Agustín García Matilla me ha confiado para su difusión en este blog la lección inaugural del curso 2009-2010 en el Campus de Segovia de la Universidad de Valladolid, titulada Publicitar la Educación en Comunicación desde la Universidad del siglo XXI. Agustín es catedrático de Comunicación Audiovisual en esa Universidad y está empeñado en convertir esa institución en un agente de progreso y cultura de la ciudad de Segovia. Durante muchos años García Matilla luchó para que los alumnos de Información Audiovisual de la Universidad Complutense tuvieran una formación profunda, al mismo tiempo crítica y práctica.
García Matilla es uno de los grandes expertos y animadores de la educomunicación, una corriente pedagógica que pretende alfabetizar en medios de comunicación para que los ciudadanos puedan hacer una lectura crítica de los mensajes públicos. Esta corriente propone, además, explotar las posibilidades educativas de los medios masivos, hoy exclusivamente reducidos a un función de entretenimiento mercantilizado.
La conferencia recorre los pedagogos que han sido verdaderos hitos de este empeño educativo (Freinet, Freire), los logros conseguidos, sobre todo en América Latina y la necesidad de adaptar esta corriente al nuevo ecosistema interactivo. Toda la exposición se edifica sobre la idea de que la eduación tiene que movilizar los afectos y que “comunicar el afecto, es también ayudar a construir la sensibilidad, fomentar la creatividad, formar en la autoestima y enseñar a mirar el mundo desde la emoción y, al mismo tiempo, dar estímulos para que la propia persona sepa canalizar esas emociones y vivir en sociedad”. Ahora nuestros alumnos son nativos digitales y los profesores debemos de adaptar nuestros viejos conceptos a la nueva realidad, poniendo siempre en el centro al alumno.
En este entorno de comunicación horizontal siguen predominando el infoentretenimiento, por eso creo que ahora educar en comunicación es mostrar a los jóvenes las posibilidades de creación y construcción de la personalidad y de gestión democrática que tienen esas herramientas que tan bien manejan.
La conferencia se abre con un emocionado recuerdo de su padre, Eduardo García Maroto, uno de los pioneros del cine español. Sólo por esta semblanza valdría la pena leer la conferencia.
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