Ayer La Dos emitió «Al sur de la frontera», la película en la que Oliver Stone realiza el panegírico de Hugo Chávez y el bolivarianismo. Y digo «película», porque aunque las técnicas son las del documental (de una factura, por cierto, un poco chapucera) Stone se monta su propia «película». No es un documental sesgado, es una obra militante, propaganda si se quiere de brocha gorda.
En un trabajo periodístico, aún en el caso de que se tome partido por las víctimas no pueden faltar todas las voces. Lo que no sería admisible en un reportaje o en un documental periodístico puede ser legítimo en este tipo de obras. En este caso, me parece más un ajuste de cuentas de Stone con su propio país y una cierta fascinación por los «hombres fuertes» (Chávez, Castro) que el director norteamericano no oculta.
Creo que Chávez ha creado un caudillismo democrático, en el que la división de poderes queda seriamente dañada y que terminará por pasar factura a su país. A mi desde luego no me gustan los grandes hombres que fascinan a Stone, esa exaltación de la energía en movimiento. En los distintos líderes del bloque bolivariano hay luces y sombras (por cierto ¿por qué no aparece Daniel Ortega?). No hay sombras en «Al sur de la frontera».
Pero si hago esta entrada es porque encontré en la película algunos logros notables:
– Terrible la propaganda de los informativos norteamericanos. Quien no nos obedezca como un vasallo fiel es nuestro enemigo. ¡Cuánta ignorancia y manipulación! ¡Cuánto desprecio hacia sus vecinos del Sur! Sólo por la denuncia de esta manipulación que realiza Stone la película debiera ser analizada en las facultades de Periodismo.
– Una perla que explica los liderazgos bolivarianos. Cristina Kirchner observa: «Es la primera vez en la Historia que el rostro de sus líderes se parece al de sus pueblos».
Otra perla, ésta de Lula : «Es la primera vez que los pobres están siendo tratados como seres humanos en América Latina».
Creo que Lula y Cristina tienen razón. Pero eso no puede significar carta blanca para los líderes de la izquierda y el centro izquierda. Por que destruir la «democracia formal» significa volver a tratar a los pueblos como menores de edad sin discernimiento.
lunes, 30 May 11 a las 5:50 pm
Precisiones:
-Caudillismo democrático es un oxímoron.
– Kirchner hace una afirmación peronista. Aunque suene a la barbaridad churchilliana, todos los líderes se parecen a sus pueblos (sobre todo después de una buena represión, pero también antes).
-Lula hace una afirmación demagógica. Se olvida, al menos, de Allende.
lunes, 30 May 11 a las 6:54 pm
De acuerdo, pero matizo:
Lo de Chávez es caudillismo, pero ratificado por una decena de elecciones más que aceptablemente limpias. El caudillo tiene que confirmarse en elecciones. Ya ha perdido un referendum. No sabemos que pasará si pierde unas presidenciales.
Cristina Kirchner se refería a los rostros étnicos. Claro que también podría haberse acordado de Toledo. Y es cierto que alguno de los peores tiranos del XIX no eran criollos blanquitos.
Y lo de Lula desde luego que es exagerado. No sólo Allende, sino muchos otros que lucharon contra las estructuras oligárquicas y fueron derrocados por ello.
Sí, pero… tanto Lula como Cristina dan claves del éxito del modelo. Gran parte de las poblaciones, no sólo los deshederados, sino también parte de las clases media se reconocen en sus gobernantes.
lunes, 30 May 11 a las 8:10 pm
Yo lo vi atentamente, esperando que también me enseñaran la otra cara de la moneda! Pero no la vi!
Por Cierto no dijeron nada de Chile, uno de los 10 países mas libre en su economía, y como tiene una de los mayores indices de desarrolo del mundo y por su puesto de América del sur, solo superado por Canadá y EEUU! De esto nada de nada!
martes, 31 May 11 a las 5:45 pm
Ojo con Chile: Salida del Pinochetismo apoyado por parte de los mismos que ahora tienen la manija, prudente administración de centro izda. y, a pesar del terremoto, como le gusta recordar al presidente Piñera, bien administrado hasta el momento y tomando protagonismo en las organizaciones donde, por voluntad propia, no está Brasil. Pero será capaz de demostrar la derecha chilena que, a pesar de su mercadismo confeso, es capaz de continuar en la senda de distribución de la riqueza que empezó Bachelet? Será capaz de mantener una regulación suficiente que evite los resultados de la codicia? La situación de partida les es favorable, pero como diría M. A. Aguilar, atentos.
viernes, 03 Jun 11 a las 5:14 pm
Solo tengo que decir que me gustó mucho el documental porque saca unos datos y una cara sobre los paises, sus dirigentes y sus economías que no se escuchan en las televisiones nunca, todas las noticias que se dan de estos paises son para criticar las actuaciones de sus políticos. Desde luego no hay ningún régimen perfecto pero el capitalismo no quiere oir hablar de reparto y de justicia económica para el pueblo más bien todo lo contrario, que el pueblo pague los abusos y la corrupcion de los bancos y las grandes empresas -vease banco santander y telefónica-. ¿Demócratas, desarrollados,libres, solidarios? qué precio estamos pagando por estas palabras, que ni siquiera son reales? Yo creo que estos paises estan haciendo algo positivo por el pueblo y quizás deberiamos tomar de una vez y rebelarnos ante el esclavismo del capital, está cercana la caida del imperio por corrupción como en tantas ocasiones a lo largo de la historia.