La comunicación en los programas electorales


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Estudio 1 de TVE en el que el 22 de abril se celebrará el primer debate a cuatro entre los cuatro principales candidatos de las elecciones del 28 de abril

El episodio del debate sobre los debates -el sainete, como lo calificó el Consejo de Informativos de TVE- ha puesto en evidencia, una vez más, el carácter instrumental para alcanzar y mantener el poder que para los partidos tiene la comunicación pública, y en particular RTVE como bastión, arma arrojadiza o apéndice desechable en su lucha por el poder. La única consecuencia positiva ha sido la demostración de que los consejos de informativos están bien consolidados y son capaces de defender la independencia profesional y editorial  -la misión que les encomienda la ley- en difíciles condiciones.

En la época en que la esfera pública se fragmenta en nichos, las rtvs públicas están en crisis, los medios han perdido credibilidad y los bulos son virales en las redes sociales, cabría pensar que los partidos en sus programas propondrían medidas para potenciar la comunicación pública y regenerar la esfera pública como espacio de ejercicio de derechos. Pues no, solo PP y Podemos tienen propuestas para RTVE, y solo el partido morado se ocupa de la responsabilidad informativa en el nuevo entorno digital.

Partido Popular

PP

En la medida 421  de su programa el PP propone unos principios rectores para los medios públicos que son inobjetables y que de hechos ya están incorporados en las normas reguladoras tanto de RTVE como de los organismos autonómicos. La cuestión es como hacer efectivos y garantizar esos principios. Podría decir que esos principios de profesionalidad, transparencia, pluralidad y racionalidad económica han sido reiteradamente traicionados por los gestores nombrados por el PP, pero ese juicio lo dejo al criterio de cada uno.

La única propuesta concreta es la eliminación del modelo de Administrador único, para el que no se ofrecen alternativas. ¿Volverá a defender el PP una elección de la cúpula de RTVE por mayoría absoluta, como solía desde el Gobierno, en un parlamento fragmentado?

Podemos

Podemos1

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Los compromisos de Podemos en su programa respecto a RTVE, como se ve, son detallados. Más allá de la invocación del modelo BBC (que algún día deberemos revisar) apuestan por la consolidación del proceso de concurso, que con todos sus problemas de puesta en práctica, es la única vía factible para una nueva gobernanza más profesional y transparente. Añaden una medida inédita y no sé si de fácil ejecución: una auditoría semestral con participación rotativa de los profesionales.

En cuanto a la participación ciudadana, eterna asignatura pendiente de los medios públicos, se dice que se fomentará la participación directa de la audiencia, pero luego esa participación parece concretarse en concretar el derecho de acceso de los grupos sociales y políticos significativos, derecho constitucional (art. 20.3 CE) regulado restrictivamente por un reglamento interno de RTVE.

Respecto a la producción, proponen un plan de producción digital como desarrollo de la función de servicio público. En cuanto a la exclusión de la externalización de los servicios informativos, ya está en la ley en lo que se refiere a la programación informativa, aunque las sucesivas direcciones, de uno u otro color, han interpretado que esa prohibición no le impide contratar medios y personal externo. Por lo tanto, ¿se trataría de prohibir absolutamente esas contrataciones externas o simplemente limitarlas cuantitativamente y cualitativamente?.

Pero quizá el compromiso más importante y sin el que no podría abordarse los demás es volver a las dotaciones presupuestarias de 2012.

En esta propuesta detallada se echa de menos la necesidad de transformar RTVE en grupo multimedia y multiplataforma global, única vía para que el servicio público garantice el acceso universal a contenidos de calidad para todos y sea pilar central de la reconstrucción de la esfera pública.

Captura

Podemos es el único partido que contempla el fenómeno de las llamadas fake news. Apuesta por combatirlas mediante la deontología informativa, programas de alfabetización mediática y la participación de la audiencia en medios comunicación plurales. El problema va más allá de los bulos y reside en la comunicación basada en las emociones y en la polarización identitaria, pero las medidas genéricas propuestas son un punto de partida sensato para sanear la esfera pública. Y en la última línea se cuela una medida de calado, como es hacer transparentes los gastos de comunicación de la Administraciones Públicas, fuente de corrupción (casos Gürtel y Púnica) y de manipulación informativa.

PSOE

El Partido Socialista nada tiene que proponer en su programa sobre los medios públicos ¿será que no tienen ningún problema? Ni una mención, tampoco, a la esfera pública y a los derechos comunicativos de los ciudadanos en el nuevo entorno digital. Su estrategia de ciudadanía digital (p. 153) se limita a proponer medidas de acceso a la banda ancha.

Es detallado el programa de cultura, pero para nada se contempla su acceso a través de los medios masivos o los nuevos medios digitales. Se propone, sí, un impulso a la creación audiovisual y que las empresas de distribución y explotación, entre las que se citan las televisiones y las de VOD (vídeo bajo demanda) contribuyan al desarrollo del sector. La referencia al VOD parece una pista de que se someterá a las plataformas de vídeo en streaming a obligaciones de financiación de la producción europea, en términos semejantes a las televisiones, como requiere la Directiva de Servicios Audiovisuales, que tiene que transponerse antes del 20 de septiembre de 2020.

Ciudadanos

En el programa minimalista del partido naranja no hay ni una línea dedicada a estas cuestiones. Sorprende, en cuanto que Ciudadanos fue, junto con Podemos, gran defensor del concurso público para RTVE.

Vox

Entre las 100 medidas del programa de Vox, en la 35, dentro de su política de drástica reducción del gasto público, encontramos la promesa de cierre de las televisiones autonómicas, medida coherente con su objetivo (inconstitucional) de recentralización y desmontaje del Estado de las Autonomías.

En defensa de unos medios públicos veraces, libres e independientes

Así reza la declaración lanzada después de la convocatoria electoral por un conjunto amplio de organizaciones académicas, ciudadanas, sindicales y profesionales, nacionales e internacionales, en defensa de RTVE. Estas organizaciones dan la alarma sobre la situación de RTVE, proponen la conclusión del concurso público, el rearme financiero del servicio público y abrir un proceso público de discusión sobre el futuro del servicio público.

También la red Innonews (grupos de investigación sobre innovación en informativos de televisión) lanzó su propia declaración en defensa de la calidad de la democracia y la comunicación, que insta tanto a los partidos como a la ciudadanía a reconstruir una comunicación responsable, crítica y participativa, esencial para la democracia.

El balance del repaso de los programas electorales es decepcionante, con la relativa excepción de Podemos. En una situación de fragmentación parlamentaria y, presumiblemente, gobiernos de coalición frágiles, será difícil que sea una prioridad el mantenimiento de un espacio de comunicación pública que pivote sobre unos medios públicos regenerados.

Las iniciativas sociales aquí mencionadas apuntan un camino. Construir no un pacto de Estado -cualquier pacto de Estado parece hoy cada vez más difícil- sino un gran consenso social, un gran pacto social previo sobre el que construir después las medidas legislativas.

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El futuro de la radiotelevisión pública a debate


Nunca la credibilidad de la radiotelevisión pública ha sido tan baja (véase, por ejemplo, el informe del IPI) y su peso social tan pequeño. Nunca el duopolio de dos grupos multimedia (Atresmedia y Mediaset) había sido tan absoluto.

La regeneración de un sistema público de comunicación es vital para una democracia real.

Telededotos, un grupo de estudios de académicos y profesionales, ha realizado una propuesta completa en la que he participado. Sus líneas básicas son independencia profesional, transparencia, participación social y conversión de la radiotelevisión pñublica en un servicio multimedia.

Teledetodos ha presentado este informe, que pretende de alguna manera reeditar el «informe de los sabios» de 2004, en distintos foros. Creíamos que nuestra obligación era también promover un debate con los partidos políticos sobre sus programas en esta materia. Gracias a la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación de la Universidad Carlos III y a Infolibre y su director Jesús Maraña ayer se celebró este debate.

Vamos a vivir una campaña electoral con muchos debates en múltiples formatos. Pero los debates de los líderes se centrarán en las grandes cuestiones generales (economía, paro, corrupción, reforma constitucional, Cataluña, terrorismo yihadista) quedando fuera los programas sectoriales. El conocimiento de los programas es un elemento de esclareciemiento para el electorado. Y además se pueden concretar compromisos para que luego puedan ser exigidos a los gobiernos.

El debate

El programa (tres párrafos) más creíble es el del PP porque promete seguir haciendo lo que ha hecho durante esta legislatura a nivel nacional y en las autonomías en las que ha gobernado: hace irrelevantes las radiotelevisiones públicas y externalizar sus servicios.

La representante popular en el debate, Isabel Díaz Ayuso (coreada por un grupo de Nueva Generaciones) no quiso comprometerse con ninguna de las medidas debatidas, porque todo dependerá -dijo- del mapa resultante del 20D. Eso sí, negó la manipulación e intento restar legitimidad al Consejo de Informativos de TVE, «porque no representa más que a 700  trabajadores y con su composición sólo va a criticarnos a nosotros». Olvida que el Consejo representa a los profesionales implicados directamente en la elaboración de información periodística y que es elegido mediante candidaturas uninominales, con un sistema que permite la presencia de candidatos minoritarios (se vota a 6 sobre un total de 11) y que garantiza que el pluralismo interno se manifieste.

El PSOE prácticamente propone volver a la situación anterior a las contrarreformas del PP. La única novedad es establecer un sistema de indicadores cualitativos y cuantitativos que permita evaluar periódicamente el grado de pluralismo de los contenidos. En el debate estuvo Óscar López, peso pesado socialista y en la cocina legislativa de las regulaciones de la etapa Zapatero. Defendió que la retirada de la publicidad permitió a RTVE salvar la crisis, sin una caída abrupta de ingresos y defendió una financiación 50% vía presupuesto, 50% otros ingresos (tasas, patrocinio, comercialización). Ni una palabra sobre revisar la Ley General de la Comunicación Audiovisual e introducir medidas anticoncentración más rigurosas.

UPyD no tiene publicado un programa específico. Las intervenciones de su representante Julio Lleonart fueron en general de sentido común. Aseguró que cuando Rosa Díez pedía el cierre de las televisiones autonómicas se refería a terminar con el despilfarro y la manipulación.

El programas de Ciudadanos se limita a mediadas de racionalización de la gestión de RTVE. Su representante, Marta Rivera, demostró poseer información interna que utilizó para poner ejemplos de mala gestión.

Unidad Popular (IU) ha desarrollado un programa extenso que contempla un reparto equitativo del espectro radioeléctrico, la democratización de los medios públicos (con medidas en la línea de las propuestas por Teledetodos, por ejemplo, consejos sociales, acción directa ciudadana), independencia de los contenidos y neutralidad de Internet. Sol Sánchez reiteró esta propuestas en sus términos generales.

Podemos también tiene un extenso programa en materia de comunicación pública: revisar  el reparto del espacio radioeléctrico para dar más oportunidades a los medios comunitarios, crear sendos canales de radio y televisión alimentados por los medios comunitarios, desgubernamentalización de los medios públicos. Su representante, Miguel Álvarez insistió sobre todo en las posibilidades para la participación social.

Acuerdos, discrepancias e indefiniciones

En la línea del Manifiesto promovido por los consejos de informativos de RTVE, todos los partidos, menos el PP, se comprometen a elegir al Presidente de la Corporación por mayoría de 2/3. Si toda la legislación quedara como está, este sería un paso imprescindible. Pero hoy la reforma tiene que ser más profunda.

Teledetodos propone distinguir entre el Presidente del Consejo de Administración y un Director General, máximo ejecutivo, elegido por concurso público previo presentación de un plan estratégico. Unidad Popular lleva esta misma propuesta en el programa. En el programa de C’s se aboga por elegir el Presiente por concurso. En el debate todos (menos el PP) se manifestaron partidarios del concurso público, pero no se distinguió claramente entre Presidente y Director General.

Teledetodos cree que el Consejo de Administración es el garante de la misión de servicio público, pero no debe entrar en la gestión cotidiana, que confía a un Director General. Tanto en el Estatuto de 1980 como en la Ley de 2006 el Director General, primero, y el Presidente, después, lo eran todo, tenían la legitimidad de la mayoría parlamentaria-gubernamental y quedaban de hecho fuera del control del Consejo de Administración.

También confusión sobre la participación social. C’s, Podemos, UPyD y Unidad Popular se mostraron a favor de la presencia de la sociedad en los órganos de gestión. Mientras que Podemos y Unidad Popular están en la línea de un Consejo Social propuesto por Teledetodos como representante de la sociedad organizada y garante del derecho de acceso, parece que C’s es proclive a alguna forma de elección del Consejo de Administración con participación social. El PSOE mantiene una elección parlamentaria con mayoría cualificada y el PP prefiere no pronunciarse.

Todos los partidos se manifestaron a favor de modernizar tecnológicamente RTVE y en general por la conversión en un servicio multimedia. Pero personalmente me dio más la impresión de que seguían pensando en las nuevas plataformas interactivas como un canal más. Hoy el servicio público multimedia tiene que ir más allá, personalizar los contenidos, crear espacios de debate y participación interactiva, dar espacio a los contenidos de los usuarios y, en definitiva reconectar el espacio público fragmentado en multitud de burbujas.

Respecto a la financiación, acuerdo en principio entre todos los partidos en no volver a la publicidad. Insistencia en mejorar la comercialización y el patrocinio, ningún compromiso expreso en instaurar un canon. Todos menos el PP se quejaron de la falta de transparencia.

FUENTES

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Las propuestas electorales sobre la radiotelevisión pública de los partidos minoritarios


Ya sé que a estas altura nadie va decidir su voto por lo que diga un programa sobre un asunto que para la mayoría de la población es marginal, el servicio público de la radio y la televisión. Pero prometí dar cuenta de las propuestas de minoritarios y nacionalistas, así que voy a ello. Creo, no obstante que algunas de estas declaraciones vale la pena comentarlas.

Propuestas de IU

La coalición de izquierdas es la que más atención dedica al servicio público entre estos partidos. En su programa (pp. 76 y ss) dedica un apartado (5. Por unos medios de comunicación públicos y democráticos) dentro de su eje 8 (Propuestas para una cultura y comunicaciones libres).

Considera IU que la «democratización de los medios es la otra cara de la reforma de la ley electoral», lo cual es cierto, pero empezar así es comenzar mirándose al ombligo. La democratización de los medios pasa por el acceso equitativo de los partidos y grupos sociales, pero también por el acceso (no necesariamente institucional) de los ciudadanos.

Las propuestas de IU pivotan sobre la crítica de los aspectos de la Ley General Audiovisual favorecedores de los operadores privados. Lo más novedoso es la propuesta de un sistema ternario: público, privado y social. El modelo es claramente Argentina. Se propone favorecer la presencia de medios públicos, privados y sociales en los tres ámbitos, estatal, autonómico y local. Es una apuesta clara por el sector público, pero más aún por el sector social. Se propone un reparto equitativo de licencias, la medida más novedosa junto con el blindaje público del espectro radioléctrico.

Otras propuestas son más de consolidación del «modelo Zapatero»: una definición estable y suficiente para los medios públicos; impedir la privatización, constitución del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales; extensión de los consejos de participación profesional a todos los medios públicos. Se echa en falta la exigencia de democratización e independencia de las televisiones autonómicas.

Propone también IU, creo que acertadamente una ley (que tendría que ser orgánica, añado) que desarrolle el derecho de constitucional de acceso. Y es que el ejercicio de un derecho constitucional no puede regularse por una norma del Consejo de Administración de RTVE.

Me parece bien la apuesta por el servicio social (además del público), pero no basta con reservar frecuencias. Como demuestra el caso de TeleK hace falta tejido social que sostenga a estos medios -y también una legislación que les permita financiarse con patrocinios y siempre sin fin de lucro.

Propuesta de UPyD

El programa de UPyD  (p. 52) dedica el apartado 10.2 a los Medios de Comunicación, dentro del capítulo 5 (Cultura). La verdad es que aunque breve, esta parte del programa es muy coherente con la grandes líneas del partido de Rosa Díez: renacionalización de competencias, racionaliación y control fiscal de los servicios públicos y un punto «antipolítico».

En el eje «jacobino», UPyD propone un consejo nacional que ya no estatal, sino nacional de medios audiovisuales. En el eje «racionalizador» controlar las subvenciones a la producción audiovisual. En el eje «antipolítico» propone profesionalizar los consejos de admistración de los medios públicos, prohibiendo la presencia de representantantes de partidos y sindicatos. Lo que significaría que los sindicatos no propondrían candidatos, aunque, sin duda, los partidos seguirían nombrando a sus representantes por vía parlamentaria. Ni una palabra sobre independencia.

Su propuesta de más calado abre la vía a la privatización de los medios públicos (¿incluida RTVE?… la redacción es ambigua).

» 370. La Ley General Comunicación Audiovisual debe garantizar la viabilidad de RTVE y la racionalización de los medios públicos de comunicación autonómicos y locales, valorando el servicio público que prestan o deben prestar y permitiendo su privatización o cierre por razones económicas de modo acorde con políticas de transparencia, y garantizando la libertad de concurrencia en el mercado audiovisual, impidiendo la concentración de medios en oligopolios de facto. «

Bueno, se ve que el PP podrá contar con Rosa Díez.

(No) Propuestas de Equo

Salvo que yo no lo haya encontrado, Equo no se acuerda en su programa de la radio y la televisión públicas. Tanto que batallan por los espacios electorales  debieran de haber dedicado un poco de atención al servicio público audiovisual. Que hay vida más allá y antes de las redes sociales.

Propuestas de CiU

En el programa de la coalición nacionalista, más allá de una mención de un plan para la radio digital, la mención más importante reivindica el carácter nacional de la Televisión de Cataluña:

«612. Farem que Televisió de Catalunya assumeixi el rol de televisió nacional del país, tot potenciant la llengua catalana, la cultura catalana i l’imaginari català. Treballarem perquè continuï sent líder d’audiència, televisió de referència i motor audiovisual de Catalunya. Apostarem clarament perquè els informatius refl ecteixin la pluralitat social i política del país.»

Por lo pronto, no sé si para garantizar el pluralismo informativo, han modificado la ley para que el Director General de la Corporación Catalana pueda ser elegido por mayoría simple en segunda votación, o, lo que es lo mismo, ser designado por el gobierno.

Propuestas del PNV

Pocas referencias en el programa del PNV. El fomento del euskera como criterio para las concesiones de licencias y poco más…

PS. Añado esta amplia recopilación realizada por CC.OO.

El PP arrasaría con el servicio público de la radiotelevisión


Más allá de su programa, González Pons ha dejado bien claro lo que el PP se propone hacer con el servicio público de la radio y la televisión: privatizar y englobar las cadenas autonómicas en un único canal, reducir el peso de RTVE (a la que se añadiría EFE) y liberar de cualquier obligación pública a las cadenas privadas.

Las televisiones autonómicas

Durante las últimas semana hay una verdadera ofensiva contra la televisión pública autonómica. Es cierto que en su mayoría son fáciles de criticar, porque sus gestores han incurrido en despilafarros (cuando no directamente en corrupción, como en Valencia) y han convertido sus informativos en una terminal más de la oficina de comunicación del gobierno y su partido. Se esgrime también su caída de audiencia, sin recordar que en semejantes porcentajes han caído las televisiones estatales, públicas y privadas. En plena crisis son innumerables las voces que piden, lisa y llanamente, su desaparición.

Es injusto meter en un mismo saco a todas las autonómicas. La radiotelevisión catalana es un ejemplo de calidad y en este momento de adaptación del servicio público de radio y televisión a un servicio público de medios convergentes en línea. ETB realiza una promoción impagable del euskera. Y las radiotelevisiones de Galicia y Andalucía han conseguido un buen grado de identificación con sus audiencias.

Estos servicios públicos han sido decisivos a la hora de definir un espacio de comunicación específico de las comunidades autónomas, crear opinión pública propia y promover y fortalecer la identidad comunitaria. Esta función nunca va a ser desempeñada por una empresa privada. ¿Retransmitiría una televisión privada en euskera los partidos de la Champions?.

El PP además de su privatización propone ahora la agrupación en un canal estatal con desconexiones. Este es el modelo de la la ley del tercer canal (1983), que pronto se hizo inviable porque cada comunidad, invocando sus competencias estatutarias creó su propio organismo y desarrolló sus canales propios. ¿Se someterán las comunidades a un canal común? Desde Valencia, el propio gobierno del PP ya advierte que no. ¿Quedaría este canal como un gueto para las comunidades «pobres»?.

La solución de las autonómicas pasa por una reforma que instaure una fuerte independencia política, una redefinición de objetivos centrados en la esfera autonómica y una estabilización financiera con dos patas: limitación del techo de gasto y limitación publicitaria. Y por supuesto, por fortalecer los mecanismos de cooperación y producción común a través de la FORTA.

Las privadas, libres de obligaciones públicas

Tras la Ley General de la Comunicación Audiovisual las cadenas privadas estatales dejaron de ser servicio público y sus licencias se convirtieron en un elemento patrimonial negociable. No obstante, la ley atribuye todavía obligaciones públicas a todos los operadores privados. Algunas genéricas (por ejemplo, deber de dilegencia informativa), pero otras muy concretas en materia de cuotas deproducción, fomento de la industria audiovisual y de la identidad lingüística.

El PP propone eliminar estas obligaciones consustanciales al desempeño de un servicio de interés general. Serán entonces las televisiones privadas unas empresas como cualquier otra. La competencia será total y la basura superará sus altísmas maracas actuales. Que no invoquen entonces la libertad de expresión para obtener cualquier tipo de ventajas.

No tendría tampoco sentido mantener esos deberes públicos y no someter su cumplimiento a control de una autoridad independiente. De modo que es coherente eliminar esas obligaciones y derogar el Consejo Audiovisual Estatal. Campo libre.

La irrelevancia de RTVE

González Pons dice que impedirán que la televisión pública compita con las privadas. La eliminación de la publicidad llevó consigo una menor presión por lograr el liderazgo de la audiencia. La LGCA ya estableció importantes limitaciones en materia de adquisición de derechos cinematográficos y deportivos. Pese a todo La Uno es la cadena más vista y en su conjunto de canales RTVE está en algo más de un 20% de audiencia. ¿Qué quiere decir «no competir»? ¿Transferir esas audiencias a los negocios privados?.

Todo apunta, pues, a una televisión pública de bajo presupuesto, centrada en difundir acontecimientos institucionales y que no haga sombra a las privadas.

La programación de servicio público requiere de espacios que aúnen altas audiencias y respeto a los valores constituci0nales. Espacios que sirvan de motor para mantener al público fiel a una programación de información y cultura. Y en el nuevo ecosistema informativo esas programaciones generalistas son son la parte más visible de un servicio público que debe ofrecer a todos los ciudadanos entretenimiento, información y cultura de calidad en cualquier plataforma y en cualquier tiempo y lugar.

Otras entradas:

La televisión pública que nos proponen PP y PSOE

 

La televisión pública que nos proponen PP y PSOE


Tal como está el mundo es seguro que el servicio público de la radiotelevisión no va a ser un tema estrella de la campaña electoral en España. ¿O sí? Porque llama la atención de que entre todo el programa del PP los medios privados ya estén resaltando la propuesta de privatizar las televisiones autonómicas, ávidos de un negocio a estas alturas más que dudoso.

En esta entrada voy a recoger las principales propuestas de los dos grandes partidos para abrir el debate. Intentaré en sucesivas entradas recoger otras propuestas, como las de los nacionalistas, IU, Equo…

Las propuestas del PP

El programa del PP se caracteriza por la falta de detalle de sus propuestas.  En el tema que nos ocupa las referencias las encontramos en el ap. 1.9 «Nuevas tecnologías para la modernización», dentro del capítulo general de «Estabilidad y reformas para el empleo». Esto es, las medidas que el PP propone sobre el servicio público audiovisual se consideran reformas para la modernización económica en la línea neoliberal de todo el programa.

La medida más comentada y previsible (sus dirigentes llevan años anunciándola) es abrir la vía a la privatización de las televisiones privadas. Su propuesta 07 (p. 52) reza:

«Impulsaremos las reformas legislativas necesarias para que las administraciones autonómicas y locales tengan libertad para adoptar nuevos modelos
de gestión de las televisiones públicas que permitan la entrada a la participación privada.»

En estos términos genéricos parece que se está pensando más en en convertir los organismo autonómicos en sociedades de capital mixto que en sacar a subasta la licencia de los canales autonómicos. Para ello tendrían que derogar la Ley 46/1983, reguladora del tercer canal y lógicamente luego cada Comunidad Autónoma adoptaría las medidas que se adaptaran al nuevo modelo. (Como bien me advierte Fernando Redondo, la Ley General de la Comunicación Aufdiovisual derogó la ley del tercer canal, pero en su disposición transitoria 2ª. 5 mantiene el régimen de titularidad pública para los canales autonómicos, de acuerdo con las normas de su concesión).

Previamente (p. 52), en su diagnóstico, el PP anuncia un organismo regulador convergente en materia de telecomunicaciones y audiovisual. Todo parece apuntar que lo que harían es atribuir algunas de las competencias (pocas) del nonato Consejo Audiovisual Estatal a la Comisión de las Telecomunicaciones, un organismo concebido para preservar la libre competencia, pero no una comunicación pública al servicio de los ciudadanos, una autoridad, que, por cierto, ha adoptado medidas bien polémicas.

En ese diagnóstico, se promete «ahorraremos dinero a los contribuyentes poniendo freno a los déficits generados por las televisiones públicas en España».  Lo que luego se concreta en el anuncio (medida 06) del redimensionamiento de las televisiones públicas y establecimiento de un techo de gasto y endeudamiento para todos los medios públicos.

No hay que ser muy sagaz para ver detrás de este anuncio la intención de «jibarizar» a RTVE (porque las radiotelevisiones autonómicas ya se reconvertirían por la vía de privatización, total o parcial).

Las propuestas del PSOE

Como en el resto de sus programa del PSOE, las propuestas de los socialistas sobre estas cuestiones son más concretas. Es significativo también su ubicación dentro del programa: apartado 2.2 «Un sector audiovisual saneado, independiente y plural», dentro del capítulo V «Democracia» (pp.  117-119). Esto es, se concibe al sector audiovisual como un terreno en el que se juega la profundización de la democracia.

En general, el programa es continuista con la política audiovisual del gobierno de Rodríguez Zapatero. Se promete el impulso de la creación del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, al que se renunció en la legislatura finalizada, pese al mandato del Ley General de la Comunicación Audiovisual. En cualquier caso, esta institución requeriría de un consenso imposible sin una mayoría absoluta del partido gobernante.

En el campo de las radiotelevisiones autonómicas se proponen tres medidas: constituir autoridades audiovisuales independientes (conforme el modelo del CEMA); proseguir la reforma institucional para desgubernamentalizar estos organismos (siguiendo el modelo de RTVE); crear consejos representativos de la sociedad (cuyos miembros no serían remunerados).

En cuanto a la ordenación general del panorama audiovisual se anuncian estudios para «disminuir el volumen total de licencias y títulos habilitantes previstos, facilitando la devolución de licencias a aquellos que no puedan o no quieran explotarlas». Un reconocimiento del fiasco del modelo de la TDT, del que son responsables tanto los dos últimos gobiernos socialistas como los dos anteriores del PP.

En el asunto espinoso de la financiación, además de promete la revisión de los mecanismo de financiación sin distorsionar la competencia, se anuncia una inconcreta alternativa a la tasa de las telecos, en cuestión en el Tribunal Europeo de Justicia y con muchas posibilidades de ser declarada contraria al derecho comunitario:

«También deberemos asegurar que si la UE entiende que los operadores de telecomunicaciones no deben contribuir al sostenimiento financiero de RTVE, puedan existir instrumentos alternativos de financiación de este servicio público.»

Lo que hacen PP y PSOE

Más allá de las palabras, más allá de los programas, hechos son amores.

PP y PSOE han pactado en Galicia la Ley de Medios Públicos, que establece un sistema de nombramiento del director de la Corporación por mayoría parlamentaria de 2/3, en la línea de la desgubernamentalización.

En Cataluña el PP ha apoyado la reforma liderada por CiU, que reduce el consejo de la Corporación Catalana a 5 miembros, que podrán ser elegidos en segunda votación por mayoría. Una reforma que concentra poder ejecutivo en un director que dependerá del gobierno de turno.

Y en Madrid y Castilla-La Mancha, mientras llegan la privatización que tanto ansían, los populares han puesto al frente de las respectivas radiotelevisiones a periodistas de reconocido sectarismo.

PS. Se me olvidaban otros hechos. Álvarex Cascos forzando la quiebra de la televisión asturiana y el gobierno de Navarra eliminado el Consejo Audiovisual de la Comunidad Foral.

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