Inteligencia, intoxicación, manipulación


Llevo varios días pensando entrar en el tema de los documentos supuestamente extraídos de los ordenadores de Raúl Reyes, el jefe de las FARC muerto durante una incursión del ejército colombiano en Ecuador.

Desde el primer momento, las autoridades colombianas aseguraron que en tales ordenadores se encontraban las pruebas de la implicación de Hugo Chávez con la guerrilla. El diario El País comenzó el pasado sábado una serie basada en esos supuestos documentos y firmada por Maite Rico, enviada especial a Bogotá. El País tiene una muy competente corresponsal en Colombia, Pilar Lozano, pero parece que los servicios de inteligencia escogieron a Maite Rico para confiarle esos documentos. Si se lee la información del sábado se vee que la base son esos documentos y «fuentes colombianas» o «analistas de la inteligencia colombiana». El País sabe muy bien de que esos documentos se encuentran cuestionados. Un grupo de académicos norteamericanos han analizado su contenido y ponen en duda su interpretación. Una fuente tan poco proclive a Chávez como el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza declara públicamente que no hay pruebas que vinculen al presidente venezolano con la guerrilla. El País se hace eco de estas versiones en una información firmada en Madrid por Fernando Gualdoni, pero como un desmentido del embajador de Venezuela en España. Una versión completa de la postura venezolana se puede encontrar en la web del gobierno de Caracas.

Estamos a la espera de que Interpol acredite o no el origen de esos documentos. Pero el análisis de Interpol se limitará a determinar si el contenido de los discos duros coincide con los documentos. Según la policía colombiana, se sacó una copia en espejo de estos discos, que se entregó a Interpol, mientras los originales quedaban en custodia de la Fiscalía. De modo que Interpol no entrará en interpretaciones sobre el contenido, sino sólo dictaminará si los documentos coinciden con los existentes en los ordenadores que el ejército colombiano dice que eran de Reyes. Y mientras llega esa verificación internacional, Uribe ha hecho una de esas carambolas que tanto le gustan. Extraditando a los jefes paramilitares cumple con Estados Unidos (a lo mejor, hasta consigue la ratificación del Tratado de Libre Comercio), silencia a los criminales para poner freno al escándalo de la parapolítica y garantiza inmunidad para sus crímenes.

El asunto sigue. Hoy, 14 de mayo, el embajador en Madrid hace una rectificación, que El País, como es uso y abuso de la prensa española publica en Cartas al Director como «Aclaración».

Lejos de mi afirmar la verdad o falsedad de tales documentos y ni siquierainterpretarlos. Pero creo que El País ha actuado más que ligeramente. Ha basado una acusación muy grave en unos documentos controvertidos, obtenidos de fuentes de inteligencia y sin mayor investigación para corroborar estas versiones, minusvalorando informativamente otras posiciones.

Y es que no hay que confundir inteligencia con servicios de inteligencia, denominación eufemistica del espionaje y la intoxicación.

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