
Hemos oído estos días calificar de insoportables a las imágenes que nos llegan de Bucha. El «caracter insoportable» de estas imágenes, testimonia los aparentes crímenes de guerra del ejército ruso contra la población civil de Ucrania. Crímenes aparentes: las imágenes podrían ser pruebas de cargo en un proceso, los testimonio recogidos por los reporteros internacionales también, pero es necesaria una investigación imparcial, como la que debería estar desarrollando ya el Tribunal Penal Internacional.
Lo que quiero subrayar en esta breve entrada es cómo los dirigentes europeos invocan es «carácter insoportable» para justificar una nueva ola de sanciones a Rusia. Lo que implícitamente están diciendo es que no actúan tanto por el crímen en sí, sino porque su representación visual es insoportable para sus opiniones públicas. Como ocurriera con la foto del pequeño Aylan, ahogado en una playa turca, hay un antes y un después de estas imágenes. A diferencia de la pipa de Magritte, estas imágenes en la práctica suplantan al acontecimiento.
Fotorreporteros y videorreporteros son el último eslabón de creadores, que empieza en Goya con sus Desastres de la Guerra, que representan el dolor de los otros para que tomemos conciencia y luchemos contra los criminales. El riesgo es que en nuestra civilización del espectáculo se banalicen y sean un entretenimiento más.
LECTURA RECOMENDADA
Susan Sontag Ante el dolor de los demás. De Bolsillo (2010) (una relectura del libro por AnaÏs Varo)
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