Cuatro países europeos son líderes en número de líneas de banda ancha por habitante: Suecia, Dinamarca, Holanda y Finlandia. En total 8 países de la Unión Europea superan en penetración de la banda ancha a Estados Unidos y Japón. Son cifras recogidas por el International Herald Tribune, en una entrevista con la Comisaria de Telecomunicaciones, Viviane Reding. Europa también es líder en telefonía móvil, aunque Japón y Corea del Sur van por delante con algunas aplicaciones del multimedia móvil. Por eso tiene tanta importancia la decisión que acaba de tomar la Comisión Europea de adoptar como para la televisión digital móvil la norma Digital Video Broadcasting Handheld (DVB-H), desarrollada por el gigante finlandés Nokia (Reuters).
La decisión despeja incertidumbres y abre la vía a que los dispositivos móviles puedan recibir los canales de televisión clásicos, abiertos o de pago, pero sin necesidad por pagar por la transferencia de información a través de las redes 3G. Es posible que determinados contenidos especialmente concebidos para los dispositivos móviles sigan ofreciéndose como atractivo añadido en los portales 3G de las operadoras de telecomunicaciones, pero, al tiempo, las cadenas tradicionales tendrán que adaptar sus programas a la televisión digital móvil y concebir nuevos contenidos y narrativas audiovisuales para la televisión en movilidad.
La convergencia avanza y no siempre en perjucio de los medios tradicionales. Suecia se dispone a gravar con el canon que financia a la radio y la televisión pública a los poseedores de un ordenador (The Local). La medida coincide con el anuncio de la televisión pública SVT de difundir todas sus programaciones simultáneamente por internet. Los que ya posean una licencia (el 90% de la población) estarán exentos de pagar el canon de 2000 coronas anuales, 211 euros, de modo que la medida afectará principalmente a estudiantes que viven solos o en pequeñas comunidades. Una medida semejante ya se ha tomado en Alemania.
El ordenador hace tiempo que se ha convertido en una pantalla más que rivaliza con la del salón o los dormitorios en tmostrar programas y contenidos audiovisuales. Las televisiones ofrecen la transmisión simultánea o difusión sincrónica de la programación (streaming, P2P) y la posibilidad de descar programas completos o fragmentos. Esta difusión en red está lejos cuantitativamente de la difusión por emisión, pero crece cada día en número de espectadores e influencia. Las televisiones públicas que se financian mediante un canon o licencia (todas las europeas menos la española) tienen que diversificar sus fuentes de financiación y adaptarlas a la fragmentación de la audiencia entre las distintas plataformas.
Para eso hace falta un básico consenso social y político. ¿Se imaginan la polémica en España?
martes, 01 Abr 08 a las 7:13 pm
[…] personal es que la televisión móvil no va a desarrollarse sobre la red 3-G, sino, como ya comenté, bajo la norma DBV-H. Para su desarrollo es necesaria la implicación de los proveedores […]