Los más viejos se acordarán de aquel día de 1977 en que el gran cangrejo del yugo y las flechas fue descolgado del edificio de la calle Alcalá 32, sede de la Secretaría General del Movimiento. Si uno se fija todavía se puede apreciar una tenue huella en la fachada (¿Será un símbolo de la sutil impregnación de nuestra democracia por el franquismo?).

Los símbolos del régimen tunecino a la basura - Fuente Nawaat
Los tunecinos han retirado por su cuenta los símbolos del partido único, el RCD, a su alcance, como este rótulo de una calle que conmemora una de sus fechas fundacionales. Pero ahora exigen la separación entre el partido y el Estado; una comisión que separe bienes y edificios, restituya a los funcionarios adscritos al partido a sus empleos públicos y la destitución de los directivos de la radiotelevisión pública pertenecientes al partido.
La Unión Constitucional Democrática, el RDC, el partido fundado por Burguiba, se había convertido en un partido único de hecho. Con dos millones de militantes, la afiliación resultaba imprescindible para cualquier empleo público. Seguramente, el partido se adaptará a la situación, con una nueva dirección y un abrazo formal a la democracia. Es más probable que se convierta en Alianza Popular que en UCD.
El nuevo gobierno, en el que los viejos ministros de Ben Alí controlan los resortes básicos del poder ha causado general insatisfacción en Túnez. En la entrada de ayer sobre la transición tunecina olvidaba que el gran motor de una transición donde los representantes del antiguo régimen no han sido defenestrados (en definitiva, una transición, no una revolución) es la presión popular continuada.
En España, la punta de lanza de esta presión fueron el Partido Comunista, CC.OO, UGT y en menor medida otros partidos y grupos de izquierda, con una no desdeñable capacidad de movilización. En Túnez no sé si la UGTT puede realizar esa función, pero desde luego no creo que la movilización catalizada por las redes sociales pueda mantener la presión si no surgen nuevas organizaciones.
Y obviamente otro de las tareas pendientes es la amnistía, que ya ha prometido el primer ministro Ganouchi, pero que sin movilización popular puede ser más que la condición para la liberación de presos y el retorno de los refugiados una carta de impunidad para los violadores de los derechos humanos.
miércoles, 16 Feb 11 a las 8:08 pm
[…] informa ya de Túnez?, Revolución árabe: la fina línea entre la opresión y la libertad, Túnez: más tareas para la transición, Túnez: los dilemas de la transición,Difícil transición en Túnez, Túnez, la rabia de […]
viernes, 21 Oct 11 a las 11:07 pm
Dont think allot off people share the same argument, but i don?t think this is all true.