Tres fotoperiodistas españoles


Tenemos estos días en Madrid el privilegio de poder visitar tres exposiciones que muestran el trabajo de tres fotoperiodistas: Marín, Centelles y Gervasio Sánchez… Tres personalidades y tres momentos históricos y profesionales muy distintos, pero los tres magníficos ejemplos de cómo una cámara da testimonio del mundo que nos toca vivir.

Luis Ramón Marín (1908-1940) firmaba sus trabajos simplemente como Marín. Una selección de 400 fotografías pueden verse en la Fundación Telefónica. Marín fue uno de los grandes periodistas gráficos del reinado de Alfonso XIII, un periodo de luces y sombras, pero que supuso una modernización social y económica desarrollada en el marco de unas instituciones tradicionales y anquilosadas. En su obra encontramos el acontecimiento periodístico (impresionante el cadáver del asesino de Dato, fotografiado de pie en el depósito), la vida en la calle, el arte, los teatros, las nuevas infraestructuras (Marín trabajó mucho para Telefónica), pero también el retrato y la crónica social de las clases dominantes. El contraste es tremendo: una España dinámica enfrentada a la rancia España de la restauración. Diría que Marín es más fotógrafo que periodista. Sus encuadres son magníficos y los retrato llenos de sensibilidad. Un retrato de Raquel Meller es puro Veermer. Marín es de la generación de la cámara de cajón y un solo disparo (en un acto público, creo que el entierro de Pablo Iglesias, se ve a un grupo de fotógrafos en una plataforma cargados con sus pesadas cámaras). Su trabajo es fundamentalmente estático, el personaje posa o la cámara recoge estáticamente el gran desfile, la gran manifestación. Sin embargo, también es capaz de congelar instantes memorables. Me gusta especialmente una instantánea de la playa de San Sebastián. En unas hamacas conversan el doctor Marañón y el conde de Romanones, ambos perfectamente trajeados sobre la arena. Marañón escucha con deferencia la confidencia (quizá de tono subido, quizá política) del viejo aristócrata cojo (el defecto se aprecia perfectamente) que lo fue todo en la monarquía y ve con temor y escepticismo la nueva república. Marín vive el cerco de Madrid, pero sus testimonios de la guerra quedan muy por detrás de la generación de jóvenes reporteros. Marín morirá en 1940.

Agustí Centelles (1909-1985) es uno de los grandes fotoperiodistas de la Guerra Civil. La exposición, mostrada primero en Barcelona, en el palacio de la Virreina, y ahora en Madrid, en el Centro Conde Duque, es más que una sucesión de fotos, pues intenta no sólo reconstruir la trayectoria vital del fotógrafo, sino también indagar en su forma de entender la fotografía y el periodismo. Centelles se inicia en el oficio en la Barcelona de la República. Sus fotos casi de principiante muestran la república alegre y confiada, populachera, ignorante del cataclismo que se avecinaba. Su obra más significativa es la de la guerra, sobre todo la de los días siguientes a la sublevación militar, con fotos memorables, de la Barcelona revolucionaria, de la experiencia anarquista en Aragón… Menos conocida, pero de un dramatismo excepcional es su serie sobre el bombardeo de Lérida por la aviación franquista.

Centelles tiene que pasar la frontera en aquel enero de 1939 y es internado en un campo de concentración en Francia. Allí construye un laboratorio en condiciones precarias y da testimonio del tratamiento inhumano recibido por los exilados españoles. De regreso a la España franquista tiene que renunciar al periodismo y se dedica a la fotografía industrial. Centelles es ya un fotógrafo dinámico, un profesional de la Leica y, por tanto, del disparo múltiple, del acercamiento, de la instantánea sin pose. En el Banco de Imágenes Vegap podemos repasar (y comprar) su obra.

Combates en la calle Diputación

La exposición nos depara alguna sorpresa. Podemos ver aquí un clásico «Combates en la calle diputación. El encuadre es perfecto y cargado de dramatismo. Pero en la exposición podemos ver el encuadre original, más abierto, en el que se aprecia a un civil con una pistola en la mano. Un encuadre menos expresivo, pero más informativo (¿quién era ese paisano entre los guardias de asalto -un policía de la secreta, un provocador?).

Gervasio Sánchez es un fotoperiodista zaragozano que desde hace 20 años ha recorrido la mayor parte de los conflictos internacionales. Gervasio es un freelance y una gran persona. Ahora expone en el Instituto Cervantes de Madrid su trabajo de 10 años sobre los efectos de las minas bajo el título Vidas Minadas. En cada guerra, en cada conflicto, Gervasio toma partido por las víctimas y foto a foto recoge el sufrimiento de estas víctimas olvidadas, los que sufren los efectos de las minas, prohibidas internacionalmente, pero que siguen matando décadas después del fin de la guerra. Sánchez es más periodista que fotógrafo, o al menos es de esos fotógrafos sin veleidades artísticas, pero que hacen verdadero arte dando testimonio de la realidad. El oficio deshumaniza, pero Gervasio -y no es el único en la profesión- sabe comprometerse con las personas cuando cierra el objetivo, un compromiso que ahora le lleva a la denuncia con esta exposición.

En definitiva, tres exposiciones sobre el binomio periodismo-fotografía que no hay que perderse.

Una respuesta to “Tres fotoperiodistas españoles”

  1. David Parra Says:

    ¡Enhorabuena por el blog, Rafael! Mi intención es dedicar este largo «puente» a disfrutar de, al menos, una de las tres (quienes las han visto coinciden contigo).


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