El título de esta entrada está inspirada en el popular dicho español «matar moscas a cañonazos» Evidentemente, en este caso, no se trata ni de moscas ni de cañonazos, pero hay una desproporción entre la acción y el objetivo táctico «destruir un depósito de armamento en la ciudad de Dnipró». Sé que llego tarde, pero me temo que estos temas van a ser fuente de preocupación durante bastante tiempo.
El misil Oreshnik (avellano)
Es un misil hipersónico (velocidad Mach 10, velocidad de 2’5 a 3 km/s) que sale al espacio exterior para luegoatacar a su objetivo en tierra y dada sus características resulta indetectable e imposible de neutralizar. (sobre sus características técnicas Wikipedia, BBC). Es un misil de alcance intermedio, entre los 3000 y los 5.500 kms,
El objetivo táctico, Yuzhmash
El objetivo táctico, era la fábrica de Yuzhmash, en Dnipró. Hoy una fábrica de armas de Ucrania, en su día, la mayor fábrica de misiles de la URSS (como siempre imprescindible la crónica de Rafael Poch), pero que hoy no pasa de ser una pequeña planta de cohetes. Parece que el objetivo era tácticamente poco importante (aunque quizá con un cierto valor simbólico por su pasado) y que podría haber sido atacado con medios más modestos (por ejemplo drones) y más baratos, sin necesidad de desperdiciar un misil tan avanzado, de los que presumiblemente no deben abundar en los arsenales de Putin.
El ataque, oficialmente, es la respuesta rusa, a la autorización de EEUU, y varios países europeos para que Ucrania pueda atacar territorio ruso con artillería de precisión de largo alcance.
Objetivos estratégicos
El misil llevaba carga convencional, pero el objetivo era advertir a EEUU y sus aliados, que Rusia tiene un vector, prácticamente imposible de neutralizar como medio para hacer efectiva su nueva doctrina sobre el uso de armas nucleares. Ya no es necesario el peligro de un ataque nuclear; basta la posibilidad de un ataque convencional que ponga en peligro la integridad y la soberanía del país (no se olvide que ahora los territorios ocupados en Ucrania forman parte de la Federación rusa). Y que estos vectores nucleares prácticamente no se pueden neutralizar. (véase análisis de The New York Times)
Ese es el mensaje «tenemos los medios para hacerlo, pero no queremos hacerlo, salvo que nos pongáis en una situación que ponga en peligro la supervivencia del país o el régimen»
Estos misiles de alcance intermedio, con los que Rusia tiene a su alcance a todas las capitales europeas, estaban controlados por el tratado INF, suscrito por Reagan y Gorbachov en 1988 y que autorizaba las inspecciones por sorpresa. En 2018 Trump abandonó el tratado y a continuación lo hizo Rusia. Pese a ello y para evitar un incidente mayor, Rusia ha advertido a EEUU de que el misil no llevaba carga nuclear.
También . como dijo el propio Putin, esta ha sido una buena ocasión para probar una nueva arma en condiciones de combate, como hiciera los alemanes en la Guerra de España.
El reloj atómico del apocalipsis se adelanta
Jugamos con fuego y desde los años 60 el reloj del apocalipsis nunca ha estado tan cerca del final de la humanidad (90 segundos). Es cierto que con instrumentos que conocemos bien, como la diplomacia, el peligro nuclear puede controlarse o minimizarse, mientras que la crisis climática pone en riesgo la continuidad de la especie. Y no hacemos nada,



martes, 03 Dic 24 a las 9:51 pm
bien Rafa esperamos que todo vaya bien
miércoles, 04 Dic 24 a las 4:38 pm
Gracias Pilar por tu seguimiento.