Tendencias para 2024


Al finalizar un año, siempre tendemos a hacer balance y a preguntarnos que nos depararán los próximos doce meses. El año que termina en lo personal ha supuesto la pérdida de varios queridos amigos y la lucha por superar las consecuencias de mi ictus. Más allá de lo personal, como siempre despido el año con una entrada que intenta anticipar algunas grandes tendencias que previsiblemente marcarán en lo colectivo los próximos 12 meses

No tengo ninguna bola mágica, pero basta con estar atento a la actualidad para adelantar las grandes tendencias. Siempre puede aparecer cisnes negros (sucesos sorpresivos de gran impacto socioeconómico), con los que no contábamos, y alteran profundamente la Historia. Por ejemplo, a finales de 2021 era evidente que la tensión entre Rusia y Ucrania podía terminar en guerra.

En cambio, en diciembre de 2019 era imposible anticipar que la humanidad se iba a ver azotada por una terrible pandemia, aunque el virus de la Covid ya circulaba en China. En 2023, el cisne negro se ha hecho visible en Gaza, reiniciando un conflicto secular que había quedado oculto, hasta que se ha podrido y ha estallado en un genocidio que, pone, además, en peligro la paz mundial.

Así que, sin perjuicio de los cisnes negros que puedan aparecer, estas son ALGUNAS TENDENCIAS PARA 2024.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y CAMBIO TECNOLÓGICO

Durante 2023 uno de los fenómenos emergentes ha sido la popularización de aplicaciones de inteligencia artificial. Esta explosión ha ido acompañada de luchas empresariales para controlar estas herramientas e intentos de regular (Directiva UE) sus efectos peligrosos, no tanto lo que llaman una singularidad tecnológica (que una máquina sea más inteligente que los humanos y pueda revelarse contra sus creadores) como neutralizar sus efectos actuales (abuso de derechos de autor, sesgo de los algoritmos, atentados contra la privacidad, cibervigilancia).

La aplicación más popular es Chat GTP, que usa el modelo llamado Grandes Modelos de Lenguaje (LLM). Su popularidad se explica porque opera como un chat conversacional, que da respuestas muy completas sobre cualquier tema en unos pocos segundos.

Esta es la RESPUESTA de Chat GTP a mi pregunta sobre las tendencias para 2024.

Como modelo de lenguaje, mi conocimiento se detiene en enero de 2022, por lo que no tengo información actualizada sobre eventos o desarrollos específicos que hayan ocurrido en 2023 o 2024. Sin embargo, puedo proporcionarte algunas tendencias y áreas de interés que podrían ser relevantes para ese período, basándome en patrones históricos y proyecciones generales hasta mi última actualización:

  1. Tecnología y Inteligencia Artificial (IA):
  • Se espera que la inteligencia artificial y la automatización continúen avanzando en una variedad de sectores, desde la atención médica hasta la fabricación y la logística.
  • Desarrollos significativos en la computación cuántica podrían estar en el horizonte, aunque es posible que aún estén en las etapas iniciales de implementación práctica.
  1. Sostenibilidad y Cambio Climático:
  • Mayor enfoque en soluciones sostenibles y renovables en energía.
  • Se anticipa un aumento en la adopción de tecnologías verdes y medidas para abordar el cambio climático.
  1. Salud y Biotecnología:
  • Continuación de avances en la investigación médica y la biotecnología, posiblemente con desarrollos significativos en terapias génicas y personalizadas.
  • Mayor adopción de tecnologías de salud digital y telemedicina.
  1. Política y Relaciones Internacionales:
  • Cambios geopolíticos y reconfiguraciones en alianzas internacionales.
  • Continuación de la atención en temas como la ciberseguridad, la privacidad de datos y la regulación de tecnologías emergentes.
  1. Economía Global:
  • La recuperación económica de la pandemia de COVID-19 podría seguir teniendo un impacto en diferentes regiones del mundo.
  • Posibles cambios en la dinámica económica global y en los mercados financieros.
  1. Educación y Trabajo Remoto:
  • La educación y el trabajo remoto podrían seguir siendo partes integrales de la vida cotidiana, aunque con adaptaciones y mejoras en la infraestructura digital.
  1. Cultura y Entretenimiento:
  • Evolución continua de formas de entretenimiento digital y cambios en la producción y distribución de contenido.
  1. Desarrollo Tecnológico:
  • Avances en áreas como la nanotecnología, la robótica y la realidad aumentada.

Es importante tener en cuenta que estas son proyecciones generales y que los eventos específicos pueden influir significativamente en el panorama futuro. Las circunstancias geopolíticas, económicas y sociales pueden cambiar, lo que afectaría las perspectivas para 2024.

Como se ve, respuestas genéricas que poco concretan, con la salvedad de lo tecnológico. Pero lo que cualquier humano informado puede anticipar es que en 2024 la inteligencia artificial (me resisto a escribir el nombre con mayúsculas) seguirá desarrollándose y exigiendo esfuerzos regulatorios de los poderes públicos. Y mucha imaginación en la sociedad para potenciar nuestra inteligencia y no idiotizarnos.

GRANDES Y PEQUEÑAS GUERRAS

Vivimos una gran guerra, Ucrania y otra, aparentemente menor, de exterminio de la población palestina en Gaza, en la que no solo se utilizan grandes medios militares, sino que supone un enorme peligro para la paz mundial. Además, sobre el mundo cae la vergüenza de consentir un genocidio y de las víctimas de hoy saldrá los terroristas de mañana. Sólo EEUU podría revertir este curso de la infamia, pero todo indica que no lo va a hacer.

El otro gran conflicto, el de Ucrania, está estancada y si Kiev deja de recibir ayuda de EEUU y la UE, Rusia ganará la guerra, lo que supondrá un gigantesco peligro para la paz mundial y las democracias.

Esperemos que las elecciones en Taiwán y la previsible victoria del partido anti Pekín no nos traiga otro gran conflicto en Extremo Oriente.

Mientras, la humanidad se desangra en decenas de conflictos olvidados. Por mencionar uno solo, en Sudán, 6 millones de personas son desplazados internos. Pude despertarse cualquiera de estos conflictos olvidados, como el de Kosovo.

MIGRACIONES

Guerras y conflictos internos son uno de los grandes motores de las migraciones. Después de la II Guerra Mundial, millones de europeos fueron expulsados de sus hogares. Así nació en 1950 la Convención del Estatuto del Refugiado, que consagra el asilo y refugio como un derecho humano fundamental. En todo el mundo desarrollado, se aplican cada vez más políticas para negar o limitar este derecho.

El otro motor es la búsqueda de una vida más próspera y digna. Cuanta mayor sea la diferencia de riqueza ente territorios mayor será el flujo migratorio, que no parará por muchas limitaciones que se impongan, solo se hará más peligroso y letal. De nada servirán los muros y la externalización de las fronteras ni las devoluciones en frontera. Seguirán llegando y si no se trabaja su integración, los problemas generados serán combustible para la xenofobia y la extrema derecha.

ELECCIONES

El 51% de la humanidad participará en elecciones en 76 países a lo largo de 2024. En cada una se juegan cuestiones nacionales, pero las de Estados Unidos tienen consecuencias para toda la humanidad, como potencia hegemónica (en decadencia)n que es. Lo más probable es un enfrentamiento Biden-Trump. Un segundo mandato de Trump sería un asalto en toda regla a la democracia estadounidense y su sistema de pesos y contrapesos y una alegría para Putin. De lo que no hay duda es que Vladimir Putin será reelegido, sin ninguna competencia genuina.

Nos afecta muy directamente la elección al Parlamento Europeo del 9 de junio que, lamentablemente se planteará aquí como una segunda vuelta a las legislativas de julio o un plebiscito sobre la amnistía. Y lo que se juega en esas elecciones es esencial: más Europa o u una regresión al nacionalismo.

No hay duda de que las distintas extremas derechas seguirán la racha en alza que han protagonizado en toda Europa, salvo España y Polonia. La gran cuestión es si el Partido Popular Europeo va a romper su alianza tradicional con liberales y socialistas y va a abrazar a las fuerzas de la reacción nacionalista, traicionando los valores fundacionales de la Unión.

CALENTAMIENTO GLOBAL

2023 ha sido el año más cálido desde que se tienen registros. El calentamiento no es una previsión es un hecho que cada año causa millones de muertos y miles de millones de pérdidas económicas. Pese a lo evidente, nos resistimos a tomar las medidas drásticas para preservar la especie humana.

RECUPERACIÓN ECONÓMICA

Salvo algún «cisne negro», la inflación parece retroceder y eso hace suponer que los Bancos Centrales levantarán el pie. Una bajada de tipos propiciaría la recuperación y las inversiones que exige la transición energética.

DEGRADACIÓN INSTITUCIONAL EN ESPAÑA

Lamentablemente no parece que los bloques a derecha e izquierda estén dispuestos a ponerse de acuerdo para afrontar los grandes problemas, detener la manipulación de las instituciones, destensar la vida política. A los ciudadanos nos queda la responsabilidad de cumplir cada uno con su deber para mantener el país en marcha y una convivencia pacífica.

Aprovecho la ocasión para desearos FELIZ 2024 y agradeceros vuestro seguimiento, que es para mi muy importante. GRACIAS.

El discurso de Greta Thunberg


Conmueve presenciar el sufrimiento de esta adolescente increpando a los líderes mundiales su culpable pasividad ante el cambio climático. No hay nada fingido en este  llamamiento con tono de maldición biblíca, nada fabricado en esos sentimientos que se desbordan. Su dolor es genuino.

Personalmente, me da miedo escucharla. Miedo, porque me recuerda a esos personajes de Bergman atormentados por la culpa. Miedo, porque, ciertamente, nos coloca a todos, no solo a los líderes, ante nuestra responsabilidad.

El poder de su discurso reside en la propia personalidad de Greta. No es la primera adolescente que habla en el gran foro de la ONU. Recordemos a Malala. Su fuerza residía en su ejemplo, en su sacrificio, en haber casi pagado con su vida su lucha por la educación por las niñas. Desprendía dulzura e ingenuidad con una expresión discursiva sencilla, casi convencional.

Greta traslada enfado, obstinación, dedicación absoluta. Su condición de asperger seguramente es el factor esencial en el magnetismo de su discurso. Aquí desde luego se puede hablar de capacidades diferenciales, en lugar de discapacidad.

Mientras esta y sus anteriores intervenciones y acciones se convertían en  virales, la corriente principal mediática ha saludado a Greta y al movimiento por ella desencadenado, Fridays for future, como un signo de esperanza, de un cambio de conciencia que todavía puede salvarnos del desastre climático. En cambio, a izquierda y derecha se critica su utilización por fuerzas oscuras.

Para los medios conservadores (véase el análisis de la cobertura mediática realizado por CJR) la niña, una enferma mental, está siendo manipulada por izquierdistas, globalistas, multilateralistas. El tuit de Trump es toda una burla: una chica feliz en espera de un futuro maravilloso.

A la izquierda se denuncia que es una marioneta de una élite de empresarios y financieros que apuestan por las oportunidades de negocio de la economía verde. (Aquí una crítica razonada de Contracultura)

El caso de Greta no es el del niño prodigio explotado por sus padres. Parece absolutamente consciente de lo que hace y sin duda está sacudiendo conciencias y polarizando un movimiento adolescente que, de entrada, podemos considerar positivo.

Personalmente no me gustan los discursos en los que el sentimiento predomina sobre la razón, pero comprendo que la emoción es hoy el motor de la comunicación. Desconfío también de esas historias que resuelven grandes problemas vía conversión personal, como la de sus padres que pueden darse el lujo de adaptar su vida laboral a la conciencia ecológica de su hija. Reconozco, sin embargo, que nuestros pequeños gestos, forman parte de la solución.

El problema con Greta y los adolescentes que faltan al colegio los jueves es que exigen respuestas simples e inmediatas a un problema que nos las tienen. Y peor, que absolutizan algunas de estas respuestas cargándolas moralmente. Greta ha viajado a Nueva York es un velero ecológico de los Casiraghi, patrocinado por BMW y un banco suizo. ¿Podrían haber asistido los líderes mundiales a la Asamblea General de la ONU y los jóvenes que han participado en la cumbre climática sin viajar en avión?

En Fridays for future sobra ingenuidad y falta reflexión. No hay perspectiva para relacionar los problemas medioambientales con las estructuras económicas de la desigualdad. ¿Serán el nuevo ‘mayo del 68′?. Sus hermanos un poquito más mayores siguen siendo adictos a los vuelos low cost y a plataformas depredadoras como Uber o AirB&N. Pero Greta y sus amigos están dando pasos institucionales transformadores, como la demanda por la violación de la Convención de Derechos del Niño. ¿O se trata de una manipulación de esas élites globalistas malvadas? En fin, quién sabe, todo es tan líquido.

Lo que si sabemos es que hemos perdido al menos 20 años, como muestra este tuit de Carmela Ríos recordando al desaparecido Chirac (un personaje con muchas sombras y algunas luces).  Y que la ciencia nos advierte que no podemos recuperarlos, que estamos ya en una emergencia climática y nos arriesgamos a un incidente de consecuencias impensables para la subsistencia de nuestra especie.

Lamentablente, no hay un botón que podamos apretar para entrar en una nueva era respetuosa con el planeta. No es que los malvados poderosos lo impidan -que también. Ni se puede refundar el capitalismo o construir el socialismo ni salvar la Tierra con un solo gesto, ni pacífico ni violento. No hay ya palacios de invierno que tomar, ni cielos que asaltar.

Se trata de un complejísimo proceso, en el que la suma del cambio de las conciencias, la regulación (sanciones y fomento) y el cambio tecnológico irán dando lugar a una nueva sociedad.

Los gestos individuales son importantes -mi respeto a los veganos más allá de las modas- pero ¿que deja más huella ecológica? ¿seguir usando mi viejo coche diesel o compra uno nuevo eléctrico.

Las medidas drásticas también. ¿Por qué no llenar las terrazas de nuestros bloques de placas solares o de plantas que absorvan CO2?.

Todo requiere negociación, solución de problemas técnicos, compensaciones a afectados y, sobre todo, vincular cualquier política a la lucha contra la desigualdad que está siempre en el origen de la destrucción de la naturaleza.

A la inercia social hay que sumar la inercia ecológica. Aunque mágicamente pudiéramos convertir nuestras sociedades en respetuosas con el planeta, los procesos naturales en curso no se detendrían. Así que no queda otro que adaptarse a un cambio destructor y desigual.

No sufrirán lo mismo los ricos suecos que los ganaderos del Sahel o los agricultores de los países meditarráneos. No soportarán lo mismo el aumento del nivel del mar los habitantes de Bangladesh que los de Nueva York. Habrá mucho dolor y sufrimiento y si no se equilibra solidariamente las explosiones sociales podrán mucho más en riesgo al sapiens que el propio desastre climático.

Entre tanto, aquí está Greta, un factor positivo, con todas los interrogantes que se quieran.