Hoy salgo de la geopolítica y los cambios ideológicos y políticos que nos amenazan para revisar un cambio en la televisión en abierto uno de los asuntos de interés en este blog.
Estamos a punto de la publicación de un decreto regulando el Plan Nacional Técnico de la Televisión Digital Terrestre (TDT). Lo que conocemos del mismo es el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) al anteproyecto (aquí un resumen del dictamen de Panorama Audiovisual).
El tema es complejo técnicamente. El objetivo es emitir en Ultra Alta Definición (bajo la norma H.265/HEVC). Una cosa es la definición (cantidad de información que se muestra en pantalla) y otra la forma en que se codifica esa información (norma). Aquí la explicación de PROMAX. Como ya ocurriera con la transición a HD, en la primera fase tanto RTVE, como Atresmedia o Mediaset emitirán en Simulcast, esto es, emitirán un canal en HD y otro en UHD.
En la segunda fase, todas las emisiones será en UHD y se liberará espectro para adjudicar un nuevo canal nacional. Ya podemos adelantar que esa adjudicación se peleará entre los grandes grupos mediáticos y traerá bronca política. Todo parece indicar que el grupo PRISA, después de sus desafortunadas experiencias en televisión puede estar tentado a intentarlo de nuevo optando a la adjudicación. Para el servicio público lo más lógico sería adjudicar este canal a RTVE para crear un nuevo canal cultural. La bronca política está asegurada.
Simplificando mucho podemos decir que la Ultra High Definition multiplica por dos la información de la High Definition (actual), el nuevo sistema supone mejorar dos veces la calidad de la imagen actual. Esa mejora de la definición tiene sus contrapartidas:
- Requiere la resintonizarían de los equipos dos veces; primero, durante la fase de transición, cuando se compatibiliza la actual definición (HD) con la nueva (UHD) Y de nuevo, resintonizar cuando en la fase definitiva todos los canales emitan en UHD.
- Esto no pasa de ser una pequeña molestia, que en general se resolverá en el equipo doméstico, pero que excepcionalmente puede requerir reorientar la antenas externas.
También se dice que los cambios en la TDT no tienen importancia porque todo el mundo prefiere las plataformas de pago a la televisión en abierto gratuita. Eso depende mucho de la franja de edad, pero ni siquiera es así en el caso de los más jóvenes, como se ve en el cuadro obtenido en el informe de la CNMC copiado aquí. Por cierto, solo RTVE play tiene una reducida oferta en UHD (ciudades españolas patrimonio de la Humanidad)

Luego viene la pregunta de que monitor es necesario para disfrutar del 4K. Cuidado a la hora de comprar. No es necesaria una pantalla gigantesca, con 23 pulgadas y una densidad de pixeles (más importante que el tamaño) de 138 PPI es suficiente. No hay que olvidar tampoco a la distancia a la que tiene que estar la pantalla. En mi opinión un monitor Full HD de 26 a 32 pulgadas con una distancia de 1,5 a 2 metros puede dar la misma experiencia que uno mayor, siempre que tenga una resolución de al menos 138 PPI y un sintonizador que trabaje con la norma H.265/HEVC.
Por supuesto estoy abierto a cualquier corrección. No soy técnico, lo único que pretendo en esta entrada es advertir del cambio que viene,


