Las televisiones españolas han destacado una tropa considerable a las elecciones de Estados Unidos y nos anuncian espectaculares programas informativos. La ocasión lo merece. Hay un anhelo de cambio de época y paradigma y lo que pase en el Imperio termina por afectarnos.
En el este del Congo, junto a la frontera con Ruanda, se desarrolla el enésimo episodio de la Guerra de los Grandes Lagos, la Guerra Mundial Africana. Un cuarto millón de personas han huido de sus hogares, un éxodo de proporciones biblícas y el riesgo de matanzas masivas es grande. Podemos estar al borde de un nuevo genocidio, propiciado por la desaparición del estado en la región, la manipulación de las diferencias étnicas por los gobiernos de Kigali y Kinshasha y la voracidad de las multinacionales. Las televisiones españolas se limitan a esparcir de vez en cuando alguna información breve con material de agencia, y eso que son imágenes con una fuerza especial. Ni siquiera se ha «localizado» esta información, pese a que una misionera española haya perdido las piernas en una explosión o que el comandante de la fuerza de la ONU, un general español, haya dimitido. En definitiva, un escandaloso silencia informativo.
Muchos de los informadores en Estados Unidos han hecho un gran trabajo. Destaco los reportajes de Juan Antonio Sacaluga sobre el déficit democrático de Estados Unidos o el blog de Anna Bosch. Pero, ¿es necesario presentar los telediarios en Estados Unidos, como harán TVE y Antena 3? Tampoco pasaría nada para que algún equipo se traslara de Washington a Goma.