«En aquellos días César ordenó que todos los habitantes del Imperio que se empadronasen en sus lugares de origen», así empieza el evangelio de Lucas. La idea de este censo obligatorio y penoso me ha venido a la memoria al ver la rapidez con que los gobiernos europeos quieren censar a los refugiados y desplazados sirios que acogen para devolverlos a su país, ahora que ha caído Asad, sin preocuparles que el país esté lejos de ser seguro o de las raíces que los sirios hayan podido echar en los países de acogida.
El miedo a refugiados e inmigrantes es la línea común que domina los gobiernos de derecha y extrema derecha europeos (el miedo al otro), Estos gobiernos cada vez más abundantes y que va conformando las políticas de la UE, que ahora cierra las fronteras que antes abrió. En estos días en que se reivindica la Navidad como época de acogida debiéramos plantearnos estas cuestiones centrales en una sociedad solidaria y democrática. El rechazo al otro es la razón de este titulo , sin olvidar las guerras televisadas y las olvidadas (por ejemplo Sudán).
Pero luces, villancicos, comidas, actividades festivas con niños y sobre todo la práctica de un consumo desaforado, que nos encierra en las jaulas de los centros comerciales nos deja poco espacio para la reflexión,,,
El año pasado ya titulé una entrada por estas mismas fechas como la Navidad del genocidio y un año después el genocidio sigue en marcha en Gaza. Lo vemos todos los días en directo, sin que nadie haga algo para detenerlo.
Estos días ha caído el régimen criminal de El Assad, lo que venga ahora es una enorme incertidumbre, pese a los gestos conciliadores de las nuevas autoridades no puede descartarse la imposición de un califato yihadista. El ejemplo muestra como el bien se desarrolla e medio del mal o recurriendo a otro ejemplo bíblico «el trigo crece en medio de la cizaña» (Mateo, 13 24-30) y no se pueden arrancar las malas hierbas sin llevarse por delante el trigo.
Esta reflexión viene a cuento a que no nos queda otra que soportar todos las manifestaciones negativas de la Navidad, que solo podríamos orillar encerrándonos en una cueva. Así que os animo a paliar en la medida que podáis el estrés navideño y concentraros en compartir con familia y amigos los sentimientos positivos que nos hacen humanos,
Este año no os dejo como regalo un villancico, ni clásico ni popular, sino un ejemplo de una música mestiza, un buen ejemplo de lo que debieran ser nuestras sociedades. Juntos, el flamenco de El Lebrijano y música andalusí de Faiçal Kourrich, Agradezco la sugerencia a mi amiga Áurea Lorenzo.
FELIZ NAVIDAD BO NADAL EGUBERRI ON BON NADAL 3īd mīlād majīd / عيد ميلاد مَجيد









Un árbol de Navidad caído, arrollado por el camión de la muerte…. 12 muertos en lo que todo indica que es un atentado terrorista. ¿Será el autor un refugiado pakistaní? Veremos si se confirma, pero aunque no lo fuera daría lo mismo. La Navidad en Alemania y en toda Europa quedará herida. Nuestro dolor ocultará el dolor de los demás y saturará los medios durante unos días, antes de que recobremos el tono navideño: fiesta, compras, buena voluntad, noche de paz. Después vendrá el reflujo: más xenofobia, más votos para las ultraderechas en toda Europa, más barreras para los refugiados.




