Vivir en las esferas de la posverdad


Captura del ominoso vídeo «Riviera Gaza» Netanyahu y Trump en un supuesto resort Trump Gaza. Realizado con Inteligencia Artificial. Un ejemplo de un «deep fake» para construir una burbuja de posverdad.

Sumario

Como la entrada ha quedado muy larga incluyo aquí un pequeño sumario.

En las esferas de la posverdad, verdad o mentira son irrelevantes, de lo que se trata es de compartir experiencias emocionales que refuerzan nuestra adhesión a los nuestro/los nuestros. El llamado periodismo ciudadano no ha democratizado la comunicación, pero ha contribuido a debilitar al periodismo profesional. Las redes sociales han fragmentado más la esfera pública y al almacenar nuestros datos han hecho posible ataques para manipular nuestra conducta con fines políticos . La única solución es la alfabetización mediática.

(Por favor leed la entrada, aunque sea en diagonal)

La posverdad

La realidad ya no existe. No se trata del «cristal con que se mire», sino de crear hechos alternativos. No se pretende que creamos que son verdad; su objetivo es reforzar mediante experiencias emocionales la adhesión a una causa o a un personaje público.

Las redes sociales y las esferas de posverdad fragmentan la esfera pública comunicativa, de modo que cada vez es más difícil mantener un espacio de reflexión social compartido en el que se construya la opinión pública. Las esferas de posverdad se construyen en torno a fracturas sociales.

Con el vídeo «deep fake» (realizado con Inteligencia Artificial) Riviera Gaza no se pretende tanto mostrar un programa inmobiliario en el que las empresa de Trump ganarían millones, como deshumanizar a los palestinos (danzarinas barbudas) y masas a las que se apacigua lanzando desde el aire billetes. El objetivo último es legitimar la expulsión de la población, un elemento más en el proceso del genocidio contra los palestinos.

Cuando Trump dice que los refugiados haitianos se comen las mascotas en la pequeña ciudad de Sprinfield no pretendía que nadie creyera un bulo tan evidente, sino encuadrar la campaña en el tema de inmigrantes y refugiados. Kamala Harris entró al trapo, lo que no favoreció su campaña porque tuvo que jugar en un campo delimitado por su rival. De paso, el bulo hizo la vida más difícil a los haitianos de Sprinfield.

Medios y organizaciones han creado sistemas de verificación para combatir a los bulos: pero de nada valen porque no se trata de conocer la verdad o la mentira sino de adherirnos a causas y personajes y desahogar frustraciones o anhelos. Ya se puede recomendar que no se reenvié ninguna información de la que no conste su verificación. Daremos al botón de compartir siempre que refuerce nuestras ideas o intereses.

Para que una sociedad se divida en burbujas de posverdad es necesario que esa sociedad esté profundamente fracturada y que personajes públicos (políticos, empresarios, líderes religiosos) quieran explotar esas fracturas.

De nada valen las normas restrictivas. La única solución es la alfabetización mediática. George Lakoff, el padre la teoría del encuadre, propone neutralizar las mentiras de Trump simplemente dejando de discutir sobre él.

La falsa promesa del periodismo ciudadano

Muchas veces los que hemos trabajado en televisión fuimos recibido en una cobertura al grito de «Televisión manipulación». Más allá del rechazo de un medio concreto, el grito reflejaba la desconfianza de cierto sectores a los medios profesionales.

La alternativa ofrecida a partir de 2005 era el llamado periodismo ciudadano. En el marco de un movimiento más amplio de rechazo a las mediaciones sociales (periodistas, profesores, políticos y, en mucho menor medida, sanitarios, porque con las cosas serias no se juega) se piensa que con los nuevos medios tecnológicos, cualquier persona puede contar en Internet lo que ve: incluso mostrarlo visualmente, usando primero cámaras sencillas y luego los llamados teléfonos inteligentes, con dispositivos de fotos y vídeos más potentes que los profesionales.

«El periodismo ha muerto» se proclamó. Todavía me duele que mis alumnos que teóricamente querían ser periodistas profesionales. de un día para otro, decúan que lo que ellos querían era citizen journalists. Es cierto que en algunos casos testigos presentes hacen notables coberturas, donde no hay medios profesionales. El caso más temprano que ahora recuerdo es el ataque terrorista contra los hoteles de Bombay en 2008. El periodismo ciudadano no ha tenido nunca los requisitos de calidad del periodismo profesional, ni desde el contenido, ni desde la forma y menos desde las exigencias éticas.

Muchas coberturas que se presentan como periodismo ciudadano son en realidad relatos de parte, como ocurrió en la guerra de Siria, en la que los grupos yihadistas usaban sus vídeos como propaganda., mostrando decapitaciones y obligando a sus cautivos. algunos de ellos periodistas a repetir consignas e incluso a compartir sus crímenes. A Siria era imposible ir porque los periodistas eran objetivo principal de los yihadistas.

Quizá el caso más noble de periodismo ciudadano ha sido la cobertura realizada por periodistas y vecinos locales en la guerra de Gaza, puesto que Israel prohibió la entrada en la Franja a los medios internacionales. Ellas han sido los testigos del genocidio y nuestros ojos en la Franja.

Ahora Musk enardece a las bases republicanas invitándoles a utilizar X y diciéndoles que ellos son los medios, mientras la masa abuchea a los periodistas. Trump ha señalado repetidamente como el enemigo a los medios (el único contrapeso, ahora que domina todas las instituciones).

El fraccionamiento de la esfera pública

Jürgen Habermas (Escuela de Fráncfort) desarrolló a partir de 1981 el concepto de esfera pública, el espacio de deliberación libre en el que en una sociedad democrática se constituye la opinión pública. En esta esfera pública las organizaciones sociales y los medios de comunicación de masas tienen una función esencial. En concreto, los medios de comunicación aseguran que la esfera pública sea un ágora común.

Cuando nos encerramos en una burbuja de posverdad, la esfera pública se fragmenta y el diálogo social es imposible. Internet prometía una esfera pública sin límites de tiempo ni espacio, ni censuras ni públicas ni privadas. El primer síntoma de que esta utopía comunicativa no funcionaba fue el abuso de los comentarios que todos los medios añadieron a sus informaciones y que pronto se convirtieron en espacios de insultos y desahogos personales que nada tenían que ver con el asunto de la información.

Las redes sociales

Nacidas teóricamente para comunicarnos con contactos conocidos a lo largo de la vida (y con sus contactos, que, en teoría pueden conectarnos con cualquier habitante de la tierra en tres saltos) pronto se convierten en un vehículo de información con trascendencia política y social, aunque no necesariamente se presenten como tales.

El objetivo confesado de las redes es obtener beneficios vendiendo publicidad y para ello buscan el mayor número posible de clics y para eso el tráfico está dirigido por algoritmos opacos. Cuanto más emotiva o más ofensiva sea la información más posibilidades de ser remitida será.

El algoritmo nos conoce y nos enviará la información que más acorde esté con nuestras ideas y personalidad. En realidad el negocio más potente es almacenar nuestros datos y venderlos perfilados para manipular nuestro comportamiento.

Estas eran la reglas de las redes desde su nacimiento. Pronto profesionales del marketing comercial y político crean falsos perfiles (bots) que interactúan automáticamente fingiendo ser personas. Los bots fueron esenciales en las campañas de intromisión rusa en las elecciones norteamericanas y en el referéndum del Brexit (caso Cambridge Analytica, al final de esta entrada hay un vídeo incrustado sobre este caso).

Los mensajes de las redes son cortos, lo que no favorece la reflexión, sino la confrontación. Como dan prioridad a los mensajes polarizadores y cuestionadores del sistema, son un terreno propicio para el cuestionamiento de la democracia (como sistema establecido) por la extrema derecha.

Los jóvenes viven en un universo de pantallas, en el que juegan, se divierten y se relacionan. Según algún estudio entre los 25 y 34 años hasta un 65% se informan exclusivamente por las redes sociales. De modo que, la fragmentación de la esfera pública no solo es ideológica, sino muy señaladamente generacional.

La Inteligencia Artificial nos ofrece la posibilidad de crear falsos vídeos («deep fake») lo que hace más fácil hacer pasar por verdad los «hechos alternativos» y denigrar o ridiculizar al adversario. El espacio digital es cada vez más un espacio para la guerrilla y la confrontación y menos apto para la interacción civilizada.

Los «deep fake» ya han llegado a la política española, lo que no augura nada bueno para la convivencia democrática.

La burbuja de Putin

Putin ha roto la esfera pública persiguiendo la libertad de expresión. El relato oficial es que Rusia sigue siendo la «nueva Roma» que preserva la civilización occidental del desorden democrático y de la degeneración de la «teoría de género» y la extensión de la homosexualidad.

Rusia es el faro de Eurasia y su destino es reagrupar bajo su liderazgo a los pueblos que formaron parte del Imperio de los zares o de la URSS. Disentir de tal relato puede llevar a la cárcel o las nuevas formas de Gulag.

El país solo puede ser gobernado por un «hombre fuerte», apoyado en el «aparato de seguridad». Rusia está rodeada de enemigos, que quieren imponerla el desorden de la democracia y reducir su esfera de influencia. De cortejar a la UE y a la OTAN como socios, se pasó a considerarlos enemigos (sin perjuicio de que como explica Jeremy Sachs Occidente ninguneara a Rusia)

Ya hemos citado las interferencias rusas en las elecciones norteamericanas y su lanzamiento de bulos como el pizzagate (que Hillary Clinton dirigía una red de pederastas desde una pizzería de Washington). En el caso del apoyo a Trump parece claro que se buscaba un presidente más dócil; pero en la posible intervención en el Brexit solo se buscaba crear división; sería también el caso de Cataluña; o el de convocar en las redes sociales a través de bots una manifestación supremacista blanca y otra contra el racismo.

La burbuja de Trump

El relato de Trump es bien conocido «Hagamos Grande de Nuevo a América» (MAGA, en sus siglas en inglés.

Las líneas de fractura son históricas. La más importante la racial, de donde derivan las demás. Recomiendo la lectura del ensayo «La gran fractura americana» de Cristina Olea (corresponsal de TVE en Washington). No hay que olvidar que los negros no consiguieron sus derechos civiles hasta los años 60 del pasado siglo, tras un gran movimiento cívico. En las cárceles sigue habiendo un porcentaje desproporcionado de afroamericanos.

Además está la fractura entre la ciudad y el campo. Y más decisivo entre las élites cultivadas y las clases populares, víctimas de la globalización. Trump encarna como nadie esa brecha, magnate inmobiliario tosco e inculto; estrella mediática que pone es espectáculo sobre todo y que gobierna como si se tratara de un reality show…

Y que tiene una relación especial con otro hombre fuerte, Putin. Está dispuesto a conducir las relaciones internacionales con el regreso a un imperialismo con métodos mafiosos. Por cierto, Martin Barron (que fue director del Washington Post en su libro «Collision of powers» sugiere que los servicios secretos rusos tienen del presidente de Estados Unidos lo que en Rusia llaman un kompromat un dosier comprometedor que mostraría alguna perversión sexual, que podría estar sirviendo a Putin para hacer chantaje a Trump.

La burbuja nacional

Me cuesta entrar en este tema. España ha sido un país dividido, al menos desde la Ilustración. Todas estas fracturas condujeron a la Guerra Civil, propiciada por militares que dieron un golpe fallido contra la república democrática. Siguieron 40 años de una dictadura que pulverizó nuestros derechos, con épocas más crueles y otras más débiles.

A la muerte del dictador, todos enterraron las ofensas y después de una transición que no se hizo en los reservados de los restaurantes, sino gracias a la presión de las fuerzas populares en la calle, lo que les costó a estas fuerzas decenas de muertos.

Finalmente en 1978 pactamos una Constitución, en la que todos cedieron y parecía que a todos nos albergaba. Creo que fue un Constitución progresista difícil de conseguir hoy. Pero quedaron flecos sin cerrar.

Se olvidó que miles de represaliados por el franquismo yacían todavía en las cunetas y que merecían reparación. Y que a la amplísima autonomía reconocida a las comunidades históricas, muchos de sus dirigentes aspiraban lisa y llanamente a la independencia, con el chantaje en el País Vasco del terrorismo de ETA, espada que ha pesado sobre la democracia española durante 4 décadas.

La Constitución hace un desarrollo garantista de los derechos civiles., pero los derechos sociales quedaron reducidos a directrices de la política económica y social; lógicamente en situación de crisis económica estos derechos se ven reducidos.

Resumo las brechas españolas:

  • Franquismo/antifranquismo. Nadie defiende abiertamente la dictadura, pero muchos la blanquean e incluso hay quien se atreve a decir que el gobierno de Sánchez es una dictadura peor que la de Franco.
  • Españolismo/separatismo. La deriva del catalanismo del pactismo a la confrontación ha sido el mayor efecto polarizador de la vida nacional.
  • Desigualdad económica/igualitarismo. Una fractura en relación a la política económica y muy destacadamente la fiscal y los servicios públicos. La crisis de 2008 rompió el bipartidismo con un partido más a la izquierda (Podemos), otro de Centro (Ciudadanos) y otro de extrema derecha (Vox)
  • Tradicionalistas /cosmopolitas. Como en otros lugares hay una división entre los partidarios de los valores tradicionales y los que apuestan por valores como la ayuda al desarrollo o la lucha contra el calentamiento global.
  • Feminismo/Antifeminismo. Sorprendentemente un porcentaje de varones jóvenes piensan que el feminismo ha llegado demasiado lejos. Hay una fractura hombres/mujeres. Ellas son mejores estudiantes, pero siguen teniendo la carga de las obligaciones familiares,
  • Integración de extranjeros e inmigrantes/En contra de la inmigración. Como en otros países, en estos momentos es una de las fracturas más importantes.

No necesariamente estas fracturas se ordenan en el eje izquierda derecha. Muchos hombres jóvenes son igualitaristas, pero antifeministas.

El escándalo de Cambridge Analytica en CNN en Español.

El periodismo en la tienda de Google


Big Tent, la gran tienda de Google, el foro de debate que la tecnológica mueve por el globo para analizar el impacto de Internet, ha dedicado su tercera edición en Madrid al periodismo. La estrella era el gurú del periodismo social Jeff Jarvis. Dos mesas redondas han debatido, además, modelo de negocio y nuevos modos de contar historias. El debate, con asistentes «innovadores» más que periodistas de base, ha estado dominado por el optimismo tecnológico y deja muchas preguntas y algunas respuestas.

El periodismo social de Jeff Jarvis

2014-10-29 09.48.57

Jarvis en Big Tent (Madrid, 29 octubre de 2014)

Jarvis (de negro riguroso, dominio absoluto de la escena, demasiado viejo para predecir el futuro -dice- con herramientas tan nuevas) ha expuesto sus conocidas ideas sobre el nuevo periodismo:

– El periodista, los periodistas, los nuevos medios ya no se dirigen a la masa (la masa no existe) sino a los individuos, a cada uno de nosotros, para ofrecernos un servicio personalizable. El contenido (los periodistas antiguos hablamos de información) no es más que un instrumento para dar servicio. Hay que cambiar las métricas, el éxito está en el servicio; lo que cuenta es la atención, no el click.

Dar servicio es escuchar y dar soluciones. Medios y periodistas tienen que escuchar al público (perdón, al cliente). Ellos saben lo que quieren.

Los periodistas no son tanto contadores de historias, como curadores (filtradores, agregadores) de contenidos sociales. Su misión sigue siendo dar sentido a una masa ingente de información y datos. El reporterismo clásico debe dejar paso a un trabajo de comprobación y verificación de la información creada por grupos e individuos, una tarea que es más necesaria que nunca. El periodista tiene que concentrarse en lo esencial, debe investigar, pero no perder el tiempo reempaquetando la información en historias (piezas informativas). La exclusiva ya no dura más que tres segundos.

– Los medios deben especializarse y crear valor. «Haz lo que mejor sepas, en lo demás enlaza a otras fuentes».

– Como los medios, los periodistas deben especializarse, buscar su nicho y crear su marca personal, que a la larga puede ser más importante que la del medio.

Innova, si no lo haces tú lo hará alguien más joven que tú en un garaje. (¿Tienen  que o pueden todos los periodistas convertirse en empresarios?)

¿Cómo no estar de acuerdo con muchas de estas ideas? Insisto a mis alumnos de Periodismo Multimedia que con sus proyectos deber crear información original, ofrecer un servicio de utilidad y crear y gestionar comunidad. Pero en lo que no estoy de acuerdo es que la información (el contenido) no sea más que una herramienta, un soporte para el servicio. ¿Quién creará una información de calidad profesional, que no sea una información de parte, como lo es necesariamente la creada por los ciudadanos, si los periodistas no limitamos a dar sentido a la información creada por otros. Los agregadores están muy bien, pero ¿quién crea la información? El unico que recordó algo tan evidente fue el periodista Agustín Llanes.

Escuchando a Jarvis me ha venido a la cabeza aquello de Thatcher de «¿qué es eso de la sociedad?, la sociedad no existe, lo único que existe es el individuo». No, creo que la sociedad sigue existiendo y el papel de los medios (nuevos o viejos) es delimitar el espacio público; quizá ahora reconstruir ese espacio público que se fragmenta uniendo y enlazando los nichos de información. Personalmente, quiero que se me ofrezca información acorde con mis necesidades y mis gustos, pero también necesito repasar los titulares deportivos (ni me interesa ni mi gusta el deporte) porque si no sabré en que mundo vivo. Periodismo cívico mejor que periodismo ciudadano.

El Evangelio de Jarvis: las tecnológicas nos liberan, los estados nos esclavizan

Jarvis es uno de esos liberales norteamericanos que lindan con el libertarismo. Así que se ha aplicado a criticar el ansia reguladora europea («no, no existe el derecho al olvido, lo que existe es el derecho a saber») y de modo especial el canon AEDE: «España será el primer país que mate el enlace con ese gravamen y eso tendrá consecuencias fatales para los medios» (aplausos). Google es una empresa abierta y, como el resto de las tecnológicas, si entrega nuestros datos a un estado es porque las leyes locales le obligan; si guarda nuestro datos es para darnos mejor servicio. Hay una obsesión con la intimidad, si compartimos nuestra vida en las redes sociales no podemos invocar luego la intimidad. El tecnopánico ciega el futuro.

Es difícil tomar partido en la lucha entre editores y Google, ambos grandes depredadores y a su vez cada uno con su parte de razón. Creo que los ingresos originados por los contenidos agregados en Google News merecen su remuneración (no sólo para los editores, como éstos pretenden, también para los periodistas), pero el camino no es imponer una tasa, sino negociar. Seguramente si hubiera expuesto estas ideas, el auditorio me habría abucheado. Por lo demás, como en el chiste del ateo, si uno no cree en la fe verdadera, en la utopía auténtica ¿cómo creer en este sucedáneo tecnológico?.

El modelo de negocio

Después de Jarvis una mesa redonda estaba dedicada al modelo de negocio y otra a los nuevos modos de contar historias, pero ésta atendió más al modelo de negocio que a las nuevas narrativas.

Los nuevos medios siguen teniendo como primera fuente de financiación la publicidad, pero la publicidad virtual (personalizada) no puede generar el volumen de ingresos de la publicidad analógica (masiva). Confiar sólo en la publicidad puede suponer unos ingresos insuficientes que lleven al medio a un círculo vicioso de recortes. He aquí algunas alternativas presentadas en la jornada.

Periodismo de pago para la información exclusiva. Robert Shrimsley ha expuesto el conocido modelo del Financial Times: crear información exclusiva, con valor añadido para comunidades que pueden pagarla; servir desarrollos informativos, desarrollar conferencias y vincular a los suscriptores.

– Todos los participantes han estado de acuerdo en que el futuro reside en el análisis de las audiencias a partir de los datos que los usuarios entregan. Frédéric Filloux, de Les Echos, habla de una aplicación capaz de trazar un perfil de cada cliente a partir de esos datos para ofrecer una información exclusiva por la que esté dispuesto a pagar o por lo menos a pasar más tiempo en la aplicación o en la web del medio.

– El móvil tiende a convertirse en la principal fuente de tráfico… y el móvil no se lleva bien con la publicidad ¿Cómo monetizar ese tráfico? ¿Crear formas específicas de publicidad? Rob Wijnberg (director y fundador de De Correspondent) ha recordado que lo primero es crear comunidad, vinculación y luego ya se verá como se monetiza.

Ignacio Escolar ha expuesto el modelo de eldiario.es. Una base de socios (a razón de 60 € al año, por cierto la misma cantidad en De Correspondent, sin publicidad en el caso del diario holandés) que garantizan la independencia del medio. Escolar puede poner a toda su redacción a investigar porque confía la cobertura de la actualidad a los teletipos (y porque existen los medios más generalistas que crean información propia sobre la actualidad).

– Y Montserrat Domínguez ha resumido el modelo del Huffington Post (España) con estas cifras que lo dicen todo: 12 redactores, 10 colaboradores, + 500 blogueros (modelo depredador del periodismo profesional).

Nuevos modos de contar historias

Como digo, la mesa correspondiente derivó más hacia el modelo de negocio, pero se pueden espigar algunas reflexiones interesantes.

– Jarvis, en su cuestionamiento de la pieza informativa, manifestó como en Internet hay espacio para el titular de la noticia de alcance y, cada día más, para la información en profundidad, pero no para la pieza del periódico (de 500 a 100 palabras) que sólo se ojea.

– Todos han estado de acuerdo que la homepage está moribunda. Hoy la información, las exclusivas, están en las redes sociales.

La información divertida, cachonda -dice Dominguez- de los «contenidos cotidianos» del Huffigton no son periodismo, pero crean implicación y lealtad de la audiencia.

– Todos han apostado por el vídeo como medio de expresión del futuro, pero nadie ha aportado una experiencia interesante que supere el formato de la pieza de televisión, el cutre vídeo de YouTube o la entrevista en el set del periódico.

Resumen del acto en el blog de Google

Vídeos

Jarvis critica el proteccionismo europeo

Modelo de negocio

Nuevas narrativas

Díselo a Obama… en vídeo


Dos organizaciones periodísticas de Estados Unidos, WorldFocus (televisión y portal de información internacional) y GroundReport (portal de periodismo ciudadano) lanzan la iniciativa de abrir una canal específico en YouTube, Talk to Us,  para recoger vídeos en que periodistas de todo el mundo hagan llegar sus opinions o propuestas al presidente Obama sobre las grandes cuestiones mundiales. Los mejores vídeos serán difundidos por WorldFocus en su informativo a través de la televisión pública norteamericana (PBS). Los vídeos pueden utilizar cualquir lengua, pero son preferidos en inglés.

No es nuevo habilitar utilizar un canal de internet para hacer llegar opiniones y propuestas a los poderesos. Lo nuevo del caso es que se busque la participación de periodistas de todo el mundo sobre cuestiones internacionales… y que para ello se utilice un vídeo. El vídeo es un medio de expresión poderoso -representa la realidad con la pregnancia de la imagen y el sonido- pero no es un buen vehículo para propuestas complejas ni pensamientos abstractos, que se expresan mejor a a través de la palabra escrita.

La gran cuestión que subyace es que se hace con todo este flujo de información que fluye desde la base hasta el vértice.

Sí, ahora cualquiera puede dirigirse a los poderosos. Otra cosa es que le escuchen.

Actualización interactiva y fiabilidad


El blog de los editores de BBC.News es una fuente impagable para aprender sobre periodismo interactivo. No es infrecuente encontrar rectificaciones y disculpas. Hace unos días Steve Hermann daba explicaciones sobre el uso de Twitter como fuente en los atentados de Bombay. Explicaba este editor como abrieron una página de continuas actualizaciones de fuentes diversas: agencias, enviados especiales, mensajes recibidos, blogs, colecciones de fotos en Flicker y «tweeds» de Tweeter. Algunos de estos «tweeds» aseguraban que el gobierno indio se disponía a censurar Tweeter, lo que resultó falso y sin fundamento.

El hecho ha levantado bastante polémica, que el propio blog del editor recoge. De entre todas las opiniones me quedó con la de Tom Sutcliffe en The Independent:

«Mientras un periodista tiene razonablemente un poderoso incentivo para no difundir información dudosa o engañosa, porque podría tener para él un coste profesional, un usuario de Tweeter no está obligado por ningún deber más allá de su propia impresión y estado de mente. Pasará un rumor como si fuera un hecho y no habrá manera de distinguirlo»

Si se examina esa página de actualización se ve que es una herramienta eficaz y diabólica como un potro desbocado. Las entradas no son automáticas e indiscriminadas, sino filtradas editorialmente; pero las posibilidades de verificar esas fuentes son nulas. Cualquiera que haya vivido un acontecimiento como ese sabe que genera un flujo informativo enloquecedor y eso sólo considerando las fuentes profesionales habituales. Supongo que en las fuentes no profesionales se seguirá el criterio, básicamente, de su verosimilitud y coherencia con las fuentes profesionales.

Se ha celebrado la cobertura informativa de los atentados de Bombay como un nuevo triunfo del periodismo ciudadano. Ya me referí con ocasión del terremoto de China a Tweeter como fuente interactiva. No cabe duda que en situaciones de emergencia es una fuente que puede llegar a ser muy valiosa. Puesto que su verificación resulta imposible, páginas como las de la BBC debieran de advertir genéricamente de las limitaciones y condicionamientos de ésta y otras fuentes interactivas como los blogs. Una cosa es recoger una variedad de fuentes y otra dar por los buenos los hechos que relatan. Con estas actualizaciones interactivas se gana en rapidez y variedad, pero se pierde fiabilidad.

Televisión ciudadana… y de partido


De repente, un anuncio en el correo de Yahoo llama mi atención. Está en italiano y anuncia YouDem.TV. Pincho el enlace y me conduce a una página de registro de la que se califica la primera tv. social dedicada a  la política y la sociedad italiana. Y en la parte inferior de la página, el logo del Partido Democrático. Y empiezo a entender.

Resumo el proyecto, que arrancará el próximo día 14. YouDem.Tv es la televisión del Partido Democrático, una televisión, por tanto de partido. Una televisión con la que el partido de la oposición quiere romper el asfixiante dominio de la televisión por parte de Berlusconi. En cuanto a los contenidos, será una televisión mixta: información periodística profesional y vídeos producidos por los ciudadanos. El objetivo es conseguir » la prima social television della politica italiana». En cuanto medio, será una televisión convergente. Contará con un canal en YouTube y se difundirá también a través de la plataforma de pago italiana (Sky) y a través de la telefonía 3-G. Vamos, un proyecto casi calcado del Current-Tv de Al Gore, aunque se proclama más directamente la relación con Obama-Tv. YouDem.Tv se incardina en un proyecto más amplio de comunicación alternativa dirigida por el PD y que denominan CarpeDem.

Los medios tradicionales se toman la iniciativa con una cierta sorna. «Filosofía web 2.0 en salsa YouTube», dice La RepubblicaUn proyecto «espartano, pero trendy», para Panorama. Y es que -bromeala Repubblica- «dices Obama y sale Veltroni». Parece complicado que esta televisión ciudadana se libere de los usos partitotocráticos. Justamente, empieza el 14, coincidiendo con el primer aniversario de la «entronización» de Veltroni. En fin, que sea verdaderamente social, que bien les vendrá a los italianos

Panorama del periodismo en red


Ha terminado esta tarde el III Congreso Internacional de Periodismo en Red y el panorama mostrado indica un cierto cansancio, un cierto agotamiento en las distintas iniciativas expuestas, una desorientación en las tendencias. No es que las exposiciones de ponentes y comunicantes no fueran interesantes (ya me referí a la conferencia inaugural de Jean-François Fogel), es que no se termina de ver brillar al buen periodismo en el ciberespacio.

Los medios tradicionales migran hacia el ciberespacio, pero lo hacen a costa de debilitar sus redacciones tradicionales, los verdaderos motores informativos, a cambio de fortalecer las redacciones digitales, pero que siguen atadas al ordenador, redacciones donde sus periodistas no buscan ni investigan noticias, se contentan con reeditarlas lo más rápido posible. Redacciones donde la convergencia digital es más un mito que una realidad. Y la ciberpublicidad no genera ingresos tan rápidamente como los pierden los medios tradicionales. Estos medios intentan integrar los contenidos generados por la audiencia, pero los resultados informativos resultan decepcionantes.

Proliferan los ciberchiringuitos, que pretenden ser medios informativos, con redacciones de tres o cuatro periodistas. Los blogs han perdido mucho de su frescura. Los más visitados siguen siendo los de un grupo de periodistas tecnológos, pendientes de nuevas tendencias en la red, más que de lo que pasa en el mundo real. Luego están los blogs ideologizados, los más numerosos, que no son más que ecos de sus líderes de opinión que ofician en los medios tradicionales.

También se agota el periodismo ciudadano, circunscrito a experiencias informativas de hiperproximidad.

Se nos anuncia la web 3.0, la de la hiperconectividad como un nuevo reto para crear contenidos de relevancia e interés.

Es cierto que en el ciberespacio manda la demanda sobre la oferta, que los ciudadanos crean información y vigilan a los periodistas, pero no por eso parece que la hegemonía de las fuentes (en definitiva, de los grandes poderes) esté en cuestión.

¿Construye el ciberperiodismo espacio público? Me parece que no.

En fin, son impresiones a vuela pluma y como tal completamente subjetivas.

Los medios tradicionales siguen siendo la gran fábrica de una información homogénea


¿Estábamos equivocados sobre el impacto de la tecnología en la democratización de los medios? Así títula cnet.news.com su resumen sobre el V Informe sobre el estado de los medios en Estados Unidos, del Proyecto por la Excelencia en Periodismo (puede descargarse por capítulos o su resumen ejecutivo en pdf). Basta revisar el tema en Google.news para darnos cuenta que la mayor parte de titulares y comentarios se sorprenden de la que la utopía de la democratización de los medios no acaba de confirmarse, o, por lo menos, no se confirma por el informe más completo y fiable sobre el país que marca tendencia en los medios tradicionales y en la evolución del ciberespacio.

Veamos cuáles son las tendencias que apunta este informe 2008:

Las noticias están dejando de ser un producto para convertirse en un servicio. El consumo de información es continuo y las noticias tienen también que ser actualizadas continuamente. La agenda setting y el story telling siguen siendo importantes, pero el periodista tiene que suministrar ahora nuevos servicios: cómo clasificar, valorar, usar y reaccionar ante las noticias.

Ni los medios tradicionales ni los sitios informativos en la web son ya simples puntos de destino, sino pasarelas a otros lugares y, sobre todo, a nuevos servicios. Ningún sitio informativo en la red puede limitarse a sus propios contenidos. Hasta la mitad de cada página debiera de dirigir a otras páginas en el propio sitio o en el ciberespacio.

Los contenidos producidos por los usuarios se estrechan. La importancia de este material se reduce incluso en los lugares propios del «periodismo ciudadano». Este cambio de tendencia, con respecto al informe 2007, es lo que ha llevado a pinchar la burbuja del optimismo tecnológico en la democratización de los medios.

El tráfico informativo se concentra en 10 grandes sitios.

El periodismo ciudadano se alimenta del tradicional. La mitad de los contenidos de los blogs son noticias o comentarios de noticias difundidas previamente por los medios tradicionales. Los blogger son bastante remisos a permitir verdaderos debates en sus sitios.

Cambio en la cultura de las redacciones. Se revaloriza como fábrica de información. Los periodistas han cambiado su percepción sobre los «nuevos medios». Ahora ya no desconfían tanto ni ponen en cuestión su credibilidad e incluso consideran que están haciendo mejor periodismo que el tradicional y están dispuestos a utilizar las nuevas herramientas para mejor conectar con el público.

Creciente homogeneización informativa. Dos únicos asuntos informativos -la guerra de Irak y la campaña de las primarias- han monopolizado nada menos que la cuarta parte de la atención informativa. El mundo sigue ausente de la información en Estados Unidos. Aparte de la información sobre Irak, Pakistán e Irán, sólo un 6% de las noticias se refieren a países extranjeros.

Desvinculación entre noticias y publicidad. Es, según el informe, la mayor amenaza para la industria de la información. El problema no es la pérdida de público o su fragmentación; la cuestión es encontrar un nuevo modelo de negocio, una vez que se ha demostrado que el usuario no está dispuesto a pagar por cada pieza informativa y los publicitarios no están migrando a la red tan rápidamente como los usuarios.

Publicidad y periodismo ciudadano


CNN va a crear un espacio completamente abierto para el periodismo ciudadano, según informa Reuters. En agosto de 2006, CNN creó i-Report, que desde entonces ha recibido más de 100.000 fotos y vídeos enviados por el público. Pero sólo una pequeña parte, menos del 10%, han pasado a la emisión o a cnn.com. La mayor parte no superaron el escrutinio editorial: fiabilidad, derechos, posibles controversias… No obstante, en algunos sucesos, como la matanza de la Universidad de Virginia, las fotos y vídeos enviados fueron el material fundamental del «breaking news» de CNN.

Ahora, la compañía de Atlanta va a abrir un espacio en el que no va ejercer ningún tipo de control editorial. Serán los propios usuarios los que establecerán la relevancia por un sistema de votación. Los usuarios más asiduos podrán establecer su propio perfil. en definitiva, otro sitio en la línea de YouTube.

¿Qué aporta, entonces, este espacio? Para el individuo (¿ciudadano?) que busca la denuncia, la notoriedad o el divertimento, la posibilidad de colocarse bajo la marca prestigiosamente informativa de CNN. Pero, para los que buscan informarse, supone introducir un cuerpo extraño en un espacio profesional. En otras palabras, una pérdida de credibilidad informativa para la marca. Incluso, en medio de las declaraciones entusiastas de los directivos de la compañía, uno de los participantes más asiduos de i-Report se pregunta cómo se resolverán los problemas de ética y fiabilidad.

¿Dónde está el truco? En la publicidad. CNN dice que irá muy despacio en la explotación publicitaria, pero los publicitarios aseguran que estos son los tipos de sitios que la gente quiere ver.

¿Terminará el «periodismo ciudadano» por dar un mordisco importante a la publicidad de los sitios profesionales?