
Alberto Aguado / EFE
Hace menos de una semana, al recibir el premio Cervantes, Álvaro Pombo nos recodaba que éramos frágiles y que habíamos olvidado que lo éramos para convertirnos en inlfluencers y mercachifles
Palabras proféticas. El apagón ha puesto de manifiesto nuestra fragilidad. Ya lo sabíamos, pero nos faltaba la experiencia de sufrirlo en nuestras carnes. La pandemia fue una prueba letal, pero progresiva. La Dana también fue letal e inmediata. El apagón ha sido instantáneo, pero apenas letal…
Lo que ha puesto de manifiesto es que los protocolos no funcionan y que el sistema no es tan robusto y tan seguro como nos dicen. Por ahora no hay una causa reconocida, aunque cada cual arrima el ascua a su sardina. Los enemigos de las renovables defienden las nucleares como solución. Ahora todo los opinadores, que antes eran especialistas en Ucrania, ahora son expertos en sistemas eléctricos. La oposición encuentra un nuevo punto de ataque al gobierno. El ruido no cesa.
Volver a los transistores ha sido una gran lección: un ecosistema informativo equilibrado requiere de la radio, el medio más ágil y ubicuo. Los tecnólogos deben reconocer humildemente que nos han vendido mucho humo. Felicidades a RNE, un gran ejemplo de servicio público.
Hay quien dice que la caída ha sido planificada para convencernos de que son necesarias inversiones en seguridad. Lo del kit de seguridad parecía pensado para meternos miedo y además no encaja con la imprevisión española. Ahora a lo mejor muchos dejan en casa un transistor y una linterna y repuesto de pilas.
Hace años que las películas y series de éxito garantizado tienen tema apocalíptico. El «caótico» pueblo español ha dado un ejemplo de serenidad y civismo. Donde se ha podido se han compartido coches y recursos. Como otras veces las distintas administraciones se han lanzado la pelota ignorando algunos casos de fácil solución, como atender a los pasajeros bloqueados en Atocha, que al final fueron trasladados al Palacio de los Deportes, pero que pasaron mucho tiempo sin recibir atención.
Para mi, la principal lección es que nuestro sistema de vivienda y movilidad es insostenible. Ciudades dormitorios a kilómetros del trabajo en el centro de la ciudad y el coche como sistema preferido de transporte. Lo importante sería reforzar los medios de transporte públicos y que, al menos en las ciudades fueran redundantes.
Y que la red eléctrica-ya sé que es casi imposible en un apagón nacional- tuviera recursos para rearmar la red rápidamente.
Por último, que cualquier protocolo diera prioridad al recate y tratamiento a enfermos y dependientes.
Post Scriptum 2 de mayo de 2025
Lo que es realmente insostenible es un modelo de consumo ilimitado por mucho que se sustituyan energía fósiles por renovables.
Esta entrada no va de las causas del apagón. Pero muchos analistas indican una mala planificación al casar oferta y demanda y son muchos los que abogan por la nacionalización de las eléctricas. Incluyo aquí el comentario que me hace llegar un amigo:
«Ya lo dijo Rato: es el mercado amigo. En pocos años el PSOE y el PP perdieron la posición de control en tres grandes áreas, banca, telecomunicaciones y electricidad, reforzando su posición oligopolista. En éste último, se creó un nuevo sistema de mercado, el no va más de la ortodoxia: la entrada al marginal. En este caso parece que los que tenían que equilibrar el sistema, la hidráulica no lo hizo. Estaban autorizados para estar desenganchados? Estaban enganchados y no lo hicieron? En cualquier caso, si hubieran entrado hubieran entrado a pérdidas. Y, lo mismo para las nucleares. Si es cierta la hipótesis ya lo veremos.»

