Ataque de EEUU contra Irán


Un bombardero B-2 de las Fuerzas Aéreas de EEUU (el único avión que puede operar bombas como las lanzadas sobre Irán)
SSGT BENNIE J. DAVIS III / AP (tomada de El Periódico)

El ataque de Estados Unidos contra el laboratorio nuclear de Fordo, en Irán, lleva el conflicto de Oriente Próximo a una nueva dimensión.

EL EEUU de Trump se alinea penamente con Netanyahu en la lucha por la hegemonía regional israelí, alegando que hay que evitar que Irán alcance el arma atómica. Un argumento que recuerda al inicuo de destruir las «supuestas» armas de destrucción masiva de Sadam Hussein, que dio lugar a una guerra que causó enorme sufrimiento y destruyó un país, que todavía no se ha recuperado.

¿Tiene Irán armas nucleares?

Puede, pero por el momento, enriquece uranio al 60%, cuando necesitaría combustible al 90%. Pero no es solo cuestión del grado de enriquecimiento. Hay que conseguir que haya detonantes que inicien la reacción en cadena. Y hay que miniaturizar el conjunto para incorporarlo a un vector, normalmente un misil balístico de los que Irán posee todavía 3.000.

La instalación atacada es el laboratorio de Fordo, al sur de Teherán, un conjunto de túneles blindados, a 80 metros de profundidad, semejante a la del túnel del canal de la Mancha. Estas instalaciones solo pueden ser alcanzadas con bombas MOP, DE 3.000 kgs. que solo posee EEUU y que solo pueden ser operados por los aviones B2 (por su forma de raya indetectables por lo radares) (aquí la información de la BBC sobre la operación).

Según el comunicado estadounidense las instalaciones han sido destruidas, pero no hay una verificación independiente. Tampoco sabemos si se ha producido contaminación nuclear lo que sería no sólo un problema para Irán, sino para toda la región.

Nadie sabe lo que viene ahora (véase el análisis de Anna Bosch en rtve.es).

¿Cómo responderá Irán. Es seguro que más tarde o más temprano habrá una respuesta donde más daño pueda hacer a EEUU («el Gran Satán») o Israel («el pequeño Satán») o a Occidente en general (por ejemplo, cerrando el estrecho de Ormuz y generando una crisis energética). Pero lo que está claro es que con estas operaciones no van a hacer caer el régimen de los ayatolás, que incluso se puede reforzar. Si Irán implosionara el caos de Irak quedaría pequeño.

Bye, Bye Globalización


Portacontenedores Loreto, el mayor del mundo. La globalización no hubiera sido posible sin estos grandes barcos, que en la últimas décadas ha reducido exponencialmente el coste del transporte marítimo.

Esta entrada no pretende responder a las cuestiones abiertas por la guerra arancelaria desatada por Trump. No soy economista ni adivino. Pretendo, simplemente, explicar lo que ha significado la globalización. Y razonar porque Trump puede haberla dejada herida de muerte.

Primero unas experiencias personales.

En primer viaje a Estados Unidos, en 1975, para realizar un reportaje biográfico del sociólogo Juan Linz (para el programa Nuestros Cerebros de Fuera) me llamó la atención que en el área semi urbana-semi rural en que vivía, cerca de New Haven (Universidad de Yale) proliferaban los Volvo, pero nuestro sociólogo tenía un Chrysler. Hablando de las peculiaridades de EEUU, Linz me dijo que los profesores apostaban por la seguridad de los Volvo, pero él prefería un vehículo nacional, con una tecnología fiable, probada y más asequible; el obrero norteamericano se sentía orgulloso del producto que fabricaba y los volvos y otros vehículos europeos se veían como el capricho de una élite.

Veinte años después volví a EEUU para seleccionar un sistema de gestión informática de una redacción de televisión. Mi interlocutor estadounidense tenía un Honda. Los coches japoneses -me dijo- son mejores y más baratos y gastan menos. No se había deslocalizado la industria, pero se había sustituido el producto por otro más competitivo y en el proceso se habrían perdido puestos de trabajo y el orgullo de los trabajadores, al que 20 años antes se refería Linz.

Mi primer televisor fue Phillips (b/n) y el segundo Grundig (color) ambas marcas europeas y duraron bastantes años. Cuando quise sustituir el Grundig por una pantalla plana y más grande dudaba entre un Sony y un Samsung; el vendedor me dijo, siempre mejor un japonés que un coreano. Ahora mi televisor es Samsung.

Mi última experiencia. Viajando por los países del este y centro de Europa, que iban a ingresar en la UE, era visibles por toda Europa las ruinas industriales de empresas cerradas por ineficientes.. En el bloque soviético no había competencia entre empresas o países, sino una especialización en la producción. Así, por ejemplo, en la hoy disputada Kromatorsk, en la guerra de Ucrania, se fabricaban entonces los misiles balísticos. En Polonia visité una fábrica de Roca (un proceso de deslocalización, visto desde España; una inversión desde la perspectiva polaca). Uno de los trabajadores era un antiguo minero; se ganaba menos -me dijo-pero era más seguro y confortable que el carbón.

Con estos ejemplos vemos como en la globalización los productos menos competitivos nacionales se ven sustituidos por otros más competitivos extranjeros, con pérdidas de puestos de trabajo y daños para las comunidades locales; y cómo países con una tecnología limitada (Corea) superan pronto a otros más avanzados (europeos y Japón. Y como una deslocalización dañina para el país de origen es beneficiosa para el de recepción. La globalización no hubiera sido posible sin el abaratamiento del transporte en grandes buques portacontenedores. Si sumamos los procesos de automatización y robotización tenemos masivas pérdidas de puestos de trabajo y peores condiciones de trabajo.

La producción está integrada en cadenas que abarcan a todos los países, buscando que cada componente se fabrique allí donde hay una ventaja competitiva.

La ventaja puede ser tener un gran mercado interior y una unidad normativa (UE); un gran mercado interior y una mano de obra barata (China) o una tecnología punta, generada por la inversión estatal y desarrollada por empresas muy ágiles (EEUU). El sistema de ciencia pública de EEUU que llevó al hombre a la luna y puso las bases de internet y que ahora Trump y Musk (uno de sus beneficiarios) parece dispuestos a destruir.

En una globalización humana los destinatarios últimos tendría que exigir en cada paso de la cadena el cumplimiento de requisitos medioambientales y derechos humanos. En caso contrario, la cadena se romperá por los eslabones más frágiles. Si Trump vuelve a las energías fósiles, la UE puede adquirir una nueva ventaja competitiva desarrollando energías limpias.

En cada paso se incrementa el valor; los ganadores son los que mayor valor añaden a la cadena. El problema de este sistema de largas cadenas de suministros es que es muy difícil lograr una autonomía en productos básicos, como demostró la pandemia. Antes del caos mercantil ya se hablaba de desacople para que cada país pueda adquirir una autonomía estratégica, sin descartar medidas proteccionistas, siempre en el marco de unas reglas. Será muy difícil reconstruir el sistema después de la guerra comercial desatada por Trump.

La globalización solo puede funcionar en un sistema de libre mercado, con aranceles cero 0 y acuerdos comerciales entre bloques y un órgano de arbitraje la Organización Mundial del Comercio (OMC), por cierto, bloqueada por EEUU desde el primer mandato de Trump. El proteccionismo no solo es más ineficiente desde el punto de vita económica; además el proteccionismo aumenta la posibilidad de guerra por razones comerciales. La primera guerra mundial fue un conflicto entre el Imperio Británico (librecambista) y los imperios centrales (proteccionistas). Al fracaso de las conversaciones comerciales entre EEUU y Japón siguió el ataque a Pearl Harbour.

En esta globalización, Estado Unidos ha sido el suministrador de tecnología, China la fábrica de productos baratos y la UE la potencia normativa, más preocupada por la calidad de vida que por la competitividad de sus productos. Una división del trabajo que puede cambiar pronto. Como razona T. Friedmanen el texto recogido más abajo, China está batiendo en tecnología a EEUU y Europa; de modo que los chinos pueden aportar la tecnología y estadounidenses y europeos realizar las tareas de menor mayor añadido.

En la izquierda siempre se ha presentado a la globalización como el origen de todos los males. Es cierto que ha empobrecido a las clases trabajadoras y medias del Norte, pero también ha sacado de la miseria más absoluta a millones de desheredados del Sur. El problema es que la eficiencia aportada por este sistema solo se han trasladado a las cuentas de resultados de las multinacionales y no al bienestar de los que la han hecho posible ni en el Sur ni el Norte. Para eso hay que cambiar la teoría dominante neoliberal y dar a los estados medios para luchar contra los dientitos modos de elusión fiscal y poder ofrecer los bienes públicos que no suministra la globalización.

Son muchos los elementos en un equilibrio inestable roto por Trump. Y será difícil reconstruirlo. Puede que en lugar a un sistema de libre comercio puro se construya uno de acuerdo entre bloques. Pero. reitero, no soy adivino.

ALGUNAS LECTURAS

Thomas Friedman«: el futuro de la globalización «Acabo de ver el futuro y no estaba en EEUU» New YorkTimes, 3 de abril de 2025.

Juan Torres López «Y si lo de Trump no es una simple locura personal» 4 de abril 2025.

Daniel Fuentes Castro «No es el comercio, es el capital» El Pais, 3 de abril de 2025.

Nacho Álvarez «Europa ante el abismo arancelario» El País, 8 de abril de 2025

En la nueva guerra fría un ejército europeo para lograr la autonomía estratégica


Tropas del ejercito belga prestando protección a la sede de las instituciones europeas

Trump va imponer a Ucrania una tregua que de hecho es una rendición.

La guerra no empezó en 2022 con la invasión masiva, sino en 2014, con la anexión de Crimea y la promoción de la secesión de los territorios del Donbás, mayoritariamente ruso parlantes. Entonces no se hizo nada y Putin siguió adelante con sus planes.

La narrativa rusa es que se estaba protegiendo a estas poblaciones contra el golpe nazi, que dicen fue la rebelión del Maidán. Es cierto que la lengua rusa no era oficial, pero nadie era castigado por hablarla. El conflicto se cerró en falso con los acuerdos de Minsk, que no respetaron ninguna de las dos partes, como puede ocurrir con la tregua que se prepara ahora, sin abordar una negociación en profundidad sobre los elementos en juego.

La justificación para la invasión de 2022 era que Ucrania se estaba acercando a la UE y a la OTAN, lo que ponía en peligro la seguridad de Rusia. Lo cierto es que después de la caída del muro, EEUU y sus aliados no atendieron a las legitimas demandas de seguridad de la Federación Rusa (Jeremy Sachs lo explica desde su experiencia directa en esta interesantísima conferencia en el Parlamento Europeo).

Por muchas torpezas y acciones poco amistosas de la OTAN, para Putin el peligro era doble: el mal ejemplo de una democracia en un territorio próximo y que el Mir Ruso (su último objetivo estratégico) no podía estar completo sin Ucrania.

Así que en este nuevo reparto de zonas de influencia que se prepara, los países europeos tendrán que vérselas solos ante un Putin expansionista, que puede tener entre sus objetivos cualquier país históricamente perteneciente al imperio zarista o la URSS (por supuesto Moldavia, Georgia, Lituania y hasta Finlandia y Polonia) en una nueva guerra fría cuya frontera estaría en Ucrania (dice Jodorkovsky, que conoce bien a Putin).

Ante la evidencia de que EEUU, al menos con Trump, no seguirán prestando un paraguas defensivo a Europa, el Consejo Europeo (los líderes de los 27 ) ha decidido reforzar la defensa europea; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado un plan de rearme por valor de 800.000 millones de euros y ha adelantado algunas formas de financiación, desde el levantamiento de los límites fiscales hasta mutualización de la deuda. No es extraño que las compañías de armamento hayan dado un salto en sus cotizaciones. Se pague como se pague, los paganos serán los europeos que verán reducido el gasto social y el dedicado a la transición verde.

Solo un proceso de desarme mutuo y un sistema de seguridad europeo podría superar esa nueva guerra fría. La OTAN ha perdido toda su credibilidad y su capacidad de distensión y un ejército europeo sería un elemento de disuasión y, desde luego, un paso adelante en el proceso de integración europeo.

La seguridad estratégica va más allá de los ejércitos. Seguridad es tener no solo una industria armamentística con grades capacidades tecnológicas. También seguridad es tener industrias básicas que garantice el suministro de mascarillas o moléculas para fabricar medicamentos esenciales, sin depender de otra potencias.

Lo esencial es saber hasta que punto los estados miembros quieren llevar la asistencia mutua (art. 42.7 del Tratado de la Unión) que no parece tener el alcance del art. 5 del Tratado de la Alianza Atlántica que considera una agresión a todos los miembros la agresión a cualquiera de ellos.

Frente a la queja de EEU. los países de la UE gastan en conjunto 326.000 millones de euros con un aumento entre 2005 y 2024 de un 30%.Estamos a una distancia del estratosférico de EEUU (916.000 de dólares y muy por encima de los 109.000 de Rusia. Lo que se trataría no sería gastar más sino gastar mejor (Jesús Núñez-Villaverde) y conjuntamente y favorecer las industrias nacionales; con objetivos estratégicos claros y estructuras político-militares que formen parte te de la institucionalización comunitaria. Jesús Lizcano propone aquí un programa muy completo para comunitarizar la defensa europea.

De hecho, la mayor institucionalización lograda es un proceso de cooperación reforzada (PESCO). La UE definió en 2023 sus objetivos estratégicos para una década en la BRÚJULA ESTRATÉGICA (que a la luz de lo ocurrido en los tres últimos años requiere una revisión profunda).

Europa debe dotarse de un sistema militar defensivo que le permita sentarse en la mesa de negociación para establecer un sistema de seguridad europeo.

Cualquier carrera de armamento conduce a la guerra, como fue el caso de Gran Guerra. Pero Europa solo podrá estar en una mesa de negoción con sus propias capacidades. En la UE solo Francia tiene fuerzas nucleares propias, que Macron dice estar dispuesto a ofrecer como un paraguas defensivo para los 27. UK no solo está fuera de la UE sino que, además, sus armas atómicas son de origen estadounidense y están sometidas a supervisión de Washington.

Malos tiempos, pero solo se puede negociar un marco de seguridad, que se base en el derecho internacional. Pero a la negociación hay que llegar poniendo sobre la mesa un cierto peso militar.

POST SCRIPTUM debate sobre el pacifismo

Un amigo me contesta privadamente a esta entrada:

«Haz el amor y no la guerra; ¿dónde ha quedado este lema de nuestra juventud? Hippies, Beatles, Joan Báez, Donovan, …todos creídos y convencidos de que la paz no solo era deseable, sino posible.
Ahora resulta que hay que rearmarse, y lo dicen con toda naturalidad.
Nos han vuelto a engañar. No tenemos remedio.

Mi respuesta:

«Es todo muy triste. Pero entonces había dos bloques bien definidos, que se contenían el uno al otro. Las guerras (por delegación) eran lejanas (Vietnam, Camboya, Angola) o impuestas irracionalmente (Irak) .Pero ahora están muy cerca. Antes se enfrentaban capitalismo y comunismo y ahora democracia liberal (igualdad, legalidad, solidaridad) frente autocracias iliberales (religión,familia, patria, raza, machismo). Al final, es la lucha entre potencias(EEUU, Rusia, China) por dominar el mundo y a nosotros nos han cogido en medio. No sé como saldremos de ésta ni si un movimiento pacifista puede limitar las amenazas, que son bien reales. El movimiento tendría que surgir en Rusia, pero allí el que sale a la calle se juega la vida».

Para completar añado el enlace a un texto de Rafael Fraguas en el que critica las veleidades belicistas de la UE: ¿Dónde vas Europa?

Una nueva opinión en contra del rearme y sus consecuencias económicas de Juan Torres López

La entrega de Ucrania


Reunión de Putin y Trump en la cumbre del G20, en Hamburgo en julio de 2017. A la salida Trump desacreditó la versión de sus servicios secretos, según la cual, Rusia había intentado influir en las elecciones. Dijo que la negativa de Putin le parecía más creíble.

No sabemos los detalles de la conversación telefónica de 90 minutos, de hace una semana. Pero por las manifestaciones de sus representantes en Europa parece que lo que han pactado ambos presidentes es entregar Ucrania a Rusia, que Moscú consolide sus conquistas territoriales en Ucrania. Ahora las conversaciones en Ryad darán forma a ese acuerdo telefónico (sin participación ni de Ucrania ni de la UE) y sin que se negocie a partir de los intereses legítimos de ambas partes (véanse elementos para la paz en Ucrania).

El pacto de Múnich de nuestra generación. por su contenido y por el lugar donde han ido conociéndose algunos de sus datos (En la Conferencia de Seguridad de Múnich).

No parece exagerado comparar el acuerdo Trump-Putin con el Pacto de Múnich. En septiembre de 1939 se reunieron en Múnich Hitler, Mussolini y los primeros ministros de Francia y Reino Unido, Daladier y Chamberlain para decidir la suerte de los Sudetes, una región checa de mayoría germano parlante. Francia y Reino Unido pensaban que entregando esta región a Hitler evitaban la guerra con Alemania.

Cuando aterrizó en Londres un exultante Chamberlain proclamó que había logrado la «paz para una generación». El apaciguamiento no sirvió más que para Hitler se creciera y siguiera con su rearme. En marzo del 39 invadió Checoslovaquia. Francia y Alemania no hicieron nada y el 1 de septiembre del 39 Hitler atacó a Polonia y Reino Unido y Francia no tuvieron más remedio que declarar la guerra a Alemania.

Es el momento de recordar que Europa no provocó la invasión de Putin a Ucrania. Juan González lo explica en este hilo de Twitter.

La prevista entrevista entre Trump y Putin puede ser una reedición de la conferencia de Yalta, porque además de entregar Ucrania podrá servir para repartirse esferas de influencia: Eurasia para Rusia; Oriente Próximo e Indo Pacífico para EEUU y por supuesto también su tradicional patio trasero (América Latina); África quedaría como un territorio en disputa entre China, Europa y Rusia. Ni que decir que este reparto sin contar con China sería inestable y fuente de conflictos.

¿Qué vas a conseguir en una negociación si de entrada ya das a la otra parte sus máximas reivindicaciones? En el futuro de Ucrania, los europeos no tendrán ningún papel más que pagar la reconstrucción, pero EEUU ya se reserva una parte importante del pastel de lo que quede de Ucrania, un alto porcentaje en la explotación de las tierras raras. (No descartaría que Trump reservara para sus empresas un lucrativo papel en la reconstrucción mil millonaria, pagada por los europeos).

Consecuencias de la entrega de Ucrania:

  • Ambos bandos están exhaustos. La diferencia es que Rusia tiene más capacidad de reclutamiento y la vida de sus soldados cuenta poco.
  • Más que un acuerdo de paz será un alto el fuego. Rusia y Ucrania (si sigue existiendo) volverán a la guerra en cuanto se recuperen. Ucrania no puede aceptar que un 45% de su territorio le sea arrebatado.(Crimea, el Donbás y parte de Jersón, Jarkov y Zaporiya). Rusia puede lanzar nuevas operaciones militares para hacerse con toda Ucrania, un Estado que consideran artificial por ser parte esencial de la Santa Rusia.
  • En lugar de un nuevo ataque militar contra Ucrania, es más probable es que Putin promueva una rebelión contra Zelensky, en un país desangrado y frustrado, para instalar un gobierno títere en Kiev.
  • Las fronteras dejarán de ser sagradas. A partir de esa victoria, Putin amenazara a toda Europa, sobre todo a los territorio menos integrados y divididos como Moldavia o Georgia. Aumentará su influencia en lo Balcanes orientales, que se alejarán de Bruselas.
  • Las democracias europeas se verán hostigadas por la alianza de extrema derecha de Putin y Trump.
  • No podría descartarse tampoco una operación militar contra el corredor de Suwalski, que une Lituania con Polonia. Si se cortara este corredor, el enclave ruso de Kaliningrado podría unirse con Bielorrusia, el estado vasallo de Rusia.
  • Europa se queda sola, EEUU deja de ser aliado, para convertirse en adversario comercial y político, que interfiere para fomentar a la extrema derecha. Europa tendrá que rearmarse, ahora estará entre la presión de Rusia y EEUU. China ya se ofrece como socio fiable.
  • La OTAN está virtualmente muerta. Construir un ejército europeo tendrá un enorme coste, tanto si se financia nacionalmente, como mancomunadamente por la UE. En esta opción «cañones en lugar de mantequilla» padecerán los servicios públicos y las clases populares. Crecerá el malestar social.
  • La adquisición de armamento favorecerá a EEUU. La industria europea no está en condiciones de rivalizar, pero en lugar de buscar armas ultra sofisticadas Europa debiera desarrollar armas defensivas más sencillas (Una lección militar de la guerra de Ucrania es la importancia de los drones, relativamente baratos, comparados con los cazabombombarderos)
  • EEUU pierde su reputación de gran potencia. Deja de ser un aliado fiable. Europa tiene que buscar nuevas alianzas con Brasil, la India, Sudáfrica, Canadá o Australia. China es una autocracia rival en lo ideológico y en lo comercial, pero con la que podrían encontrarse áreas de cooperación, como, por ejemplo, la lucha contra el calentamiento global.
  • Putin dejará de ser un paria internacional y su dictadura será más fuerte.

POST SCRIPTUM

Añado aquí un relato muy distinto, el de mi amigo Javier Sáenz, convencido de que la OTAN es responsable de la guerra por sus provocaciones a la seguridad de Rusia. Puede verse en este enlace «el acercamiento USA-Rusia y la patética Europa». No estoy de acuerdo, pero tiene que haber pluralidad de puntos de vista.

Kissinger, el maquiavelo de la guerra fría


Montaje obtenido en X en la cuenta https://twitter.com/Fben_Fben

Parecía inmortal, pero el viejo quelonio murió ayer a sus 100 años y con una cabeza clarividente hasta los últimos momentos.

Fue un genio… del mal. Políticas que impulsó y que condujeron a gravísimas violaciones de los derechos humanos están resumidas en el montaje que abre esta página. Y argumentadas en este texto de Chomsky. Cualquiera de estos crímenes hubiera merecido ser juzgado por un tribunal internacional.

Sin tener ninguna simpatía por el personaje, quiero, no obstante, traer aquí alguno de sus logros para la distensión durante la Guerra Fría.

Henry Kissinger era un judío alemán (bávaro) que emigró muy joven a EEUU después de la II Guerra Mundial. Hizo una brillante carrera académica en Harvard hasta que Nixon le llamó para ser, primero, su Consejero de Seguridad Nacional y, luego, Secretario de Estado, el único personaje que ha desempeñado ambos cargos.

Kissinger era lo que en relaciones internacionales se llama «realista»: un pragmático que pone los intereses por encima de los valores. Los medios están al servicio de los intereses. Los medios pueden ser bombardeos, golpes de estado o todo lo que en esa guerra fría pudiera parecer para Washington una extensión del comunismo. O los medios también podía ser medidas de distensión. Y al servicio de sus estrategias Kissinger desarrolló una diplomacia de contactos personales y canales extraoficiales.

En el libro Kissinger on Kissinger se recogen 8 horas de entrevistas con el personaje, donde se explican dos de sus grandes logros de distensión, la apertura a China y el acuerdo de control de armas con la URSS.

Apertura a China

Se habían producido una serie de choques en la frontera entre China y la URSS que los servicios secretos estadounidenses consideraron provocados por los soviéticos. Kissinger vio ahí la oportunidad para abrirse a China y hacer una pinza a la URSS,

Con una diplomacia paciente de sucesivas aproximaciones se llega a la histórica visita de Nixon a China en 1972. Ni Nixon ni Mao tenían paciencia para los detalles, así que el acuerdo se forja entre Chou-en-Lai y Kissinger y estableció el status quo que se mantiene hasta ahora:

  • Estados Unidos reconoce el principio de una sola China, de la que forma parte Taiwan.
  • China se comprometió a no ejercer acciones hostiles contra Taiwan
  • Las relaciones entre los dos países se normalizaron poco a poco, abriendo camino a los intercambios comerciales, que han convertido a China en la potencia que es hoy,
  • La representación de China en la ONU pasó a la República Popular.
  • China y Estados Unidos se opusieron a la intervención soviética en África. China apoyó a UNITA en Angola.

Distensión con la URSS

Otra visita histórica fue la del dúo Nixon-Kissinger a Moscú. De esta visita salió el primer acuerdo de control de armas nucleares de misiles balísticos de largo alcance (SALT). Se impusieron límites cuantitativos y cualitativos a estas armas, Kissinger explica en la obra citada que esos límites cuantitativos no les perjudicaban porque habían llegado ya a su teco, pero si eran una limitación importante para los soviéticos. Una vez más, la estrategia y los medios al servicio de los intereses.

En una conversación con The Economist el pasado abril, el centenario maquiavelo mostraba su preocupación porque -decía- nunca había visto a las grandes potencias con tan poco margen para hacer concesiones,