Se ha producido un error; es probable que la fuente esté fuera de servicio. Vuelve a intentarlo más tarde.
No se autoriza la extracción ni monitorización de los contenidos de este blog para entrenar a cualquier software o dispositivo de Inteligencia Artificial
Familias judías llevadas por los nazis a los campos de exterminio. Fuente Wikipedia
El genocidio nazi contra el pueblo judío – que este cargó de significado religioso al denominarlo Sohá o sacrificio y convirtió en justificación última para la constitución del Estado de Israel – en ese genocidio se encuentra, paradójicamente, el punto de arranque de un movimiento civilizatorio: perseguir penalmente crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio.
Estos día en España se desarrolla una estéril polémica ¿Son un genocidio las matanzas de Palestina en Gaza?
Parece como si calificar los hechos de genocidio fuera más grave que calificarlos de crímenes de lesa humanidad. Jurídicamente no lo son, pero sí ética y políticamente, como se justifica más adelante,
Los crímenes de guerra, no respetar las leyes de la guerra, por ejemplo el mal trato a los prisioneros, se desarrollan en el contexto de un conflicto bélico y tiene una regulación que viene del siglo XIX.
Después de la II Guerra Mundial, los juicios de Nüremberg y Tokio pusieron de manifiesto que los crímenes cometidos por la Alemania nazi y el Japón imperial sobrepasaban el concepto de crímenes de guerra. En su jurisprudencia aparece por primera vez el concepto de crímenes contra la humanidad, ataques sistemáticos contra la población civil como asesinatos, exterminio, torturas, deportación… La clave de este concepto es que, aunque estos ataques se produzcan contra un grupo concreto, afectan a toda la humanidad (lesa humanidad).El gran impulsor de este tipo penal fue el jurista judío HerschLauterpacht.
Los crímenes contra la humanidad se han tipificado internacionalmente en la Convención sobre su impreciptibilidad de 1968 y en la Carta de Roma de 1998 que creó el TribunalPenalInternacional. También está tipificado en muchos derechos nacionales. En España, art. 607 bis.1 del CódigoPenal.
Simultáneamente se va asentando el concepto de genocidio propuesto por otro jurista judío, RaphaelLemkin. Los hechos pueden ser los mismos, pero la finalidad es exterminar a un grupohumano por razones raciales, políticas o religiosas. Lauterpacht era receloso de esta definición porque, aparte de la dificultad de prueba, pensaba que restaba importancia a los crímenes de lesa humanidad que van contra toda la humanidad (lesa) mientras que el genocidio solo afecta a un grupo. Así lo relata Phillips Sand en su excelente «Calle Este-Calle Oeste».
El genocidio se tipificó internacionalmente tempranamente en la Convención de 1948 y más recientemente en la Carta de Roma de 1998. El Tribunal Penal Internacional es el competente para juzgar este delito. En España está tipificado en el art. 607 del Código Penal.
España admitía la jurisdicción penal internacional en los casos de genocidio y crímenes de lesa humanidad -lo que permitió desarrollar una acción internacional y la detención de Pinochet en Londres-, pero el gobierno Rajoy la eliminó para no proceder contra dirigentes chinos; ahora la fiscalía ha puesto en marcha un procedimiento por haber en Gaza víctimas españolas.
Jurídicamente, los crímenes de genocidio y de lesa humanidad son igualmente graves. En el genocidio hace falta el plus de probar ante el Tribunal Penal Internacional el dolo específico de pretender exterminar a un grupo humano.
Las declaraciones de la autoridades israelíes no dejan lugar a dudas: desde considerar a los gazatíes como animales. La despersonalización de las víctimas de la víctima es un indicio de genocidio (en Ruanda los hutus calificaban a los tutsís como cucarachas). También anuncian que Gaza arderá y que se repartirán las ruinas con EEU para crear un emporio turístico.
El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU, dedicado a dirimir conflictos entre Estados admitió la demanda de Sudáfrica a la que se han sumado otros estados, entre ellos España y ha ordenado como medida cautelar la suspensión de las operaciones en Gaza. Por su parte, el Tribunal Penal Internacional expelió el 20 de mayo de 224 una orden internacional de detención contra Netanyahu y su ministro de Defensa Yoav Galant. Pero la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional solo es efectiva en los países que hayan ratificado la Carta de Roma y no la han hecho ni EEUU, ni Rusia, ni China.
Política y éticamente los crímenes de genocidio y lesa humanidad no son igualmente graves. Éticamente el genocidio supone la maldad de que motor es el odio hacia el grupo que se pretende exterminar. La campaña israelí se presentó como un acto de legítima defensa, cuando a todas luces es un acto indiscriminado de venganza, sin importar la suerte de los rehenes ni de los civiles palestinos.
La gente no se moviliza tanto a favor de la causa palestina, que durante muchos años ha tenido un tenue seguimiento en nuestro país. La gente se moviliza porque está viendo un genocidio, a pesar de que Israel no permite la entrada de la prensa internacional y haya asesinado a más de 200 informadores locales.
Un 82% de los españoles, según el CIS, condena el genocidio. Así que no es una nube de humo que haya montado Pedro Sánchez. En EEU el apoyo a los palestinos es de un 42%, según The Economist. En Alemania, aquello de que el apoyo a Israel es «razón de Estado» (Merkel) parece resquebrajarse poco a poco.
El boicot a Sudáfrica y la condena internacional fueron esenciales para terminar con el régimen del apartheid, un régimen de discriminación racial violento, pero no un genocidio; los negros eran necesarios como mano de obra barata.
Israel está perdiendo su importante «poder blando».
Una niña con síntomas evidentes de desnutrición. El hambre es uno de los medios del genocidio, como lo fuera en los campos nazis de exterminio. Fuente Naciones Unidas
Vaya por delante que tengo una gran admiración por la culturajudía.
La gran aportación de la cultura judía a la civilización occidental
La novela de León Uris «Mila18» fue mi primer contacto con la cultura moderna judía, más allá de la tradicional de la biblia que empapa la cultura cristiana.
En la novela ya estaba el culto a la memoria (en las peores condiciones del gueto de Varsovia se preserva un libro que relata las experiencias vividas), la capacidad de resistencia y la solidaridad. Luego, me impresionó la película «Exodus«, que da una visión idealizada y de parte del nacimiento del Estado de Israel, sin mención a la Nakba.
Disfruté también con «El violinista en el tejado«, que muestra la vida de los asentamientos judíos tradicionales en la Europa central y oriental en la tensión entre la tradición y la asunción de la modernidad, que marca la historia judía del los últimos 100 años.
En Bosnia, una organización humanitaria sefardí la «Benevolencia» hizo un gran trabajo de ayuda a todas las comunidades. Esa expresión de la empatía y solidaridad con el otro forma parte de la cultura judía. Pero también, la expresión cruel de un Yahvé, exterminador de los enemigos de su pueblo. Después de los ataques de Hamas del 23 de octubre de 2023, los palestinos se han convertido en los amalaquitas, los enemigos eternos de Israel, cuyo exterminio es leydivina.
En el cementerio de la sinagoga de Praga percibo una conexión especial, como en la Santa María la Blanca de Toledo. En Austwitch siento que piso terreno santo.
Pero en esta entrada se trata de conectar el genocidio de Gaza con el colonialismo imperialista.
El Estado de Israel y el colonialismo imperialista
El sionismo fue fundado en la Europa central de finales del XIX. Uno de sus grandes teóricos es Theodor Herzl. El movimiento sostenía que los judíos no eran un grupo religioso, sino nacional y como otros grupos nacionales tenían derecho a la autodeterminación. El caso Dreyfus y los pogroms enRusia y Europa oriental favorecen este sentimiento.
A diferencia de otros nacionalismos, el sionismo carecía de una base territorial para autodeterminarse; en su lugar proponía la emigración a la Tierra de Israel (la bíblica ErezIsrael), primero bajo soberaníaotomana y luego dominiobritánico.
En esa época el colonialismo de ocupación es una constante de la políticaeuropea. Con Leopoldo de Bélgica ocupando el Congo y desarrollando un genocidio del que el país no se ha recuperado. El imperio alemán ocupa Namibia y extermina a las tribus originarias. Siempre pretextando un esfuerzo en favor de la civilización europea y cristiana. Aunque el régimen del apartheid no es legal en Sudáfrica hasta 1948, el mismo año del nacimiento del estado de Israel, el sionismo y el apartheid se basan en los mismos principio del colonialismosupremacista de ocupación.
En este contexto de colonialismo de ocupación se produce la emigración judía a Palestina, despreciando a las poblaciones que vivían allí desde hacía siglos, en una mezcla de razas y religiones en una convivencia razonablemente buena.
Un elemento esencial en este proceso de construcción del Estado de Israel es la «DeclaraciónBalfour» de 1917 (aquí el texto literal). El secretario de Estado británico Lord Balfour dirige un telegrama al barón Rothschild, líder sionista en en el Reino Unido, en el que expresa el apoyo del gobierno británico al establecimiento de un hogarnacionaljudío en Palestina (embrión del Estado de Israel) respetando los derechos civiles y religiosos de la población existente -nada se dice de sus derechos políticos.
La declaración Balfour se incorporó al tratado de Sêvres, que estableció el mandato británico en Palestina. Ese hogar nacional judío era un enclave occidental para proteger las rutas imperiales a la India.
Con el tiempo, los británicos tuvieron que hacer frente a dos nacionalismos, el judío (con actos terroristas tan graves como la voladura del hotelKingDavid) y árabe (revuelta árabe). De modo que Palestina bajo mandato británico era un territorio sin descolonizar, donde la potencia ocupante favorecía la emigración y establecimiento de una población externa en perjuicio de la originaria.
Sin duda, en la resolución pesó la necesidad de compensar moralmente a las víctimas del genocidio nazi y encontrar un asentamiento a los cientos de miles que vagaban por Europa después de la liberación de los campos de exterminio. La mala conciencia por el Holocausto explica el cerrado apoyo de Alemania al Estado judío. En el caso de EEUU, es un apoyo más pragmático: Israel es el gendarme de Washington en la zona y sin el apoyo de la comunidad judeo-estadounidense no se pueden ganar unas elecciones presidenciales.
En 1948, los países árabes no aceptan la situación e invaden la zona atribuida a Israel en una campaña caótica. Las milicias judías y su embrión de ejército derrotan a un enemigo sobre el papel muy superior. En este contexto las milicias judías desarrollan una campaña terrorista contra localidades árabes, la población huye y los palestinos se convierten en refugiados en Gaza y en los países vecinos. Es lo que los palestinos llaman la Najba (la catástrofe).
La línea dominante de los historiadores israelíes ha negado la Najba, pero en los últimos años hay una corriente revisionista que reconoce que el propio Ben Gurion dio órdenes de expulsar a los palestinos.
Una vez independiente el Estado de Israel, las élites judías laicas europeas (askenacis) aportan la clase dirigente y la ideología socialista, que se concretará en el movimiento de los kibutzs, explotaciones agrícolas colectivas – Amos Oz (en su autobiografía «Una Historia de Amor y Oscuridad» narra los primeros años de Israel y cuenta como su integración en un kibutz fue para él es una forma de liberación hasta que el ambiente le resulta opresivo y se marcha.
La mano de obra la ponen los judíos religiosos huidos del genocidio nazi y los llegados de países del este de Europa, árabes y mediterráneos (sefardíes) sucesores de los judíos expulsados de España en el s. XV. Puesto que la identidad judía se define de forma matrilineal, remontándose varias generaciones; es posible considerar judíos a amplios grupos de población del este de Europa, la URSS y del Mediterráneo y hasta de África (los falashs de Etiopía, descendientes de una supuesta tribu perdida de Israel). Se produce así una inmigraciónconstante, que requiere de nuevas tierras, que son arrebatadas a los palestinos
En la Guerra de los Seis Días Israel ocupa Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental. Son numerosas la resoluciones de la ONU ordenando la devolución de los territorios ocupados. La más importante la resolución242.
Después de la Intifada de las piedras, en 1993 se llega a los acuerdos de paz de Oslo, bajo el principio PAZ POR TERRITORIOS, que divide el territorio en un rompecabezas, con distintas administraciones, la mayor parte bajo administración militar israelí. Se creó una Autoridad Nacional Palestina, con poca legitimidad desde la muerte de Arafat.
Resulta imposible resumir la historia desde 1993. Pero, en el caso de Gaza, el utraderechista Sharon decide en 2004 desmontar los asentamientos judíos, al considerar que son indefendibles. Entonces aísla la Franja del resto de Palestina. Puede decirse metafóricamente que la convierte en la mayor cárcel a cielo abierto del mundo y tira las llaves al mar; y cada vez que algún gazatíe lleva a cabo un atentado en territorio israelí. el ejército judío lanza una operación de castigo con alto número de bajas y destrucción hasta llegar al presente genocidio.
En una de estas operaciones de castigo murió el hijo del escritor David Grossman, que narra esa experiencia dolorosisima en «La vida entera».,que junto con la autobiografía de Amos Oz permite entender en un arco temporal el desarrollo del Estado de Israel.
Cómo opera la colonización israelí sobre el territorio
Habiendo abandonado Gaza, la colonización se desarrolla sobre Cisjordania.
Los territorios que los acuerdos de Oslo pusieron bajo administración de la Autoridad Palestina están rodeadas de altos muros, que impiden la comunicación entre las ciudades palestinas de Cisjordania. Además existen grandes colonias judías, con sus propias carreteras, vedadas a los palestinos. Para los palestinos moverse para visitar a un familiar o ir a un hospital es una lotería que depende del humor del soldado que se encuentre en el puesto de control, un sistema que reproduce el apartheid de Sudáfrica.
Luego está la creación de nuevascolonias. Primero un grupo de colonos religiosos radicales se asientan sobre tierras palestinas con construcciones precarias, por ejemplo caravanas, en lo que llaman un outpost. Entonces empieza el hostigamiento a los palestinos, por ejemplo arrancando sus olivos o impidiendo que su ganado paste. Ante la resistencia palestina, la policía o el ejército israelí da protección a los colonos que desarrollan sus asentamiento, se construyen carreteras exclusivas para estos asentamientos. Finalmente, el gobierno aprueba que ese pequeño asentamiento se convierta en una ciudad con centenares o miles de nuevas viviendas a precios asequibles, lo que favorece el establecimiento de jóvenesfamilias.
La inviabilidad de los dos estados. Por un estado laico y democrático
Por todo ello, la solución de dos estados es cada vez más difícil porque los territorios palestinos carecen de continuidad. Parece una utopía desmontar todas esas grandes colonias judías donde viven miles de personas.
La solución, otra gran utopía, sería un estado único laico y democrático. Requiere una reconciliación entre las dos comunidades y un compromiso constitucional favorecido por la presión internacional e inversiones para la reconstrucciónhumana de Gaza, nada de Trumpresorts. Pero lamentablemente el odio acumulado no parece que esta solución sea viable al menos en una generación.
Como en Sudáfrica harían falta dos dirigente valientes (como Mandela y de Klerk) que explicaran a sus comunidades que solo se puede lograr la paz mediante la reconciliación y levantando el sistema de apartheid y que los palestinos dieran garantías de seguridad a los israelíes. Del lado palestino ese dirigente puede ser MarwánBarghuti, que lleva en las cárceles israelíes media vida. No se ve nadie del lado israelí (Simon Perez fue asesinado por un colono radical por firmar los acuerdos de Oslo, muy favorables a Israel).
La población israelí ha apoyado mayoritariamente el genocidio de Gaza, aunque puedan estar contra Netanyahu. No obstante, también crece cada vez más un movimiento todavía minoritario que como en este artículo de Iris Leal que sostiene que hay que «detener a Israel» (vale la pena leerlo).
RECTIFIICACIÓN
El dirigente israelí que firmó los acuerdos de paz de Oslo fue el derechista Yiztzak Rabin, del Likutz, no el socialista Simon Peres. La ultraderecha consideró a Rabin un traidor, por eso fue asesinado por un colono radical durante un mitin electoral. La plaza donde fue asesinado lleva hoy su nombre y es donde se celebran las manifestaciones contra Netanyahu.
¿Cómo es posible que los nietos de aquellos que estuvieron a punto de ser exterminados estén desarrollando el genocidio del pueblo palestino y anuncien ahora una «cuidad humanitaria», en la que los palestinos serán «voluntariamente» confinados, un «gueto«, que como los nazis del este de Europa parece el anticipo de los campos de exterminio?
Y causen tanto daño como para truncar la vida y la ilusiones de esta muchacha, en nombre de su seguridad y la lucha contra el terrorismo, cuando lo que hacen es exterminar a un pueblo para construir un «estado hebreo puro» sobre la «tierra santa» que les entregó Yahvé .
La UE, la Europa de los valores. ante el genocidio, ni siquiera se pone de acuerdo en denunciar el acuerdo de asociación con Israel, que exige el respeto a los derechos humanos.
¿Cómo es posible que en la civilizada Europa se cace al inmigrante que huye de la persecución y solo quiere una vida mejor y pone a flote nuestra prosperidad? Además de malvada se trata de una conducta estúpida. Sin ellos nuestras economías colapsarían; pero con papeles o sin ellos, son seres humanos con derechos inalienables. Y ahora de los discursos de odio estamos pasando a la violencia física. Y muchos medios convierten en espectáculo esa violencia.
Es sabido que la filósofa Hannah Arent construyó su concepto de banalidad del mal después de seguir para The New Yoker el juicio en Jerusalén contra el criminal nazi Adolf Eichman. Secuestrado por el Mosad en Argentina, el juicio tuvo una enorme resonancia. Arendt no ve en el él un malvado demoniaco, sino un tipo vulgar, sin conciencia del mal causado y solo orgulloso de haber cumplido las normas; un tipo «banal» que ha cometido los mayores crímenes porque había renunciado a cualquier forma de pensamiento crítico.
Esta idea enlaza con sus ideas de cómo una sociedad democrática puede convertirse en una sociedad autoritaria a través de la mentira. El que miente muchas veces no busca que creamos su mentira (Trump diciendo que los inmigrantes se comían las mascotas en Springfield ) sino que no creamos en nada. Hace un siglo, Arendt describió técnicas semejantes a la saturación de mierda de la extrema derecha en las redes sociales. En este gif de Instagram están resumidas sus ideas (aquí tres capturas)
9.
Sin pensamiento crítico, cualquiera puede ser ejecutor del mal. Para colmo, la adicción a las pantallas. sobre todo entre los más jóvenes, hace muy difícil la concentración y el desarrollo de cualquier idea. Además, en nuestro cerebro operan múltiples sesgos cognitivos, condicionados por la clase social y la tradición. Estos prejuicios son la ventanas por las que se cuela el pensamiento acrítico, las mentiras, las medias verdades, la desinformación.
En un telediario vi los alegatos finales de un juicio por violación y asesinato. El defensor alegaba el carácter psicótico de su defendido; la fiscal contestó contundentemente: «el mal existe». El problema del mal ha sido central en la teología cristiana. No puedo admitir que exista un mal,manifestación de una realidad diabólica ; aunque algunos criminales así puedan reivindicarlo (por ejemplo, la familia Mason). Creo que la raíces del mal están en la estupidez, el narcisismo, el egoísmo, la animal pulsión territorial, el miedo. En Trump se suman el egoísmo y el narcisismo. En el racismo, la pulsión territorial, el miedo al diferente.
Es difícil luchar contra la presente banalidad del mal. Lo más sencillo es no difundir informaciones sin contrastar en las redes sociales y evitar actitudes sectarias. Apoyar campañas en favor de los derechos humanos, como la que pide el nobel de la paz para Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los derechos humanos en Palestina(quí el enlace para firmar la petición). Es improbable que salga adelante porque Israel vetará la iniciativa. Y quien pueda que genere contenidos en favor de los principios del Estado Social y Democrático de Derecho. No dejemos que las ONGs mueran por falta de fondos o voluntarios.
No nos dejemos vencer por el mal banal, pensando que es menos dañino.
Viñeta de Riki Blanco publicada en El País el 24b de junio de 2025
Ladrôle de guerre, la guerra de broma, es como llamaban los soldados franceses desplegados en la línea Maginot y a lo largo del Rin a los limitados choques con los alemanes desde el comienzo de la II guerra mundial, en septiembre de 1939, hasta la gran ofensiva alemana de mayo de 1940. Ni que decir que lo que vino después no tuvo nada de broma, dejó millones de muertos y Europa en ruinas.
He recordado estos días la expresión escuchando a Trump decir que no sabía si atacaría a Irán y que tomaría la decisión en dos semanas, mientras Israel atacaba unilateralmente a Irán con el pretexto de eliminar sus armas atómicas. Nadie ha demostrado que los ayatolás tengan armas atómicas o estén condiciones de lograrlas a corto plazo. El New York Times explica cómo se gestó la decisión de atacar a Irán: cambios de opinión. engaños y secretos.
No hace falta ser militar para comprender que no se puede amenazar con atacar en dos semanas (parece la guerra de Gila) en este caso se trataba de evitar que Irán activase sus defensas y para eso también se usó otro señuelo: enviar otro grupo de aviones furtivos F2 hacia el índico, con los transpondedores encendidos para poder ser localizados, mientras que los que volaban hacia Irán los llevaban apagados y eran ilocalizables. Pero el enemigo no es tonto, así que tuvo tiempo sobrado para trasladar el uranio y el equipamiento que pudiera haber en el búnker de Furdó a otras instalaciones.
El siguiente episodio de esta guerra de broma, pero macabra (desde que Israel comenzó sus ataques unilaterales contra Irán han muerto al meno 800 personas, 200 israelíes y 600 iraníes) fue el ataque iraní a la base estadounidense de Doha, avisando previamente a Qatar, una forma de salvar internamente la cara, sin arriesgar un mayor ataque de EEUU.
El régimen iraní
El régimen de los ayatolás es uno de mayores violadores de los derechos humanos del mundo (como denuncia Amnistía Internacional). Es el país en que más penas de muerte se ejecutan y por medios tan crueles como ser colgado públicamente en una grúa (posiblemente se ejecuten más en China, pero no se tiene constancia oficial). El régimen es especialmente cruel con las mujeres: no llevar el hiyab y mostrar el cabello puede se motivo de detención y malos tratos, o incluso de pena de cárcel.
Pero el régimen sigue siendo contando con la adhesión de las clases populares. El rechazo y eventuales protestas de estratos ilustrados de Teherán no quiere decir nada. La rebelión contra la tiranía del shah fue absolutamente popular y entregó el poder a una clase clerical. que toma sus decisiones piramidalmente en el que el líder supremo posee el poder del discernimiento (después de un largo proceso de formación con maestros santos y sabios) que no puede ser cuestionado; el andamiaje de un estado, como asamblea parlamentaria, presidente o gobierno está sometido a ese líder supremo. (Sobre el régimen iraní consultar el trabajo de Rafa Fraguas «bazas iraníes frente a Estados Unidos»).
Asesinar al líder máximo, el ayatolá Jamenei, ya muy anciano, pero que no ha designado sucesor, sería un golpe mayor para el régimen; pero no significaría su caída. Aparte de que se activaría ese estado formal, ahora poco relevante, el poder sería tomado por los «aparatos de fuerza»: además del poderoso ejército, el mayor de Oriente Próximo (350.000 tropas, que pueden llegar a 960.000); está la Guardia Revolucionaria los pasdarán, un ejército paralelo, cuya misión es proteger al régimen; por ultimo, los basiyes(polícia interior, encargada de mantener la pureza religiosa y moral). En todas estos cuerpos de fuerza, los miembros son mayoritariamente antiguos campesinos, muy conservadores, emigrados a las ciudades que deben todo a la revolución islámica.
No hay que olvidar tampoco la resiliencia de la secta chií, cuyo acontecimiento fundador es el martirio de Alí. el yerno de Mahoma y que los fieles recuerdan cada año con procesiones de latigazos.
Está claro que el régimen no va a caer con bombardeos, para eso Trump tendría que poner tropas sobre el terreno e involucrarse en una «estúpida» guerra como las de Irak o Afganistán, que tanto denunció cuando era candidato.
No estaríamos aquí si el presidente no se hubiera retirado en su primer mandato del acuerdo alcanzado laboriosamente para controlar el programa nuclear iraní. Ahora será imposible que Teherán acepte un acuerdo que Trump quiere que sea de rendición.
En esta guerra de broma es el anuncio por Trump de un alto el fuego entre Irán e Israel, que pocas horas después el propio presidente ha anunciado que ha sido violado por ambas partes.
La «guerra de broma» y la seguridad de Europa
El Majlis. la asamblea legislativa iraní, ha decidido cerrar el estrecho de Ormuz, una decisión que corresponde en última instancia al líder supremo. Jamenei no ha ratificado esta medida. Por Ormuz circula el 25% del comercio mundial de petróleo y el 20% del gas. Su cierre sería un shock energético mundial que perjudicaría sobre todo a Europa y a China, muy poco a EEUU, prácticamente autosuficiente, aunque el galón podría subir algunos céntimos. Tendríamos otra crisis inflacionaria y una posible recesión.
Es evidente que Europa no es más segura gastando más en armas, sino trabajando por un contexto geopolítico más estable. La exigencia de un gasto de un 5% en armamento es externalizar la industria de defensa a Estados Unidos. Por mucho que la amenaza rusa haya aumentado, la industria europea no tiene la tecnología ni la capacidad para satisfacer esa demanda.
La UE tiene que apostar por un mundo más equilibrado y no apoyar cerradamente al estado genocida de Israel. Europa tiene que seguir adelante con proyectos tecnológicos, como IRIS la red europea de satélites alternativa a StartLink. Para financiar esa armas, además habría que recortar el Estado del Bienestar. lo que fragmentaría nuestras sociedades, que serían más inseguras.
Un bombardero B-2 de las Fuerzas Aéreas de EEUU (el único avión que puede operar bombas como las lanzadas sobre Irán) SSGT BENNIE J. DAVIS III / AP (tomada de El Periódico)
El ataque de Estados Unidos contra el laboratorio nuclear de Fordo, en Irán, lleva el conflicto de Oriente Próximo a una nueva dimensión.
EL EEUU de Trump se alinea penamente con Netanyahu en la lucha por la hegemonía regional israelí, alegando que hay que evitar que Irán alcance el arma atómica. Un argumento que recuerda al inicuo de destruir las «supuestas» armas de destrucción masiva de Sadam Hussein, que dio lugar a una guerra que causó enorme sufrimiento y destruyó un país, que todavía no se ha recuperado.
¿Tiene Irán armas nucleares?
Puede, pero por el momento, enriquece uranio al 60%, cuando necesitaría combustible al 90%. Pero no es solo cuestión del grado de enriquecimiento. Hay que conseguir que haya detonantes que inicien la reacción en cadena. Y hay que miniaturizar el conjunto para incorporarlo a un vector, normalmente un misil balístico de los que Irán posee todavía 3.000.
La instalación atacada es el laboratorio de Fordo, al sur de Teherán, un conjunto de túneles blindados, a 80 metros de profundidad, semejante a la del túnel del canal de la Mancha. Estas instalaciones solo pueden ser alcanzadas con bombas MOP, DE 3.000 kgs. que solo posee EEUU y que solo pueden ser operados por los aviones B2 (por su forma de raya indetectables por lo radares) (aquí la información de la BBC sobre la operación).
Según el comunicado estadounidense las instalaciones han sido destruidas, pero no hay una verificación independiente. Tampoco sabemos si se ha producido contaminación nuclear lo que sería no sólo un problema para Irán, sino para toda la región.
¿Cómo responderá Irán. Es seguro que más tarde o más temprano habrá una respuesta donde más daño pueda hacer a EEUU («el Gran Satán») o Israel («el pequeño Satán») o a Occidente en general (por ejemplo, cerrando el estrecho de Ormuz y generando una crisis energética). Pero lo que está claro es que con estas operaciones no van a hacer caer el régimen de los ayatolás, que incluso se puede reforzar. Si Irán implosionara el caos de Irak quedaría pequeño.
Ataque israelí a un barrio residencial de Teherán. Foto AFP. Tomada de El Mundo
Estos días Israel ha lanzado una serie de ataques contra Irán, en principio contra instalaciones atómicas, pero que han afectado a barrio residenciales de Teherán, causando la muerte de civiles y de altos cargos de la Guardia Revolucionaria (Pasdaranes). un ejército paralelo, cuya misión es defender el régimen de lo ayatolás.
Una potencia nuclear, que no reconoce serlo (Israel) se enfrenta a otra (Irán) que pretende serlo. Oficialmente, la operación tiene como objetivo impedir que Teherán no se dote de armas nucleares. Pero hay otro objetivo estratégico: reafirmar la hegemonía israelí en todo Oriente Próximo.
El exterminio de los palestinos en Gaza y Cisjordania responden al mismo designio: construir un estado judío hegemónico desde el río Jordán al Mediterráneo, en alianza con los estado árabes sunníes del Golfo.
Israel ha ido eliminando las milicias y aliados con las que Teherán ejercía su influencia, Hezbolah (Líbano), el régimen de los Assad (Siria), Kataib (Irak); de modo que una vez que ha terminado con las extensiones Israel tenía que atacar a la cabeza; además Netanyahu necesita una guerra eterna para mantenerse en el poder.
Con su desvergüenza habitual Trump ha justificado el ataque asegurando que Irán no quería negociar un acuerdo para controlar su proceso de proliferación nuclear. En 2015 después de un largo y trabajoso proceso diplomático los miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania y la UE llegaron a un acuerdo (Plan de Acción Conjunta) para que Teherán solo enriqueciera uranio al 3,67% (solo útil para usos civiles) y redujera el número de centrifugadoras y se sometiera a controles periódicos. A cambio los países occidentales levantaban las sanciones.
En su primera presidencia, Trump se retiró del acuerdo («el peor del mundo»-dijo) y ya sin control Irán siguió enriqueciendo uranio, probablemente hasta más del 60% (para una bomba nuclear hay que llegar al menos a un 90 por ciento.
Bombardear instalaciones nucleares puede suponer una catástrofe nuclear de las dimensiones de Chernóbil. Sería un crimen de guerra más en el expediente de Netayahu. Afortunadamente las instalaciones nucleares iranís se encuentran en unos sótanos blindados, que solo pueden ser penetrados por bombas estadounidenses, que Trump es remiso a ceder a Israel. Parece que Trump prohibió a Netanyahu atentar contra el ayatolá Jamenei para evitar una caída violenta del régimen.
Que la «cúpula de hierro» israelí no haya podido evitar que los misiles iraníes hayan causado destrozos y muertes en el estratégico puerto israelí de Haifa, hace pensar en nuevos ataques de represalia israelíes contra Irán, veremos si el régimen iraní aguanta esta presión.
La inestabilidad ya está haciendo subir el precio del petróleo. Lo que beneficia las monarquías petroleras del Golfo, a Rusia (que puede enjugar las pérdidas por las sanciones) y a productores como Venezuela. Perjudica a Europa (inflación y crecimiento) y paradójicamente a Trump: unos céntimos más por depósito puede enajenar el apoyo de las bases de MAGA (desgraciadamente todavía falta mucho para las elecciones medio mandato).
Esperemos que este conflicto no escale más. Por el momento quita visibilidad al genocidio de Gaza.
POST SCRIPTM 18-06-25 Trump dice que no sabe si bombardear o no Irán. La caída violenta de los ayatolás sumergiría al país en un proceso destructivo, semejante al de Irak, en el que EEUU se vería envuelto y afectaría a toda la región con importantes minorías chíes en todos los países.
Judíos de Centroeuropa deportados «voluntariamente» por los nazis. Fuente Yad Vashem.
Bajo el título «regreso al pasado» hoy pensaba hablar de un tema nacional, la escasez de vivienda hoy como ya ocurriera después de la guerra y la miseria que llevaban consigo las viviendas hacinadas, que denunció Buero Vallejo en su obra «Historia de una escalera», estos días puesta en escena en el Teatro Español, el escenario en que se estrenó en 1949. Pero, la propuesta de Trump de vaciar «voluntariamente» Gaza para convertirla en la Riviera de Oriente Próximo, me ha traído a la memoria otro plan disparatado, el llamado Plan Madagascar
El Plan Madagascar fue una de tantas fantasías nazis. La sección de asuntos judíos del Ministerio de Exteriores pensó que entre las condiciones impuestas a Francia en la capitulación podría estar la entrega de la isla del Índico para reasentar allí a los judíos centroeuropeos, que dadas las condiciones naturales de la isla supondría su exterminio. El bloqueo naval británico hizo inviable tal plan y en su lugar se puso en marcha el plan genocida de la Solución Final. Era más fácil y económico crear guetos en los países ocupados y engañar a los concentrados ofreciéndoles el traslado en tren a supuestos «campos de trabajo», prometiendo mejores condiciones; en realidad, el destino final eran «campos de exterminio» a escala industrial.
Trump no pretende mandar a los palestinos a campos de exterminio, sino proseguir su destrucción como pueblo, que ya empezó con la Nakba en 1947-48, cuando los militares judíos expulsaron de sus hogares a 700.000 palestinos, que tuvieron que huir a los países vecinos. Lo que Trump propone es la reedición de la Nakba (muchos de los gazatíes son descendientes de refugiados que tuvieron que huir de lo que hoy es el norte de Israel). Esos refugiados palestinos siempre fueron un estado dentro de los países de acogida, desde los que lanzaban ataques contra Israel. Tanto Jordania, como Líbano se vieron desestabilizados por esta situación.
No es raro que ningún país árabe quiera apoyar la fantasiosa propuesta de Trump. Aunque la «calle árabe» ya no es lo que era, las protestas y la desestabilización estarían aseguradas.
El plan es una apuesta inmobiliaria, en el estilo de Trump, una provocación para «enmarcar» el relato de un proceso de negociación y que se puede retirar cuando haya conseguido determinados efectos. En este caso creo que trata de dinamitar el proceso de paz en Gaza y dejar manos libres a Israel para que siga con su limpieza étnica en Cisjordania. Si su plan no es aceptado, tanto Trump como Netanyahu dirán que con los terroristas palestinos, a los que se les ha ofrecido un futuro radiante no se puede negociar y solo cabe exterminarlos, nada de dos Estados.
Después de muchos intentos fallidos se ha llegado a un acuerdo de una tregua en Gaza.
Pendiente todavía de la aprobación del gobierno ultra de Netanyahu, que alega para su reserva a la hora de ratificar el acuerdo, alegando que Hamas pretende controlar las categorías de prisioneros palestinos que han de ser liberados. Todo apunta a que Israel se niega a liberar a militantes de Hamas que pudiera haber participado en la operación del 24 de octubre en la que el grupo islamista atacó a Israel el 23 de octubre de 2023. Hamas niega que quiera hacer cambios en el acuerdo. Además los ministros ultranacionalistas del gobierno Netanyahu amenazan con romper la coalición si se aprueba la tregua.
Lo que sabemos del acuerdo por las declaraciones de los mediadores es que el alto el fuego tendrá tres fases:
La primera fase durará 6 semanas. Israel detendrá sus ataques, Hamas entregará 33 rehenes (vivos o muertos). Israel liberará un número indeterminado de presos, en función del estado de los rehenes liberados. En esta fase los gazatíes desplazados podrían volver a sus viviendas en el norte (o lo que quede de ellas) y la ayuda humanitaria entraría sin restricciones por el paso de Rafah. En la segunda fase, sin duración estimada. se afrontaría la reconstrucción de la Franja y el gobierno definitivo del territorio. Y en la tercera un acuerdo de paz definitivo.
No se trata de un acuerdo de paz y deja más dudas de las que despeja. Sin contar con la mala fe israelí; desde el anuncio del acuerdo 80 palestinos han muerto en bombardeos. Es normal que en una guerra los combates sigan hasta que el alto el fuego entre en vigor para lograr ventajas tácticas, pero que ventaja obtiene el ejército israelí asesinando a otros 80 palestinos.
Me he dispersado explicando el acuerdo, una información reiteradamente publicada. El propósito de esta entrada es responder quien ha ganado y quien ha perdido después de estos 15 meses de guerra.
Es evidente que el gran perdedor es el pueblo palestino, sometido a un genocidio de enormes dimensiones en Gaza (46.500 muertos según las cifras del Ministerio de Salud, controlado por Hamas y estimado en más 60.000 por la revista científica The Lancet) y a un hostigamiento y limpieza étnica en Cisjordania (centenares de casas destruidas).
También es perdedor el pueblo israelí, especialmente los rehenes y sus familias y los 500 militares caídos en combate y sus familias, Hay que recordar que Hamas es el último responsable de esta infierno, con su ataque en el que cometió todo un conjunto de crímenes contra la humanidad; pero Netanyahu, en lugar de una acción militar contenida desató en venganza un genocidio con el que no ha logrado el objetivo estratégico de destruir a Hamas, por mucho que. mediante ejecuciones extrajudiciales haya asesinado a sus principales dirigentes políticos y militares. Hamas sigue resistiendo al ejército israelí y según algunas fuentes conserva 5.000 soldados y gran apoyo en buena parte de la población y, sin duda, la capacidad de reconstruirse cuando terminen las hostilidades.
Israel ha desatado un conjunto de guerras regionales, que aparentemente, le garantizan la hegemonía, pero ha creado nuevos desequilibrios, que en algún momento estallarán.
Irán y Rusia han sido los grades perdedores de este reacomodo geoestratégico y en este sentido Estados Unidos es un gran ganador en cuanto que su vicario, Israel, puede controlar la región en alianza con Arabia y los países del Golfo. Pero que Israel no se confunda atacando a Irán, gran perdedor de esta crisis. Irán, la antigua Persia, es una gran potencia militar (puede estar a punto de contar con armas nucleares) cultural y religiosa (con una enorme influencia sobre los chíes de Oriente Próximo).
Un ataque contra Irán «abriría las puertas del infierno» en toda la región. Que Israel tampoco se complazca con su ocupación de una parte de Siria. No es la primera vez que tiene que retirarse traumáticamente de un país ocupado, como fue el caso de El Líbano.
La caída de los Asad supone el ascenso del yihadismo, próximo a lo Hermanos Musulmanes, lo que pone nerviosos a los dirigentes de Arabia, Egipto o Túnez.
El gran ganador es la Turquía de Erdogan, con enorme influencia sobre los nuevos gobernantes de Siria y capacidad para mediar entre los actores de la región.
Al Jolani, el líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) es aclamando a su entrada en Bagdad
El régimen de los Assad se ha disuelto como un azucarillo en menos de dos semanas, después de medio siglo de una férrea dictadura familiar.
Factores de la caída de Bashir el Assad
Seguramente detrás de un cambio de esta magnitud estarán los servicios secretos, occidentales y de Israel. Pero hay otros factores que aparecen a la luz del día. Loas servicios secretos llevan a cabo ahora mismo una operación de lavado de cara de Hayat Tahrir al-Sham (HTS).
La derrota de de Hezbollah (o. por lo menos su desactivación por un tiempo) ha dejado al régimen sin su mejor aliado militar sobre el terreno y esa derrota ha llevado a Irán a una contención extrema, para evitar que su involucración exterior no desestabilice interiormente al régimen de los ayatolás.
La guerra de Ucrania ha debilitado el apoyo militar ruso, pese a la importancia que para Moscú tiene su presencia en Siria. Latakia, en la costa siria es su única base naval en el Mediterráneo.
Los continuos bombardeos israelíes han debilitado al ejército del Assad.
El apoyo de Turquía a Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Ankara, que espera controlar el norte de Siria, también ha sido decisivo para fortalecer a esta facción rebelde, frente a otras. Seguramente ,el HTS también habrá recibido financiación saudí y de los países del Golfo.
Primero habrá que ver si Hayat Tahrir al-Sham ) es capaz de mantener su dominio en todo el país o si se reactiva el Estado Islámico) Isis y se produce una guerra entre las facciones islamistas.
Israel ya no tiene el contrapeso sirio y el iraní queda muy debilitado El «eje de resistencia» queda muy dañado». Así que no solo seguirá con su genocidio en Gaza, sino que podrá desarrollar su limpieza étnica en Cisjordania, pudiendo expulsar a sus habitantes palestinos a El Líbano y Jordania. Y hacer efectivo su gran objetivo estratégico: un país judío desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo. Líbano y Jordania pueden ser absorbidos, o menos quedar bajo la influencia de una Siria integrista, o incluso dividirse entre Siria e Israel. Puede que Irak se sume al reparto de los despojos de Siria.
Se asentaría así un gran estado árabe integrista, un califato sunní, disolviendo las líneas trazadas artificialmente por británicos y franceses el acuerdo Skypes-Picott, constituyendo un gran estado sunní con capital en Damasco.
Los Assad fueron una dictadura criminal, pero garantizaron la pacífica convivencia de una mayoría sunní con la minoría chíi en su rama alauí, la de los Aassad, mayoritaria, en el noroeste y los cristianos en sus distintas confesiones y otras minorías, como armenio, kurdos o drusos. Quitado el tapón de la botella ¿Quién mete otra vez el liquido dentro?
Cuerpos recuperados en el hospital Al Shifa, enterrados en una fosa común más al sur, en Khan Younis, este 22 de noviembre. MOHAMMED DAHMAN / AP
Todo el mundo parte de reconocer a Israel el derecho de autodefensa ante el cruel ataque terrorista de Hamas, aunque a continuación se solicite que la respuesta respete el derecho humanitario.
Ese derecho de autodefensa está consagrado en laCarta de la ONU(art . 51) como la respuesta legítima contra el ataque armado de otro Estado y que tendrá vigencia hasta que el Consejo de Seguridad adopte las medidas necesarias para detener la agresión.
Israel no ha sufrido el ataque de otro estado, sino un ataque terrorista, al que responde con acciones bélicas de grandes dimensiones contra una población de un territorio ocupado, a la que, de acuerdo con la Convención de Ginebra está obligado a proteger.
Israel conquistó Gaza a Egipto en la Guerra de los Seis Días y desde 1967 es la potencia ocupante, sin perjuicio de que en 2006 retirara sus tropas y colonos, pero manteniendo el control sobre el territorio y, por tanto, es responsable de la protección de la población.
Contra el terrorismo no se lucha bombardeando población civil. El Estado español no bombardeó San Sebastián, Errenteria o Mondragón para acabar con ETA, ni el Reino Unido los barrios republicanos de Derry o Falls Roads (Belfast), aunque ambos estados incurrieron en distintas práctica de guerra sucia, que enconaron más los conflictos.
A los criminales y crueles atentados de Al Qaeda, EEUU respondió con sus invasiones a Afganistán e Irak y la llamada War on Terror en la que se vulneraron sistemáticamente los derechos humanos (Guantánamo, Abu Grhaib), Todo ello trajo la emergencia del Estado Islámico. Barbarie genera barbarie. Los jóvenes terroristas que atacaron Israel el 7 de octubre habrán, sin duda, víctimas de varias operaciones militares isrelíes contra la Franja desarrolladas a sangre y fuego en los último 20 años.
Indigna que el gobierno israelí considere que cuando un mandatario extranjero (Pedro Sánchez) declara que la matanza indiscriminada de civiles es inaceptable, está apoyando al terrorismo.
Un espacio de conversación sobre periodismo, televisión, derecho de la información y deontología informativa… en los medios tradicionales y en el ciberespacio. Se prohíbe rastrear o extraer los contenidos de este blog para entrenar a cualquier software o dispositivo de Inteligencia Artificial presente o futura.