Violaciones gravísimas de los derechos personales y de todos los principios del Derecho, acuñados desde la Ilustración.
  • Si las fronteras no se respetan el mundo es un polvorín; Europa central es un puzle con infinidad de reivindicaciones territoriales; y no digamos África.
  • Los derechos humanos ya no se reconocen como universales. China y otras autocracias los presentan como un invento colonialista para intervenir en su política.
  • La destrucción del Estado social y democrático de Derecho ha propiciado el crecimiento del neofascismo en toda Europa que pone la identidad por delante de los derechos; además de los efectos para la democracia en cada país, la construcción europea se ve en riesgo.
  • Los derechos ya no se aplican igual a todos los humanos. A los inmigrantes se les niega la dignidad y conquistas como el debido proceso y son tratados como delincuentes sin juicio ni condena.
  • Por primera vez desde 1945, un Estado(Rusia) amenaza con usar bombas atómicas si su soberanía se ve amenazada, sin necesidad de que sea previsible un ataque nuclear.
  • Y lo más grave, delante de nuestros ojos se desarrolla el genocidio de Gaza. El gobierno de Netanyahu extermina a los palestinos y no solo usa armas de última generación suministradas por EEUU y otros países occidentales, cómplices del genocidio; además usa armas medievales como la hambruna y mueve a la población a enclaves sucesivos, como los nazis hicieron en los guetos judíos. El objetivo final es la total limpieza étnica total y quedarse primero con Gaza y luego con Cisjordania. Todo está justificado para exterminar a el Amalaec palestino y construir un estado tecnológico-religioso sobre la Tierra Santa que Yahvé entregó a los hebreos. El genocidio es una consecuencia obligada ya próximo a la solución final.
  • ¿Qué podemos hacer? Protestar activamente contra el genocidio y oponernos activamente al neofascismo creciente,

Cooperadores necesarios del genocidio en Gaza


Niño palestino en brazos de su madre muerto en un ataque israelí a una escuela. Imagen de  Omar al-Qattaa, AFP. tomada de la web de France 24.

No tengo duda de que Israel está cometiendo un delito de genocidio contra el pueblo palestino en Gaza y, en menor medida en Cisjordania.

El genocidio es un delito difícil de probar porque hay que constatar que las acciones cometidas tienen la finalidad indubitada la exterminación de un pueblo o de un grupo social. El genocidio es uno de los crímenes más graves del derecho humanitario.

Para entender la diferencia entre genocidio y crímenes de lesa humanidad recomiendo la lectura de «Calle Este-Calle Oeste» de Phillipe Sands, donde a partir de la indagación del genocidio el autor construye el nacimiento de la persecución de estos delitos y la diferencia entre ellos (Por cierto, Sands, abogado de derechos humanos acaba de publicar otra novela Calle 38, la relación entre Pinochet y los nazis acogidos en Chile y el proceso de extradición del dictador de Londres a Madrid).

Más fáciles de probar que el genocidio y también muy graves son los crímenes de guerra y de lesa humanidad. Cuando se bombardean escuelas donde se refugian mujeres y niños (que se presentan como terroristas) y se asesina premeditadamente a trabajadores humanitarios y periodistas, se somete a más de 2 millones de personas a la falta de suministros, hay una presunción muy fuerte de que se está cometiendo delitos de guerra y lesa humanidad.

Así lo entendió el Tribunal Penal Internacional (TPI) que expidió una orden de detención internacional contra Netanyahu y su ministro de Defensa. Esta orden en vinculante para todos los estados parte del Estatuto de Roma (el tratado constitutivo de Tribunal). Ni Estados Unidos ni Rusia lo son, pero sí todos los países de la UE.

Cooperador necesario de estos hechos es EEUU (tanto el de Trump como el de Biden) con su ayuda militar irrestricta y la persecución a cualquier apoyo al pueblo palestino; lo que ocurre también Alemania, Francia y Países Bajos, cooperadores secundarios de estos crímenes. Y los que favorecen la impunidad de Netanyahu, como Orban, son cómplices y destructores del sistema de protección de los derechos humanos, que tanto costó construir.

Aunque desde el extermino de los armenios después de la Primera Guerra Mundial y después de la segunda haya habido unos cuantos más, como el del hutus contra los tutsis en Ruanda; el genocidio por excelencia es el exterminio por el nazismo alemán de los judíos europeos (especialmente en Europa central y oriental), llamado con una carga religiosa buscada Shoah o sacrificio.

Em el genocidio nazi hubo unos perpetradores: los SSs y los grupos de tareas, con el objetivo de exterminar a los judíos; luego toda la sociedad alemana entera que prefería mirar para otro lado.

Y luego en tos los países ocupados, sobre todo en los del Este, donde muchos más que colaboradores, muchos fueron cooperadores necesarios. Ocurrió en Ucrania y destacadamente en Hungría. En el país magiar el movimiento fascista de la Cruz Flechada desarrolló durante los últimos meses de la guerra una caza de judíos, sobre todo en Budapest, para enviarlos directamente a Auschwitz. El adolescente Imre Kertész, luego Nobel de Literatura cuenta en «Sin Destino» su paso por los campos.

Netanyahu visitó ayer Budapest y el primer ministro húngaro Víktor Orban anunció su salida del TPI para no ejecutar la orden de detención que pesa vontra el primer ministro israelí, sin respetar los procedimientos del Estatuto de Roma, alegando ambos que la orden del tribunal tenía carácter político. Además Orban invocó uno de sus temas recurrentes: la defensa de la civilización judeo-cristiana de la barbarie exterior (se supone que la inmigración, sobre todo de musulmanes).

Hungría se liberó muy pronto del Imperio otomano, del que, no obstante quedan vestigios arquitectónicos. Religiosamente son mayoritarias las confesiones católica y luterana, con una importante minoría judía, que no tiene nada que ver con la de antes de la II Guerra Mundial. Con el precedente de la Cruz Flechada no creo que Orban este legitimado para dar lecciones a nadie, sobre todo teniendo en cuenta su deriva iliberal, que lleva camino en convertirle en eterno primer ministro.

Creo que es hora de que la UE actúe con contundencia con los que se salten los valores democráticos comunes y tal cosa es abandonar el TPI.

La destrucción del estado social y democrático de derecho


Fernando Botero ha convertido en una obra de arte la violación más grave de los derechos humanos de la últimas décadas. los abusos de los estadounidenses en la prisión de Abu Grhaib (Irak).

IN MEMORIAM DE ELÍAS DÍAZ

Hace unos días falleció a los 90 años Elías Díaz , catedrático emérito de la UAM, que fue profesor mío de Filosofía del Derecho en los 60 y cuyo libro «Estado democrático y social de derecho», inspiró la Constitución Española y en mi dejó una profunda huella intelectual. Aquí se pue descargar una ponencia (pdf) del autor en la que está lo esencial de la obra.

Estado democrático de Derecho

Todo Estado genera normas jurídicas. pero no tos son Estados de Derecho. Solo es Estado de Derecho el Estado democrático de Derecho, es decir. el que cumpla las siguientes condiciones:

  • Imperio de la Ley
  • División de poderes
  • Fiscalización de la Administración
  • Protección y desarrollo de los derechos fundamentales

Ante una crisis política grave son las instituciones y la cultura política las que tienen que proteger estas salvaguardas. Estados Unidos ha hecho siempre gala de su sistema de pesos y contrapesos. Nixon dimitió ante la posibilidad de ser sometido a un empeachment.

Trump no reconoció su derrota de 2020 y lanzó a sus huestes contra el Congreso. Y en esa mentira ha basado su última campaña que ha encandilado a millones de ciudadanos entregados. Prometió ser dictador por un día, pero parece dispuesto a serlo durante 4 años y más allá. Es dudoso que vaya a reconocer una derrota en 2028.

En toda Europa, empezando por Hungría, se desarrollan democracias iliberales, que no respetan la división de poderes y vulneran los derechos humanos, empezando por los de los inmigrantes, invocando motivos de seguridad.

Estado social

El pacto básico establecido después de la II Guerra Mundial era el Estado social. Los derechos sociales, que garantizan una vida digna – el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, a la protección al consumo- no son derechos subjetivos directamente exigibles ante los tribunales, pero el Estado los satisface mediante los servicios públicos y el gasto social.

En los primeros 80, con la llegada de Reagan y Thatcher al poder, el Estado social se desmonta pieza a pieza, la bajada de impuestos destruye los servicios públicos. Las luchas de clase no consiguieron parar este ataque.

La globalización, que convierte a China en la fábrica del mundo, saca a mucha gente del sur de la extrema pobreza, mientras que los trabajadores y clases medias de Europa y Estados Unidos se empobrecen . Muchos territorios antes industriales se convierten en yermos ( cinturón del óxido en EEUU). Muchas de estas zonas ahora depauperadas y antes prósperas son caladero de votos para las extremas derechas.

La doctrina del neoliberalismo convirtió en un dogma la destrucción del estado social. Una de las razones del auge de la extra derecha es el individualismo de la libertad de «sálvese quien pueda».

Derechos Humanos

Después de la II Guerra Mundial, el consenso de que la dignidad humana exigía mecanismos de protección. En un largo camino desde la Declaración Universal de 1948, se fue construyendo un entramado de tratados e instituciones para hacer real la protección de los derechos fundamentales, cuya cumbre institucional fue la constitución del Tribunal Penal Internacional (EEUU e Israel no son parte del tratado que lo crea y por tanto no reconocen su jurisdicción). Otro hito anterior fue la tipificación de los delitos de crímenes de guerra y genocidio (recomiendo la lectura de Calle Este-Calle Oeste).

El atentado más grave contra los derechos humanos en el siglo XXI ha sido la war on terror declarada por George Bush, que después de los atentados del 11-S contra EEUU trajo dos guerras (Irak y Afganistán) que no solo destruyeron dos países con enormes sufrimientos, sino que, además, rompieron todos los equilibrios de Oriente Próximo.

Esa supuesta guerra contra el terrorismo trajo una violación de los derechos fundamentales a nivel global, en el que colaboraron muchos países. Los episodios más ominosos de esta cruzada fueron Abu Ghraib y Guantánamo (que ahora se pretende abrir como campo de concentración de inmigrantes).

La voladura final de Estado

Trump y Milei tratan al Estado como una empresa en quiebra. Si se destruyen las estructuras administrativas, no sé cual puede ser la alternativa al estado-nación.

En el caso de EEUU, Trump ha entregado la administración a un payaso loco, que quiere tratar al país como si fuese una start up. Esperemos que dentro de partido republicano alguien pare esa locura o que en elecciones de medio mandato los ciudadanos le den un buen revés si la inflación que va a generar su política económica les hace daño en su economía particular.

Dentro del Estado caben redes de resistencia y solidaridad. Fuera solo queda la ley de la selva.

Serrat y el mercado


Serrat en la entrega de los Premios Princesa de Asturias en Oviedo. Ballesteros (EFE)

En su discurso de aceptación del premio Princesa de Asturias (aquí el vídeo del discurso completo en RTVE) el artista declaró:

«Creo en la libertad, la justicia y la democracia. Valores que van de la mano o no son. Tal vez por eso no me gusta el mundo en que vivimos, hostil, contaminado e insolidario, donde los valores democráticos han sido sustituidos por la avidez del mercado, donde todo tiene un precio»

Inmediatamente, os defensores del mercado le han recordado que sin el mercado no podría haber vendido sus discos, ni obtener ingresos de su empresa de representación artística. de la que ha obtenido buenos beneficios. Antes de entrar en la polémica «mercado, sí o no». permítaseme expresar lo que ha significado para mi el arte de Serrat,

Mi vivencia de Serrat

Cuando tenía 10 12 años oía por la noche un programa musical en Radio Madrid (entonces no existía todavía la SER), Estaba presentado por Tomás Martín Blanco y por él desfilaban los grupos Pop del momento. Y un día llegó un chico que cantaba en catalán una maravillosa y sencilla «Canço de matinada».

Desde entonces este juglar, gran contador de historias (véase el «romance de Curro el palmo«) ha sabido expresar los sentires de mi generación. Yo era más de Paco Ibáñez y cantautores más comprometidos. Solo he comprado dos álbumes de Serrat, los de Machado y Miguel Hernández, pero he seguido su producción a través de la radio y la televisión y me considero un buen conocedor de su obra, que siempre me emociona.

Me parece un arte un arte honesto y sensible, que ha fusionado con naturalidad el catalán (herencia paterna) y el castellano (herencia de su madre aragonesa). Recomiendo el vídeo de la nana Canço de Bressol (incrustado al final de esta entrada, con su emocionante estribillo que recuerda a los campesinos emigrados a la ciudad para dejar atrás el calor, los moquitos y la miseria,

Democracia y mercado

¿Es compatible el mercado con la democracia?

El mercado es un mecanismo eficaz e imprescindible para distribuir los bienes fungibles de consumo, Cuando se ha intentado suprimir ha sido un desastre, que ha conducido s una pobreza general.

No se discute el mercado, sino su motor, el máximo beneficio privado, sobre los valores de libertad, justicia e igualdad, A mayor desigualdad, más ineficiencia económica, como demuestra la escuela económica-institucional.

Además el mercado nunca es perfecto, desde el lado de la oferta, las grandes empresas manipulan el mercado en su beneficio (véanse el ahogo a los agricultores por parte de las cadenas de distribución o la letra pequeña de los contratos de adhesión)

El mercado es ineficaz para distribuir los bienes públicos y los servicios públicos, esenciales para el desarrollo de la dignidad humana. Los defensores del mercado proponen para estos casos la colaboración público-privada, que a menudo se traduce en simple bombeo de recursos públicos hacia personas y empresas privadas.

Tampoco es adecuado para la construcción de grandes infraestructuras, que beneficiarán a todos y no solo a sus usuarios. Hy muchos ejemplo de fiasco de colaboración público-privada, como las radiales de Madrid o de privatizaciones ineficaces y que han generado enormes sufrimientos, como las de los correos y los ferrocarriles británicos.

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Una democracia expansiva


«El abrazo» de Juan Genovés, el original está en el Museo Reina Sofía, el artista donó los derechos de autor a Amnistía Internacional

Ninguna imagen como «El abrazo» representa mejor el espíritu de la Transición. La amnistía (reclamada en manifestaciones multitudinarias) que puso en la calle a los presos políticos y sindicales, como los del Proceso 2001. Pero que también amnistió a los policías torturadores, a los que todavía no se ha podido juzgar.

Nuestra democracia nació de pacto y eso supuso aceptar una monarquía sin someterla al voto popular. Nuestra Constitución resultó muy avanzada en su reconocimiento de los derechos civiles y políticos, pero cicatera con los derechos sociales y económicos, con grandilocuentes enunciados, que solo son orientaciones para que los poderes públicos los hagan realidad mediante políticas y servicios públicos.

Uno de aquellos amnistiados fue Nicolás Sartorius, un aristócrata, que se sumó a la lucha de la clase obrera (como se decía entonces) como abogado de CCOO y como tal juzgado y condenado en el Proceso 2001, Sartorius luchó por mantener al PCE en la vía del eurocomunismo. Ahora cuando proliferan las obras sobre el fin de la democracia, Sartorius no propone su ampliación como modo de regeneración democrática.

A nivel nacional, la ampliación tiene que pasar por hacer vinculantes los derechos económicos y sociales. no solo por la vía de su exigibilidad ante los tribunales, sino sobre todo mediante reservas presupuestarias, que garanticen servicios públicos de calidad. Y profundizando en nuevos derechos medioambientales o el derecho a preservar la privacidad de nuestro cerebro, frente a los sistemas de intrusión . Y dando mayor protagonismo a los derechos de los jóvenes a vivir independiente… Luchando contra la desinformación. Todo un «programa de regeneración democrática»…

Si algo tiene claro el autor esta expansión democrática (o modo para ir terminando con el capitalismo) ya no puede hacerse (como en los años gloriosos) en el estrecho marco del estado nacional. Ahora la expansión de la democracia tiene que hacerse globalmente, especialmente por medio de organizaciones de integración y en ese sentido la UE es el marco ideal, no solo para expandir los derechos, sino también para conseguir un bienestar con justicia. La UE tiene muchos agujeros, como su política migratoria. Pero la ultraderecha puede destrozar este exitoso experimento, no tanto por su presencia en el Parlamento. como por su control de cada vez más gobiernos. Estamos ante el riego de en lugar de expandir, comprimir la democracia.

La Navidad del genocidio


Nacimiento en la iglesia evangélica luterana de Navidad en Belén, Cisjordania. Las figuras se colocan sobre escombros para recordar la destrucción de Gaza y el exterminio de la población. Foto: JAIME VILLANUEVA

Ya está aquí la Navidad. Cada vez con más luces, que se encienden más pronto, para favorecer el consumo y el turismo. La competencia de identidades pueblerinas en la altura de los árboles (artificiales). Las películas familiares, cada vez más estúpidas. Las comidas y cenas de empresa, cada vez más cargantes y caras. Ya solo nos falta el sonsonete de la Lotería.

El ruido navideño puede llevarnos a olvidar que ante nuestros ojos se desarrolla un genocidio (al margen de que en proceso penal internacional resultara difícil probar la voluntad explícita de exterminar a todo un grupo humano). Por eso en esta Navidad, que si algo significa, más allá de la fiesta del consumo, debiera de ser un tiempo de paz, alcemos nuestra voz por los medios que estén a nuestro alcance para exigir un alto el fuego definitivo, la liberación de los rehenes israelíes y la detención del exterminio del pueblo palestino.

Los cristianos palestinos, perseguidos por la intolerancia judía y musulmana hasta el punto de ser una comunidad residual, también alzan la voz contra el exterminio de sus hermanos, con esta versión de un VILLACINCO CLÁSICO (que recomiendo reproducir).

De entre todas las INICIATIVAS QUE PIDEN EL ALTO EL FUEGO RECOJO AQUÍ LA DE INTERMON OXFAM.

Os dejó como regalo navideño esta parte del Mesías, en el que se recoge el salmo bíblico («Porque un niño nos ha nacido») en el que identifica al Niño Recién Nacido como «Príncipe de la Paz«.

No hay que compartir la creencia religiosa para estar de acuerdo con que el nacimiento de cualquier niño es signo de esperanza, pero en los que estas semanas han nacido en Gaza lo han hecho en circunstancias tan terribles, que posiblemente han sido fuente de más dolor para sus familias…. ¡Ojala que cuando crezcan puedan romper el círculo vicioso del odio y la violencia!

Os deseo a todos que aprovechéis la ocasión («La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va y nosotros nos iremos para no volver más») para disfrutar con vuestros seres queridos.

FELIZ NAVIDAD Y MEJOR 2024 .

Ahí os dejo la música inmortal de Handel.

«Porque un niño nos ha nacido»

Kissinger, el maquiavelo de la guerra fría


Montaje obtenido en X en la cuenta https://twitter.com/Fben_Fben

Parecía inmortal, pero el viejo quelonio murió ayer a sus 100 años y con una cabeza clarividente hasta los últimos momentos.

Fue un genio… del mal. Políticas que impulsó y que condujeron a gravísimas violaciones de los derechos humanos están resumidas en el montaje que abre esta página. Y argumentadas en este texto de Chomsky. Cualquiera de estos crímenes hubiera merecido ser juzgado por un tribunal internacional.

Sin tener ninguna simpatía por el personaje, quiero, no obstante, traer aquí alguno de sus logros para la distensión durante la Guerra Fría.

Henry Kissinger era un judío alemán (bávaro) que emigró muy joven a EEUU después de la II Guerra Mundial. Hizo una brillante carrera académica en Harvard hasta que Nixon le llamó para ser, primero, su Consejero de Seguridad Nacional y, luego, Secretario de Estado, el único personaje que ha desempeñado ambos cargos.

Kissinger era lo que en relaciones internacionales se llama «realista»: un pragmático que pone los intereses por encima de los valores. Los medios están al servicio de los intereses. Los medios pueden ser bombardeos, golpes de estado o todo lo que en esa guerra fría pudiera parecer para Washington una extensión del comunismo. O los medios también podía ser medidas de distensión. Y al servicio de sus estrategias Kissinger desarrolló una diplomacia de contactos personales y canales extraoficiales.

En el libro Kissinger on Kissinger se recogen 8 horas de entrevistas con el personaje, donde se explican dos de sus grandes logros de distensión, la apertura a China y el acuerdo de control de armas con la URSS.

Apertura a China

Se habían producido una serie de choques en la frontera entre China y la URSS que los servicios secretos estadounidenses consideraron provocados por los soviéticos. Kissinger vio ahí la oportunidad para abrirse a China y hacer una pinza a la URSS,

Con una diplomacia paciente de sucesivas aproximaciones se llega a la histórica visita de Nixon a China en 1972. Ni Nixon ni Mao tenían paciencia para los detalles, así que el acuerdo se forja entre Chou-en-Lai y Kissinger y estableció el status quo que se mantiene hasta ahora:

  • Estados Unidos reconoce el principio de una sola China, de la que forma parte Taiwan.
  • China se comprometió a no ejercer acciones hostiles contra Taiwan
  • Las relaciones entre los dos países se normalizaron poco a poco, abriendo camino a los intercambios comerciales, que han convertido a China en la potencia que es hoy,
  • La representación de China en la ONU pasó a la República Popular.
  • China y Estados Unidos se opusieron a la intervención soviética en África. China apoyó a UNITA en Angola.

Distensión con la URSS

Otra visita histórica fue la del dúo Nixon-Kissinger a Moscú. De esta visita salió el primer acuerdo de control de armas nucleares de misiles balísticos de largo alcance (SALT). Se impusieron límites cuantitativos y cualitativos a estas armas, Kissinger explica en la obra citada que esos límites cuantitativos no les perjudicaban porque habían llegado ya a su teco, pero si eran una limitación importante para los soviéticos. Una vez más, la estrategia y los medios al servicio de los intereses.

En una conversación con The Economist el pasado abril, el centenario maquiavelo mostraba su preocupación porque -decía- nunca había visto a las grandes potencias con tan poco margen para hacer concesiones,

Israel no tiene un derecho de autodefensa


Cuerpos recuperados en el hospital Al Shifa, enterrados en una fosa común más al sur, en Khan Younis, este 22 de noviembre. MOHAMMED DAHMAN / AP

Todo el mundo parte de reconocer a Israel el derecho de autodefensa ante el cruel ataque terrorista de Hamas, aunque a continuación se solicite que la respuesta respete el derecho humanitario.

Ese derecho de autodefensa está consagrado en la Carta de la ONU (art . 51) como la respuesta legítima contra el ataque armado de otro Estado y que tendrá vigencia hasta que el Consejo de Seguridad adopte las medidas necesarias para detener la agresión.

Israel no ha sufrido el ataque de otro estado, sino un ataque terrorista, al que responde con acciones bélicas de grandes dimensiones contra una población de un territorio ocupado, a la que, de acuerdo con la Convención de Ginebra está obligado a proteger.

Israel conquistó Gaza a Egipto en la Guerra de los Seis Días y desde 1967 es la potencia ocupante, sin perjuicio de que en 2006 retirara sus tropas y colonos, pero manteniendo el control sobre el territorio y, por tanto, es responsable de la protección de la población.

Contra el terrorismo no se lucha bombardeando población civil. El Estado español no bombardeó San Sebastián, Errenteria o Mondragón para acabar con ETA, ni el Reino Unido los barrios republicanos de Derry o Falls Roads (Belfast), aunque ambos estados incurrieron en distintas práctica de guerra sucia, que enconaron más los conflictos.

A los criminales y crueles atentados de Al Qaeda, EEUU respondió con sus invasiones a Afganistán e Irak y la llamada War on Terror en la que se vulneraron sistemáticamente los derechos humanos (Guantánamo, Abu Grhaib), Todo ello trajo la emergencia del Estado Islámico. Barbarie genera barbarie. Los jóvenes terroristas que atacaron Israel el 7 de octubre habrán, sin duda, víctimas de varias operaciones militares isrelíes contra la Franja desarrolladas a sangre y fuego en los último 20 años.

Indigna que el gobierno israelí considere que cuando un mandatario extranjero (Pedro Sánchez) declara que la matanza indiscriminada de civiles es inaceptable, está apoyando al terrorismo.

La amnistía, una oportunidad perdida


Protesta de jueces y magistrados de Cádiz/Efe/Román Ríos

Las negociaciones de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes y la presentación de una proposición de ley de amnistía ha desatado una oleada de protestas políticas, populares e institucionales, que ha tensado la convivencia en las últimas semanas.

Vaya por delante mi respeto a todos los que critican las negociaciones y la amnistía y a los cientos de miles que el domingo 12 de noviembre protestaron en las plazas españolas, ejerciendo sus legítimos derechos de manifestación y a la libertad de expresión. No así ante los energúmenos que asedian las sedes socialistas, tiran huevos a los diputados, agreden a los periodistas y lucen símbolos fascistas.

Se puede estar en desacuerdo con los acuerdos y con la amnistía -personalmente, los acuerdos con Junts no me gustan- pero la AMNISTÍA NO ES:

  • Un golpe de Estado o una dictadura. No se ha derrocado a un gobierno legítimo. No se han subvertido los derechos fundamentales y no se persigue a nadie por discrepar.
  • No se ha atacado la división de poderes ni la igualdad ante los españoles. Una amnistía es una ley excepcional, que no revisa las sentencias judiciales caprichosamente, sino que, por razones de interés general, se declara con carácter general que determinados actos dejan de ser ilícitos. Se puede estar en desacuerdo con la necesidad de la medida, pero no decir que es un atentado contra la división de poderes. Lo que ha sido una clara intromisión en la separación de poderes y un ataque al legislativo han sido las insólita protestas de los jueces ante los palacios de justicia. Jueces y magistrados tienen derecho a la libertad de expresión, pero no haciendo valer su condición institucional. Lo que tenían que haber hecho es colgar las togas y asistir a las manifestaciones como un ciudadano más, Está claro que han incurrido en una sospecha de parcialidad, que, a buen seguro en el futuro traerá recusaciones.
  • La amnistía no es un fraude electoral, que anule el resultado de las elecciones. Son innumerables los ejemplos de gobiernos de todo signo que nada más llegar al poder adoptan medidas, más o menos traumáticas, que no estaban en su programa. Nuestro sistema es parlamentario y gobierna no la lista más votada, sino el candidato que más apoyos parlamentarios reúne. El PP ha intentado deslegitimar a todos los gobiernos socialistas desde Zapatero. No olvidemos el siniestro bulo que hacía a ETA responsable del 11-M y, que, pese a una sentencia ejemplar, envenenó la vida política durante una legislatura, con enorme dolor para las víctimas. Después de la moción de censura Sánchez era el «okupa» de La Moncloa. Y ahora, en lugar de pedir la retirada de la amnistía, lo que el PP exigía era la convocatoria de nuevas elecciones, Afortunadamente, ayer Feijóo reconoció finalmente la legitimidad de un gobierno de Sánchez.

Una ocasión perdida

Como ya dije en septiembre, consideraba que la amnistía no era legítima. No obstante La ley de amnistía debiera de haber sido, como lo fue la de 1977, el prólogo para un nuevo pacto constitucional.

Sobre su constitucionalidad se pronunciará el Tribunal Constitucional. Para su legitimidad, Junts y ERC tendrían que haber reconocido que en 2017, Cataluña no sufría ninguna situación de opresión colonial, sino un altísimo grado de autonomía y hacer una declaración expresa de que no intentarán ningún proceso unilateral de independencia. Y Pedro Sánchez explicar las razones de interés general, pero me temo que está atado por los acuerdos con Junts, que le dejará caer a las primera de cambio.

ELEMENTOS DE UN NUEVO PACTO CONSTITUCIONAL

  • Avanzar hacia es Estado Federal cooperativo, para lo que solo falta convertir al Senado en una verdadera cámara de representación territorial. Desarrollar las conferencias de presidentes y sectoriales, con competencias propias. Crear un mecanismo de autorregulación financiera, que se actualice periódicamente.
  • Mecanismos de secesión reconocidos para todas las comunidades con mayorías reforzadas (como ya defendía en 2017) y procedimientos garantistas.