De versiones originales, censuras y otras estupideces


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Nos hemos vuelto todos locos. Que el Ayuntamiento de Madrid haya creado una página web para dar su versión «original» de las noticias que le conciernen -una iniciativa muy menor- ha desatado una reacción desmedida en los medios y organizaciones profesionales.

La presidenta de la FAPE habla de «halo de censura». Censura es el control previo de los contenidos previos a su difusión y, por extensión, cualquier intento de evitar la difusión de la información. ¿Impide la web del Ayuntamiento que cada cual difunda libremente la información que le parezca? No. Las organizaciones profesionales debían de buscar esa sombra de censura en las redacciones, donde cada día periodistas se ven impedidos de difundir informaciones en nombre de la sacrosanta libertad editorial. Y dar un respaldo expreso a las denuncias realizadas por los consejos de informativos de RNE y TVE, que esos periodistas de la radiotelevisión pública sí que sufren una censura cotidiana.

El País y la Asociación de la Prensa de Madrid arguyen que la rectificación debe hacerse por el procedimiento establecido por la ley. Conforme al art. 1 de la L.O. 2/84 «Toda persona natural o jurídica, tiene derecho a rectificar la información difundida, por cualquier medio de comunicación social, de hechos que le aludan, que considere inexactos y cuya divulgación pueda causarle perjuicio.» Ninguna ley impide que cualquier pueda dar su propia versión por sus propios medios. Ninguna norma prohibe que las fuentes contradigan a los medios.Por cierto, a ver cuando los diarios dejan de publicar la rectificaciones en un suelto perdido entre las cartas al director, como hace El País, que eso sí que va contra la ley.

La reacción de los medios y de estas organizaciones profesionales ha sido corporativista. Por supuesto que -como dice Elsa González- los periodistas tienen que jugar la función de contrapoder. Pero la información no es propiedad ni de los medios ni de los periodistas. Ni tampoco de los ayuntamientos o de cualquier otro poder. Es cuando menos ingenua la pretensión del Ayuntamiento de dar la versión «original» «auténtica».

El Ayuntamiento de Madrid tiene un grave problema de comunicación. No hay más que ver la declaración del concejal de Hacienda para darse cuenta que no está llamado a comunicar y es incapaz de trasladar eficazmente un mensaje. Pero no se trata sólo de portavoces poco hábiles. El problema es que no hay un mensaje común, que cada día se manifiesta la falta de coherencia de un equipo de procedencias diversas. El Ayuntamiento lo primero que tiene que hacer es aclararse internamente y apostar por unos mensajes comunes. A lo mejor eso son los argumentarios de los «viejos» partidos, pero otra cosa es el caos.

Sorprende la virulencia a favor y en contra. Desde su toma de posesión el Ayuntamiento de Madrid se ha visto envuelto en polémicas que poco tenían que ver con las políticas municipales. Y los concejales no han perdido la oportunidad de pisar todos los charcos. Está claro que los ayuntamientos de Madrid y Barcelona se han convertido en el banco de pruebas de «otra política», en un campo de batalla que va más allá de lo municipal.
(De acuerdo con Juan Luis Manfredi en que V.O. es una ocasión perdida para la verdadera transparencia municipal)

3 respuestas to “De versiones originales, censuras y otras estupideces”

  1. Germinal Pascual Says:

    Muy bien. A cada uno lo suyo, para que no se pongan estupendos.

  2. Antonio Campuzano Says:

    Estoy de acuerdo con la mayor parte del planteamiento, pero me parece profundamente injusto decir que la web VO «es una ocasión perdida para a verdadera transparencia municipal» porque en el Ayuntamiento están trabajando para logralo pero eso no se consigue en 15 días y con los tremendos ataques que están teniendo les estan entorpeciendo en su marcha porque tienen que perder el tiempo en responder a los ataques. Conzoco personalmente al concejal de Hacienda Carlos Sánchez Mato y sé lo que el ha dicho sobre la tasa turística, el impuesto a los cajeros y otras materias que no concuerda nada con las versiones que están dando los becarios-periodistas.
    Y esto, sin perdeer de vista que el problema fundamental no son los periodistas, son las empresas mediáticas que en vez de información se dedican a atacar a todos los que van contra sus intereses profesionales. Los periodistas son víctimas de estas empresas, aunque también entre las víctimas las hay con mayor o menor dignidad.

    • rafaeldiazarias Says:

      Pues también de acuerdo en que estamos siendo injustos y es cierto que una página de transparencia no se improvisa en dos días. El Ayuntamiento ha quedado ahora atrapado en V. O. Tiene que defenderla, aunque su utiidad sea más que discutible. Quizá pudiera por lo menos abrirla a los comentarios, cosa que supongo también les plantea problemas por la necesidad de moderación.


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