La mayoría de los norteamericanos no leen los blogs políticos. Así titula Reuters la información en la que da cuenta de una encuesta realizada por Harris sobre 2.302 adultos. Sólo un 22% lee regularmente (al menos varias veces por mes) blogs políticos, frente a un 56% de los encuestados que no lo hace nunca. Otro 23% sólo varias veces al año. Sorprendetemente, los resultados en los jóvenes son peor que entre los mayores. Sólo los leen un 19% entre 19 y 31 años, mientras que el porcentaje sube hasta el 26% en los mayores de 63. Y eso en el país con una blogosfera más potente.
En un análisis a vuela pluma, los datos parecen indicar que la influencia política de la blogosfera está limitada a un segmento de la población, siendo el interés político mayor a mayor edad. O visto de otra manera, los medios tradicionales siguen ejerciendo una influencia política predominante. Desde mi punto de vista, los blogs son más importante por su repercusión en los medios tradicionales que por su impacto directo en los internautas. En Estados Unidos, lo mismo que en España, los blogs políticos están muy polarizados y son utilizados para lanzar campañas políticas. Los blogs conservadores y ultraconservadores están muy bien organizados y suponen una red muy potente. Piénsese, por ejemplo, en el papel jugado por estos blogs en la dimisión precipitada de Dan Rather, después de caer en la trampa de unos documentos falsos sobre el historial militar de George W. Bush, o en la campaña contra el candidato Kerry de sus supuestos camaradas de armas en las lanchas rápidas durante la guerra de Vietnam.
Otro dato que invita a relativizar el seguimiento de los cibermedios son los de audiencia de los debates cara a cara entre Zapatero y Rojoy. Según los datos elaborados por la empresa Lixesa para la Academia de la Televisión (El País 7-3-08) durante el primer debate, el 25 de febrero, la señal suministrada por la Academia recibió 398.548 peticiones de vídeo, realizadas por 144.666 usuarios únicos… Todo un acontecimiento en la red, pero que palidece frente a los 13.043.000 espectadores que lo siguieron por la televisión tradicional. En el segundo cara, la televisión perdió un millón de espectadores, saturados, seguramente, de un debate estéril. Pero los internautas se cansaron todavía mucho más: sólo se registraron 217.107 peticiones de vídeo y 87.034 usuarios únicos. Y es que el debate era un acontecimiento mediático, no un ciberacontecimiento y el público apostó por verlo en el medio tradicional. La tele gana al cibervídeo.Vaya, que se ve más cómodamente desde el sillón que tecleando en el ordenador. Y todavía hay quien dice que la televisión ha muerto.
En cambio, el triunfo de Rodolfo Chikilikatre para Eurovisión sí que es un ciberacontecimiento . Según RTVE, 2.024.460 internautas votaron en MySpace para elegir al candidato español al festival. Chikilikuatre se llevó 109.905 votos ¡más que usuarios únicos del segundo cara a cara! El ciberacontecimiento es un buen vector del movimiento friki y sirve bien a la movilización social. El acontecimiento mediático crea una ilusión de participación.
Así que, menos humos blogosfera… Pero ¡ay! de quién desprecie su influencia.