Por fin debates electorales garantizados


Debate a 5 el 4 de noviembre de 2019, emitido por 12 cadenas y seguido por casi 9 millones de espectadores

El mundo ha cambiado mucho desde 1959, cuando Kennedy derrotó a en un debate a un sudoroso Nixon, que luego perdió la presidencia. Hoy la televisión no es la que era.Partidos y audiencias está fragmentados y la redes sociales dan la victoria, sobre todo, entre los jóvenes. Pero los debates electorales siguen siendo un instrumento de comunicación política de primer orden. Por poner un ejemplo, en las generales de 2019, un debate a 5, sin el morbo de los retos «cara a cara» fue seguido por casi nueve millones de espectadores a través de 12 cadenas.

El gobierno ha anunciado (nota de prensa) una modificación de la Ley Orgánica de Régimen Electoral para que, al menos, en los medios públicos se celebren debates electorales, a los que «estarán obligados a concurrir las fuerzas políticas que compiten en esos comicios salvo causa justificada que sea aceptada por la Junta Electoral competente». Participarán todos los candidatos que hayan obtenido representación en unos comicios anteriores semejantes.

Positivo parece que se abra la puerta a la «participación a grupos políticos representativos» porque esa es la única forma de que lel panorama no quede congelado en un determinado momento. El derecho a la información de la ciudadanía no puede quedar en manos de la conveniencias y negociaciones entre los partidos.

Está por determinar si estos debates se realizarán entre los cabeza de lista a la circunscripción más significativa (los que los partidos marquen como candidatos a presidir los respectivos ejecutivos), lo que asegura el interés, aunque no siempre que el debate sea esclarecedor; en los «cara a cara» se tiende a caer en el «y tú más» .Lo importante es un tratamiento equitativo a las distintas opciones; o si habrá debates con múltiples participantes designados por los partidos.

Quedan incógnitas ¿qué pasará en las comunidades en las que no haya televisión pública?

Las encuestas son un elemento más de campaña, que frente a lo que se piensa, tienen un efecto bastante neutro. Si se exagera las posibilidades de una candidatura, por un lado, moviliza a sus partidarios; por otro, algunos partidarios se quedan en casa, dando por segura la victoria. Como elemento de campaña y buscando la igualdad de posibilidades, es muy positivo que sea obligatorio la publicación de microdatos, que puedan ser interpretados por los investigadores.

Este es un tema en el que llevo trabajando desde 1978. Aquí dejo la fuente:

1978: «Aproximación al régimen jurídico de la propaganda electoral». Persona y Derecho: Revista de fundamentación de las Instituciones Jurídicas y de Derechos Humanos, ISSN 0211-4526, Nº. 5, 1978, pags. 227-308.

Volveré sobre el tema cuando se conozca el contenido del proyecto de Ley.

C

Uribe cuestionado por los académicos


Álvaro Uribe ha mantenido un duro debate con los académicos de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.

El rector y varios de los profesores han cuestionado puntos esenciales de la trayectoria y política de Uribe, como la conexión de figuras de su gobierno con paras y narcos o medidas concretas, como ofrecer recompensas económicas a estudiantes para que se conviertan en confidentes policiales. Muy duro fue el rector con las invocaciones de Uribe al estado de opinión para justificar su reelección y ahí surgió un debate si ese estado de la opinión debe o no estar sobre el estado de derecho.

Sin entrar en el fondo, el debate indica un hartazgo de las clases intelectuales con Uribe y su pretensión de ser reelegido para un tercer mandato. Pero también muestra una sociedad civil viva y crítica, que lleva a otros espacios los debates esenciales que debieran de tener lugar en el parlamento. Y nos guste o no el personajes -y a mi no me gusta- el valor de Uribe a enfrentarse con un conjunto de interlocutores hostiles en un plano de igualdad.

El vídeo de este encuentro a cara de perro me lo ha hecho llegar Javier Saénz (blog Pepitorias, dedicado a la otra América), comprometido observador de Colombia.

Valdría la pena ya ver esta versión de dos televisiones colombianas, aunque no fuera más que por oir colombianismos tan jugosos como «puedo meterme en todas las candelas porque no tengo rabo de paja». Se pueden también ver otras versiones en vídeo o la noticia neutra de El Tiempo.