La revolución en Egipto ha eclipsado por completo a la revolución tunecina
Apenas hace diez días, Túnez era primera página y abría todos los informativos. Hoy, los medios españoles no informan sobre Túnez, sus enviados especiales han regresado o se ha ido a Egipto.
Ciertamente, Egipto es el gran país árabe y Mubarak mantiene el pulso, mientras Estados Unidos busca alternativas para mantener el status quo favorable a Israel. Estamos de acuerdo, hoy Egipto es la gran noticia. Pero en Túnez todo sigue abierto, sin encontrar una vía clara hacia la democracia. Nadie nos lo cuenta. Por lo que veo en medios sociales como Nawaat los que con sus protestas derrocaron a Ben Ali sienten que su revolución les esta siendo robada ante la indiferencia del mundo, que durante diez días ensalzó su revuelta.
Información espectáculo
Juan Goytisolo narra en «Señas de identidad» como su protagonista, joven exilado del franquismo, es acogido con entusiasmo a su llegada a París a finales de los 50. Hasta que sus nuevos amigos dejan de atenderle, porque hay otras causas más urgentes, creo recordar que la de la independencia argelina.
Las opiniones públicas y las opiniones públicas progresistas son por naturaleza inconstantes en sus intereses y compromisos con el resto del mundo.
En la sociedad del espectáculo los medios promueven ese interés voluble. La «tribu» de corresponsales, cámaras y enviados especiales se mueve de un escenario a otro de conflicto, siempre buscando la tensión, la imagen dramática.
En época de recortes económicos, resulta escandaloso que las radios desplacen a los conductores de sus informativos para hacer en directo desde El Cairo sus diarios hablados. Estos paracaidistas no saben nada del país, necesitan asistencia de los periodistas que están allí, convierten en noticia su llegada y peripecias en las aduanas y se ven obligados a volver a contar lo obvio. ¿No sería más económico y eficaz mantener en un lugar de uno, dos enviados especiales por el tiempo que fuera necesario, en vez de hacer grandes despliegues?
La revolución en los países árabes ha tomado a todo el mundo por sorpresa. Un nuevo estudio de Media Tenor (pdf) demuestra que en los últimos cinco años las grandes televisiones de referencia dedicaron un interés decreciente a los grandes conflictos, ignorando prácticamente a Egipto.
Este informe muestra también como para los pequeños países del sur la única manera de aparecer en la tele es mediante una explosición de violencia. Afganistán, en cambio, ha polarizado la atención, me atrevería a decir que no tanto por el conflicto en si, como por la presencia de tropas (y los informadores empotrados que les acompañan) de los países de las televisiones de referencia.
(Véase también sobre este tema Guerra y paz en las televisiones de referencia)
(Cuando escribí esta entrada no había visto que también TVE enviaba a El Cairo a una de las presentadoras de sus telediarios. La gran aportación consiste en dar paso a la corresponsal Rosa Molló, que está en el mismo set informativo, ambas con el Nilo a la espalda.)
lunes, 07 Feb 11 a las 10:48 am
Triste pero cierto. Estoy siguiendo la evolución de lo que está ocurriendo desde el principio y eso es precisamente lo que casi había olvidado, el principio, dónde comenzó todo. Supongo que Egipto eclipsa las demás revoluciones (túnez, sudán…) por su situación geoestratégica y los actores involucrados que a ojos de la comunidad internacional se confiere a este conflicto el grado de prioridad. Desde luego son ridículos esos montajes en los telediarios que tan poco (o nada) aportan cuando hay carencias tan graves por razones presupuestarias.
lunes, 07 Feb 11 a las 5:45 pm
Antes eras un maestro y ahora, además, un genio. Si no fuera por toda la razón que llevas tendría mucha gracia.
Un abrazo.
lunes, 07 Feb 11 a las 8:00 pm
Lamentablemente tienes toda la razón. Los medios y en especial TVE y RNE que son públicos deberían reflexionar sobre en qué momento se convirtió para ellos en una prioridad contar la peripecias de sus informadores en lugar de centrarse en la verdadera noticia. Esa revolución en la que ahora hordas de periodistas quieren hacerse la foto. ¿Dónde estaban cuando en Gaza morían bajo las bombas 1.400 palestinos? o cuando el gobierno libanés se fue al carajo por la salida de Hezbolá pero a Rosa Molló le pareció más interesante aburrirnos contandonos desde el Líbano no lacaidadel gobierno y su repercusión sino la visita de una delegación de parlamentarios de españoles… Una gran apuesta que nos da una idea de lo preparados que están sobre Oriente Medio algunos de los periodistas que nos informan de lo que sucede estos días en El Cairo. Por eso no es de extrañar que la misma Rosa suelte en un telediario, sin que nadie ponga el grito en el cielo, que «la comunidad internacional teme que los Hermanos Musulmanes se islamicen» (¿cómo se islamiza un islamista…?)o que desde Jerusalén nos espete que «en lo único en lo que parecen estar de acuerdo israelíes y palestinos es en compartir en un futuro Jerusalén» (Esto sí es digno de Wikileaks). No me cabe duda de que con ese afán de protagonismo con el que nos deleitan algunos si algún día se firma la paz entre israelíes y palestinos salgan también en la foto los Molló, Ramón Lucas, Pepa Bueno o Angels Barceló de turno.
miércoles, 16 Feb 11 a las 8:08 pm
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