Regulación de los debates electorales


Los cinco candidatos posan antes del debate celebrado en RTVE para las elecciones de noviembre de 2019

Los debates electorales son un derecho de la ciudadanía

PP y VOX van a privar a los electores de su derecho a unos debates completos para que los principales candidatos debatan las grandes cuestiones que se deciden en las elecciones del 23 de julio.

El PP, desde el principio, se ha negado a ir más allá de mantener un único cara a cara Feijóo-Sánchez y VOX ha dado marcha atrás en su previa aceptación de un debate a tres, Sánchez-Díaz-Abascal. Lo que prácticamente reduce los debates a un cara a cara (Atresmedia) y uno de portavoces parlamentarios (RTVE). Algo, manifiestamente insuficiente. -Feijóo ha rechazado las propuestas de RTVE y ha insultado al medio público, poniendo en duda su neutralidad, lo que no augura nada bueno para el futuro de la rtv pública-. Tampoco tenía ningún sentido los 6 cara a cara, propuestos por Sánchez, que hubieran perjudicado al resto de las fuerzas políticas.

Estos hechos ponen de manifiesto que los partidos consideran los debates como un prerrogativa propia, que pueden graduar a su conveniencia. Aunque los estudios demuestran que los debates, sobre todo en situaciones de polarización, no mueven más allá de un 5% de los votos, en elecciones muy reñidas pueden ser decisivos. Los estudios también advierten que los debates «no se ganan», pero los pierde el candidato que comete errores. De modo que, el candidato al que favorecen las encuestas intente eludir los debates, mientras que el que está en peor posición intenta forzar el mayor número de cruces.

Partiendo del histórico debate Kennedy-Nixon, en el que éste aparecía peor afeitado y sudaba frente a la seguridad del joven JFK, se ha tendido a dar, a mi juicio, demasiada importancia a los detalles de la expresión audiovisual. Lo que cuenta es lo que se dice y la convicción con la que se dice, no detalles audiovisuales que solo perciben los expertos. A veces, una actitud muy impostada puede ser negativa. Por ejemplo, en el debate a 5 de noviembre de 2019, Albert Rivera mostró un adoquín para llevar al debate el hecho de los disturbios provocados por el independentismo. No obstante, esa contundencia, Rivera dio sensación de inseguridad rascándose continuamente una mano.

Los debates en televisión son un desarrollo del derecho fundamental a la información. En una política muy polarizada y escenificada audiovisualmente es la oportunidad de que las propuestas puedan confrontarse. Y aunque resulte paradójico, más ahora que la campaña se desarrolla tanto en las televisiones como en las redes sociales porque ofrecen una oportunidad a los candidatos para luchar contra la desinformación confrontando propuestas con otros candidatos.

Regulación de los debates

En pocos países los debates televisivos son obligatorios y están regulados exhaustivamente. En Estados Unidos, los debates presidenciales los organiza la Comisión para los Debates Presidenciales, una organización privada sin ánimo de lucro.

En España la L.O.5/85, de Régimen Electoral General regula exhaustivamente los mítines, la propaganda en papel y sus emplazamientos, pero solo dedica un artículo, el 66 a la información, propaganda y debates en televisión (y eso que se ha modificado muchas veces, la última en 2022).

Los principios establecidos por el art. 66, tanto para las televisiones públicas como para las privadas son pluralismo, igualdad, neutralidad y proporcionalidad , que sería el principio más aplicable a los debates, y que la Junta Electoral Central viene interpretando en relación a los resultados de las anteriores elecciones de la misma categoría y ámbito. Esta interpretación de la proporcionalidad viene a congelar el pluralismo a la foto fija de las anteriores elecciones.

A título más de divertimento que de otra cosa – porque los partidos nunca se va a plegar a regulaciones que no puedan controlar- realizo esta propuesta. Habría un mínimo de debates en RTVE y todos los que los candidatos acordaran libremente con las televisiones privadas.

En RTVE habría un cara a cara entre los cabezas de lista de las dos primeras fuerzas, tomando como criterio una media de las encuestas. Y un segundo. entre los portavoces parlamentarios de la anterior legislatura.

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